~22~

*Créditos al/a la autor/a de la imagen en la multimedia.*


Este capítulo está dedicado a mikuzuela_7w7; disfrútalo.

Este es un nuevo Au en el que las personalidades de los signos están revertidas, es decir, los genocidas son pacifistas, los neutrales pacifistas en neutrales genocidas, etc.

Este va a ser un Au oficial y, para que os pongáis en situación, sería un Au "qué pasaría si..."; a lo que me refiero es a que este Au proviene del OG (original), solo que una o varias acciones determinadas cambian totalmente la ruta que se está tomando.

Ejemplo:

Si Acuario no se hubiese metido en la cueva para perder a su perseguidor, ella no hubiera caído al Underground, y todas sus acciones posteriores que tendrían influencia en el destino que tengo planeado para el Au OG cambiarían drásticamente.

Sin embargo, no voy a decir qué acciones son las que han provocado este nuevo Au o ruta =) Os voy a enseñar algunas escenas que tienen que ver con esa acción (una para cada signo). Es más bien la escena de transición entre la ruta que se muestra en el cap ~10~ a la ruta que se os presenta en este Au.

Espero que no os haya liado mucho...

Ahora sí, ¡comencemos!


¿Qué ruta tomaste? + Escena extra


♒Acuario♒: Neutral genocida

Ya habías llegado a tu límite. No ibas a dejar que te siguiesen manipulando; no ibas a dejar que la historia se repitiese dos veces.

Levantaste tus ojos para encontrarte con dos orbes rubí apagados.

Estabas harta de quedarte sentada y no hacer nada; estabas cansada que te mintiesen tan descaradamente a la cara; estabas cansada de actuar correctamente.

- Entonces, ¿aceptas mi oferta? - La miraste sin mostrar sentimiento alguno, lo cual pareció poner algo nerviosa a la contraria. No sabía qué era lo que estaba pasando por tu mente en esos momentos y ya parecía estar arrepintiéndose de proponer esa oferta.

Esbozaste una sonrisa que podía notarse que no era buena señal a kilómetros. Un escalofrío recorrió la espina de la de menor altura. Esto no podía ser bueno, ¿estaba haciendo la decisión correcta.

- Ya sabes mi respuesta... - Y tomaste su mano. Los ojos bermellón recuperaron su brillante antiguo color, disipando cualquier duda de la mente de la que había extendido la mano en primer lugar.

(Siento si es muy corto en comparación con el resto, pero si escribo más, se revelaría demasiado =) ).


♓Piscis♓: Genocida

- No puede ser... ¿es una broma verdad? Esto no puede ser verdad... No... no... no... Primero ella y después tú... - Mirabas incrédulamente al esqueleto enfrente de ti. 

- A veces hay que aceptar que no todo es de color de rosa Piscis; esta vida es injusta y es hora de que te vayas dando cuenta. - Tus ojos estaban abiertos por la sorpresa; no pudiste evitar que una par de lágrimas brotasen y empapasen tus mejillas desprovistas de color ante aquella atroz revelación.

Te sentías furiosa, utilizada, con ganas de destrozar todo a tu paso... Cerraste los puños con fuerza y te obligaste a ti misma a limpiar aquellas inútiles lágrimas de tu cara. Llorar no iba a resolver el problema entre manos. Una memoria pasó rápidamente por tu mente, repitiéndose una y otra vez... 

- Tenía razón... - Murmuraste por lo bajo mirando al suelo inexistente.

- ¿Hmm? ¿Has dicho algo? - Respondió... ¿tu amigo? No... un mentiroso manipulador.

- He dicho... ¡¡QUE ELLA TUVO RAZÓN DESDE EL PRINCIPIO!! ¡¡ELLOS NO SON LOS MONSTRUOS!! ¡¡ERES TÚ Y SIEMPRE LO HAS SIDO!!

- Ellos no saben lo que hacen; solo hacen más difícil mi trabajo...

- ¡ESTOY HARTA DE TUS MENTIRAS! ¡ESTOY HARTA DE QUE INTENTES MANIPULARME A MÍ Y A LOS DEMÁS!

