『 Capítulo siete 』
𝐏𝐑𝐄𝐎𝐂𝐔𝐏𝐀𝐃𝐎
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Tony marca a su teléfono por una semana, Stephen no responde.
Tony marca a su teléfono por dos semanas, Stephen no responde.
Tony va al santuario dieciocho días después, no hay nadie que lo reciba.
Tony empieza a preocuparse, ¿dónde ha podido meterse Stephen? Esa semana su reporte para los acuerdos comunica la repentina desaparición del hechicero.
Espera que la reunión termine con Fury y Ross usando la situación a su favor, explicando que justo por eso debe convencer a Strange para unirse a los vengadores, esa conversación nunca sucede, lo que dicen en cambio, hace sentir al ingeniero un poco menos presionado, cuando Ross y Fury le dirigen la palabra confirmando que la firma de los acuerdos será retrasada, nunca dan explicaciones verdaderas, pero Tony tampoco se molesta en darle mucha importancia, ahora faltan cuatro meses para la firma final de los acuerdos.
Después de la tercera semana sintiéndose solo en New York, Tony vuelve al complejo a dar una vuelta y verificar que todo se encuentre en orden, parece que los vengadores han tenido una misión en su ausencia, ciertamente, se siente ausente.
Ese día no ha sido nada pintoresco, es todo lo contrario, los vidrios de la torre Stark se empañan gracias a la lluvia que recae afuera. Tony suspira en soledad. Las paredes parecen reforzar ese sentimiento, puede recordar las cientos de veces que se ha sentido tan vació por las noches, si fuera su versión más joven, Tony estaría buscando el calor pasajero de alguien en un bar lujoso, pero él ya no está en sus veintes, en retrospectiva, esas cosas en realidad tenían un efecto que se desvanece tan rápido como las horas en el reloj, las cuales hacen eco en su mente.
Tony realmente extraña a Stephen.
Su corazón se aprieta al pensar en las letras de ese nombre, no en un mal sentido, aunque con Stephen nada parece tener un mal sentido, al menos desde que fue a buscarlo hace unos dos meses al santuario para ofrecer ayuda. Tony mentiría si dijera que no se ha encariñado con el hechicero de atuendos ridículos, no es algo reciente, se ha dado cuenta de sus sentimientos desde hace mucho, quizás desde el momento en que Stephen empezó a tratarlo como un ser humano decente.
Es patético darte cuenta de que te has enamorado de alguien solo por ese hecho, Tony estuvo tan ansioso y marcado por la soledad, que ver a Stephen preocupándose por él ha hecho que caiga enamorado del otro.
⎯⎯¿Dónde estará? ⎯⎯Suelta en el aire. Su piso está complemente solo, unos muebles adornan la sala, los mismos en los que suele sentarse a compartir con Stephen.
Aunque claro que no ha sucedido así, en al menos tres semanas y su anhelo es volver a esa rutina.
Tony no tiene idea donde se habrá metido el hechiero, se siente un poco dolido por el hecho de que Stephen no fue capaz de comentarle sobre su ausencia, después de tanto tiempo, en el fondo sabe que no tiene la razón. Stephen no le debe nada.
Stephen no le debe nada.
El pensamiento está tan sumergido en su mente, apenas se da cuenta de lo profundo que es. Tony tiene estos sentimientos en su pecho por Stephen, pero él realmente no le debe nada, no tiene porqué corresponderlos, y no tiene que explicarle a Tony cada cosa que hace, es difícil para su corazón solo dejarlo pasar.
Entonces aparece el rey de roma. El portal naranja se abre detrás de donde esta sentado, Stephen cae al suelo, la sangre corre de las heridas en su cara, tan pronto como Tony asimila que sí, el que está en el piso manchando su lujosa alfombra blanca es Stephen Strange, él corre. Se detiene delante del hechicero, lo gira boca arriba, sus ojos muy abiertos manchados con desesperación desgarrante.
⎯⎯¿Tony? ⎯⎯Stephen parece conmocionado, la capa lo envuelve con recelo.
⎯⎯¿Qué te paso? ⎯⎯pregunta. Sus palabras suenan como un grito exasperado, aunque no lo es⎯⎯¿puedes levantarte?
Stephen ni siquiera le responde, él intenta ponerse de pie, Tony pasa un brozo sobre sus hombros y lo ayuda, guiándole hacía una de las habitaciones desocupadas, en realidad entra en la primera que ve, no es como si hubieran al menos veinte habitaciones vacías en el lugar.
