Había pasado ya 1 mes desde que Akko y Daiana con ayuda de las demás estudiantes de magia de Nova Luna habían conseguido salvar al mundo de ser dominado por aquel robot maligno.

Luego del mencionado suceso la fe en la magia y en las brujas había vuelvo a recobrar fuerza en todo el mundo, mientras que las habilidades de Akko habían mejorado notablemente, ya no era aquella niña que no podía montar sobre una escoba como las demás brujas, aunque seguía siendo Akko igual de descuidada y despreocupada su madurez aumentaba así mismo su poder mágico, logrando por primera vez no sólo volar sobre una escoba, sino que también empezar a entender que significaba realmente la magia.

Mientras tanto Daiana empezó desde aquel momento a ver a Akko de una manera como nunca pensó que le vería, al ver a Akko esforzarse por conseguí sus sueños de ser una bruja y llevar la felicidad al mundo, Daiana empezó poco a poco a sentir algo muy diferente a lo que había sentido jamás en su vida. ¿Que era aquello que sentía? - Se preguntaba cada noche al hablar con la luna quien era su fiel confidente.

Daiana Cavendish aquella chica de cabellos dorados, ojos azules y experta en magia y historia. La admirada por todos, la destacada en todo, no podía sacar de su cabeza a aquella chica descuidada, tonta pero sin temor a enfrentar lo que venga así pensaba en Akko, todos los días. Ver a Akko sonreír hacia latir su corazón y en su espíritu estaba escrito el nombre de Akko.

Akko, aquella soñadora que llegó con el sueño de ser una gran bruja para alegrar a la humanidad, que paso tantas dificultades para lograr encajar en medio de las demás en Nova Luna, pero cuyo carácter se fue desarrollando con el tiempo al punto de empezar a entender la magia, una chica perseverante que nunca se rendía ante los obstáculos, obstinada, tonta a veces, pero con un gran deseo de conseguir lo que anhelaba. En secreto estaba también profundamente enamorado de aquella chica a la quien vio como rival en algún momento, pero que al ir conociendo su vida pude comprender muchas cosas de las cuales dudaba y desconocía.

En aquella noche del festival del Imbolc (fiesta de la fertilidad en la que se rinde honor a la diosa Brigid) se encontraron Akko y Daiana.

Akko: Daiana!!! ¿como éstas? ¿Te gusta el festival del Imbolc?

Daiana: Akko, me gustan todos los festivales mágicos, nos hacen recordar lo que somos, brujas y a que nos debemos.

Akko: Te ves hermosa está noche, en especial con ese vestido que llevas puesto esta noche.

Daiana: Gracias, Akko!! Tú también estás muy h-hermosa. - Daiana parta la mirada antes de terminar la frase.

Akko: Te tengo que pedir perdón por lo que pensé de ti en un principio y lo que te dije alguna vez, cuando te fui conociendo me di cuenta que estaba equivocado totalmente contigo. - Dijo con voz melancolíca y muestras bajaba la mirada, no pudiendo ver a Daiana a los ojos.

Daiana: Akko!! Me alegra mucho ver que ya eres capaz de reconocer tus errores, y que empiezas a madurar, pero sin dejar de ser tú misma... Yo realmente te admiro, desde el primer día que te ví.

Akko: Daiana, necesito hablar algo contigo, pero debe ser en un lugar privado ¿Vamos al Jardín Botánico?

Daiana: De acuerdo.

- Daiana y Akko caminaron bajo la luz de la luna rumbo al Jardín Botánico, un lugar donde tienen todo tipo de plantas mágicas.

Akko: ¿Puedo tomarte de las manos?

Daiana: Akko! - la miro tímidamente a los ojos, y lentamente le dió la mano a Akko y ambas caminaron tomadas de las manos rumbo al Jardín Botánico.

*Ambas llegan al lugar*

Akko: Daiana, cuando te veo puedo sentirlo.

Daiana: ¿Q-que sientes, Akko?

Akko: Lo sabes.

Daiana: ¿Que s..?

Antes de que Daiana terminará de hablar Akko se aproxima a ella y le besa los labios, Daiana aún no puede creer lo que está pasando, ella besando los suaves labios de quien fuera alguna vez su rival, el corazón de ambas de acelero y sus sentimientos se hicieron más fuerte en aquel momento. Cuando terminaron de besarse, Akko tomo la palabra.

Akko: Daiana, te amo.

Daiana: Yo también, siempre te he amado, Akko.

Akko: Ya no puedo ocultar más el amor que siento por ti. Te quiero y quiero que seamos novias. - Akko sonríe, pero Daiana no sale del asombro.

Daiana: Si, Akko. Quiero ser tu novia, bajo esta luna de Imbolc. Te confieso que te he amado con todas mis fuerzas desde que te empeze a conocer.

*Akko vuelve a besar apasionadamente a Daiana continúan así por unos 5 minutos*

Daiana: A-Akko, amo tus besos, pero aquí alguien puede vernos y no es correcto.

Akko: ¡Tienes razón! Necesitamos un lugar más privado para esto. ¿Vamos a tu cuarto?

Daiana: ¿Mi cuarto?

Akko: Si, todos están en el festival y nadie nos buscará allí.

Daiana: okay vamos.

*Llegan tomadas de las manos al cuarto*

Entran, al entrar ambas empiezan nuevamente a besarse apasionadamente, mientras se besan Akko empieza a deslizar lentamente su mano sobre las piernas de Daiana levantando también el vestido que llevaba aquel día Daiana.

Akko: Oh, Daiana. Siempre te amaré.

Daiana: Y yo a ti, Akko.

Akko empuja a la cama a Daina y empieza a desvestirla, poco a poco, abre el cierre del vestido de Daiana y lo empieza a quitar mientras besa su cuello con ternura y pasión, así continúan hasta terminar las dos teniendo la primera y mayor noche de pasión que habían tenido.

Entre besos, caricias, sexo y pasión, ambas pasaron aquella noche de Imbolc en la misma cama.

Akko: A sido la mejor noche de mi vida.

Daiana: La mía también, porque estás a mi lado.

Akko: Te amo, Daiana

Daiana: Te amo, Akko.

Akko: ¿Algún día seremos esposas?

Diana: Lo prometo.

Ambas se vuelven a besar los labios suavemente, mientras piensan en un futuro juntas como ambas habian soñado.

Fin.