Capitulo 2 (Caliente Noche)

Mis terrones de azúcar, aquí les dejo el One Shot conmemorativo por el cumpleaños de Zaphiri de escorpio.

Un bichito muy loquillo que amo a Krest, aunque... También puede existir otro interés, pero no diré nada aquí.

Por cierto, ¿Ya fueron a ver el nuevo vídeo de la semana?

Sé que muchos terrones querían que volviera a grabar los capitulo del fanfic "Un Papá Para Kiki" espero que les guste si lo esperaban tanto.

Aqui le dejo el link:

&list=UUsXOkmNxMv5aXgnG5lXNjjA&index=1

Aquí el nombre del vídeo:

Audio Fanfic Saint Seiya. Un Papá Para Kiki, Capítulo 14 (Abuelos) [ShaMu] {ShakaXMu}

Y aquí el nombre de mi canal, por si gustan suscribirse, el reto es que lleguemos a ser 100 terrones en youtube, espero que lo logremos antes de que se acabe el año.

Advertencia: Contenido lemon muy explicito, y sorpresa de ser atrapados.

Ahora si a leer se ha dicho.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-Za... Zaphiri... Por favor... Más lento... Uugh... Estas yendo muy profundo... Aahum~-

-No puedo Krest, no... Egrr... Como extrañe tu pequeño y delicado cuerpo... No puedo evitarlo. Estoy muy excitado-

-Ya no... Soporto más... Aaahgr... Me voy a correr... Espera... Por...-

-Entonces... Hagamos lo juntos-

Dos hombres en medio de una habitación en la oscuridad, sus cuerpos unidos por la entrega sexual.

Aquel de largos cabellos negros, y algo alborotados están pegados a su nuca, embiste con fuerza el cuerpo sobre él, abrazándolo por la cintura, haciéndolo caer sobre su pene en múltiples ocasiones, una y otra vez.

Quien gime de placer, solo tiembla en reacción a lo que su compañero le hace, su pene procede a eyacular como si de una fuente se tratara, sujeta los anchos hombros del hombre que lo penetra sin piedad, sus cortos cabellos de color castaño, y sus ojos verdes llenos de pequeñas gotas de sal, se pierden en esas olas de placer que no ha parado de experimentar.

Sus pezones han sido atacados con anterioridad, están rojos, hinchados, con mordidas alrededor. Sus hombros llevan igual chupetones profundos, mordidas qué parecen hechas por un depravador, deseoso de ese sabor que lleva impresa en su piel, al igual que esas marcas rojas que lleva en sus húmedas nalgas, en esas caderas y estrecha cintura.

-Krest... Me encanta verte de este modo...- Quien admira aquel frágil cuerpo, nota la diferencia con el suyo, es mucho más pequeño, delgado y suave. Zaphiri solo relame sus labios, deja escapar suspiros de gloria, sonríe por ver a quien añoro tanto de esta forma.

Se termina excitando aún más, y solo atina a seguir sujetando esas firmes y pequeñas caderas, para que su pene siga penetrándolo hasta que su corrida se haga presente.

Y al momento en que eso ocurre, su cuerpo se estremece, y de forma feroz y sin permiso alguno, besa los heridos labios del contrario, el cual ya no tiene fuerzas para sostenerse, ni protestar.

Recarga su espalda contra la cabecera de la cama, sujetando y abrazando al de cabellos castaños, que se ha vuelto un desastre por fuera y dentro.

Sus respiraciones agitadas, sus cuerpos sudorosos y manchados de semen. Krest, es quién estuvo en esta vez arriba, siendo al inicio auto penetrado por el pene de Zaphiri, pero después siendo tomado por su pareja, solo deja caer sus brazos a los laterales, y sus manos chocan contra el colchón, ya está sumamente agotado.

Sus ojos apenas se mantienen abiertos, puede sentir como en su estómago lleva tanto semen del escorpión, por las múltiples corridas que ha tenido en su interior.