- ¿Y qué vas a hacer? Si les dices, no te creerán nunca... - Una sonrisa fanfarrona se dibujó en su rostro al saber que tenía ventaja ante ti.

- Escúchame bien y graba mis palabras en tu mente... - Comenzaste a decir algo más calmada. - ...un día pagarás por todo esto... - Le dijiste mirándole fijamente a sus cuencas con furia contenida. A continuación, comenzaste a andar en la dirección opuesta al que alguna vez admiraste.


♈Aries♈: Neutral pacifista

- Ahora quiero mi parte del trato. - Mirabas con determinación al culpable de todo el caos. Aunque todos quisieran ver tu cabeza rodar después de tus acciones, solo te importaba obtener tu recompensa. 

- Ah, claro... - El aludido te respondió con aburrimiento, rodando sus ojos, mostrando visible molestia. Con un chasquido, hizo aparecer un extraño objeto a su lado. Era una especie de vasija de barro con unas inscripciones en una lengua que no llegabas a comprender.

- Dámelo. - Te habías puesto un tanto nerviosa al ver cómo el esqueleto comenzaba a elevar el objeto con su magia, moviéndolo de un lado a otro para entretenerse. Ante tu petición, este sonrió maliciosamente.

- Todavía no has cumplido tu parte del trato por completo... Aries... - Dijo tu nombre con veneno enlazado en cada una de sus letras. No entendías; habías cumplido exactamente tu parte, sin romper ninguna de las condiciones acordadas, sacrificándolo todo.

- Eso no es verdad. Cumplí exactamente lo que me dijiste. - Comenzabas a enfadarte. ¿A qué juego estaba jugando ahora?

- Si no me equivoco... - Se levantó, aún manteniendo la vasija en el aire mientras tú seguías su recorrido cuidadosamente. - ...no se ha alcanzado el objetivo principal... - El aire pareció salirse de tus pulmones al sentir como impactabas contra una pared; el maldito había usado su magia contra ti.

- Eso no me incumbe. Aquello no fue mi culpa, sino de- - No pudiste continuar puesto que sentiste como te ahogabas. Estaba furioso y solo habías conseguido cabrearlo más.

- No me importa si fue tu culpa o no. ¡No conseguí lo que quería y eso era lo principal en todo momento! ¡Me da igual si cumpliste a la perfección los más mínimos detalles porque todo eso no sirvió para nada! - Empezabas a ver borroso, con puntos negros en los bordes de tu visión.

Pareció calmarse a los pocos segundos, dejando de utilizar su magia contra ti y permitiéndote tomar grandes bocanadas de oxígeno. Tosiste durante un buen rato. "Malnacido..."

- Mira, me siento generoso... - Levantaste la mirada, con tu cuerpo temblando completamente. - SI te unes a mí, olvidaré este pequeño detalle y te perdonaré la vida. - Abriste los ojos de la sorpresa. "¿Unirme a él?"

- Pe... pero... qué... p...pasará con... -  Te costaba formular una simple oración al no haberte recuperado completamente. Su sonrisa solo pareció ensancharse al escuchar esas palabras.

- Que yo sepa, me has sido inútil en esta misión así que... - "¡NO!" No fuiste lo suficientemente rápida. El jarrón impactó contra el suelo en cuestión de milisegundos y todo su contenido se dispersó por el suelo de la estancia.

- ¿Entonces qué será Aries? - Empezó a dar vueltas en torno a tu devastada figura, como un depredador acechando a su presa. Ya todo te daba igual...

- Me niego... - Aunque fue solo un susurro, el contrario te oyó perfectamente. Gruñó un poco.

- Que conste que esto ha sido tu propia decisión. Nos veremos en el el infierno. - Cerraste los ojos, esperando tu muerte; una que nunca llegó.

- Lo siento amigo, pero no me gusta trabajar en mi tiempo libre. -


♉Tauro♉: Genocida

Una risa cargada de locura resonó por el infinito espacio de negro en el que solo os encontrabais tú, dos esqueletos y dos humanos, del los cuales uno de ellos te recordaba demasiado a alguien de no podías recordar por mucho que lo intentases. Quien había emitido tan sonora carcajada no era nada más ni menos que tú misma.