Deja caer a Stephen sobre la cama, lo ayuda quitándole los zapatos, justo cuando se voltea a buscar un trapo para limpiar sus heridas, Stephen lo sostiene fuerte del brazo, como si temiera que Tony fuera a dejarlo.
Tony siente que algo eléctrico se esparce por sus venas, antes de mirar a Stephen con una sonrisa ligera, para tranquilizarlo.
⎯⎯Está bien, solo voy a buscar algunas cosas, volveré pronto, lo prometo.
Stephen asiente, aún con dudas cuando suelta el brazo de Tony.
El ingeniero palmea el hombro del hombre en la cama, levantándose para buscar en la enfermería de la torre casi olvida, no sabe si encontrará algo en realidad, ha pasado un tiempo desde que este lugar tuvo a alguien habitándolo por más de dos días; recorre los pisos y llega al almacén, en donde entra, para su sorpresa, es como si a nadie nunca se le hubiera ocurrido mover alguna cosa.
Agradecido, toma algunas pastillas para el dolor, alcohol y algodón para limpiar las heridas, antes de volver con Stephen, quien tiene los ojos cerrados, obviamente reposando.
Solo lleva puesta su camiseta y sus bóxer son tan largos como un short corto, Tony tiene que detener su propia mente dándose cuenta de que no el momento más adecuado para fantasías irreales sobre su amor unilateral, lo más probable es que Stephen se quitara su típico traje para estar un poco más cómodo, hace un ruido en la puerta, el hechicero lo mira con pereza, claramente está cansado.
Dios, Tony realmente ama y extrañaba a Stephen, nunca había jugado el papel de sanar las heridas de otros, no de está forma. Presiona el algodón sobre el pómulo de Stephen pudiendo detallar bien la cara del otro, definitivamente no suele hacer esto, él es más quien espera en la cama por haber hecho algo imprudente, básicamente, estaba cambiando un poco los roles con Stephen ahora.
Cuando termina de revisar todas las heridas, y de vendar unas quemaduras en los brazos, piernas e incluso los hombros, Tony termina dándole la pastilla para el dolor a Stephen quien ha permanecido en un silencio agonizante. Quiere preguntarle un montón de cosas, reclamar su desaparición y gritarle por preocuparlo de esa forma, pero sabe que no es prudente reclamarle alguno de esos pensamientos justo ahora, solo terminaría agotando a Stephen, ya es pulsante en su corazón ver al hombre tendido en la cama rendido.
─Estuve investigando ─Stephen comienza, como si pudiera leer los pensamientos de Tony, quien asiente para dejarlo hablar─, creo que debí mencionar antes, tal vez algunas veces voy a desaparecer por un tiempo.
A Tony le parece fascinante la forma en que Stephen podía comprenderlo sin siquiera decir una palabra, es como si Tony fuera un libro en un idioma que solo Stephen puede comprender, Tony nunca tuvo a alguien con esa habilidad para entenderlo.
─Sí, hubiera sido lindo una llamada de todas formas ─no utiliza un tono de reclamo, es más un chiste, pero sabe Stephen podrá entender que de todas formas es una queja pasiva.
Stephen se muerde el labio, Tony lo ha visto hacerlo solo un par de veces, cuando algo realmente le molesta, no puede ser un buen presagio, teniendo en cuenta que tiene tres semanas desaparecido, y llego herido a la torre hace una hora.
─Lo siento ─dice luego de un rato y baja la mirada─. Tengo responsabilidades, Dios sabe que no quise irme tanto tiempo, pero están pasando cosas realmente raras, no es raro como la mayoría del tiempo que es ayudar a la gente con su mierda rara, hay gente desaparecida, estuve intentando buscarlos, pero no lo conseguí y yo-
Tony también ama su capacidad para entender a Stephen sin que el hechicero tenga que decir realmente lo que le pasa, aunque esta vez no tan gratificante como suele serlo, no cuando entiende ese sentimiento en sus ojos.
Es culpa.
─Está bien ─dice interrumpiendo su discurso auto critico─. Stephen, no sé que está pasando con esa gente desaparecida, pero no es tu culpa.
Mal presagio, se recuerda Tony, cuando los ojos de Stephen se ciernen en una queja. ─No es así, es totalmente mi culpa, son mis aprendices, los aprendices de Kamar-taj y el resto de templos que debo proteger porque soy el hechicero supremo...
Tony lo escucha, pero quiere detenerlo cuando ve hacia donde se dirige. ─Stephen.
