~27~
*Créditos al/a la autor/a de la imagen en la multimedia.*
¿Cómo es tu relación con cierto personaje de tu Au?
♒Acuario♒: G
Con toda honestidad, vuestra relación es un tanto complicada si es que se puede decir así. Os odiáis a más no poder, pero al mismo tiempo os preocupáis por el bienestar del otro. La mayor parte del tiempo que pasáis juntos os gastáis bromas pesadas. Algunas de las más memorables son la de la araña, la cabeza del despertar, la sombra del pasillo, el payaso de la motosierra y las galletas del infierno.
- G, ¿sabes dónde est-? ¿Qué es lo que estás haciendo? - Te cruzaste de brazos al ver al alto esqueleto esconder algo detrás suya mientras se encogía de hombros y mantenía esa sonrisa boba e "inocente".
- ¿Yoooooo? Nadaaaaa. - Enarcaste una ceja. Aquel esqueleto estaba ocultando algo e ibas a averiguarlo fuera como fuese. Saliste de la cocina, escondiéndote detrás de una lámpara de forma conveniente que había sido colocada ahí convenientemente. A los pocos segundo, G salió de la cocina con un tarro de galletas que sujetaba protectoramente.
"Así que comiendo dulces a escondidas de Frisk y, por su fuera poco, no las compartes conmigo... Dos pueden jugar a este juego G, dos pueden jugar a este juego..." Observaste cómo G guardaba el tarro debajo de uno de los cojines del sofá y se iba por la puerta, no sin antes coger su chaqueta de cuera y un paquete de cigarros.
- Grave error G, grave error... - Sonreíste con malicia, sacando las galletas de su escondite y armando una nueva broma en tu mente.
~Cuando G volvió a la casa~
El esqueleto entró a la casa, saludando a ambas humanas y dejando las provisiones que había logrado obtener en aquel día. Tuviste que reprimir una sonrisa que tentaba con aparecer una vez G ingresó en la cocina.
No pasaron ni tres minutos cuando G salió disparado de la cocina con lágrimas en los ojos gritando cosas inteligibles en dirección al baño. No aguantaste, te pusiste a reír como loca mientras Frisk te dirigía una mirada desaprobadora.
- ¿Qué has hecho esta vez Acua...? - La castaña se sobó las sienes; ambos os gastabais bromas con demasiada frecuencia. Una vez te calmaste, consiguiendo respirar tranquilamente, y G volvió del baño aún con una pequeñas lágrimas en sus cuencas, decidiste explicarte.
- Salsa picante. - Y volviste a reírte mientras G trataba de ahorcarte por casi quemar sus papilas gustativas que nunca sabremos si verdaderamente existen y Frisk se limitaba a tratar de entenderlo todo.
♓Piscis♓: Limb
Una vez separaste las almas que estaban fusionadas en el cuerpo de Limb, no volviste a verla de nuevo. Te resultó extraño ya que tendrías que haberle visto al menos una vez en todos los resets que experimentaste. La verdad es que Limb te estuvo evitando desde aquel momento; Limb tenía la esperanza de que ibas a poner fin a su sufrimiento y, aunque en cierto modo fue así, no lograste devolverle a su forma original. Siente rencor hacia ti ya que piensa que es tu culpa que se sienta incompleta.
Limb te observaba hablar con Sanstrocity... de nuevo... Algo dentro de la amalgama hacía que se removiesen sus tripas inexistentes: odio; odio de que tú pudieras estar completa mientras que ella no. Gruñó, aguantando las ganas de saltar sobre ti y comenzar una pelea. Ya había tratado de hacerlo en otras ocasiones, pero Sanstrocity siempre estaba pegado a ti, lo que impedía que pudiera cometer su intento de asesinato.
Te vio reír y la envidia volvió a burbujear en su interior, como un volcán a punto de estallar. Tenía que esperar, no podía arriesgarse a que Sanstrocity volviera a arruinar sus planes, solo tenía que ser paciente.
"T3ng0 qU3 espÈr4r..." Y con ese pensamiento se volvió a su pequeño refugio en Waterfall, el cual estaba oculto detrás de una cortina de lianas lo suficientemente robusta e intrincada que era prácticamente imposible atravesarla. Por suerte para Limb, ella tenía sus propios trucos. Su cuerpo se empezó a ramificar, de forma que esas extensiones suyas podían atravesar con facilidad las lianas; a continuación, convirtió el resto de su cuerpo en ramas igual de finas mientras que se "reconstruía" al otro lado de la cortina. Era un truco que requería de mucha concentración, pero era muy útil para ir de una lado a otro cuando era prácticamente imposible.
El espacio no era muy amplio, pero era suficiente para Limb; solo necesitaba unas cuantas mantas que servían de cama y un frigorífico en malas condiciones que apenas funcionaba. Al lado del frigorífico, en el suelo, había una pequeña montaña de varios artefactos que parecían inútiles y una mesa con las patas serradas en la que había unos cuantos papeles y otros aparatos.
"5o1o t3Ng0 qu3 eSper4R..." Y se puso a trabajar en una especie de artefacto cuya apariencia era muy similar a la del medallón de Piscis.
