Yuri Katsuki es el tipo de persona al que conocerías en un situación peculiar

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El oscuro puente se quedó en un silencio sepulcral mientras ambos se miraban. A la rusa no le tomó mucho tiempo reconocer a Yuri, el chico japonés del que su hermano tanto hablaba. Su hermano...

La mano que sujetaba el celular con la linterna cayó a su costado impidiéndole ver de nuevo al chico, suspiró con cansancio y desespero. ¿Por qué el universo no la dejaba tranquila para desaparecer del mundo? ¿Por qué una fuerza superior odiaba tanto verla querer lograr su cometido?

—¿Qué haces aquí? —preguntó con brusquedad luego de bajarse de la orilla. Vio como este seguía ahí de pie, casi paralizado mientras iluminaba con su celular al vacío— ¡Te dije que me digas lo que haces aquí!

—Eres la hermana de Viktor —fue lo único que pudo decir volteando a verla.

—Y tú eres la persona que hizo que Viktor se olvidara que tiene hermana —dijo con brusquedad soplando un mechó de su cabello gris fuera de su rostro antes de acercarse a él—. Ahora baja de ahí.

Con fuerza que no sabía que tenía sujetó la manga de su chaqueta para jalarlo de nuevo al suelo, haciendo que se tropezara al aterrizar y casi caer sentado.

Siendo iluminados tan solo con la escasa luz de la luna, la joven posó su intensa mirada sobre sus ojos poniéndole toda la piel de gallina a Yuri el cual se excusó a sí mismo diciéndose que sería debido al frío, pero igual estaba usando chaqueta con mangas largas.

—Mi hermano te mandó aquí —asegura con los brazos cruzados.

El japones de inmediato comenzó a mover la cabeza de un lado a otro con los ojos fuertemente cerrados, esto para mantener las lágrimas dentro—. No he hablado con Viktor desde...

—Mientes, ¿por qué más vendrías aquí? Vamos, tan solo dime qué te dijo. ¿Dónde está? —inquiere con el enojo burbujeando.

¡Él no se preocupaba por ella! ¿¡Por qué no la dejaba matarse en paz!?

—¡No he hablado con Viktor desde que se fue a Rusia! —exclamó por fin con las lágrimas estallando como cascadas.

—Viktor no se ha ido a Rusia.

—¡Viktor me dijo que se iría hoy mismo a Rusia si yo perdía! —empezó a sollozar con fuerza ante lo que ella decía— ¡Yo vi cuando se fue!

—¿Lo viste subir al avión? ¿Eh? —escupe la pregunta  mientras lo miraba con enojo— Estúpido, Viktor y yo volveremos a Rusia hasta dentro de una semana. Al menos él lo hará.

El silencio reinó de nuevo entre ambos. Los dos sabían lo que otro pensaba hacer en ese puente y no era precisamente observar las estrellas.

No obstante no podían permitir que el otro cumpliera con su cometido, además de sus deseos por saltar de ese puente compartían el mismo pensamiento: ¿qué pensaría Viktor de mí si dejo que muera frente a mí?

Ambas miradas cayeron al suelo, la vergüenza los carcomía y ahora no solo Yuri derramaba lágrimas. Cuando este se dio cuenta del llanto de la chica le fue imposible acortar la distancia entre ambos para estrecharla entre sus brazos, sintiendo como los sollozos ahogados se intensificaban contra su pecho. Su mirada borrosa miró su cabeza detallando su cabello grisáceo, idéntico al de Viktor. No dudó antes de pasar su mano por este para calmarla.

—Tranquila, iremos a casa —susurró con la voz rota—. Llamaré a un taxi e iremos a casa.

—Quiero ir con Viktor —lloriquea alzando su brillante mirada hacia él.

—Yo también. No llores más, iremos con Viktor.

*Insertar la escena del Titanic*: Han pasado 84 años

Técnicamente no volví, pero como una especie de celebración quise hacer la segunda parte del capítulo anterior, super viejo pero lo habían pedido mucho.

Así queeeeeee, espero que les haya gustado y quizás en algún otro momento tome en cuenta esta historia para subir uno que otro shot

Bye Bye~