-Aaghh... Ya... Para... Ya fue... Mucho...- Le ruega en unos débiles jadeos, su rostro contra el cuello de otro, intenta controlar su respiración, pero le es casi imposible hacerlo.

Sin embargo, parece ser que Zaphiri, se recupera rápido, porque apenas sale de ese maltratado trasero que ha estado moliendo toda esta noche. Ver que su semen sale del interior de Krest, lo enciende y con el plus de escuchar esa encantadora voz que siempre le pareció lo más perfecto de este universo, siente un profundo e inminente deseo de volverlo a hacer suyo.

-Ni siquiera hemos terminado aún... Mi Krest~— Le canturrea de manera lasciva, mientras sus azules ojos parecen encenderse en lujuriar, su sonrisa es provocadora y de nuevo su pene se pone erecto.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- No es capaz de levantar su rostro, el agotamiento es demasiado en su cuerpo.

Aun así, Zaphiri se lo volverá a decir una y mil veces -Aún no tengo suficiente de ti...~- Le canturrea suavemente al oído. Para empezar una nueva sesión de besos en esos pequeños y delicados hombros -Necesito más Krest... Mucho más... De ti- Acaricia esa desnuda espalda, masajeándola y aspirando el aroma de su amado

El sentir esos labios rosar su piel, lo estremece demasiado, esta sumamente sensible que todo su cuerpo se ha convertido en una enorme zona erógena, protesta con las pocas fuerzas que le quedan, se intenta alejar levemente del pelinegro, aunque no por completo de su agarre, pero si para verlo a los ojos, de manera autoritaria, tratando de verse amenazante –Fuuee... demasiado, ya... Aaahg uuuhmm- Esta extremadamente excitado, también su pene parece de nuevo erguirse al ver como ese Escorpión lo mira suplicante -Me has estado cogiendo toda la noche... Aaggh... No hemos Aaaah...- Respira profundamente, con los parpados sumamente pesados –... Siquiera dormido... Y me duelen mucho las caderas, Zaphiri... Ya es suficiente...~— Le habla serio o lo más que puede al tener una erección, y su voz se nota perdida en el pacer.

Sin embargo, aquella suplicante carita que su pelinegro amor le dedica, se pierde en un rostro que frunce el ceño, sonriendo maliciosamente, relame sus labios, tan acerca de la mano ajena para pasar su lengua entre sus dientes y besarla.

Sorprendiendo de esta manera a Krest, pero no suficiente como para apartarlo y evitar que siga con sus deseos.

En un movimiento rápido, Zaphiri lo tumba sobre la cama, estando su espalda sobre el colchón, y el pelinegro sobre él, este lo admira con delicadeza una vez más, para acariciarle el rostro sonrojado y lastimero -Pasamos tanto tiempo sin vernos- Los ojos del Escorpión parecen casi inundarse en lágrimas, pero soportando por la felicidad que inunda su corazón -Más de doscientos y cincuenta años... ¿Y crees que voy a poder resistir y soportar no tomarte las veces que quiera...?- Ladea su cabeza, sin apartar el dorso de su mano de esas sonrojadas mejillas que anheló siglos volver a sentir -Krest, solo te he deseado toda mi vida y quiero seguir haciéndolo por siempre- Aquella expresión seria y decidida, con suaves toques de nostalgia, se trasforma en una súplica, mientras entrecierra sus ojos, pidiendo que lo disculpe por sus atrevidas acciones -No puedo soportar seguir pasando ni un solo minuto más, sin tenerte a mi lado, sin que te demuestre todo mi amor, sin que seas mío y yo tuyo- Baja sensualmente sus manos para acariciar ese precioso cuerpo que lo hipnotiza -Necesito besarte, tocarte, penetrarte por completo- Apoya su frente en el desnudo pecho del castaño -Lo necesito para no volverme loco de deseo por ti— Le explica mientras besa esos labios y acaricia el estómago abultado por el semen que se acumuló en el interior de ese anterior Acuariano, y se ha estado escapando del ano que lo ha recibió toda esta noche.

