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Publicado el 14/12/2020
Reescrito el 11/08/2023
Número de palabras: 1455
...
—Richard, despierta, es hora de movernos.
El chico gruño por lo bajo, levantándose de mala gana y mirando a su alrededor con desgana.
Seguían en la tienda, aunque ya comenzaba a amanecer, por lo que era más seguro salir ahora, así que se arreglo rápidamente y salió junto a su hermana, quien ya lo esperaba junto a Mr. P.
—¡Bien! Hora de partir, la escuela esta cerca de acá, llegaremos pronto, solo tenemos que movernos rápido —La emoción en el tono del hombre era de alguna manera motivante, aunque eso no quitaba el hecho de que era un misión casi suicida.
—Richard, ¿puedes correr? —Pregunto Bunny con preocupación.
—Claro que si, era el mejor de mi clase, no por nada me dicen la liebre —Se burló el chico, estirando las piernas para alistarse, sin tomar en cuenta que ayer en la noche mientras corrían había caído en suelo de cemento, raspandose la rodilla y sacándose algo de piel.
La marcha comenzo, Bunny iba de última, defendiendo la retaguardia con su ballesta, Mr. P iba en el centro, claro, el más privilegiado, y Richard se mantenía al frente, de atacante, mientras sostenía con fuerza su Kusarigama*.
—Se escucha todo muy Pacífico... Supongo que los aviones deben haber pasado durante toda la noche, ¡que excelentes noticias!
—Señor... No creo que eso sea muy bueno —Murmuro Richard con cuidado.
—Lo se... Pero funcionaban bien al comienzo, eso no me lo puedes nega-
—¡Cuidado!
El grito de Bunny alertó a todos, un infectado se acercaba a toda velocidad, mientras la chica intentaba detenerlo con toda la munición que tenía. Richard no perdió tiempo, corriendo hacia el infectado y comenzando a atacarlo.
El arma era buena a larga y corta distancia, pero el omori era difícil de lanzar por su peso, por lo que intentar enterrarlo en alguna parte no era una opción viable.
—¡Adelantense, necesito distancia! —Grito con firmeza, comenzando a girar el omori sobre su cabeza para volver a lanzarlo, y con suerte, lograr envolver al infectado con las cadenas.
—¡Richard, corre!
—¡Lleva a Mr. P a la escuela, el es el que vale, solo necesito tiempo acá!
Bunny quiso reprochar de nuevo, pero Mr. P no iba a debatir mucho si intentaban protegerlo, por lo que la tomó del brazo y comenzó a correr con ella, dejando a su hermano solo con aquella bestia.
Y bestia era solo un decir, por que aquella deformidad solo podía ser denominada como un monstruo sacado de las pesadillas de alguien.
—No importa donde lance el omori, esa mierda seguirá de pie...
Podía intentar rajar la piel, pero si el infectado lograba sujetar la cadena, o se quedaba atascada, rápidamente sería jalado hacia la muerte. Tal vez envolverlo con la cadena sería una opción, tres metros sería suficiente, pero no media tanto, tendría que acercarse demasiado para intentarlo.
Seguia pensando, mientras a punta de azotes lo mantenía a distancia, pero fue demasiado estúpido, le había dado demasiado tiempo.
Una grotesca protuberancia brotó del estómago del infectado, soltando un líquido viscoso y verde, Richard supo que era, e intentó correr, pero ya era tarde, solo unos segundos fueron suficientes para que la carga estuviera lista, y una gran bola de aquella cosa se lanzó hacia el, tumbandolo en el suelo y asfixiandolo, hasta que perdió la consciencia.
...
Habían pasado meses desde aquello, realmente sus recuerdos sobre eso eran vagos, ya nisiquiera recordaba como era el infectado que le causó esto, simplemente se había encontrado a si mismo tirado en el suelo fuera de la escuela, infectado y solo.
Su vida ahora era esa.
Pero no se quejaba, cuando no había gente normal cerca, los infectados podían ser bastante normales. Simplemente vagaban por allí, haciendo cosas de una vida normal, como... Compartir sustancia con otros, o morderse los brazos, pero Richard no los juzgaria.
Algunos eran más normales, como Elly, que simplemente intentaba de alguna manera seguir su vida dentro del edificio, sacando a los infectados que entraban para que la "estética" no se viera arruinada. Y hablando de Edmond y sobre donde estaría, especulando extrañas teorías de alienígenas y científicos.
Pero Richard tampoco la juzgaba en ese sentido, pues también prefería creer cualquiera de esas cosas con Bunny, era mucho más esperanzador a pensar que estarían infectados en algún lado, o muertos.
—Extraño a Bunny... —Murmuro en una de sus muchas charlas con Elly, quien solo lo miro con la calidad y apenada mirada de una madre.
—Sabes.... Probablemente no debería decirte esto... Pero en el Mall dicen haber visto a un sobreviviente —Las orejas de Richard inmediatamente se levantaron al escuchar esto, a lo que la chica soltó una divertida risa— Solo no corras la voz demasiado rápido, intentamos mantenerlo entre nosotros para que todos los demás no vayan a atacarle.