(Una "breve" explicación: Help_tale es un Au que no está terminado y fue parado indefinidamente. Esto ocurrió hace años y no hay indicios de que vaya a ser continuado por el momento, de forma que mi interpretación de este es diferente que la que podéis encontrar en otros libros. En mi caso y siguiendo desde el punto más cercano a lo canon de este universos, existen dos tipos de monstruos en Help_tale. Por una parte están los residentes natales de ese Au, es decir, los personajes que todos conocemos pero que fueron afectados por el fallo del sistema. Entre estos se encuentran Sanstrocity, la amalgama de Sans, Limb sería la amalgama de Undyne mientras que Papmalgate sería la amalgama de Papyrus, Thank es la amalgama de Flowey, Toriel_not_found la de Toriel y esas son las que he encontrado por el momento. Por otra parte están los monstruos no natales; estos son monstruos que no pertenecen a este Au en concreto, como Fresh!Sans, Swap!Papyrus, etc. Según mi punto de vista, las amalgamas absorbieron las almas de residentes no natales de forma que cada vez que el medallón las separa, estas almas vuelven a los monstruos a los que pertenecen, pero la amalgama permanece. Cada vez que se separan las almas se produce un reset, mencionando que algo cambió, indica que las almas regresaron a donde deben y las amalgamas siguen como están. Sus cuerpos no cambian ya que lo único que hace el medallón es separar las almas. Oof, espero que se haya entendido; si no es así, lo explicaré de nuevo en los comentarios).
♈Aries♈: Chara
Te llevas genial con Chara, bueno... al menos así era antes del incidente. Anteriormente, solías visitar con él/ella y con Asriel en varias ocasiones los diferentes lugares del mundo humano y otras veces tratabais de infiltrar a Chara en el reino celestial; no hace falta mencionar que siempre fallabais estrepitosamente. En estos momentos, no quieres volver a verle en lo que te queda de vida. Tienes la esperanza de que el/la Chara que conocías sigue ahí en alguna parte, pero sabes que no puedes continuar mintiéndote a ti misma.
- ¡Chara! ¡Hemos llegado! - Te abalanzaste sobre el/la humana, atrapándole en un gran abrazo sin dejarle tiempo a reaccionar. Asriel estaba justo detrás de ti, riendo un poco ante tu impulsividad.
- ¡Hey! Me alegro de que hayáis conseguido hacer un hueco en vuestro atareado horario para ver a esta pobre humana. - Chara se burló dramáticamente mientras correspondía a tu abrazo. Su aspecto era inmaculado, como siempre, pero te parecía que había algo extraño, aunque preferiste no decir nada.
- ¿Cómo no vamos a querer visitar a nuestro/a mejor amigo/a? - Rompiste el abrazo para darle un leve puñetazo en el hombro de broma, a lo que este/a se rio. El Dios de la Esperanza, por su parte, se mantuvo callado, mirando a todas partes en el caso de que hubiera alguien en los alrededores. Ambos teníais que ser muy cuidadosos cuando bajabais al mundo terrenal ya que ningún mortal podía veros u os ibais a meter en graves problemas.
- Es solo que últimamente habéis estado viniendo con menos frecuencia... - Comentó el/la humano/a con una sonrisa algo melancólica. - Sé que estáis ocupados con todo ese rollo de ser dioses y todo eso, pero este lugar se hace muy solitario cuando no estáis. - El/La castaño/a suspiró, mirando hacia otro lado y observando con una inexpresividad tan inusual en él/ella su "casa".
Suspiraste pesadamente, negando levemente con tu cabeza, cansada de escuchar aquellas desesperanzadoras palabras del acólito. Le sujetaste por los hombros, obligándole a que se dignase a mirarte a los ojos.
- Chara, lo primero es lo primero, no sé cuántas veces te lo voy a decir, pero sabes perfectamente que yo no soy un Dios. Si lo fuera, seguramente sería la Diosa del Caos o algo parecido y, hazme caso, no creo que el mundo necesite una diosa así. - Bromeaste con la intención de aliviar el ambiente, lo cual dio resultado. - Y segundo, nunca, pero nunca, dudes que vamos a dejar de venir a verte. - Esbozaste una amplia sonrisa.
- Eres nuestro/a mejor amigo/a y los mejores amigos nunca se dejan atrás ni se olvidan; se preocupan los unos por los otros y se cuidan entre ellos. - Añadió Asriel, quien había terminado de inspeccionar el lugar, dando un pequeño abrazo lateral a la castaña. Tú no quisiste quedarte atrás así que te uniste también.
- Os prometo que siempre estaremos juntos. - Comentó Chara con una ligera sonrisa.
- ¡Es una promesa entonces! - Exclamaste uniéndote al coro de risas de tus dos mejores amigos.
- Mentiroso/a... - Murmuraste por lo bajo al recordar aquel momento en concreto. - Mentiroso... - Unas pequeñas lágrimas recorrieron tus rosadas mejillas. - ¿Por qué tuvieron que mentirme tan cruelmente...? ¿Por qué...?
♉Tauro♉: Asriel
Solo lo viste en una ocasión y fue por un error tuyo. Se suponía que tenías que ir en secreto a por algo de comida ya que los habitantes de las ruinas se estaban quedando prácticamente sin recursos, pero por un descuido, Asriel te descubrió y digamos que casi te cuesta el alma. Por suerte y gracias a Chara, él piensa que ya fuiste entregada al rey y que este le permitirá que se una a la Guardia Real. Ahora tienes mucho más cuidado cuando tienes que ir a Snowdin puesto que Chara no siempre va a estar ahí para "salvarte".
- Rei está patrullando la zona este del bosque mientras que yo "patrullo" la del oeste, así que debería ser segura esa ruta. - Chara hizo comillas en el aire al mencionar la palabra "patrullo" ya que todo el mundo sabía que lo único que hacía era dormir la siesta y nada más. Escuchabas atentamente lo que te decía al mismo tiempo que bajabas aún más la capucha de tu capa para ocultar tu rostro de los monstruos que pasaban por ahí cerca.
