El verdadero comienzo - 01
Yeonjun me bloqueó de todos lados.
Ni instagram, ni Facebook, mi número...
No tenía absolutamente nada y estaba por volverme loco.
Ya era jueves, y todavía no oía noticia de él. Veía su asiento vacío con una opresión sofocante en el pecho mientras me perdía de la clase de Lee.
Tan solo podía pensar en Yeonjun y en la forma en la que lo había hecho llorar ese día, pensando en como había hecho desparecer esa sonrisa tan bonita para reemplazarla con lágrimas de ansiedad y decepción.
Me daba rabia. Yo me daba rabia.
Su manager había avisado que tendrían un viaje de negocios o algo así, lo cual era probablemente mentira considerando que yo me sabía todas sus tácticas y excusas usadas para evitar ciertas tareas o eventos. Yeonjun tenía mayormente el control de sus actividades como celebridad. Y si él había decidido viajar a América por dos semanas, era claramente por mi culpa, para no verme la cara. Lo habría ido a buscar a su casa sino.
Tan solo podía ver fotos suyas, de su sonrisa tan hermosa, tomadas de mi celular. No iba a parar de llamarme idiota.
Pasaron otras dos semanas, y tan solo no entendí qué estaba mal. Con el ceño fruncido me preguntaba dónde demonios estaba y por qué ni siquiera su manager respondía su celular.
Había ido a su casa y tampoco los trabajadores sabían cuando estarían de vuelta. Era realmente frustrante, porque tan solo podía pensar en eso, en él, 24/7.
Se supone que debía estar de vuelta el miércoles, y ya era sábado.
Me gustaría decir que los días pasaron volando... Bueno, en realidad lo hicieron, pero en el mal sentido. Estaba aburrido y frustrado, tan solo esperando su llegada tal cual perrito emocionado.
Tenía miedo de que volviendo, me dijera que simplemente se había aburrido de mí y de que no valía la pena. O... que quizás se había enamorado de alguien más en América, de sus estúpidos colegas celebridades.
Diablos, me jodía ser tan inseguro, pero me lo merecía.
Me molestaba que por más que me esforzara para intentar no pensar en ello, la culpa me perseguía a todas partes; las clases, a la ducha, antes de dormir...
Necesitaba tanto a Yeonjun, abrazarlo, que incluso empezaba a llorar sin darme cuenta. Siempre me había gustado pensar que Junnie se sentía seguro en mis brazos, ahora que me faltaba, recién me daba cuenta de que el que se sentía seguro en los brazos del otro, era yo.
Y necesitaba esa seguridad de vuelta, lo ansiaba tanto, que creí que un día más de espera me volvería loco.
Y creí bien, porque el lunes, empecé a caer en un agujero negro de locura.
Empezando porque al despertar mi cuerpo se sintió inusualmente más pesado y aletargado.
Mecánicamente, como solía hacer cada actividad desde hace semanas, me lavé la cara y los dientes, me cambié, y bajé por mi desayuno.
Entré a la cocina, sintiéndome tan apagado como me veía últimamente, según yo.
Tomé una manzana de la cesta de fruta de la encimera y dejé un beso rápido en la mejilla de mamá quien preparaba ya el kimchi para el almuerzo.
——Bye, ma.
Estaba por salir, pero la voz de mamá me detuvo.
——Cielo, espera. La correspondencia llegó hace menos de una hora. Tienes una carta de-
Mis ojos se abrieron como no lo hicieron en lo que se sentían años, mi corazón dio un brinco y pregunté cómo un niño emocionado de 6 años:
——¿Yeonjun?
Mamá se me quedó mirando.
——¿Qué? Es de tu tía Leeseo, cielo.
Con la decepción latente en el pecho asentí y dije que le escribiría pronto antes de salir.
Estaba tan decaído ese día por la falsa esperanza, que estuve viendo hacia abajo todo el recorrido hacia la universidad; mis zapatillas gastadas haciendo un sonido rocoso al rozar la acera. Ahora que lo pienso, creo que hubiera sido más sencillo deducir las cosas si hubiera visto hacia arriba, hacia cualquier lado que no fuera abajo. Pero "los hubiera" no sirven y yo no soy un chico con suerte.
Entré como cada día a la universidad, dejé mis zapatillas en los casilleros y luego fui a dejar mi mochila.
