3
Estaba algo nervioso, hace tanto que no tenía una cita a quien engaño nunca salí con nadie después de mi fracaso olímpico con Iris, pero bueno técnicamente esto no era una cita en si, yo solo iría a ayudar a Jamie como su amigo, asi que solo voy a fingir no es nada serio, puedo hacerlo, claro que puedo.
Entre al restaurante buscando a Jamie, la divise en una mesa cerca de la ventana, tenia su ceño levemente fruncido mientras jugueteaba con la servilleta, tomó agua antes de pasar la servilleta por su rostro, era de notar a simple vista que estaba bastante nerviosa y un tanto preocupada por lo que se acerque con cautela.
—¿Estas bien? —pregunté tomando asiento a su lado, ella asintió pero después negó.
—No, la verdad no.
—¿Que te preocupa?
—Mi hermano siempre a dicho que soy una mala mentirosa, y se que es cierto, yo comienzo a tartamudear sin parar, luego siento muchos, muchos nervios y sudo mucho—ella de detuvo para dar otro trago a su bebida —me da un completo ataque de sed para terminar huyendo. ¿No sientes calor?
—Jamie, deberías tratar de respirar con tranquilidad. Si te soy sincero también soy un mal mentiroso, no te preocupes si algo sale mal yo te ayudare, es decir, que tal difícil podría ser escapar de este lugar. Estamos cerca de la ventana así que parece una gran salida en caso de que nos obstruyan la puerta.
Aquello la hizo reír, bajo la mirada observando la servilleta de tela entre sus manos para comenzar a doblarla.
—Gracias. Sabés nunca había tenido un amigo.
—Se que no mientes porque en verdad eres mala mintiendo—bromee provocando su risa nuevamente —asi que me surge una vida, ¿por qué?
—Es difícil saber los verdaderos motivos de las personas en el entorno en que se mueven mi familia. Todo es por negocios o dinero.
—Nunca es fácil hacer amigo así que entiendo un poco tu sentir. Yo suelo ser un poco torpe con las palabras y un tanto imprudente.
—No lo creo.
—Bueno aprendí a controlarme un poco. Y dime, ¿te gusta tu trabajo?
—La verdad, lo detesto. Es horrible estar detrás de un escritorio, el tener que soportar largas horas escuchando una discusión que parece que no tiene fin.
—¿Y que es lo que te gusta?
—Me encanta el arte. La pintura siempre mi pasión, es como una manera diferente de ver las cosas.
—¿Y por que no lo prácticas?
—Mi madre dice que no hay tiempo para las pasiones que son solo cosas pasajeras, pero al menos me dejo conservarlo como un pasatiempo.
—Tu madre suena como alguien difícil.
—Ella solo tiene ideales muy anticuados y algo estrictos. Aunque admito que si es una persona de la cual temer, quisiera tener el valor de mi hermano para poder emprender por mi cuenta.
—Es cierto, tu hermano es médico.
—Si. El jefe de Iris, ella es agradable.
—Lo es.
—De hecho ella acompaño a mi hermano a la boda de mi otro hermano.
—¿Enserio? Vaya no sabia que eran cercanos.
—Si, bueno en realidad no lose, mas bien parecía que la llevo para molestar a nuestra madre.
—Eso si suena a algo que Iris Shuster haría.
—Si, yo escuche que salias con ella.
—Si, fue algo extraño en realidad.
—No quise incomodarte con el tema.
—Oh no, esta bien. Fue hace mucho, para serte sincero fue por mi hermana que comenzamos a salir debido a una apuesta.
—Ya veo, no fue algo serio.
—No, no lo fue. Incluso aunque tratara de engañarme a mi mismo diciendo que asi lo era nunca lo fue, a ella le gustaba alguien mas.
—Lamento por haber preguntado—mencionó para volver a juguetear con la servilleta.
—No me incomoda. Creo que es lindo que alguien te escuche sin recibir una burla al respecto.
—Yo jamas me burlaria de ti.
—Lo se—le sonreí a lo cual ella correspondió el gesto con otra sonrisa.
—Y dime, ¿siempre quisiste ser oficial de policía?
—Fue mi sueño de la infancia. Mi abuelo es policía, y no es por presumir pero es uno de los mejores.
—¿Y que es lo mas te encanta de tu trabajo?
—Bueno, es una larga lista pero supongo que la principal es hacer la diferencia.
Aquella tarde mientras conversaba con Jaime me percate de algo y es que nunca me había sentido tan cómodo hablando con alguien y mucho menos con una chica pero con ella las cosas eran sencillas. Sentía que podía confesarle cualquier cosa y ella escucharía con atención, que podía preguntarle algo y contestaría con la verdad, ella era una persona tan transparente, una persona de muchos gestos, alguien sin una doble intensión, alguien tan inocente y dedicada, incluso aunque no le gustaba su trabajo o parte de su vida se dedicaba a dar lo máximo, alguien de muchos sacrificios y de alguna forma fue triste reconocer eso.
Mire por la ventana notando que el cielo estaba abandonando aquel brillante azul, la oscuridad se estaba apoderando de la ciudad para dar lugar a la noche, mire mi reloj notando que se estaba haciendo tarde.
—¿No crees que ya es demasiado tarde?
—¿Que? —preguntó confundida, creo que ni siquiera ella se había percatado de lo tarde que era hasta que vio la hora
—. Es cierto, supongo que tuvo algo que atender.