- No deberías de decir eso tan despreocupadamente, tu hermano podría estar por aquí cerca. - Le susurraste a modo de regaño. Le tenías aprecio al humano/ a la humana por salvarte en muchas ocasiones y ayudarte siempre que lo necesitabas, pero te parecía muy imprudente.
- Nah, Rei no suele venir por esta z- - Fue interrumpido/a por alguien que llamaba su nombre.
- ¡Chara! - Y ahí venía Asriel corriendo hacia Chara.
- Eso te pasa por hablar tan pronto. - Le susurraste mientras tratabas de ocultarte lo máximo posible del monstruo cabra. Este se acercó con una expresión de molestia a Chara gritándole un par de cosas sobre "tienes que recoger tu habitación", "deja de comer tanto chocolate", "dónde había dejado el molde de las galletas" y más.
Tú solo esperabas que Asriel no notase tu presencia por nada del mundo. Por fin, después de unos minutos que a ti te parecieron eternos la cabra antropomorfa se alejó para irse a patrullar su área correspondiente, únicamente dirigiéndote una mirada confusa al no saber quién eras; por suerte, no hizo preguntas y se fue sin decir nada. Soltaste el aire que no sabías que habías estado conteniendo y le dirigiste una mirada de "no me vuelvo a fiar a ti en lo que me queda de vida" al humano/a la humana.
- Hey, no me mires así. Un error lo puede tener cualquiera. Y no entiendo qué manía tienes con que Rei no te vea, ¿sabes? Estoy seguro/a de que hasta te perdonaría y te ayudaría. - Gruñiste un poco. Ya sabías eso; sin embargo, era mejor no arriesgarte y jugar con seguridad.
- Más que tú, sin ninguna duda. - Le replicaste, a lo que Chara hizo un gesto dramático de indignación. - Anda, vamos. Ya hemos perdido mucho tiempo. - Y así os dirigisteis a recoger la comida y recursos que Papyrus te había pedido.
♊Géminis♊: Frisk
Seamos sinceros, solo le ves como un obstáculo más en tu camino, un molesto obstáculo demasiado determinado. Si no fuera por Chara y sus extraños tratos, seguramente ya habrías desaparecido de aquel mundo en un chasquido teniendo en cuenta que no puedes volver a la vida como el estúpido obstáculo. Ahora ya no tienes ni que verle de nuevo, lo que te quita un peso de encima.
- No tienes por qué hacer esto. - Frisk se dirigió a ti por decimocuarta vez en el mismo día. Habías tratado de ignorarle y esconderte para que no te encontrase, pero daba igual en dónde estuvieses, siempre te encontraba.
- A ver, no sé por qué no te entra en esa estúpida cabecita tuya que hago esto porque quiero. - Contestaste con un tono de molestia en tu voz. Como no se fuera de una maldita vez esto iba a terminar mal.
[Deberías de calmarte o vas a empezar una nueva pelea que no vas a poder ganar]
"¿Te crees que no sé eso?"
[Por la forma en la que sujetas el cuchillo, no]
«¿Y si probamos a hacerle caso solo por una vez?»
"Vuelve a sugerirme eso y yo misma me tiro al núcleo"
- Hey, deja tu pelea interna y escúchame. - Una nueva voz se hizo presente, la de Chara. No entendías el por qué solo tú podías ver a aquel/aquella humano/a, aunque no te ibas a quejar ya que suponía un punto a tu favor. - ¿Te parece bien si hacemos un trato? - Le miraste con algo de curiosidad y desconfianza. Los tratos de Chara no eran malos, pero siempre tenían un precio muy costoso.
- Hey, ¿me estás escuchando? - Ignoraste las palabras de Frisk; no te podía importar menos lo que tuviera que decirte.
Quisiste preguntarle a Chara de qué tipo de trato se trataba; no obstante, no podías formular tu pregunta en voz alta sin que el/la contrario/a sospechara de tus intenciones. Chara pareció leerte la mente y se dispuso a explicarte en qué consistía el trato.
- Verás, el RESET y la capacidad de guardar está en manos de Frisk, quien tiene un alma más poderosa que la tuya. - Gruñiste un poco; eso ya lo sabías, no hacía falta que te lo recordasen. - Pues verás, creo que puedo unir mi alma a la de Frisk, ya que la mía anteriormente era del rasgo de la determinación y así puedo tratar de tomar posesión de la habilidad del RESET y de guardar. - Le escuchaste con interés; aquello parecía prometer. - Sin embargo, al no tener un cuerpo físico no puedo emplear estas habilidades, de forma que no serviría de mucho. - Gruñiste de nuevo; tanto por nada. - Deja de quejarte y escucha. Te propongo el siguiente trato: si me dejas unirme parcialmente a tu alma, me uniré también a la de Frisk y te proporcionaré las capacidades que te he dicho. Lo único que te pido a cambio es que me dejes unirme a tu alma, como bien te he dicho, y que parte del LV y EXP que consigas sea para mí. ¿Te parece bien? - Sopesaste tus opciones.
«No me digas que vas a aceptar...»
Una sonrisa malévola que le produjo un escalofrío a Frisk. Fijaste tu mirada en el/la contrario/a e iniciaste una pelea.
- Trato hecho. -
(Y así es como Frisk murió :p Fin)
♋Cáncer♋: Papyrus
No es con quien mejor te llevas, pero tienes que admitir que sabe cómo pelear. Utilizando tu "tapadera" de niña indefensa que no sabe pelear, consigues convencer a Papyrus de que te dé unas sesiones de entrenamiento con el fin de aprender cómo defenderte, aunque solo lo haces para mejorar tu resistencia a los ataques y aprender más sobre cómo puedes usar la magia del enemigo en su contra.