- Tau, esto no es cuestión de risa... - Uno de los esqueletos te intentó decir, con una postura algo alarmada. El otro esqueleto te observaba con extrañeza y curiosidad y el último personaje poseía algo en su mirada, miedo.

- ¡¡Es gracioso porque ahora todo tiene sentido!! - Te continuaste riendo como una loca ante tres miradas cargadas de espanto. Esperaron durante un buen rato a que tu ataque de risa disminuyera y pudierais establecer una conversación normal.

- Sabía que era un mentiroso... ¿Por qué no hice caso a mis instintos desde un principio? Quizás esa leve esperanza de que cumpliera su palabra era la que me mantuvo ciega por tanto tiempo... Ahora que no tiene nada que ofrecerme, se ha caído esa venda que me impedía ver más allá... - Murmurabas para ti misma más que para los allí presentes.

El humano que tenía un cierto parecido con uno de los esqueletos se aproximó a ti, tragando saliva; nunca habías presentado ese comportamiento.

- Tau, sé que la noticia te ha afectado enormemente. Aun así no debes dejar qu- -Le interrumpiste.

- No. - A quien habías interrumpido enarcó una ceja. - Ahora lo entiendo todo. Él se cree que todo esto es suyo; que nosotros mismos somos peones, peones que son descartados en cuando se le presente la oportunidad para hacer jaque mate; cree que TODO esto es un juego, un juego que puede modificar a su antojo. - Todos quedaron petrificados ante tus palabras; en cierto modo tenías razón, pero estabas pasándote de la raya.

- Tau- - Comenzó a decir el esqueleto que se había mantenido callado durante toda la conversación.

- ¡¡Cállate Reaper!! - El mencionado se sobresaltó; nunca le habías gritado, ni a él ni a nadie. - No conseguiréis que cambie de opinión. - 

- ¿Y q-qué opinión e-es esa? - El humano que te resultaba te preguntó. Sonreíste con burla.

- Le arrebataré su poder de sus manos y YO seré quien tenga el control. - Y nada más decir eso te encontraste con una guadaña a unos centímetros de tu cuello.

- Lo siento Tauro, pero no puedo dejar que te unas a ellos. - Reíste de nuevo, lo cual provocó que un escalofrío recorriese el cuerpo de todos los presentes.

- ¿Quién dice que necesito a esos inútiles? Yo misma me encargaré. - Enrollaste tu arma psychí, la que habías invocado sin que el Dios de la muerte se diera cuenta, en el mango de la guadaña y la lanzaste lejos. - No intentéis detenerme. Activaste tu habilidad y te preparaste a enfrentarte a a quienes habías considerado tus amigos hasta el momento.


♊Géminis♊: Pacifista

- Chara, quiero romper nuestro trato. - La mencionada se giró algo confundida. Una vez tus palabras parecieron asentarse en su mente, flotó hacia ti amenazadoramente. Pensabas que iba a enfadarse y tomar posesión de tu cuerpo, como ya había hecho en varias ocasiones, por lo que su reacción te sorprendió.

- ¿Por qué? - Justo habíais reiniciado la ruta de nuevo, de forma que estabais todavía en las flores de caramelo del principio. Tomaste asiento en una flor azul fluorescente algo más grande que las otras, hundiendo tu cabeza en tus manos.

- Ni yo misma me entiendo, creo que es por... - Tu voz se hacía cada vez más inaudible, lo que enervaba al fantasma del primer humano caído.

- Si no hablas más alto no te entiendo cabeza hueca. - Tomó "asiento" en la flor a tu lado, una de color rojizo que seguramente tendría sabor a fresa.

- ¡Es por ese estúpido esqueleto! - Te dignaste a mirar a los ojos al humano de género indefinido, quien tenía una expresión demasiado neutral a lo que estabas acostumbrada.

