Muñeca

N/A: Si quieren no lo lean... es una historia/descargo que hice... lo siento de verdad, pero es mi única forma de poder expresarme...

Esta historia no tiene correcciones, simplemente escribí... no la releí como siempre hago, no agregue ni saque nada... no esperen una narración decente

Él nunca la había querido, le parecía molesta, insoportable y le reprochaba a cada rato a su padre que porque había adoptado a una niña, si ellos no le daban el amor que él necesitaba, que la devolviera... realmente la odiaba.

Shura era una niña pequeña e inocente, no comprendía las actitudes de Yukio, ni el porqué él no quería jugar, incluso pensaba en darle su mejor muñeca.

-No me fastidies niña molesta...-

Continuamente él la rechazaba. Rin por su parte le daba atención, si bien no se ponía a jugar a las muñecas, al menos la escuchaba y simulaba jugar con ella, Shura con eso era feliz.

Pero ella quería jugar con ambos...

A medida que ambos iban creciendo, Shura era cada vez más afianzada a Rin y Shiro... pero Yukio se alejaba, parecía incluso odiarlos... ponía escusas para no regresar a la casa, no quería ver a aquella molesta niña... se sentía traicionado por su padre, pero no eran más que celos, unos celos injustificados hacia Shura... pese a todo aun lo quería y mucho.

Shura y Yukio siempre supieron que no eran hermanos de sangre, y había diferencia de edad entre ellos... quizá eso era lo que le molestaba a Yukio, le fastidiaba que una pequeñaja acaparara la atención de su padre y hermano, la celaba completamente.

Un día él se fue... simplemente dejó una nota y pidió que nadie lo buscara.

Shiro aceptó aquello, y pese a que Shura y Rin protestaron, él no buscó a Yukio.

Acá es cuando Shura empezó a sentirse mal... pensaba que era su culpa que Yukio se haya ido, que ella nunca perteneció a la familia y que no era más que una niña callejera, que ni sus padres reales la habían querido, que apenas sobrevivió dentro de un canasto cuando un hombre la rescató y se la entregó a Shiro quien la crió.

Ella aun tenía algunas secuelas de su pasado, solía enfermarse de la garganta y los pulmones en cuanto la temperatura bajaba un poco, aquella atención especial molestaba a Yukio, podía sentir como él nunca la acepto como parte de su familia... pero ella no quería que todo terminara así...

Años después de la partida de Yukio, Shiro falleció en un accidente de tráfico, Rin quien era el mayor de la familia, se encargó de Shura que apenas tenía 15 años... ellos jamás pudieron comunicarle a Yukio que era lo que había pasado ya que no tenían ningún contacto con él.

El moreno salió adelante, consiguió un trabajo que lo obligaba a estar lejos de su casa, pero todos los meses le pasaba una manutención a Shura, ella volvía a estar sola, pero lo aceptaba.

Un día Yukio regresó... estaba muy enfermo y delgado, desganado... regresó a la casa donde había crecido, Shura fue quien abrió la puerta de la casa y ayudó al cuatro ojos entrar.

-¿Y Tú quien rayos eres?-

-Shura... ¿No me recuerdas?-

-No puede ser que seas esa niña insoportable...-

-Han pasado varios años...-

Shura se encargó de recostar a Yukio en el sofá y ofrecerle algo de comida al castaños, la cual el negó, se sentía muy enfermo y ya no tenía apetito... además no quería nada de ella, absolutamente nada.

Aun así la mujer lo cuidó y mimó, sabía que él había estado solo durante mucho tiempo y que necesitaba algo de afecto, a pesar de todo era su hermano mayor... Rin por su parte no quería verlo, se sentía muy dolido por el abandono

Shura contactó con varios médicos quienes fueron a la casa, pero todos decían lo mismo "Si no lo internan, él morirá" Yukio estaba en un estado crítico... y pese a todos los esfuerzos de Shura, él no quería más nada... parecía tener asumido que no le quedaba mucho tiempo de vida.

