Propietario: Carl River

Me siento con la necesidad irrefrenable de llevar un registro de la situación, probablemente sea el instinto natural de dejar una descendencia, una huella de mi existencia, por lo tanto escribo este diario, no para mi, si no que se lo dedico

Al primero que lo encuentre.

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|18-4-21| 00:00hs |

Quiero asumir que el que lea esto en un futuro sabrá como ocurrieron los acontecimientos, como murió la sociedad, sin embargo, mi padre siempre decía: "Piensa mal y acertaras", y en días como estos le doy la razón a sus dichos por ende debo prever el peor de los casos y asumir que no tienes idea de lo que ocurrió, y para ser honesto hay momentos en los que yo también quisiera ser ignorante en el asunto, la ignorancia a veces deja paso a la felicidad. 

Tratare de ser lo mas fiel posible a los datos históricos, pero sabrás entender que me limito a mi perspectiva de los acontecimientos

Empezó a inicios del 2020, y cuando digo "inicios" lo digo literalmente, el 1 de Enero del 2020, fue la fecha que sentencio a la humanidad, fue cuando dio inicio la Tercera Guerra Mundial.

La chispa que encendió la mecha de la Tercera Guerra Mundial fue un atentado terrorista ocurrido el 31 de diciembre del 2019 en Nueva York. Un grupo extremista, que se autodenominaba "Los Inmortales", detonó una bomba nuclear de baja potencia en Times Square, causando miles de muertos y heridos, además de una gran devastación. El gobierno de Estados Unidos acusó a Rusia de estar detrás del ataque, alegando que había suministrado el material radiactivo a los terroristas. Rusia negó rotundamente las acusaciones y exigió pruebas, pero Estados Unidos no las presentó y declaró la guerra a Rusia el 1 de enero de 2020.

Rusia no se quedó quieta ante esta agresión y buscó el apoyo de sus aliados históricos y estratégicos. Así nació la Liga Oriental, una coalición formada por Rusia, China, Alemania, India, Corea del Norte y la mayoría de países de Oriente medio. Estos países compartían intereses económicos, políticos y militares, así como una rivalidad con Estados Unidos y sus socios. La Liga Oriental se propuso como objetivo derrocar al gobierno estadounidense y establecer un nuevo orden mundial.

Estados Unidos obviamente no se quedaría atrás. Contaba con el respaldo de la OTAN, una organización militar que agrupaba a varios países de Europa y América del Norte. La OTAN se había creado después de la Segunda Guerra Mundial para hacer frente a la amenaza soviética, pero seguía vigente como un pacto de defensa mutua. La OTAN se opuso a la Liga Oriental y le declaró la guerra al día siguiente de la disolución de la ONU, que había sido incapaz de evitar el conflicto. La OTAN incorporó al resto de países de la Unión Europea que no se habían unido al bloque oriental, como Francia, España e Italia, así como a otros países aliados como Japón, Australia y Canadá.

A pedido de la OTAN, todo el Mercosur se alió con este bloque. Esto me afecto directamente ya que vivía en Argentina, intuyo que tu también eres de Argentina, no puedo imaginar de que manera mi diario viajaria a las manos de alguien de otra nación, aunque en la actualidad los "paises" no tienen relevancia alguna, sin embargo en aquel entonces mi país que había mantenido una posición neutral ante la mayoría de conflictos mundiales, ahora se veía arrastrado a una guerra que no era suya, situaciones similares ocurrían en todos el mundo, lo que empezó con un conflicto entre Estados Unidos y Rusia acabó pasando a uno global, la bola de nieve más grande jamás vista, incluso algunos dirían que fue la ira de Dios, imbéciles, yo particularmente opino que es una seguidilla de sucesos, solo sucesos, tal vez pienses que son sucesos desafortunados, pero créeme, no existe la suerte, solo fue un conjunto de piezas de domino que empujaban otras más grandes, efecto mariposa quizá.

En ese entonces, tenía 17 años; por supuesto, estaba asustado. Sin embargo, para mí, la idea de una guerra global o un caos gubernamental seguía siendo irreal: una nación sin estado y un estado sin nación. Creía, como muchos, que todo esto se quedaría en simples amenazas. ¿Quién imaginaria que en la era de la paz, la acción humana volvería a la barbarie? Incluso después de la afiliación oficial del Mercosur a la OTAN, incluso después de que llevaran a mi padre al servicio militar obligatorio, incluso después del lanzamiento de la primera bomba "Hermes" (nombre curioso para la bomba más mortífera en la historia de la humanidad, una bomba termonuclear de 500 Megatones, veinte mil veces más potente que Little Boy, la bomba que impactó en Hiroshima, y 5 veces más potente que la bomba del Zar, que era hasta ese momento la bomba más potente en la historia), Hermes fue lanzada desde Estados Unidos con dirección a la ciudad de Moscú. Dejó muy claro su mensaje cuando desintegró por completo la capital de Rusia y varias de sus ciudades vecinas.