- ¿Te gusta? - Sentiste cómo tu rostro subía al menos 30 grados de temperatura por la vergüenza. Negaste enérgicamente con la cabeza, intentando calmarte. No había ninguna posibilidad que ese estúpido esqueleto te gustara, la pregunta solo te había tomado por sorpresa.

- ¿Entonces? - Chara te inquirió con curiosidad. Le había llamada la atención el por qué tan repentino de romper su trato.

- Es solo que... - Gruñiste un poco al no saber cómo expresarte. - 

[Tampoco es el fin del mundo...]

«¿Por fin nos libraremos de él/ella?»

"Qué paz cuando no estabais."

[También te extrañamos mocosa.]

"Yo a vosotros no."

«Eso es muy cruel.»

[Débil.]

«Insensible.»

[Llorica.]

«Sin alma.»

[Touché.]

- Tierra llamando a Gem. Deja de tener una conversación contigo misma y dime de una vez qué te pasa. - Resoplaste; le habías intentado explicar cientos de veces que las voces no era cosa de tu imaginación, pero le daba exactamente igual.

- Va... Resulta que quien-tu-ya-sabes me enseñó su línea temporal y... no sé cómo explicarlo... pero sentí algo diferente a cuando hacemos los genocidios una y otra vez... Ughhhh, ¡odio esto! - Volviste a hundir tu rostro en tu cara.

«Hazme caso, tus sentimientos son demasiado confusos como para entenderlos.»

[Ventajas de no tener alma.]

«Prefiero sentir algo a ser un amargado»

- Sabía que esto pasaría algún día... - Miraste a Chara con confusión. La notabas ¿triste? ¿Chara podía sentir otra cosa que no fuera sed de sangre?

[Vaya decepción.]

- No creo que seas capaz de hacer una ruta pacifista conmigo aquí. Nuestro trato no puede romperse así de fácil. Si quieres un final feliz debes de irte a otro AU... uno en el que yo no esté...

El alma se encogió al darte cuenta que no podías estar con Chara, con quien habías compartido tantas aventuras, y completar una ruta pacifista al mismo tiempo. ¿No había otra salida?

[Tienes que elegir.]

«No creo que pueda, sus sentimientos están por todas partes.»

- ¿No puede haber otra forma? - No querías aceptarlo. No podías decidir.

- Lo siento Gem... Mira, hazme una promesa. - La miraste a sus ojos color menta con dos corazones rosados en ellos, los cuales reflejaban una profunda tristeza. - Cuando consigas tu final feliz, prométeme que me llevarás a ese AU para verlo.

- ¿Y no puedes venir conmigo? - Negó con la cabeza.

- Si voy contigo y estoy fuera por mucho tiempo, se producirá una falla en el código y el universo comenzará a resetearse por completo, afectándome sin importar si estoy dentro o fuera de él.

- Te lo prometo. - Y le abrazaste como última despedida.


♋Cáncer♋: Neutral pacifista

'...¿Me lo prometes?' Miraste con incredulidad a Frisk. "¿Esto está pasando de verdad?" Unas lágrimas recorrieron tus mejillas, las cuales comenzaron a brotar en mayor abundancia. Alarmado/a, se acercó a ti, con preocupación de que algo  malo te hubiera pasado.

Negaste con la cabeza, con una triste sonrisa en tu rostro. Frisk no entendía. ¿Qué te había pasado para que te comportases así?

- No puedo Frisk, he ido demasiado lejos. No hay solución para lo que he hecho. Soy un monstruo y ahora lo sabes. - Habías descartado tu arma en el suelo, completamente vulnerable.

'Siempre hay una solución. No importa lo que hayas hecho.' Te costó descifrar lo que te estaba diciendo por la gran cantidad de lágrimas que nublaba tu visión. Negaste nuevamente; no era así de fácil.

- No puedo Frisk... si me resigno a continuar con el trabajo me matarán... a mí... a ti... ¡a todos! - Estabas de los nervios a este punto. No sabías qué hacer.

'Mírame atentamente Cáncer.' Hiciste lo que te pidió. 

