CAPÍTULO 99

Nos quedamos un poco más tranquilos cuando vimos una nota de Trevor en la que nos decía que había vuelto a la ciudad con el mismo taxi que me había traído a mí. También aseguraba que vendría una persona a recogernos dentro de diez días. Mientras tanto estábamos los dos solos en medio del bosque y sin medios para volver a la civilización. En la nota justificaba la trampa con la excusa de que ambos debíamos hablar.

—Esta vez se ha pasado —renegaba Dylan, mientras tomábamos un chocolate caliente.

—No sólo ha sido él, aquí ha colaborado más gente. Cuando vuelva pediré explicaciones.

—Lo siento, Zara, sé que necesitabas más tiempo, pero no me esperaba esta encerrona.

—Lo sé, pasaremos estos diez días aquí y veremos qué ocurre a la vuelta.

El primer problema era la cama, solo había una doble y no había sofá, ni siquiera un colchón ni más mantas que las que estaban puestas. No teníamos más opción que dormir juntos. Eso suponía un verdadero reto para los dos. ¿Cómo podría dormir con mi gigante sin tocarlo? Sólo de pensar en ello ya me excitaba. Luego pasaríamos todo el día juntos, sin televisión ni radio, tendríamos que hacernos la comida y quizás pasear por el bosque y hablar. Podríamos hacer... No, la imaginación de lo que podríamos hacer se iba por caminos muy peligrosos. Era mejor ir paso a paso y tratar de hablar de nuestros sentimientos, ya que no podíamos escapar de aquel lugar.

Aquella primera tarde la tensión se palpaba en el aire. Los dos teníamos miedo, los dos sentíamos la fuerte atracción que existía entre nosotros. Hasta el punto de que cualquier roce fortuito provocaba un cortocircuito en mi cabeza. Trataba por todos los medios de no tocarlo, no mirarlo a los ojos y menos fijarme en sus labios, pues el recuerdo del beso de despedida planeaba en mi cabeza para incitarme a repetirlo. Dylan también estaba nervioso, también se apartaba ante cualquier contacto conmigo. Y cuanto más se acercaba la noche, más tensos estábamos. Después de tropezar con él dos veces, con el corazón a mil, decidí que debía aceptar mis sentimientos y afrontar sus consecuencias. Con la respiración acelerada, el miedo atenazando mi garganta y un corazón desbocado, me acerqué a él despacio, decidida a dar el primer paso por una vez en la vida.

—Dylan, no puedo seguir así, esta atracción que siento por ti va a acabar conmigo. No sé dónde nos llevará pero quiero correr el riesgo de averiguarlo —confesé del tirón acercándome a él despacio, sin dejar de mirar sus ojos.

—Tú necesitabas tiempo, si quieres yo...

No le dejé acabar la frase, sujeté su cara con mis manos y me puse de puntillas para llegar a su boca. No iba a dejarle escapar ahora que había tomado la decisión. Nuestros labios se unieron y mi gigante reaccionó abrazando mi cuerpo con una emoción contenida. Nos besamos con dulzura al principio, pero la pasión se liberó y el beso nos convirtió en un volcán a los dos. No cenamos, no importó la cama ni la casa donde estábamos, nos entregamos el uno al otro sin medida, descubriendo nuestro cuerpo y nuestra alma con ello.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top