Ese fue el día, el verdadero día, el día en que empecé a creer, el día en el que perdí todo. Recuerdo que fueron unas cuantas horas después de la detonación de Hermes. Estaba desayunando con mi madre, Clarise, y mi hermana, Isabela, oh mi Isa, ya hablare de ella en otro momento. Los tres veíamos las noticias en el televisor de la sala. Isabela era muy pequeña para entender lo que sucedía; apenas tenía 1 año. Pero los niños no son estúpidos, son capaces de percibir cuando algo está mal. Mi madre estaba consternada al momento de publicarse la cantidad estipulada de fallecidos: 40 millones y contando, el segundo genocidio más grande de la humanidad, solo superado por la Segunda Guerra Mundial. Aunque la guerra duró 6 años en comparación con los efímeros segundos que le tomó a Hermes aniquilar dicha cantidad, 40 millones de vidas con solo apretar un botón; eso es a lo que llamo poder.

En ese momento, tenía un cóctel de emociones por la situación: preocupado, impactado, triste. Aunque en retrospectiva, quizá desde entonces no sentía empatía y solo estaba preocupado por la idea de que dicho evento se replicara en mi país. Pero, ¿quién se interesaría en lanzar una bomba termonuclear en Argentina? Y aunque lo hiciera, ¿por qué también la lanzaría a un pueblo a kilómetros de la capital?

Empezó a sonar esa alarma en toda la ciudad; ni siquiera sabía que la teníamos. Esa alarma, ese sonido que solo creí escuchar en las películas, el característico sonido de las alarmas de peligro nuclear. Miedo, terror real. Ahí tuve mi primer contacto con el verdadero sentimiento, el único importante: el miedo a la muerte.

No quiero describir ese momento. Hasta ahora, solo te dije datos históricos. Lo cierto es que no tengo corazón para contarte, no tengo palabras, por Dios. Los brazos de mi madre, terror, y luego la explosión, el maldito "bum". Sentí que el tiempo se congelaba, que la realidad se desdibujaba y que el sonido de la alarma se mezclaba con los latidos acelerados de mi propio corazón, formando una sinfonía macabra que anunciaba el inicio de nuestra pesadilla colectiva, pero no me culpes, en ese momento, no me interesaba mi pueblo, no me interesaba mi madre, no me interesaba mi padre, ni si quiera mi hermana, lo único que tenia en la cabeza era: "Vas a Morir" "Sobrevive" "Vas a Morir" "Sobrevive" "Vas a Morir" "Sobrevive" "Sobrevive" "¡¡Sobrevive!!".

Fue en ese instante cuando comprendí, seguridad, paz, amor, trabajo, cotidianidad, no son mas que meras ilusiones que podían desvanecerse en un parpadeo, dejándonos vulnerables ante la brutalidad del mundo, la realidad de la humanidad señoras y señores es sobrevivir.

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Lo lamento, seguro te preguntas como llegamos eso, horas después de la destrucción de Moscú, la Liga Oriental aprobó la ejecución de "La Orden". ¿En qué consistía? Todos los países debían lanzar de inmediato todo su armamento nuclear contra los países que conformaban la OTAN, incluso sus afiliados periféricos. El proverbio "cuando matas a hierro, a hierro mueres" se hizo realidad, sumiendo al mundo en una espiral destructiva. Al principio, luchábamos con uñas y dientes, luego con palos, pero al observar el presente, donde las guerras se libran con bombas de destrucción masiva, uno no puede evitar sentir nostalgia por los palos.

Sin embargo, Estados Unidos no compartía este sentimiento de añoranza. La respuesta de la OTAN? más de 200 bombas Hermes fueron lanzadas en una cadena infernal de retaliación. Estos monstruos de destrucción, creados por la mano humana, ascendieron hacia el cielo como ángeles de la perdición, trazando líneas letales en el firmamento antes de caer con furia apocalíptica, Asia, Europa, África, Oceanía, la propia América, hecha escombros. Un espectáculo dantesco de fuego y radiación consumió estas tierras, reduciendo a cenizas ciudades enteras y transformando vastas extensiones de tierra en yermos irradiados. Ya no quedaba nada, en ningún lado, o mejor dicho, quedaba algo en todos lados: ruinas. 

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