- NO ESTÁ MAL HUMANA, PERO YO, PAPYRUS, SEGUNDO AL MANDO DE LA GUARDIA REAL, SABE QUE ESTO NO ES SUFICIENTE PARA GARANTIZAR TU SUPERVIVENCIA. EN ESTE MUNDO ES MATAR O MORIR Y SI NO SIGUES LAS NORMAS, ACABARÁS MUERTA. - Y ya volvía a empezar con lo mismo... Podías apreciar mucho las lecciones de Paps, pero cuando empezaba a hablar sin parar sobre él mismo o sobre cómo funcionaba el Underground, tenías que reprimir las ganas de querer hundir la cabeza bajo la nieve a ver si así no lo escuchabas.
Acababais de terminar una sesión de entrenamiento, la cual había ido enfocada a la magia azul y la magia naranja. Había sido una práctica dura, no ibas a negarlo, y a eso tenías que añadirle el esfuerzo extra que tenías que hacer para que el segundo al mando de la guardia real no se percatase de tus habilidades. Era agotador, aunque los resultados satisfacían por completo tus ansias de mejorar.
Ambos os dirigisteis a casa de Undyne, pues era en donde estabas residiendo hasta el momento, y Papyrus quería tener una sesión de cocina con la monstruo pez. Seguramente tendrías que evitar que ambos incendiasen la casa... de nuevo...
- HUMANA, EL GRAN PAPYRUS TIENE QUE HACERTE UNA PETICIÓN. - Volteaste tu cabeza, mirando con curiosidad al esqueleto; no era usual que Papyrus te pidiera algo y mucho menos que te lo dijera directamente.
- Dime jefe, ¿qué es lo que necesitas? - Al igual que Sans, habías adoptado la costumbre de llamarlo así. Quizás fuera por respecto... Nah, eso era poco probable, seguramente era de tantas veces oírselo decir a Sans y al resto de monstruos que pertenecían a la guardia real. Papyrus no tenía ningún problema con que te dirigieses a él con ese nombre de forma que ya era costumbre decirle así.
- ÚLTIMAMENTE HA HABIDO UNAS CUANTAS DESAPARICIONES EN SNOWDIN. NADIE SABE QUIÉN ESTÁ TRAS DE ESO... LOS INÚTILES DE MIS SUBORDINADOS ESTÁN TRATANDO DE HALLAR EL PARADERO DEL CULPABLE; SIN EMBARGO, NO HAN ENCONTRADO NADA ASÍ QUE TENDRÉ QUE HACERLO YO MISMO. A LO QUE QUIERO LLEGAR CON ESTO ES... UGHHH... - Le costaba decírtelo ya que nunca había mostrado preocupación abiertamente con nadie, ni siquiera con su propio hermano. - NO VENGAS A SNOWDIN POR UNA TEMPORADA. O AL MENOS HASTA QUE SE DESCUBRA AL MISERABLE QUE ME ENCARGARÉ PERSONALMENTE DE CONVERTIR EN POLVO. - Esbozaste una sonrisa amplia que habías practicado tantas veces que nadie podría imaginar que era más falsa que nada.
- No te preocupes por mí jefe. Me quedaré con Undyne hasta que todo esto pase. De todas formas, ahora sé defenderme mejor gracias a tus entrenamientos. - Le aseguraste manteniendo tu fachada de niña inocente. Aquello iba a suponer un pequeño desvío en tus planes, aunque eso no iba a impedir que los pudieras a cabo; solo tendrías que hacer unas cuantas modificaciones y todo volvería a ir sobre ruedas. - Aunque si te sirve para tranquilizarte, no saldré de la casa a menos que sea estrictamente necesario.
- HMPH, SUPONGO QUE ES MEJOR QUE NADA HUMANA. AHORA SÍ, CONTINUEMOS A CASA DE UNDYNE. DEBE ESTAR ESPERÁNDONOS. - Y aceleró el paso, dejándote a ti atrás.
- Heh. - Tu sonrisa se relajó un poco. - Lo siento Paps... aunque no realmente. Los pecadores deben pagar por sus crímenes.- Y le seguiste, ocultando bajo los pliegues de tu ropa un cuchillo impregnado de polvo.
♌Leo♌: Ink
Te parece que es demasiado molesto. Parece ser que no quiere ni puede entender que no estás siendo retenida contra tu voluntad, sino que tú misma decidiste quedarte con Error. Bueno, a lo mejor al principio sí que fue así, pero no ahora ni quieres volver a casa ni necesitas que alguien te "rescate". Maldices el momento en el que el estúpido esqueleto descubrió de tu existencia.
- ¡Por última vez, no necesito que me rescaten! - Exclamaste con exasperación al protector de los Aus. Error se había ido a hacer uno cosa importante o algo así, de forma que Ink había aprovechado para venir a "rescatarte".
- ¿Pero no fuiste secuestrada por Error? - Te cuestionó. Sus pupilas cambiaron a una interrogación de color rojo y a un rombo verde. Siempre te preguntaba lo mismo y siempre le respondías lo mismo.
- Sí, eso ya lo sé, no hace falta que me lo recuerdes. - Gruñiste un poco al mismo tiempo que tratabas de alejarte del esqueleto de ropas cafés. "Ahora entiendo lo de la mancha de tinta que no se va ni con lejía... Desearía no haberlo descubierto". - Aunque Error me tuvo "secuestrada" en un principio, prefiero quedarme aquí con él que volver a mi Au. - Hiciste comillas al mencionar la palabra "secuestrada". Era cierto todo lo que habías dicho; te sentías más como si este lugar fuera tu hogar que con ese sitio en el que solías vivir.