—¿Sabes si es Bunny, o...?
—No, no es Edmond, el es un niño, seguramente si estuviera por la ciudad lo primero que haría sería venir acá y dormir en alguna habitación, además, dicen que lleva ropas celestes, ¿no era Bunny muy fanática de ese color?
Richard intento hacer memoria, recordaba un color suave y calmante, pero no sabía con certeza si era celeste, o algún otro. No importaba, era un sobreviviente, cualquier mínima chance de que fuera su hermana le daba esperanzas, por lo que se levantó de un brinco de su asiento, bajo la mirada de Elly.
—¡Debo ir a comprobarlo, muchas gracias Elly!
—Oh, ¿Tan pronto? Pensé que tardarias un poco más...
Mientras la chica hablaba, el albino ya se estaba preparando, sujetando su Kusarigama a su cinturón, a lo que Elly simplemente suspiro rendida y le hizo señas para que se fuera con una divertida sonrisa.
—¡Ten cuidado, y no le vayas a enterrar esa cosa a alguien en el ojo!
—¡No prometo nada! —Respondió Richard, sin perder tiempo y saliendo a toda prisa del edificio.
El centro comercial no quedaba nada lejos, pero aún así al llegar estaba jadeando e intentando recuperarse del maratón que se dio, apoyándose contra una de las estatuas del centro comercial.
—¡Mierda! Mis pies... Joder... ¿Hace cuanto no corría as...? Un momento... ¿Hay estatuas en el centro comercial?
Al levantar la mirada, un androide Robby lo miraba fijamente, sus ojos con un destello rojo. El grito espantado del chico retumbó en el lugar mientras retrocedía y tropezaba en el suelo, para luego escuchar la escandalosa risa de Mandy, quien se erigía sobre los hombros de Robby.
—¡Jaque Mate Richard! —Exclamó la chica mientras reia— ¡Esta es mi venganza por la vez que me hiciste esa broma con el ducto de ventilación! —Richard la miraba en shock, mientras se sujetaba el pecho, intentando calmar su corazón, aunque este había dejado de latir hace demasiado tiempo— Aw, ¿Asuste al niño?
—¡Mandy! ¿¡Que demonios!? ¡Ese robot tiene un hacha, ¿te parece una buena broma colocarlo como si estuviera a nada de matarme?!
—Uch, que llorón, la última vez que te vi te hubiera hecho gracia.
—Y yo la última vez que te vi tenias piernas —Murmuro el chico con voz burlona y jadeante, sacándole la lengua.
—... ¿Que quieres? —Pregunto Mandy con voz molesta, aunque una pequeña sonrisa asomándose en su rostro.
—Ah, bueno, escuche algo de un sobreviviente acá, y ya sabes... ¿Alguna idea? —Mandy lo pensó unos momentos, apuntando a una de la a puertas del segundo piso.
—Allá, el paso esta derrumbado, la puerta cerrada con llave y creo que esta bloqueada por dentro, pero si logras abrirla, puedes encontrar un sobreviviente, o un cadáver, ambas funcionan —El rostro de Richard se iluminó al escuchar esto, a sintiendo rápidamente y corriendo escaleras arriba, a lo que la chica lo miro y grito— ¡Si es un cadáver, dejame sacarle las piernas!
—¡Pudrete, quitaselas a Robby!
Richard desapareció escaleras arriba, mientras Mandy lentamente volteado a ver a Robby, y este a su vez intentaba desviar la mirada de la ratona, sabiendo bien sus intenciones.
—Lo haces y ahora lo que te voy a cortar van a ser los brazos —Hablo con esa voz firme y áspera que tenía, sus circuitos cortados interfiriendo con su habla.
—Inténtalo.
...
Richard finalmente había logrado reunir todos los materiales para abrir la puerta, escuchando en el primer piso el ruido de metal chocando y chillidos de ratón enmarañado.
Colocó la tabla en el agujero, cruzando con cuidado hacia la puerta, para luego, con un martillo, comenzar a golpear la puerta con todas sus fuerzas, hasta lograr hacerle un agujero por el cual metió la mano y la abrió por dentro. El lugar estaba oscuro, pero por lo poco que lograba distinguir, había una cama improvisada y un plato de sopa al cual se acercó.
—Caliente... ¿Donde se meti-
Un golpe sordo en su craneo, y cayó tumbado al suelo.
PIGGY IS GONE
...
Les mentí, nunca tuve intención de reescribir flores, éramos lovers to enemies
PERO ZOMBIE
En fin, por ahora la reescritura quiero que vaya más a agujeros de guión y corrección, aunque si hay algunos otros detalles, idk
Me voy feliz pq ya volvi a subir zombies y puedo volver a mi otp
Kusarigama*: La kusarigama es un arma originaria de Japón compuesta por una hoz unida a una cadena con una longitud entre 1 y 3 metros y que tenía un peso de hierro o piedra en su extremo.
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