'Siempre podemos recurrir a los guardianes. Si les contamos nuestra situación, estoy al 100% de que nos ayudarán. No te preocupes; ya verás como todo sale bien.' Una vocecita en tu cabeza te decía que nada funcionaría, que solo ibas a conseguir cavar tu propia tumba; la ignoraste por completo.

Lloraste de nuevo, siendo abrazada por Frisk, pero esa vez no era por impotencia, sino de felicidad, de poder contarle todo a Frisk y encontrar una luz al final del túnel.

- Eso me encantaría. - Y abandonasteis el Snowdin cubierto de polvo de monstruos que habías matado por tu propia cuenta.


♌Leo♌: Neutral pacifista 

- Me aburrooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo. - No había nadie en el Antivoid, así que estabas sola, solín, solita. Bueno, las muñecas de Error no contaban; eran muy malas oyentes.

Invocaste tu arma psychí y te descolgaste de tu hamaca privada. Desde que descubriste que podías desenrollar las enredaderas de tus brazos y  piernas y usarlas para otras cosas, te resultaba mucho más fácil el acceder a "la zona VIP", como la llamaba Error, sin ayuda del malhumorado destructor.

Decidiste andar un rato, pues ¿qué mejor forma de matar el tiempo que dando un paseo por un lugar sin fin en el que podías perderte fácilmente? 

Tras un buen rato de caminara, te sentaste en el suelo. Ya no sabías en dónde estabas, aunque eso no te importaba ya que en algún momentos Error vendría a buscarte. Adorabas darle sustos cuando este notaba que no estabas en el lugar de siempre.

No veías nada a tu alrededor. Te dio un poco de ansiedad el espacio infinito de color blanco las primeras semanas que estuviste allí, pero tras cierto tiempo, llegaste a agradecer aquel vacío para despejar tu mente de todo los problemas que poblasen tu mente.

Escuchaste un extraño sonido, como si de una bomba de humo se tratase. Una sonrisa ladina se dibujó en tu rostro.

- What's up? - Le preguntaste a la figura que había tomado asiento a tu lado en el suelo que no parecía suelo.

- Not much my rad potato sis. - Te respondió con su peculiar forma de hablar. En sus gafas se leía la palabra "BORING".

- Me estás pegando la jerga taka-taka Fresh. Creo que Error tiene razón, eres una mala influencia. No creo que podamos volver a vernos nunca más. - Mantuviste una pose seria, al igual que tu acompañante. No hace falta decir que, a los 5 segundos, ya os estabais revolcando en el suelo de la risa.

- Well, hay una radical party en Dancetale, donde mi pal Dance is gonna have a dancing competition. - Tu sonrisa se amplió al escuchar esa proposición.

- Seríamos unos muy malos invitados si no apareciésemos y compitiésemos contra Dance, ¿no? - Te levantaste del suelo, observando como Fresh hacía lo mismo.

- ¿No se enfadará Glitchy bro? - Pasaron tan solo dos segundos de silencio para que os volviese a dar un ataque de risa.

- Ahora sí Fresh, abre el portal. - El mencionado hizo lo que le dijiste. -¿Sabes? - Fresh te miró al mismo tiempo que en sus gafas se podía leer: "??? ???". - Me alegro de haberle desobedecido en aquella ocasión.


♍Virgo♍: Neutral genocida

- ¡REPÍTELO UNA VEZ MÁS SI TE ATREVES! - Estabas siendo sostenida por el Sans proveniente de Underswap. Si este te dejase suelta quizás eras capaz de cometer un asesinato; bueno, más que quizás.

- ¡Dejen de pelear por favor! - Intentó apaciguar la situación otro esqueleto de ropas brillantes.

- No te metas Dream. Virgo, no entiendo por qué te enfadas, solo estoy diciendo la verdad. Es un p- - No le dejaste terminar puesto que habías conseguido liberarte del agarre de Blueberry y lanzarte al protector de los AUs, inflingiendo el mayor daño que pudieras proporcionarle.