─¿Sabes que es lo peor? estuvieron perdidos por meses, semanas, y yo ¿dónde estaba? ¿por qué no me di cuenta antes?, claro, muy distraído con mis propias cosas olvidándome de mis responsabilidades, sigo siendo igual de egoísta...
─¡Stephen! ─Tony lo detiene de golpe.
No puede creerlo, Stephen estuvo tres semanas buscando esas personas, descuidándose de sí mismo, olvidando cualquier otra cosa, ayudando al mismo Tony, y el sencillamente piense que es el ser más egoísta.
Tony lo detiene, Stephen es el ser menos egoísta que ha visto en tanto tiempo.
Los ojos verdes tierra lo miran con sorpresa, entonces se da cuenta de que realmente ha gritado bastante fuerte.
─Eres un ser humano todavía, se te permite ser humano de vez en cuando, puedes resolver problemas personales, no tienes la culpa de que algún desarmado allá afuera se los haya llevado. ─las gotas caen por afuera del edificio, tararean una melodía melancólica de esas que se escuchan en las películas románticas, solo que en este contexto, es liberador, como si estuviera lavando todo lo malo.
─Estuviste tres semanas ahí afuera, te olvidaste de ti mismo, te veo más flaco, y aun ahora veo tus ojos, no volviste porque quisiste, algo te obligo.
Stephen no dice nada, solo mira su vaso de agua sobre la mesa de noche.
─Lamento tanto llegar así ─susurra─, Quiera llamarte, pero me distraje demasiado.
─Está bien Stephen, no me debes nada.
No sabe en que momento se ha quedado dormido, pero supone que no importa. La mañana se filtra por la cortina, los cinco segundos de paz antes de la tormenta pasan, frotándose los ojos, apenas se da cuenta de que ha pasado la noche en la torre de Tony, lo sabe porque las paredes no son ni de chiste las del santuario.
El santuario.
Se pone de pie de inmediato y se viste, antes de salir a la sala en donde Tony parece estar llegando con dos bolsas en las manos y dos cafés, Stephen lo mira preocupado, no por Tony sino por el santuario y Wong y todos.
─¡Despertaste! ─el moreno dice alegre, su emoción se espuma tan pronto ve la cara de Stephen─. ¿Sucede algo malo?
─Tengo que irme. Wong debe estarse preguntándose dónde estoy.
─Pero vamos, compre el desayuno, come algo aunque sea.
Por primera vez, Tony parece entender cómo se sentía Pepper, incluso Steve, cuando tenía estás conductas pocos saludables y paranoicas, una gran ironía si lo piensa demasiado, se ha enamorado de un hombre que le hace sentir en primera persona el reflejo de la desesperación de sus relaciones pasadas.
Es una de las tantas cosas que lo cautivan de Stephen, es como Tony, pero al mismo tiempo hay tanta diferencias entre ambos, para ser sinceros es la primera vez que Tony siente que tiene la potestad de regresarle toda la preocupación a Stephen.
─Otro día, tal vez ─responde cortes, con una sonrisa en sus labios.
Pero Tony no va dejarlo ir tan fácil.
─Vamos, es temprano, comes y luego te vas, cerrare todo ─advierte, su mirada color miel ahora expresa diversión─, VIERNES cierras todas las entradas, y salidas, nadie puede entrar o salir.
─Lo que usted diga jefe ─responde la IA. Unos segundos después, se puede escuchar el pitido de las puertas indicando que están siendo cerradas con máxima seguridad.
Stephen suelta una carcajada, Tony también lo hace, ambos saben que es estúpido hacerlo. Aunque el asunto va más sobre demostrar un punto, el cual es que Tony realmente se preocupa por Stephen.
Lo encuentra entrañable, no es la primera vez que Tony hace algo así de insistente con Stephen, sin embargo, es la primera en donde Stephen realmente siente que en su corazón algo tira hacia abajo, es agradable, cálido. Wong también suele preocuparse porque Stephen coma, y Christine también lo hace, pero esto es distinto.
El color con que Tony lo mira, es diferente, casi especial. Entonces él también lo mira con una sonrisa, se siente mágico de una forma en donde no necesita usar hechizos.
─¿Sabes que puedo hacer un portal e irme?
─Sé que no vas hacerlo.
─¿Por qué tan seguro? ─Stephen enmarca una ceja hacia el otro, cuando Tony se sienta en el piso en pasión de indio y saca un sándwich de atún de su bolsa.
