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Otabek Altin es el tipo de novio el cual sería extremadamente celoso.

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  —¿Estás seguro que no quieres ir conmigo? —pregunté por tercera vez a Otabek que se estaba poniendo la chaqueta de cuero y tomaba sus llaves.

—Tengo algunas cosas que hacer —respondió con simpleza.

—¿Puedo preguntar que cosas? —Él me miró y, después de ponerse enfrente de mi, besó mi frente.

—No es nada de lo que piensas, créeme. —yo suspire resignada y asentí, confío en él—. ¿Quieres que te lleve?

—No es necesario, Phichit debe estar abajo. —pude notar que su ceño se frunció con enojo cuando lo mencioné y yo reí ante el acto de celos—. Tú también saldrás con alguien y yo no tengo idea de quien es.

—Intentaré hablar con Plisetsky, ¿feliz?   

Yo reí nuevamente y tomé su mano para que saliéramos del cuarto de hotel. Al llegar al loby pude ver a Phicit tomándose una selfie, corrí y me puse detrás de él, sonriendo para la foto.

—Quedó perfecta —dijo mostrándome la foto y yo asentí—. ¿Nos vamos? Hola, Otabek.

El kazajo ni siquiera habló, solo se le quedó mirando, después se acercó a mi, me dio un beso y se fue del hotel.

—Creo que no le caigo bien. —negué con la cabeza sonriendo y tomé su mano para salir.

—¿A dónde iremos primero?

—Estaba pensando en la Sagrada Familia, y estuve llamando a Yuri para ver si quería ir pero no contestó las llamadas —dijo mientras veía su celular.

—Tal vez le haya afectado el jet lag. Es de japón, estamos muy lejos de su casa —expliqué mientras caminábamos por la acerca—. Yo lo tuve en la competencia pasada, casi no me levanto en la mañana.

—Creo que tienes razón. 

Cuando llegamos a la Sagrada Familia nos tomamos cientos de fotos y grabamos muchos videos. Al terminar decidimos pasear un poco por las tiendas, comparamos algo de comida y, obviamente, unos zapatos extremadamente lindos. 

—Mira, mira —exclamó emocionado mientras veía un puesto donde vendían pulseras, collares, anillos artesanales. 

—Especifica que quieres que mire —dije riendo.

—Eso. —señaló un juego de pulseras de cuero que ambas decían "Best friends".

—Son muy lindas, deberíamos comprarlas.  


Caminábamos alegremente por las calles de Barcelona mientras las manos que ahora tenían las pulseras estaban juntas, vimos un restaurante y, por la ventana vimos a Otabek, Yurio y Chris.

—Ven, entremos. —lo jalé de la mano y entramos al lugar— ¡Privet!*

—Pero miren a quien tenemos aquí. Phicit, ______, es un honor tenerlos aquí —dijo Chris con un tono de burla.  

—Ja, ja, ja. Que gracioso, Giacometti —respondí mientras me sentaba junto a Otabek y Yurio.

Después de un rato llegaron Viktor, Yuri y dos mujeres más que empezaron a llorar cuando estuvimos todos.

—Están muy emocionadas.

—¿Estás molesto? —susurré a Otabek mientras sujetaba su mano. Él simplemente negó con la cabeza sin siquiera mirarme—. Mírame.

—Si estoy muy molesto. —lo miré durante unos segundos.

—No estás molesto, estás celoso —dije sonriendo y pellizcando su mejilla, él ni se inmutó.

—Como el tailandes tome tu mano de nuevo, le paso por encima con la moto.  

 Traducciones

°¡Privet!: ¡Hola!

Nos leemos luego.

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