Dream y Blueberry trataron de alejarte de Ink antes de que su HP bajase considerablemente. Atacabas con intención de matar y eso no era normal en tu persona. Después de cierto accidente, todos habían estado de los nervios y era solo cuestión de tiempo que alguien perdiera la calma.

- ¡DÉJENME! ¡VOY A DARLE SU MERECIDO! - Ink ni siquiera se inmutó cuando te empezaron a llevar a rastras afuera de la sala para calmarte.

Una vez estuviste fuera de la sala, el guardián se volteó a ver al único esqueleto que había permanecido callado todo el rato, mirando al suelo como si fuera lo más interesante del mundo.

- Sabes que es la verdad y la verdad es lo único que importa. - Ink se levantó y salió de la sala, atravesando un portal a otro Au. No iba a probar su suerte de nuevo hablando contigo; esperaría al día siguiente, cuando hubieras apagado tu ira contra él. 

El roto esqueleto no pudo soportarlo, echándose a llorar sin importarle si alguien pudiera escucharlo. No pasaron ni tres minutos para que aparecieras por al puerta y corrieses al lado del pobre monstruo, consolándole lo mejor que podías.

- Por favor, no llores... sabes que no es verdad... solo lo ha dicho porque es un malnacido estúpido que no sabe mirar más allá de sus nariz inexistente... vamos, no llores... - Acunaste al contrario entre tus brazos, dejando que este se desahogara. Daba igual lo que le dijeses; el pobre monstruo estaba roto, sin posibilidad alguna de repararlo en ese mismo momento.

El guardián de los sentimientos positivos y el futuro guardia real ingresaron a la habitación con una asfixiante culpa recorriendo sus entrañas inexistentes. No sabían qué decir en una situación así de delicada, es más, no sabían si acaso debían de hablar sabiendo que podrían haber evitado todo aquello.

Tras unos momentos incómodos, te levantaste, ayudando al que ya había dejado de llorar, y te dirigiste a los dos esqueletos allí presentes.

- Lo dejo. No puedo tolerar esto por más tiempo. - No les dejaste decir nada; arrastraste al monstruo devastado hacia la puerta principal. Sin embargo, antes de salir y desaparecer de sus vidas para siempre, les dirigiste unas últimas palabras de advertencia:

- Como vuelva a ver a Ink, no dudaré en acabar con su miserable existencia y no me arrepentiré de las consecuencias que mis acciones puedan acarrear. - Y cerraste la puerta de un portazo.


Libra♎: Genocida

Era como si te hubieran echado encima un balde de agua fría.

- ¿Q-Qué? - Pudiste preguntarte al esqueleto frente a ti, quien estaba igual de malherido que tú.

- Nos ha traicionado... - Dejaste de escuchar después de que tu cerebro procesase esas tres devastadoras palabras.

No dejaste que terminase de hablar puesto que saliste corriendo de la pequeña cabaña. No te detuviste hasta que la adrenalina del momento se agotase. Te sentaste en el inexistente suelo y dejaste que todo lo ocurrido en un mismo día se acomodase en tu confundida mente. 

- Ella no podría haber hecho eso... ¿verdad? - Rememoraste todos los buenos momentos que habíais compartido desde que os conocisteis y te diste cuenta de pequeños detalles que habías estado ignorando por tanto tiempo. La clave para haber evitado todo lo ocurrido había estado frente a ti todo este tiempo y no supiste identificarla por tu propia ingenuidad, por haber sido demasiado confiada en los otros.

- Duele, ¿verdad? - Te levantaste de un salto y observaste tus alrededores hasta hallarte cara a cara con una figura conocida.

- ¿Cómo-? - Te interrumpió.

- Sé que hace tiempo que no nos vemos, pero he venido para ver cómo estabas. Me he enterado de lo ocurrido... - Ante el recuerdo, sentiste un sentimiento de furia apoderarse de ti.

- No quiero hablar de eso... - La contraria soltó una pequeña risa. - ¿De qué te ríes? - Frunciste el ceño. Esto no era normal.