—Ahora me alegro mas por haber venido, hubiese sido triste que te halla dejado aquí sola plantada.
—Aun asi siento que te hice desperdiciar algo de tiempo.
—Es mi día libre, no tenia nada importante por realizar. ¿Quieres ir a otro lado?
—¿Ir a otro lado?
—Si, escuche por mi hermana que habría un exposición de arte callejero.
—Suena interesante, me encantaría ir.
—Perfecto.
Me levante de mi asiento para salir junto con Jaime de aquel restaurante, un elegante auto la aguardaba sin embargo creo que ella necesitaba otra perspectiva de la vida.
—¿Que tal si tomamos mejor un taxi?
—¿Un taxi?
—Si quieres ser independiente no hay como empezar por tomar el transporte publico.
Mencione, ella miro al auto y después a su chofer.
—Tomate el día Carl—se acercó a mí un tanto nerviosa por su nueva experiencia lo cual me hizo reir.
—Hay un lugar por aquí cerca que te encantará, vamos compramos primero y después a la exposición.
—Supongo que serás mi guía el día de hoy.
Ambos nos encaminamos hacía el restaurante de postres favoritos de mi madre, si ella estaba enojada mi padre siempre la contenta con algún postre de aquí, algo que le comenté a Jamie causando una gran risa de su parte ya que aunque los había conocido en aquella comida por un par de minutos le dio la impresión que era mi padre quien mandaba en la relación, fue algo divertido de escuchar. En especial recordando que él ya no puede tomar ninguna decisión sin consultarlo con mi madre.
—Es en verdad delicioso, ahora entiendo porque a tu madre le encanta este lugar.
Jamie saboreo su crepa mientras bajamos del taxi para dirigirnos al parque, fue entretenido verla tratar de comprar una crepa por si misma en especial cuando nunca lo había hecho.
—No lo entiendo, puedes ir comprar y vender acciones con una gran suma pero no una crepa, ¿no es irónico?
—Créeme que todo detrás de un computador es mas sencillo—se excuso. No pude evitar reír.
—Puede que asi lo sea.
—Sabés ahora que estoy experimentado un poco de esto puedo entender porque mi hermano nunca quiso volver a casa, es lindo hacer las cosas por ti mismo.
—¿Nunca habías hecho nada por ti misma?
—No es como si no quisiera, es solo que todo debe ser perfecto por lo que siempre hay personas inspeccionando cada uno de mis pasos, vigilando que no te equivoques.
—Supongo que eso explica porque Carl nos sigue.
Mencione a lo cual ella giro para ver a su chófer a una distancia considerable de nosotros.
—Dios, que vergüenza. Lamento esto.
—Esta bien. Ahora entiendo como se siente las personas en investigación cuando las vigilamos.
—¿Alguna vez has tenido un caso difícil?
Pregunto a lo cual medite un poco.
—No realmente, mi área suele ser muy tranquila, incluso los casos, aunque a veces me encuentro con personas complicadas, hasta ahora no e realizado nada que atente contra mi vida.
—¿No estas un poco decepcionado? Después de todo parte de tu lista como oficial fue el sentir la emoción del peligro en el.
—Aclaro era un niño y no sabia de lo que hablaba, la verdad es que ahora trato de ser cuidadoso, no quiero que mi familia se preocupe. Aunque soy consciente de que algún día exista esa posibilidad.
—Esperemos que no, de tan solo pensar que algo podría pasarte me aterra.
—¿En verdad estarías preocupada por mi?
—Claro, después de todo somos amigos—mencionó con un leve sonrojo en sus mejillas. Jamie de detuvo para observar una pintura bastante colorida de lo que parecía una pareja besándose.
—Debo confesar algo, no entiendo el arte.
—Es una pintura basa en el beso de Gustav Klimt.
—Ya veo, ¿y que se supone que significa?
—Realmente significa muchas cosas pero el cuadro El beso representa el sentimiento de la perdida de uno mismo que los amantes sientes. La sensación de amor pleno, fuerte, sexual y espiritual.
—Es interesante.
—En la pintura original los colores son diferentes y contienen una gran representación.
—¿Como cual?
—Se dice que Gustav Klimt pintó el beso inspirándose en los fondos pintados con oro de los mosaicos bizantinos de la Iglesia de San Vitale en Ravena, Italia, y de sus acabados.
Mencionó dándome una explicación bastante detallada de lo que estaba representaba y debo admitir que nunca fui fan de la cultura, historia o cualquier cosa que lleve un larga explicación que me cause aburrimiento pero de alguna forma mientras ella lo mencionaba me pareció lo mas interesante del mundo, incluso para dar explicaciones Jaime era la mejor y no solo por lo dulce en su voz o la emoción de esta, había algo en su mirada que la delataba por completo.
—Señorita Carmona es tarde, debe volver a casa
—hablo Carl, el chofer, que se había acercado un par de pasos.
—Es cierto, parece que tengo que volver.
—Eso parece.
—Si, bueno, supongo que Carl me llevara de regreso.
—Eso parece... ¿Quieres que nos veamos el proximo fin de semana?
—Claro, me encantaría mucho.
—Entonces yo te llamo.
—Si, eso me gustaría mucho.
—Bien, entonces eso hare.
—Si, por favor.
—Adiós.
—Adiós.
—Señorita Carmona—le llamo Carl al notar que ella no se movía, se río un tanto apenada para volver a despedirse para marcharse.
Ella es la chica mas linda que e conocido y nadie puede negarlo.
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