─Porque no querrías herir mis sentimientos, ¿o si?
Es una broma, pero en cierta forma es una queja real, Stephen obedece luego de eso, sentándose junto a Tony en el piso, sacando su propia comida de la bolsa marrón. Realmente esta hambriento, tiene algo así como dos días sin comer, buscar gente han desaparecido de la faz de la tierra así como así, es en realidad agotador.
─Y pensar te negabas a comer ─Tony bromea luego de rato de silencio, observando a Stephen devorar su sándwich como un animal.
─Que me negara a comer no significa que no estuviera muriendo de hambre. ─Stephen apenas levanta la mirada, estaba solo a unos dos mordiscos de terminar de comer.
─¿Vas a decirme que te paso? ─le da la elección de compartir, y sabe que si no quiere hacerlo Tony no le dirá nada, aun así, no tiene razón para mentirle a Tony y de todas formas todavía tiene que informar a SHIELD y la ONU.
Stephen no dice nada hasta que termina de comer, Tony lo mira con una sonrisa suave, antes de extender la mitad de su propio pan hacia el hechicero, quien duda unos segundo en si tomarlo o no, al final gana el agujero en su estómago.
Stephen termina dando unos mordiscos más antes de hablar. ─Estaba intentado unos nuevos hechizos de ubicación.
─¿Y qué? ¿te explotaron en la cara? ─pregunta con ironía, Stephen asiente brevemente.
─Algo así ─responde. Sigue comiendo un poco mas antes de volver a decir otra cosa─, me llevaron a un edificio extraño, nunca había visto algo así, no estaba familiarizado con el, desde un punto de vista mágico, era como si estuviera abandonado, seguro era de alguna institución gubernamental. ─Se queda reflexionando un rato, sobre como describir el edificio dándose cuenta de que en realidad no tiene algo muy sustancioso porque apenas pudo verlo de forma superficial─, quería investigar por mi cuenta, así que no le dije a nadie que me dirigía ahí, cuando entre y luego de una mirada rápida literalmente empezaron a explotar algunas cosas.
Tony lo mira sin comprender. ─¿Qué?
─Eso, fue extraño ─dice y se inclina para tomar café─, pero lo más raro es que había un hechizo, bastante fuerte, no me permitía usar un portal, tuve que salir por mi mismo, mientras todo se estaba prendiendo fuego.
─Por eso tienes quemaduras en tus brazos ─Tony concluye y Stephen asiente.
─Mis escudos no permitieron que me pasaran algo mayor, pero eran... ¿débiles ─. Stephen parece confundido de su respuesta, ciertamente lo estaba─, no se como explicarlo, era un hechizo raro el que tenia ese lugar, más que no permitirte algo, hacia que tus hechizos fuera débiles y no funcionen bien.
Tony lo mira con ceño fruncido, ─Debiste ir acompañado.
Stephen suspira, ─en realidad Wong se terminó enterando de que algo andaba mal, intento buscarme pero sus hechizos también eran débiles, al final tuve que salir por mi mismo. ─reflexionando sobre su respuesta se gira hacia Tony─, lo que tiene sentido, ni siquiera yo pude mantener mis hechizos.
─Ok, ahora estas siendo un imbécil egocéntrico ─sonríe. Stephen también lo hace─, demasiado poderoso entonces.
─Soy el hechicero supremo, Strak.
Ambos se quedan ahí, un momento en silencio, mirándose.
Tony estaba feliz, de una forma un tanto retorcida, todavía algo preocupado por Stephen, nada de lo que cuenta parece tranquilizante, pero ciertamente lo es de alguna forma, sabe que Stephen está bien y está justo frente a sus ojos con una sonrisa implacable.
Stephen no se da cuenta la paz que le generan esos segundos de compañía. Pero no puede quedarse mucho tiempo, el deber llama, sabe que Wong debe preguntarse dónde está, así que solo busca el anillo en los bolsillos de su tónica antes de levantarse.
Se despide Tony y agradece la comida, antes de volver al santuario.
Tony no puede dejar de sentirse como una adolescente enamorado, cuando se da cuenta de lo mucho que significa para él que Stephen haya recurrido por ayuda como primera opción, incuso por encima del santuario, lo que significa, si lo esta leyendo bien, que Stephen confía en el por encima de un par de cosas.
Tal vez, esta sobre pensando demasiado, el que Stephen terminara en su alfombro lleno de heridas que curar.
Aun así, el pensamiento sigue vivido, intacto incluso antes de que Stephen llegará, se queda luego de que se va, ahora es más fuerte que antes.