Ink te siguió, causándote más exasperación que antes. El maldito no sabía aceptar un no por respuesta. Al menos, tenías que agradecer que estuviera callado, lo cual te daba unos momentos de paz y tranquilidad.
Antes de que pudieras alejarte más, el esqueleto de la mancha de tinta en la mejilla abrió un portal. Pensaste que quizás se había dado por vencido, pero no podías estar más equivocada.
- ¡¿Qué haces?! ¡Bájame! - Demandaste a Ink, quien te había envuelto en un aura azul y te comenzaba a llevar en dirección al portal. - ¡¿Es que no has escuchado nada de lo que te acabo de decir?! - La respuesta que te proporcionó solo te dio más ganas de darle un golpe en toda la cara.
- Error debió haberte manipulado mentalmente para que no quieras escapar por cuenta propia... No te preocupes, Blue y Dream te ayudarán a recuperarte en nada. - Pataleaste y te removiste con la intención de que te soltase de una vez, aunque no te sirvió de mucho.
Ink intentaba meterte a la fuerza por el portal, pero tú eras más testadura, agarrándote a algunos hilos de Error que había colgados en el techo inexistente del lugar; ¿quién iba a decir que esos hilos espantosos iban a ayudarte por una vez en tu vida?
- ¡¿Por qué no dejas que te ayude?! - Ink gritaba mientras tiraba de tu propio cuerpo al ver que la magia azul no le servía de mucho. Ni te molestaste en responderle ya que sabías que no iba a hacerte caso como las otras doscientas veces.
El sonido de un portal abriéndose y un ruido estático muy molesto e irritante, pero muy familiar para ti hizo presencia en el Antivoid, provocando que el protector de Aus te soltase, al mismo tiempo que se deshacía la magia azul que estaba utilizando en tu alma. Aprovechaste ese precioso instante en escalar el hilo hasta quedar a una distancia considerable del esqueleto que parecía no entender qué significaba la palabra "no".
- P̵̨̛̻͈͇̑̂̍e̴̙͆̿͜ŕ̸̡̫̘ó̸̪̖̦́͜͝ ̸̢̺͑̄q̶͉̯̽̅u̸̼̘̜͑̔̍̆é̸̠̪͕̥͂̈̆̑.̸̜̅.̷̢̛̫̜.̵͔͓̪͊ ̴̧̝̣̍̓¡̶̨́̏̽I̴͇̜̼̾̎Ń̷̞̹͒̑͘K̸͉͚̙̀̽̂̌!̵̹̯̂ ̴͉̬̘̪̐͋¡̴̞̻̌͋̅͐B̴̤͇͍̝͛́́Â̸̰̔̂J̶͖̻̔͛A̶̞̟͠ ̷̧̧̈́̌͊A̵͓̰̔H̴̡͆̓̃O̸̧̜̥̓̔͋̄R̴̰̃͊Á̶̢̳͙̐̇͘͜ ̷̦̮̆͌̑M̸̬̬͆́Ḯ̶͈̱̥͜Ś̶̢͈͕̔͊M̴̛̲̾̆̚O̵̺̍ ̴̫̹͍̈́͠ͅȂ̵̖̘͖̊͒ ̷̳̈́̉͊L̵͇̑̈Ą̶̻̜̫͋̈́̌̆ ̶̲̗͘͜A̴͓̒̎͌̏N̶̨͕̥̞̏͒O̸̧̜̟̠̾̽͗̓M̶̨̭͈͓̃̀A̷̭̔̿̕L̴̯̬͊̒Í̷͈̓̌A̸̢̍!̴̠͎̬͋̓͑̚ - Ouch, eso había dolido, pero por lo menos estabas más tranquila pues no tendrías que abandonar el Antivoid. No obstante, en cuanto viste la cara de enfado de Error, ese alivio se convirtió en preocupación por la pelea que iba a estallar y miedo por el sermón que te iba a soltar una vez terminase esta.
♍Virgo♍: Frisk
Le odias. No hay más. Desde el momento en el que os encontrasteis, sabías que ibas a odiarle por el resto de tu vida. Era un/una humano/a demasiado... lujurioso/a por decirlo así. (Explicación: está siendo "controlado/a " por Chara debido a una serie de circunstancias. En este Au, Chara es el/la responsable de la ruta "genocida", lo cual explica la actitud que presenta "Frisk". En Underlust las rutas pacifistas y las genocidas no consisten en perdonar o matar a todos los monstruos. Es un concepto completamente diferente que no me voy a poner a explicar; quien quiera puede indagar un poco más en eso, pero hacerlo teniendo en cuenta de qué Au estamos hablando :v).
Estabas manteniendo una conversación con Rossie mientras dabas un paseo por las Ruinas. Todavía no habías atravesado las enormes puertas moradas que llevaban a Snowdin ya que decidiste quedarte para cuidar a Toriel en sus últimos momento. Aquella situación te revolvía las entrañas de la nostalgia, pero no era un sentimiento agradable.
- Y pues es por eso por lo que terminé aquí. - Terminaste de contar tu historia de cómo caíste en ese lugar a la pequeña rosa. De repente oíste una carcajada que te hizo ponerte alerta en cuestión de segundos. "Genial... no puedo pasar ni un día tranquilo..." No obstante, en cuanto distinguiste de quién se trataba, tu enfado pasó a completa confusión.
- Esa es la historia más penosa que he escuchado en mi vida. - Te dijo un/a humano/a de cabellos castaños que nunca habías visto en tu vida mientras reía. Rossie empezó a temblar notoriamente, lo que te indicó que esa persona no era buenas noticias.
