CAPÍTULO 71
Me ruboricé al ver que se había dado cuenta de mis anhelos. ¿Era tan obvio que me gustaba? Para mis amigas estaba clarísimo pero había dado por supuesto que era porque me conocían bien, no porque fuese tan evidente.
—¡No quiero besarte! —mentí descarada. Traté de arrebatarle el tenedor, pero lo sostuvo fuera de mi alcance sonriendo con superioridad.
—No lo puedes negar, lo leo en tus ojos—murmuró en mi oído provocando escalofríos en mi cuerpo.
—Deberías ponerte gafas —respondí. Intentando no dejarme provocar por él.
Una fuerte carcajada se escapó de su garganta y me contagió su humor, verlo tan relajado hizo que bajara la guardia y reímos juntos mientras seguía dándome de comer. El momento fue mágico, lo viví con intensidad. Nos interrumpió una enfermera, reprendiéndonos por hacer tanto ruido en el hospital. Dylan se ruborizó y vi su expresión contrita al verse sorprendido en falta.
—Está bien, Zara, es hora de dormir —aseveró con seriedad, dejando esfumarse su sonrisa.
Me acomodé en la cama y traté de conciliar el sueño, mas mis pensamientos saltaban entre lo ocurrido con Mel mientras me tenía retenida y lo que ocurrió cuando Dylan me rescató al fin. Era indudable que Dylan me atraía desde antes de que me rescatase, pero su reacción al verme, el abrazo y el beso, doloroso pero sensual que nos dimos al reencontrarnos, demostraba que él también se sentía atraído por mí. Hasta aquel momento no me había dado cuenta de ello.
Al fin me dormí, después de que lo hiciera Dylan en aquel mini sillón, por lo que pude observarlo sin ser interrumpida por nadie. Las pesadillas no me dejaron descansar bien, pero cuando llegó la mañana y él se fue, hablé con el doctor y le pedí el alta voluntaria. Quería marcharme a casa, volver a mi vida normal y aburrida de antes, volver a mis clases.
—Lo siento pero antes de volver al trabajo deberá someterse a un estudio psicológico y realizar terapia— expuso el médico.
—Yo estoy bien, no necesito terapia —comenté segura.
—Eso lo dirá el psicólogo cuando la haya atendido. De momento se quedará un día más ingresada y después podrá volver a casa.
Me desanimé, lo que más quería y necesitaba era volver a enseñar en el instituto, Ya no tendría que hacer de canguro de Trevor así que estaría todo el día sola, y la soledad era un tremendo reto para mí. No vería a Dylan ni a su hijo.
Llegó Neira después de que se fuera el doctor y le conté lo que me había dicho. Ella estuvo de acuerdo conmigo en que no me podía quedar sola, así que me propuso venir a vivir a mi casa antes de que empezasen las clases de la universidad. La habían aceptado y comenzaría en un mes.
—Mañana, cuando te den el alta, iré contigo. Yo me traeré la ropa y me instalaré en tu piso.
—Gracias, tendré que ir a sesiones con el psicólogo hasta que determine que estoy bien. También es posible que tenga que ir a declarar al juzgado, cuando salga el juicio de Mel. Espero que no se alargue en el tiempo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top