Stephen nunca estará interesado en él, lo sabe, ha dejado bastante en claro su sexualidad, a pesar de que exista la mínima posibilidad de que suceda, es tan irreal, se siente tan temeroso de una tercera relación fallida, que Tony no tiene la suficiente energía para avanzar sobre sus sentimientos.
Solo han sido tres meses, y en cuatro más, se vería que tan cercanos se habían vuelto realmente, luego de firmar oficialmente los acuerdos, Stephen realmente no tiene que seguir viendo a Tony más que de vez en cuando, ya no tiene que ser tan constante como lo es ahora. Se encuentra odiando el hecho de haberse convertido en una costumbre tener a Stephen cerca, odia no poder actuar sobre sus sentimientos, y odia que si lo intenta y algo llega a pasar, no podría soportar no tener a Stephen, quedándose solo otra vez.
Tony ama a Stephen por tantas cosas, y ninguna de ellas parecen lo suficiente fuertes como para actuar, hundido en el miedo de perder a Stephen, está bien, puede conformarse con tenerlo solo como amigo, así que se promete algo, es lo mínimo que puede hacer para no sentirse tan frustrado.
El no dejara ir a Stephen Strange, aunque sea solo como amigos.
La siguiente vez que Tony ve a Stephen, no es tan distante como se siente, la distancia estaba presente de otras formas, Stephen ya no responde los mensajes, a Tony le da pena llamarlo por las noches aunque ciertamente ya no tiene ataques de pánico, las pesadillas todavia están, pero se acostumbra a ellas, a que no son reales por más que lo parezcan.
Lo entiende, Stephen esta ocupado, pero la semana sencillamente se siente vacía.
─Hola ─saluda el hechicero, sentándose en donde suele hacerlo cada semana.
Se ve agobiado, más de lo que debería, Tony lo sabe, Stephen está aquí por compromiso, probablemente si fuera por el hechicero, se iría por otra tres semanas. Tony se siente ahogarse en un vaso de agua, no puede reclamarle nada a Stephen, no tiene una razón verdadera y Stephen estaba cumpliendo con sus deberes como era lo acordado.
De todas formas se siente injusto para él.
─¿Qué tal Doc? ─. Todavía estaba feliz de verlo, sabe que estas reuniones son más bien conversaciones amistosas en las que logran conocerse y conectarse.
Stephen se encoje de hombros. ─Pudo ser peor.
─Te ahorrare el trabajo y traduciré eso; te fue de la mierda.
Stephen hace el mismo gesto que hizo unos segundo pero de forma divertida. ─Pudo ser peor.
─Detalles Strange ─exige, mientras toma tu tablet para empezar a grabar la conversación.
─Estuve muy ocupado ─suspira─. ¿Te dije que desaparecieron personas? bien, es más grave de lo que pensé, en realidad han sido veintidós ─hace una pausa desviando la mirada al suelo, Tony se percata de ello, no es un comportamiento común en el hechiero─. No solo alumnos, también maestros, personas avanzadas en las artes místicas, los hechizos de rastreo no funcionan, he pasado toda la semana en ello.
─¿Tienes alguna idea de quién podría estar detrás de esto? ─su voz emite la preocupación que nace en su pecho, al ver a Stephen tan desesperado de lo que debería ser.
Eso relaja a Stephen en cierta forma, Tony no solo esta aquí cumpliendo su trabajo, el también esta interesado en el tema como amigo.
─No ─responde fuerte, con odio, se nota la frustración─. Es absurdo, ¿sabes? ¿quién podría tener el poder para someter no solo alumnos normales, sino también, avanzados y maestros? es todavia peor, ¿cómo puede someterlos y eliminar rastro de su magia? ¿cómo hace para evadir mis mejores hechizos de localización?
Tony se queda en silencio reflexionando en una respuesta, ─tal vez estén inconscientes, o contenidos en alguna jaula que no les permita usar sus poderes.
─Ya lo considere, si estuvieran inconscientes aún podría rastrearlos, lo de la presión es más probable, pero, ¿por qué alguien construiría algo así? ¿Cómo es que saben de nosotros?
─Sin ofender Stephen...
─Siento que vas a decir algo sumamente insultante.
Aun en la tensión del momento, Tony no puede evitar sonreír ─SHIELD pudo encontraste, ¿por qué no secuestradores de magos?
