CAPÍTULO 60
—¡Por favor, Zara, no me asustes! —exclamó— dime que ha pasado ahora.
—Casi beso a Dylan —confesé en un susurro.
—Eso ya lo sabía yo, desde el principio había una fuerte atracción entre vosotros —aseveró con voz alegre— ¡Explícamelo todo!
—Ha venido a recoger a su hijo, nos hemos quedado solos en el salón un momento y, cuando estábamos a punto de besarnos, ha salido Trevor y nos hemos apartado enseguida —resumí con rapidez.
—Pero...¿Tú querías que te besara? —inquirió, desgranando lo sucedido como sólo ella sabía hacer.
—No podía pensar con claridad —respondí evasiva en un primer momento, pero un carraspeo de Neira me impulsó a ser honesta—. Pero sí que quería besarlo, de hecho me moría por besarlo.
—Está bien, cariño, esto sólo significa una cosa —repuso, guardando un instante de silencio antes de continuar con dramatismo— te sientes atraída por él, hay química entre vosotros.
—¿Crees que él siente lo mismo? —pregunté temerosa.
—No he podido ver la escena en directo, pero tal como la describes, a este hombre le gustas mucho —afirmó segura.
Si lo pensaba bien me daba cuenta de que tenía razón, pero eso nos causaría muchos problemas a los dos, por lo tanto tenía que evitar a toda costa que se volviera a repetir esa escena... Por muchas ganas que tuviera de besarlo.
Terminamos nuestra conversación hablando de temas triviales, y también sobre Lara. Neira me prometió que la semana siguiente trataría de volver a venir a la ciudad. Además de avisarme que pronto sabría si la aceptaban en la universidad.
Tras la llamada me sentía más tranquila por una parte, porque había aceptado mi atracción por Dylan. Pero por otro lado, tenía miedo de la reacción de Mel si se llegara a enterar. Dormí con pesadillas y me levanté un día más con la sensación de no haber descansado lo suficiente.
Llegué al instituto antes de la hora, por lo que me ahorré, por el momento, el reencuentro con Dylan. De lo que no podría escapar era de la mirada escrutadora de Trevor, si es que se había dado cuenta de lo que sucedió la noche anterior. Entré en la sala de profesores y me preparé un café. Era la primera en llegar y me senté para saborear mi taza humeante. Cuando estaba terminando, llegó corriendo Lara, con gesto preocupado.
—¡Menos mal que has llegado! —espetó sin aliento— Mel está fuera, pasea arriba y abajo por la acera y parece enfadado.
—¿Cuándo se dará por aludido y me dejará en paz?, no sé qué voy a hacer, ¿crees que debería llamar a la policía? —pregunté a Lara.
—Yo la llamaría para que le echen de aquí. está muy enfadado y no sabemos de lo que es capaz.
Las palabras de mi amiga me recordaron la faceta agresiva de mi ex, el comentario posesivo que profirió en nuestro último encuentro me mostró su verdadero rostro. No podía arriesgarme a tener un encuentro con él en aquellas circunstancias, mucho menos con Trevor a mi lado.
—Voy a llamar a la policía, supongo que ya habrán tramitado la denuncia y podrán obligarle a marcharse —susurré sin mucha convicción.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top