Sin duda demuestra su enorme anhelo por Krest, le desea trasmitir que lo ha extraño tanto, que en esta nueva vida no perderá ningún solo segundo a su lado, y quiere disfrutarlo al máximo.

Aun así, aunque Krest lo entiende y siente exactamente lo mismo, la situación es muy diferente. Lo mira con calma, sin embargo la seriedad y mirada casi asesina se apodera de él rápidamente -Zaphiri, desde que volvimos a la vida, lo hemos hecho todas las noches... Mi cuerpo no va a poder resistir por más tiempo... Necesito descansar, solo...- El ex Acuariano, siendo el de mayor edad, por venir desde el siglo XIII, crearía que el otro lo escucharía y obedecería, que le haría caso como siempre, sin embargo, no espero para nada la reacción de un muy antiguo Escorpión.

-Entonces...- Murmura, con un ensombrecido rostro para acercaré a ese oído y susurrar con voz tentadora -Yo haré todo el trabajo...~ Solo quédate quieto y pertenéceme una vez más, mi preciado Krest de Acuario- Muerde el lóbulo de la oreja derecha, mientras sigue dedicando besos en ese pálido cuello, sus manos se aferran a esos hombros para imponerse al castaño.

Krest se impresiona por esto, se encuentra atrapado entre la cama y Zaphiri, sus manos van directo al pecho del otro, y sus ojos por instinto se abren de par en par, como si su propio cerebro lo traicionara y le dictara que desea mucho más de ese hombre que ama, pero aun tiene que ser la voz de la poca razón que existe entre esto dos amantes -No podré caminar mañana... Me duele mucho el cuerpo, Zaphiri debes detenerte... Ahora...- Sus labios son callados con un dedo y un beso.

-Es mi cumpleaños y sabes que harás todo lo que yo quiera... Me lo prometiste—Le recuerda aquel trato que hicieron cuando el caliente escorpión le pedía más rondas unas noches anteriores -Dijiste que hoy lo haríamos hasta que quede satisfecho y aun no lo estoy- Saca su lengua para lamer más ese cuerpo, sus dientes son un poco encajado en esa tentadora piel, pues ya no la puede resistir.

Krest, gime en voz alta en son de placer y sus brazos como manos rodean la espalda de Zaphiri, para sujetarlo con suma fuerza y brindarle cintos de arañazos, de los que ya lleva grabados.

Sabe que no puede evitarlo, cuando su escorpión esta así de excitado y perdido en el placer, su cuerpo le corresponde completamente y debe cumplir la promesa que le hizo.

Krest se resigna por completo y él igual entiende que estuvo esperándolo y deseándolo por muchos años... Sin embargo, su templanza y fidelidad fue mayor, y soporto hasta volverlo a ver.

Ahora, entiende que igual necesita de Zaphiri, y lo acepta entre sus jadeos, no puede negar que lo disfruta y desea.

-Aaauaggg... Está bien... Solo una más... Por favor, Zaphiri ten piedad de mí... Recuerda... Ooohg que soy mayor que tú- Aprieta sus dedos contra la espalda del pelinegro, cerrando sus ojos sintiendo tan agradable esa legua y caricias en su piel.

Sonríe con triunfo y sorna, sus pupilas en forma de corazones demuestran felicidad ante la confirmación de continuar por parte de su amado -Solo de años... Porque tu cuerpo es más pequeño, lindo y resistente de lo que crees... Tu rostro es tan precioso y adorable- Lanza un suspiro ahogado entre los cabellos del castaño -Mi corazón ya necesitaba tenerte, mi cabeza esta vuelta loca por ti...- Sus labios rosan una vez más esos pezones -Krest te haré venirte hasta que estés seco y yo igual...- Su lengua ha dejado rastros en la piel helada y quiere seguir haciendo suyo al Acuariano del siglo XIII. Claramente no le puede dar tregua a pesar de que ya sea demasiado temprano.