─Inocente de tu parte creer que alguien en la tierra tiene el poder par retener más de veinte hechiceros ─Stephen enmarca una ceja mientras observa a Tony.
─Inocente creer que me refería a este mundo ─Tony responde con facilidad, ahora su mirada un poco irónica─, Dijiste que hay otras dimensiones, ¿no es así?
─Solo que, estuve tres semanas viajando en varias dimensiones, otros mundos, y no encontré nada.
─¿Te fuiste de vacaciones por el basto multiverso y no me dijiste nada?
Tony no va dejar el tema, Stephen lo sabe, aunque no puede entender porque Tony esta tan molesto al respecto, tal vez debió decirle, seguro por el tema de los acuerdo, pero su enojo... era diferente, Tony no menciona que está molesta por los acuerdos, entonces es algo distinto.
Lo dice en broma, pero el sabe que la verdad yace oculta en ellas, Christine nunca se molestaba cuando Stephen se ausentaba incluso meses enteros.
Aunque Tony no es Christine, y su amistad ciertamente se ha fortalecido, pero no pensaba que significara tanto para Tony, si lo piensa demasiado, casi puede emocionarse al respecto, Stephen siente que su amistad con el ingeniero es importante.
─Tony ─Strange comienza, y luego sube su mirada para encontrar esos ojos marrón oscuros─. No fue un viaje recreativo.
─Lo se, Doc, solo era un chiste ─El muestra una sonrisa que Stephen reconoce casi de inmediato como falsa.
Se siente extraño darse cuenta, ahora sabe identificar si son reales o no sus sonrisas.
─¿Te molesta? ─le cuestiona sus ojos todavia firmes en el otro.
─No, ¡no! ─hace gestos frenéticos con la manos hacia Stephen─. Solo me pareció desconcertante que te fueras y no me avisaras, pero entiendo, estabas ocupado, no siempre puedes estar detrás de mi.
Stephen le lanza una mirada fría, Tony se da cuenta que si deja que abra la boca, una discusión puede empezar, y sinceramente, el no quiere pelear con Stephen.
Así que se corrige casi de inmediato. ─No quise decirlo así, es solo... esto es complicado.
─¿Por qué?, ya dije que lo sentía, se que seguro te cause problemas con la ONU y SHIELD-
─No es eso ─Tony corta rápidamente, se siente estúpido tan rápido como lo hace. Stephen lo mira con una mirada expectante, obviamente exige una respuesta razonable.
─¿Entonces qué?
─Te extrañe...─el suspira. esa respuesta es más estúpida que la de hace unos segundos, pero sinceramente, ya ni siquiera le importa, Stephen parece que se queda congelado en su asiento mirándolo fijamente─. Me preocupe por ti Stephen, solo por lo acuerdos, no por esa mierda, por ti.
El corazón de Stephen se contrae, los ojos marrones le miren como un ciervo perdido, se fija unos segundos mas y esta ahí, la preocupación que Tony acaba de admitir, brillando tan fuerte como un faro.
Stephen se siente un insensible ahora, se fue, no pensó en que Tony le importaría, pero lo hace, su corazón se mancha con calidez, por primera vez en mucho tiempo a alguien le importó, no es que no tuviera gente que se preocupara por el, Wong siempre lo hacia, Christien también, pero esto era diferente, Stephen no esperaba significar un "te extrañe" para Tony.
─Mira, se que no me debes nada, no tienes que explicarme lo que haces ─Tony empieza de nuevo luego de unos segundos de silencio tormentos─, pero... Dios pensé que algo malo te había pasado, fui al santuario, te llame por días.
─Lo siento mucho Tony ─esta vez siente que es una disculpa real─, no pensé que te importaría tanto.
─Claro que lo hace ─Tony murmura, y Stephen no sabe si esta delirando pero puede ver un leve sonrojo en las mejillas caramelo del otro hombre ─. Eres mi amigo, no tengo muchos de esos, reales.
Stephen le sonríe, quiere decir que es para darle paz a Tony, estaría mintiendo, sonríe porque su corazón se siente energético y de alguna forma eso se refleja en una sonrisa en su rostro.
─Gracias, por preocuparte, no tengo mucha gente que lo haga ─desvía la mirada porque si sigue observando a Tony su corazón saldrá de su pecho─, Avisare la próxima vez, lo prometo.
Últimamente he recibido más comentarios lindos sobre está historia que de costumbre y estoy feliz de ver que esperan las actualizaciones con ansias.
Alguna teoría hasta ahora de lo que está pasando, quiero ver quien adivina
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