- Ah, perdona, no era mi intención aburrirte tanto con mi historia. - Le respondiste con clara ironía en tu voz. - No pensaba que había un/una desconocido/a miserable que no sabe qué hacer con su vida así que se dedica a invadir la privacidad de otros. - Te cruzaste de brazos, dejando que Rossie se subiera a tu hombro para que tuviera más comodidad. El/La humano/a dirigió su vista a la rosa.
- Oh, Rossie, cuánto tiempo sin vernos, ¿no crees? - Rossie empezó a temblar aún más. Eso hizo que te hirviese la sangre.
- Hey, es de mala educación no responder. - Llamaste su atención de forma que se olvidase de la pequeña rosa. Pareció funcionar ya que dirigió tu mirada hacia ti con una sonrisa ladina. No sabías por qué, pero ahora querías golpearle.
- No te preocupes linda, no era mi intención dejarte de lado. - Te guiñó un ojo. Tenías razón, no era buenas noticias. "No tengo la paciencia suficiente como para soportar esto justo ahora." Te giraste, ignorándole completamente y volviendo por donde habías venido; no obstante, fuiste acorralada por ese/a humano/a, impidiéndote salir de ahí.
- Aléjate. - Te gruñiste. ¿Acaso no sabía qué era el espacio personal? Parecía que no.
- Hmmmm, tienes carácter... Eso me gusta. - "Ok, dile adiós a la Virgo pacífica." Fuiste a darle un golpe, pero este/a te lo interceptó con mucha facilidad. - Nuh-uh, eso no va a funcionar princesa. - "¿De dónde saca estos motes tan penosos? Esto me da demasiada grima." Pensaste para ti misma.
- Eso ya lo sé, pero esto sí va a funcionar. - Y acto seguido le diste una patada en la espinilla; no eras tan mala como para dársela en donde el sol no brilla... bueno, dependía de la situación. El/La de cabellos castaños se dobló de dolor mientras ponías una mínima distancia segura entre este/a y tú misma. Rossie estaba ocultando su cara en tu hombro, negándose a mirar al/a la que te estaba dirigiendo una mirada de odio en esos momentos.
- Estúpida niña... - No le dejaste continuar, invocando tu arma psychí y colocándola muy peligrosamente cerca de su cuello. Estaba atónito/a ya que no sabía de dónde habías sacado el arma.
- Mira, no tengo la menor idea de quién eres, pero no soy tan tonta como para no deducir que tú fuiste quien le hizo daño a Rossie. - El/La mencionado/a esbozó una sonrisa temblorosa.
- ¿Y? ¿Qué es lo que vas a hacer? Lo pasado pasado está. - Apretaste más el shuriken en forma de luna a la pálida piel de su cuello, casi rozándola. Para ser solo un shuriken, era más afilado que un cuchillo recién fabricado. Gruñiste un poco. En cierto modo tenía razón; no podías cambiar lo que fuera que ocurriese entre Rossie y el/la desconocido/a.
-Tan solo déjanos en paz. No queremos problemas. - Le soltaste y te alejaste; esta vez el/la humana no te siguió, pero sí que te dijo algo antes de que te adentrases en la siguiente sala.
- Mi nombre es Frisk. No lo olvides. - No le prestaste atención y continuaste con tu camino.
♎Libra♎: Alphys
Sueles quedar con ella a escondidas de Undyne; la capitana de la Guardia Real todavía no sabe que hay una humana en el Underground. Ella te enseña todo lo que deseas saber sobre los monstruos y tú, a cambio, le cuentas cómo es la vida en la superficie. A veces quedáis para ver algo de anime e invitáis a Papyrus, quien no se entera de nada, pero le gusta pasar tiempo con su mejor amiga.
- ¿Y qué clase de monstruo es este? - Le preguntaste a Alphys señalando a un Moldsmall que se elevaba del suelo y adoptaba una forma un tanto diferente. Tenías que admitir que te daba algo de miedo.
- Oh, e-ese es un Moldbygg, es un pariente no tan l-lejano de Moldsmall. S-Suelen vivir por Waterfall. Curiosamente, aunque presente mu-muchas características parecidas a los M-Moldsmall, estos su-suelen ser más reservados, no le-les gusta mucho el contacto físico. - Y Alphys continuó diciendo información que tú tratabas de asimilar en tu cabeza.
Disfrutabas hacer esto ya que te ayudaba a entender a los distintos monstruos que habitaban en el Underground y así facilitarte la tarea de ayudarlos. Era un proceso exhaustivo, pero su recompensa era mayor.
Apuntaste un par de datos que te podrían venir bien si tuvieras que enfrentarte a un Moldbygg en un posible futuro en una libreta de color morada algo desgastada. Había sido un regalo de Chris antes de que se fuera de las ruinas, mucho antes de que tú misma te atrevieses a salir de estas. No lo habías vuelto a ver y aunque tenías ese molesto presentimiento de que algo malo le había ocurrido, intentabas convencerte a ti misma de que consiguió salir del Underground y está de nuevo con su familia.
- P-Por cierto Libra, vamos a tener que po-posponer la noche de pelis de hoy. - Lo dicho por Alphys te sacó de tus pensamientos, expresando tu desconcierto. - No es que no quie-quiera, pero es que el rey va a venir a com-comprobar un experimento que estoy llevando a cabo y... bueno, s-sería muy arriesgado que te quedaras aquí. - Asentiste, entendiendo a la perfección que debíais posponer la noche de pelis por tu propia seguridad. Suspiraste. "Ojalá las cosas no fueran tan complicadas..."