Con la aceptación de Krest, y el hecho de que ese lindo y dispuesto pene esté listo para él, ya no existe tiempo que perder.

Solo se acomoda, para que su miembro se alineé a ese hinchado agujero de donde su semen se escapa por llevar en su interior tantas corridas.

Y lo ensarta con fiereza, penetrándolo de un solo tirón, sus cuerpos se acoplan perfectamente el uno a otro...

El antiguo acuariano no puede arquear su espalda apropiadamente, está atrapado entre su amado escorpión y el colchón, sus ojos parecen volverse blanco por el placer que recorre todo su cuerpo, sin embargo lo poco que sus pupilas se llegan a ver se vuelven corazones de amor, mientras lágrimas se escapan como la saliva de las comisuras de sus labios.

Siempre se pierde en la primera embestida, pero este bien, sabe que con Zaphiri está a salvo.

Su amado y caliente Escorpión de siglos pasados, que no puede vivir sin él, pero que a veces lo desespera.

Recuerda tantas cosas vividas, tantas corridas, tantos besos, caricias, abrazos, y bellas palabras de amor... No puede pensar con coherencia solo en el placer dado por su amado.

Su cuerpo tiembla, pero es feliz al darle un regalo especial al escorpión azabache que solo le dice bellas palabras obscenas ante cada penetración.

-Soy feliz Krest, soy feliz mi amado hielito, mi pequeña bolita de nieve...- Le lanza cumplidos de antaño, mientras lo penetra y lo atrapa contra su cuerpo.

Están sumamente unidos, las piernas y brazos del antiguo acuariano atrapan a Zaphiri para que vaya mucho más profundo en él, mientras goza de tenerlo sobre él.

-Te amo Krest... Te amo con todo mi corazón, con cada fibra de mí ser... Solo siento amor por ti, deseo y ganas de poseerte hasta que nuestros días se agoten— Se encuentra desesperado, encantado de penetrarlo, que sus estocadas van más rápido -Ya no voy a contenerme nunca más aprovecharé Ggggr...- Frunce el ceño, arrugando la nariz por la satisfacción que esta experimentando -Cada minuto de mi vida para hacerte el amor siempre y... Tenerte así— Le habla con dulzura posesiva, y felicidad inmensa.

Esta feliz, el Acuario parece escucharlo a pesar de estar perdido en las olas de placer que le da al llegar tan profundo en su interior -Tú me diste una familia qué nunca creí que fuera posible... Sé que eso debió ser difícil para ti, enfrentarlo solo...- Suspira, jadeando y sintiéndose levemente culpable por su ausencia -Me disculpo... Krest, mi amor...Ugh... Ahora vamos a hacer felices con todos ellos... Pero ahora solo te necesito a ti... Solo contigo puedo ser feliz por toda la eternidad y vivir... Sin arrepentimientos...Grrht- Su corazón está siendo sincero, ama a esa familia que Krest le terminó brindando desde la primera noche que estuvieron juntos y no pudo conocer, Zaphiri por los eventos que rodean su muerte, pero ahora... La ha disfrutado desde que volvió a la vida y claro que también de muchas explicaciones...

Es una vida perfecta para un hombre de verdad enamorado, sin embargo es egoísta, pues solo quiere a Krest para sí mismo, y lo demuestra cada noche al ser tan posesivo.

-Mi bolita de nieve... ¿Crees que de nuevo te pueda embarazar?- Una pregunta que le ha hecho bastante seguido últimamente. Sin embargo sonríe al verlo tan sonrojado, perdido en la satisfacción que le da, aun así... Debería ser más atento a la resistencia de un caballero dorado con mayor experiencia que él.

-Ya no digas tonterías, Zaphiri... Aaaaug... Solo sigue haciéndeme tuyo... Haaaaauuug, me encanta, como me penetras... Me gusta...- Krest siempre sabe jugar muy bien sus cartas a su favor, también es frío y aprovechado cuando lo desea, y en un acto lascivo de su parte, se acerca a los labios de su alocado amante -Te amo mucho más Zaphiri, mi caliente y insaciable bicho— Lo besa con ferocidad y necesidad, le urgen los toques rudos del Escorpión para que su corrida sea posible, al igual que aumente las furiosas envestidas llenas de excitación.