- Es que me es gracioso cómo, después de avisarte, no me hiciste caso y, bueno, ¡ya puedes verte! - Volvió a reír más sonoramente. Quisiste decirle que se callara, pero lo que estaba diciendo era verdad: ella te advirtió y tú no le hiciste caso.

Esperaste un par de segundos a que se calmase; una vez paró de reír, se dirigió a ti con una mirada divertida y una sonrisa que no te daba buena espina.

- Tengo una proposición para ti... - Enarcaste una ceja. - ¿por qué no te unes a mí? Estoy segura que podríamos añadir a otras dos a las que he estado observando durante un buen tiempo y que podrían hacer una buena adición al equipo. ¿Qué me dices? Podrás tomar tu venganza contra ella y te diré sobre todo lo que te han estado ocultando. - Estabas horrorizada ante la que fue tu amiga en un pasado no tan lejano. Aunque estabas a punto de negarte, la escena de aquella tarde pasó por delante de tus ojos, tan vivamente como si nuevamente la estuvieras reviviendo.

- Acepto. - Y sonreíste, aunque no era de las solías dar para transmitir confianza, sino una con un toque de locura.


Escorpio♏: Neutral pacifista

- Nah - Saliste corriendo evitando ser asesinada por cierto esqueleto que no parecía un esqueleto. Mientras corrías, tomando del brazo a Aliza, notaste cómo te continuaban persiguiendo.

- ¡Nos están siguiendo Escorpio! - "Gracias por la información Aliza...". Rodaste tus ojos. Seguiste corriendo, esquivando la mayoría de ataques y de vez en cuando disparando tu arma con la esperanza de que acertases y le dieses a alguno de tus perseguidores.

- ¡Están a punto de alcanzarnos! ¡Uno ha desaparecido! - "Tiene que haberse teletransportado..." Tomaste un giro abrupto, ingresando en el bosque de Snowdin. Diste mentalmente las gracias a Aliza de haberte avisado puesto que el esqueleto se había aparecido justo en el lugar al que te estabas dirigiendo con una Gaster Blaster un tanto amenazador. 

Las ramas te raspaban la cara y las partes descubiertas de tu cuerpo, al igual que a la chica que arrastrabas contigo, pero no te importaba; habíais sufrido heridas peores que los minúsculos arañazos que os hacían las ramas. 

Aunque tus piernas ardían de tanto correr, las forzaste a continuar. Lo más probable era que os alcanzaran tarde o temprano, pero te negabas a entregarte sin siquiera oponer resistencia.

- ¡Otro ha desaparecido! - Esta vez no giraste, sino que continuaste recta. Como predijiste, el esqueleto se había aparecido a tu derecha con la "brillante idea" de que ibas a girar de nuevo. "Amateurs. Soy la reina de las persecuciones." 

Así estuviste durante una buena hora. Había momentos en los que los perdíais de vista por unos minutos y podíais descansar como máximo 5 minutos antes de emprender una nueva carrera.

Es ese momento os estabais escondiendo en la zona de Waterfall, intentando despistarlos en la hierba alta. Desgraciadamente, no lo conseguíais y, para empeorar la situación, Aliza se resbaló en la húmeda tierra, tirándoos a las dos al suelo.

- P... Por... fi... fin. - La banda entera os rodeaba; no había salida.

- Ahora, te repetiré mi oferta y espero que esta vez elijas corre- - Quien estaba hablando no pudo terminar su oración antes de que una flecha se clavase en su hombro. Giraste la cabeza y te sorprendiste al ver a otro grupo de esqueletos de colores un tanto llamativos.

En un instante, se desencadenó una pelea entre ambos bandos. Sin importante qué era lo que estaba ocurriendo a tus espaldas, te escondiste con Aliza detrás de unas rocas, habiendo sido guiadas por un esqueleto de ropas amarillas cuya presencia te transmitía confianza.

- Ahora estáis a salvo... - Y no pudiste evitar soltar un par de lágrimas de felicidad y abrazar a Aliza y a uno de vuestros salvadores.