- No pasa nada Alph, podemos posponerla para mañana. Puedo invitar a Paps para que venga ya que mañana no tiene entrenamiento con Undyne. - Le propusiste con entusiasmo, a lo que ella asintió, afirmando que no había ningún problema. Un pensamiento cruzó por tu mente. - Una cosa Alph, nunca me llegaste a contar de qué se trataba ese experimento tuyo. - Era un poco una pregunta para ti misma, pero no pudiste evitar formularla en voz alta. Alphys se estremeció un poco.
- N-No es nada importante. Es s-solo una-unas cuantas mejoras para el nú-núcleo. - Se la notaba nerviosa; sin embargo, no quisiste comentar al respecto.
- Oh, ok. - Respondiste secamente, pensando el por qué estaba tan alterada.
- S-Si me disculpas, te-tengo que ir al b-baño. - Dejándote con la palabra en la boca, se metió a la sala que tenía una señal de baño en la puerta. "Extraño... muy extraño..." Te limitaste a continuar viendo las cámaras, hasta que un hecho en concreto te llamó la atención: un humano que nunca habías visto antes saliendo de las ruinas.
♏Escorpio♏: Papyrus
No sueles acercarte a este, no es solo por tu creciente paranoia, sino también es por el maldito esqueleto con un hacha que ha tratado de mataros a Aliza y a ti en innumerables ocasiones. Papyrus puede parecer muy amable a simple vista y quizás es por eso por lo que Aliza confió demasiado en él al principio, aunque tú sigues sin fiarte de él. Además, te rehúsas a probar su espagueti... a saber lo que hay ahí dentro.
- ¿DOS HUMANAS?¡ WOWIE! ¡QUÉ GRAN OPORTUNIDAD PARA QUE EL GRAN PAPYRUS PUEDA PROBAR SUS NUEVOS PUZZLES! - Inconscientemente, diste un par de pasos para atrás y te preparaste para salir corriendo de ahí. Sin embargo, Aliza se quedó petrificada en el sitio.
"Aliza, como no empieces a correr en menos de cinco segundos, estamos más muertas que quien pasó por aquí antes que nosotras." Pensaste al mismo tiempo que apartabas con un pie lo que parecía un brazo humano que había sido arrancado brutalmente. No querías saber dónde estaba el cuerpo del infeliz, era mejor no saberlo.
- ¿HMM? ESTÁIS MUY DELGADAS HUMANAS... - Te estremeciste. El hecho de que un monstruo que acabases de "conocer" por primera vez se fijase justamente en eso era escalofriante. Susurraste a Aliza que se preparase para huir, pero esta estaba paralizada en el sitio, aún más pálida de lo normal y con un par de lágrimas recorriendo sus mejillas desprovistas de color.
Justamente te vino un olor demasiado conocido, un olor que te puso los pelos de punta: sangre. Bajaste la vista y tú también te quedaste petrificada al ver que una de las piernas de Aliza estaba siendo prácticamente serrada en dos por una trampa de osos. Si no fuera porque la trampa estaba un tanto oxidada, impidiendo que funcionase correctamente, tu compañera habría perdido una pierna en cuestión de segundos. "M**rda."
- ¿UH? - Papyrus bajó la mirada, notando que Aliza había caído en una trampa. "Ya está, aquí es donde acaba todo. Podría correr y salvarme, pero..." Dirigiste tu mirada a Aliza. "...no puedo dejarla sola... Por muy estúpido que suene, no creo que sea capaz de dejarla atrás." Te golpeaste a ti misma mentalmente, aunque no cambiaste de opinión.
Cerraste los ojos, esperando vuestra inminente muerte, la cual nunca llegó a venir. Los abriste de nuevo, completamente anonada ante la escena que presenciaban tus ojos: el esqueleto de aspecto aterrador había desarmado la trampa de osos y estaba ayudando a Aliza a sacar con cuidado su pierna de ahí, evitando que se hiciese más daño del necesario.
- TIENES QUE TENER MÁS CUIDADO HUMANA. SI NO, NO VAS A PODER DISFRUTAR DE MIS MARAVILLOSOS PUZZLES Y ESPAGUETTI. ¡NYE-HE-HE! - No sabías cómo responder ante eso, simplemente no sabías cómo reaccionar. Cuando volviste en ti misma, lo primero que hiciste fue tomar el brazo de Aliza y alejarla de aquel monstruo, corriendo en una dirección al azar mientras la arrastrabas.
- ¡G-Gracias! - Oíste cómo Aliza le agradecía. Eso hizo que tu sangre hirviese de enfado y de confusión.
"¿Por qué le agradeces? Puede que solo fuera una excusa para acercarse más a ti y así poder apuñalarte por la espalda cuando menos te lo esperes." Eso fue lo que le querías replicar, pero te viste incapaz de hacerlo. No era el momento; más adelante la regañarías.
"No sé por qué nos habrá ayudado, pero no puedo confiar en un alguien que asesina y devora humanos como si fuera su segunda naturaleza. Sois monstruos y por mucho que tratéis de actuar como humanos, nunca lo seréis. Siempre seréis eso, monstruos..." Y con esos pensamientos, te adentraste en el bosque, aún arrastrando a Aliza en busca de un refugio en el que descansar y, con algo de suerte, en el que hubiese algo de comida.
♐Sagitario♐: Nightmare
Vuestra relación es bastante difícil de explicar. Puede que un día esté hablando tranquilamente contigo, pero al siguiente está a punto de perforar tu alma con un tentáculo. Tienes el sentimiento de que quiere algo de ti, pero no sabes exactamente el qué; sin embargo, mientras mantenga a tu familia lejos de ti no vas a hacer muchas preguntas... bueno, no más de las que él te permita.
- Night, ¿puedo preguntarte algo? - El mencionado gruñó. Él solo había venido a traerte la comida y ya se estaba arrepintiendo de hacerlo. Ahora tendría que soportar miles de preguntas estúpidas por tu parte.