Ambos se están volviendo a entregar, las corridas que los dos han tenido se pueden contar con sus cuatro extremidades superiores, en toda la noche lo han pasado de esta forma, y eso les ha encantado a pesar del agotamiento, y que en efecto uno no vaya a poder caminar al día siguiente.

Pero poco les importa eso, no han planeado nada fuera de lo normal a pesar de ser el cumpleaños del Escorpión de siglos pasados.

Sin embargo y por no creer que algo así llegara a sucederles, no prestan atención al ruido que se asemeja a pasos, afuera de su habitación.

Y ni siquiera los recién llegados pueden escuchar los gemidos ahogados de ambos hombres, ni el choque de pieles.

De repente la puerta de aquella habitación en Acuario se abre y al unísono se escuchan a tres hombres decir.

-¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS...!!- Aunque las voces se apagan en cuanto entienden la escena delante de sus ojos.

Y aquellos en pleno acto se quedan por completo petrificados, pues han sido interrumpidos a media cogida y desde luego descubiertos.

Los ojos violetas y rostro sonrojado de Degel de inmediato desvía la mirada, y como acto seguido cubre los ojos de su hijo Camus, que igual decidió cerrarlos rápidamente al ver a sus abuelos en ese estado, aun así ningún acuario logra pronunciar palabra alguna.

Al igual que los atrapados, se quedan estéticos y mudos.

Y el único que atina a decir algo, aunque también este muy apenado, sin embargo con una sonrisa de vergüenza en sus labios -Lo siento suegritos... Volveremos después- Al parecer, Kardia se volvió sensato de golpe y cierra rápido la puerta para darles privacidad a los mayores de la familia.

Krest y Zaphiri están rojos de la vergüenza, sus cabezas hasta parecen echar humo.

-Ay... Creo que...- El Escorpión de antaño se siente de verdad apenado, y no sabe que decir o hacer para calmar a su amorcito, sin embargo el cosmos del contrario lo alarma de inmediato y se queda estático por el terror que lo invade.

-¡¡¡TE DIJE QUE YA ERA DEMASIADO!!!- No se contiene para lanzarle un golpe a la cara y así alejarlo de él, mientras el acuariano se cubre con la sabana que dejaron caer al suelo.

La sangre de la frente del Escorpión de siglos antiguos sale a borbotones, mientras el avergonzado Krest se arrepiente de a ver complacido hasta este nivel a su amado bicho. Este por su parte solo intenta calmar a su amorcito frío, sobándose la frente a la vez, dejando escapar algunas cuantas lágrimas de dolor y dándose cuenta a la vez que su primera sorpresa del día fue arruinada por su inmensa calentura, pero... ¿Quién lo puede culpar? Si solo quiere recuperar el tiempo perdido con el amor de su vida, aunque le va costar muy caro el haberse puesto en esta situación, pero se le puede perdonar solo por ser el festejado de honor del día de hoy.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Espero que les gustara este One Shot, que esta relacionado con otros y que cuando culmine, se volvera en algo mucho mas grande.

Díganme, ¿Tuvieron algunos derrames nasales?

Jajajajjaja Espero que si... O no... Bueno, que les gustara pues.

Sé que el cumpleaños de Zaphiri ya paso, fue la semana pasada, pero nunca es tarde ¿Verdad?

Aunque sea del año pasado jajajaja XD.

En fin, vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar. Y uno, y dos, y tres...

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Zaphiri, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Zaphiri, tu cumpleaños si que si.

Ahora si me despido, no sin antes agradecer su enorme apoyo, de verdad lo agradeceré por siempre.

Cuídense mucho por favor, mantenganse a salvo.

Los quiero un montón.

Ammu se va.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top