Aquella noche ella lo abrazó, él simplemente la miraba, Yukio se sentía débil, no podía moverse casi... los médicos le alquilaron una máquina de oxigeno, sólo había accedido a ello, a tener una manguera en su nariz para poder respirar... Yukio parecía querer morir, se arrepentía completamente de haber regresado a la casa... hubiese preferido morir solo... ¿Para qué volvió?

Sus orbes verdes se dirigieron a unas muñecas sobre el estante de la sala, Shura miró y se las alcanzó, pensaba que quizá las quería romper o lo que sea... era posible que le trajeran malos recuerdos.

-Con estás jugabas de niña ¿Verdad?-

Shura asintió mirándolas con nostalgia, si bien estaban muy maltratadas y feas, para ella guardaba un valor muy importante.

Yukio le ofreció una de las muñecas y Shura aceptó algo confusa.

-¿A qué quieres jugar?-

La mujer se sorprendió bastante ante esa propuesta, hacía años que no jugaba con las muñecas, pero esa noche haría la excepción.

Jugaron por varias horas juntos... él sonreía cuando estaba con ella y a Shura le daba tranquilidad verlo así.

-Lo siento por todo Shura...-

Una lágrima se deslizó por el ojo de Yukio y ella lo limpió y abrazó diciéndole que todo estaba bien y que no tenía que disculparse por nada.

Aquella noche Yukio murió debido a lo enfermo que se encontraba, por supuesto que fue Shura quien lo encontró... pero pese a todo se llevó una sorpresa cuando fue a agarrar la mano de Yukio para tomarle el pulso... él sostenía una pulsera de cuentas que Shura le había regalado durante su infancia para intentar acercarse a él... aunque Yukio se hacía el duro... siempre la quiso como su hermana...

...............

Lo siento de verdad por todo esto... no quiero que lo lean... simplemente es un descargo, esta historia está basada en mis gatos, Shura y Yukio... Mi bebé peludo acaba de fallecer hoy de una enfermedad... lo diagnosticaron mal y perdí tiempo valioso... ya era tarde para el nuevo tratamiento... y lamentablemente él no pudo...

Shura se enfermó también, pero ella se recuperó, no era lo mismo.

Yo adopté a Shura de la calle... no tenía ni dientes y la habían dejado en una bolsa (para que muriera asfixiada) La rescaté y cuide, hoy tiene tres meses ya.

Yukio lo tengo desde bebé, el nació en noviembre del 2015, un año antes de Shura, era mi bebé, el amor de mi vida... mi hijito precioso.

Él odiaba a Shura cuando vino y empezó a salir más... cada vez lo veíamos menos por casa... pero la última vez estaba muy enfermo ya, y pese a mis intentos por salvarlo... no pude.

Ayer... Shura estuvo todo el día a su lado... ella se acostaba sobre él y buscaba jugar... Yukio siempre la había rechazado... pero ahora aceptó, me hizo tan bien verlos juntos...

Es imposible para mí no llorar, de hecho escribiendo esto lo hice... mis gatos son para mí mis hijos, mi familia... pero prefiero quedarme con las cosas lindas...

Lo siento de nuevo por escribir esto... pero necesitaba hacerlo... cualquier persona que tenga animales creo que me va a entender...

No soy buena para expresar lo que me pasa, pero creo que la mejor manera que tengo es esta... no quiero victimizarme, no quiero lástima, no quiero nada, sólo compartir la historia de mis hijos peludos...


Shura es una gatita alegre e hiperactiva... Yukio en cambio era más tranquilo, un bebote, él se dormía en mis brazos como si fuera un bebé, tenía un pelaje hermoso, largo y suave... un gato gordo, mimoso y me celaba muchísimo... no se dan una idea de lo que lo voy a extrañar...

Yukio... te amo con todo mi corazón... y me alegra en cierto punto... no soportaba verte sufrir como lo estabas haciendo... te fuiste en paz hijo... te amo y siempre lo haré...

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