- Primero, no me llames Night. Segundo, mientras no sea increíblemente ridícula, supongo que puedes. - El esqueleto tomó asiento en la silla de tu escritorio mientras tú estabas sentada encima de tu cama con las piernas cruzadas y la bandeja de la comida sobre estas.
- Perdona... - Arrugaste un poco la nariz ante el menú del día: una sopa marrón que no tenía muy buen aspecto, una rebanada de pan y una botella de agua. "Ni siquiera hay algo de postre..." - Es solo que me estaba preguntando por qué decidiste traerme aquí... ya sabes, siempre te estás quejando de lo fastidiosa que soy y que no te gusta nada mi optimismo, así que no entiendo el por qué me ayudaste en ese momento. - Removiste la sopa con la cuchara, sin muchas ganas de comerla. No te atrevías a ver al guardián de la negatividad a los ojos por puro miedo.
Oíste un suspiro pesado por parte de Nightmare, lo que te dio algo de coraje para dignarte a mirarlo a su única pupila cian. Aunque su rostro no expresaba nada, sabías que estaba ocultando sus sentimientos para que no pudieras averiguar qué era lo que estaba pensando; siempre hacía lo mismo.
- No es algo que te deba preocupar. Ahora termínate el plato para que me lo pueda llevar de nuevo a la cocina. - Te respondió secamente. Asentiste desanimada; habías esperado que te hubiera dado una respuesta que aclarase tus dudas, pero se ve que aquello no iba a ser posible.
Una vez terminaste la asquerosa sopa marrón, el esqueleto recubierto de odio salió de tu habitación, sin siquiera despedirse. Suspiraste. A veces deseabas que se abriera un poco más contigo, pero no podías hacer nada, eso solo dependía del mismo Nightmare.
- Hey, ¿se ha ido ya? - Escuchaste la voz de tu amigo, sobresaltándote un poco. No te habías dado cuenta que tu único amigo estaba en esa habitación mientras tú estabas absorta en tus pensamientos. Asentiste, girándote en dirección de la voz, mostrándole una brillante sonrisa. Comenzasteis a hablar un poco de todo. Una cosa llevaba a la otra y así continuabais todo el rato. - Deberías de haber visto tu cara cuando habías probado ese potaje marrón. - Tus orejas se volvieron rojas de la vergüenza y comenzaste a reír, tratando de volver a hacer esa expresión pero fallando estrepitosamente.
"Al menos te tengo a ti... Gracias por todo..."
♑Capricornio♑: Sans
Vamos a resumir esto en que no puedes acercarte al esqueleto sin que este te atraviese el alma con un solo ataque. No conseguirías establecer una conversación "civilizada" con él si este no se detenía unos segundos y te dejase hablar, De todas formas, Chara nunca te dejaba fuera de su campo de visión, así que no tenías ninguna oportunidad.
- Bueno, bueno, ¿has muerto tan pronto? Y yo que pensaba que tenías más resistencia a los ataques. - Sans se mofó, carcajeando con un tono de locura mientras esquivaba los golpes de Chara con maestría. Tu cuerpo entero estaba atravesado por huesos, haciendo que tu HP bajase considerablemente a cada segundo.
Gruñiste un poco, tratando de salir de aquella trampa mortal solo para experimentar un nuevo hueso atravesar tu hombro derecho. No hacía falta que levantases la cabeza para saber que el maldito lo había hecho para hacerte sufrir aún más y evitar que te librases de sus ataques y te recuperases.
- ¡¿Qué es lo que estás haciendo?! ¡Sal de ahí y ven a ayudarme! - Te ordenó Chara. "Como su fuera tan fácil." Reprimiste un grito de dolor cuando notaste como tu alma empezaba a partirse en dos. "M**rda, no de nuevo."
Y antes de que pudieras pedirle ayuda a Chara, tu alma se rompió en miles de pedazos, tu cuerpo quedó inerte y quedaste inconsciente. Habías muerto de nuevo. El/La humano/a soltó un bufido de molestia; eras débil. Te había elegido porque había sentido que tu alma era muy poderosa, pero hasta el momento solo le habías demostrado que no eras de ninguna utilidad.
- ¿No deberías de traerla de nuevo a la vida? Oh, espera, si haces eso, tendrás que empezar con la pelea desde el principio. Mi estamina estará de nuevo a tope al igual que mi capacidad mágica. - Sans se burló de Chara. Sabía que tú eras el eslabón débil, si acababa contigo primero eso haría que Chara perdiera la tranquilidad y se volviese más temerario/a y fuera más fácil matarle.
La batalla continuó por unos minutos hasta que Sans terminó matando a Chara con un par de Gaster Blasters. Suspiró pesadamente, ahora solo tenía que esperar a que volvierais de entre los muertos y que una nueva pelea comenzase.
Su mirada se posó por inercia en tu cuerpo carente de vida. Algo sobre ti le desconcertaba en gran medida. Él sentía que tú tenías un alma muy poderosa y seguramente serías más capaz que Chara en cuanto a matarlo se refería; no obstante, hacías todo lo contrario: te quedabas en la retaguardia, no atacabas a menos que fuera absolutamente necesario y no te esforzabas para nada en desviar los ataques que iban dirigidos hacia ti. Ahí había gato encerrado y Sans se proponía averiguar qué era lo que estaba ocurriendo.
Una luz se hizo presente al final del corredor.
Iba a averiguarlo aunque tuviera que cambiar el guion de esa historia nuevamente.
Espero que os haya gustado =)
No os olvidéis de votar y de comentar❤
Catch ya on the next chapter!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top