♐Sagitario♐: Genocida

- ¡No! ¡Para por favor! ¡¡Para de una maldita vez!! - Te intentabas liberar del agarre de tu opresor, a quien no podías ver al estar de espaldas; aunque no te importaba en lo absoluto, lo único importante era impedir la escena en frente de tus ojos.

- ¡¡Lo vas a matar!! ¡Para de una vez! ¡No volveré a hacerlo, pero para! ¡¡PARA DE UNA VEZ NIGHTMARE!! - El aludido no te hizo caso, sino que siguió apretando el cuello de su presa con sus tentáculos.

Intentabas con todas fuerzas liberarte e ir a ayudar a tu único amigo en aquel frío e inhóspito lugar, pero no podías, el agarre era demasiado fuerte.

- Es hora de que aprendas una lección que nunca olvidarás. - Acto seguido, el rey de las pesadillas invocó el alma de su víctima ante los asustados ojos de de este y los tuyos. Pataleaste con más fuerza.

- ¡¡¡No, por favor!!! ¡¡Te lo suplico!! ¡¡¡NO LO HAGAS!!! - Tu rostro estaba cubierto de tus saladas lágrimas. 

- Nunca lo olvides... - Se preparó para efectuar el golpe definitivo. - ...no te atrevas a ir contra mis órdenes... - Y nada más pronunciar las última palabras, empaló su tentáculo en el alma de la única persona que te había mostrado amabilidad en aquel castillo.

- ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡No!! ¡¡No!! ¡¡No!! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! No, no, no, no... no... - Negabas continuamente lo que estaba ocurriendo ante tus propios ojos. Sentiste cómo te soltaban, pero no tenías fuerzas para moverte. Miraste directamente al rostro cubierto de dolor del que estaba convirtiéndose de polvo.

- Siento romper nuestra promesa... - Y se convirtió en polvo. No podía estar ocurriendo aquello; simplemente no podía ser verdad.

- Levántate y vete a tu habitación. - Quien había hablado no era nada más ni menos que el rey de las pesadillas. Un nuevo sentimiento que nunca habías experimentado te inundó por completo.

- El karma cobrará su deuda... - Y desatando todo tu malestar, invocaste tu arma.


Capricornio♑: Pacifista

Después de lo que habías presenciado, ¿estabas completamente segura de que valía la pena seguir sirviéndole? Quizás la siguiente serías tú; en ese caso, tu propósito parecía inútil. Si le mataban, no podrías devolver todo a como estaba...

Habías tomado una decisión; renunciarías a continuar siguiéndole ciegamente. No eras tan estúpida como para decírselo directamente a la cara; dejarías una nota en tu cuarto y te escaparías al único lugar al que nunca te podría hacer el más mínimo daño.

Preparaste todas tus pertenencias y escribiste una nota que dejaste encima de tu cama. Cogiste una de esas bolitas que te regalaron para que pudieras ir a cualquier universo; irónico, ¿no? Ibas a utilizar su propio regalo contra ellos.

Hiciste aparecer un portal que llevaba a un lugar completamente negro, en el cual parecía que no habitaba nadie; lo atravesaste y este se cerró detrás de ti.

Estuviste un buen rato andando, esperando encontrar al esqueleto indicado, el cual parecía haberse desvanecido en el aire. Te dio la impresión de haber visto una figura a lo lejos así que corriste con las fuerzas que te quedaban para alcanzarla. Una vez estuviste lo suficientemente cerca, te detuviste al darte cuenta que no era a quien estabas buscando, sino alguien de quién habías estado averiguar su ubicación por tanto tiempo. Antes de poder disparar tu arma, el contrario habló con nerviosismo.

- ¡S-Sé lo que quieres! ¡T-Te propongo un t-trato! ¡ Haré lo que pides solo si dejas de trabajar con ese estúpido y no mates a nadie más! - Tiraste el arma al suelo. Te miró con confusión; no esperaba esa reacción.

- Con gusto... - Y le envolviste en un caluroso abrazo.


Please no me maten por la tardanza...



Espero que os haya gustado =)

No os olvidéis de votar y de comentar❤

Catch ya on the next chapter!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top