Cuando estaba caminando hacia la clase con mis libros en mano, sentí un empujón por la espalda que me asustó un poco. Giré la cabeza desconcertado, encontrándome a Huening Kai riendo por mi reacción.
Había pasado tiempo desde que hablé con Hyuka, la verdad nos habíamos distanciado tanto, al punto de no hablar. Aunque bueno, desde la llegada de Yeonjun eso me había pasado con todos realmente.
Para mi mala suerte, él se volvió mi todo.
——Sup man ——me saludó como siempre solía hacerlo. Para mi sorpresa, no me sentí incómodo incluso después de haber pasado tanto tiempo alejados. Nunca peleamos o algo por el estilo, simplemente eran cosas que se dieron ——¿Hiciste la tarea de inglés? Dime que sí ——refunfuñó con capricho.
Oh, entonces me hablaba por la tarea después de tanto tiempo, genial.
Un poco ofendido, le respondí con un tono controlado pero aún arisco.
——¿No prestas atención a clase? No tenemos tarea de inglés desde fin de semestre.
——¡Lo hago! ¿Y de qué carajos estás hablando? ¡Claro que tenemos tarea de inglés! La cual no hice, por eso te pregunto, duh.
Éramos amigos, sí. Pero que tan solo viniera con esa desvergüenza después de meses y meses, a hablarme y usarme de ese modo...
No pude contenerme.
——No hay, entiende. Y se me hace muy irrespetuoso de tu parte que vengas a mí de la nada tan solo para pedirme una tarea después de todo este tiempo.
Huening Kai me vió como si fuera un alien, lo cual solo aumentó mi irritación.
——Estás muy raro hoy ——dijo extrañado ——. ¿Qué carajos te pasa, en serio? No sé de qué tiempo hablas si hablamos literalmente ayer como mil veces, como siempre ——enfatizó aún dándome esa mirada extraña ——. Bueno, como sea. Pásame la tarea de inglés.
Ahora el confundido era yo. Él y yo no habíamos hablado el día de ayer. Él era raro siempre, en el buen sentido, así que no le di mucha importancia a su comentario.
——No hay de inglés, dios mío, entiende.
——¡P-Pero te vi anotarlo en tu agenda el viernes!
——No anoté nada ——defendí ceñudo.
Antes de que pudiera reaccionar, me arrebató la agenda de entre los cuadernos que llevaba contra mi pecho.
——¡Hey!
Abrió la agenda, y buscó una hoja con prisa, luego me la mostró.
"16 de Junio: Inglés, ejercicios página cuatro" estaba escrito con mi letra.
Se la quité con un suspiro.
——Eso es de Junio, idiota.
——Ya pue, ¿y en qué mes crees que estamos, idiota?
——Noviembre... ——respondí seguro pero receloso. ¿Qué carajos le pasaba Huening Kai? Raro era poco.
——¡¿Novie- ——se calló y bufó una risa ——. Muy bien que estés chistosito hoy, Choi. Pero de verdad necesito la tarea. La clase inicia en menos de cinco minutos.
——¡Que no hay! Joder, Kai.
——Tú siempre haces la tarea de todo, no me engañas diciendo que no. Además, siempre me la pasas, vamos Bin, qué demonios te pasa hoy?
Siempre hacía la tarea, antes.
Ya estaba comenzando a irritarme.
——¡DICE JUNIO! ¡JU- NIO!
——¡HOY ES 19 DE JUNIO!
——¡DEJA DE BROMEAR!
Resoplando, Kai sacó su celular y me mostró su pantalla agresivamente. Me demoré dos segundos antes de darme cuenta de que quería que viera la fecha, la vi y decía 19 de junio.
Creía firmemente que él la había cambiado en ajustes para la broma.
——Es imposible.
Saqué mi celular y busqué la fecha en Google: Sí decía 19 de Junio.
——¿Qué mierda? ——La sorpresa e incredulidad arrebató la fuerza con la que se supone que diría eso. Salió como un susurro asustado. Yo claramente recordaba haber revisado la fecha antes de dormir, para contar cuanta días se había ido Yeonjun.
——Mira, luego hablamos bien porque no entiendo una mierda tampoco. Como al parecer no hiciste la tarea, no puedo perder más tiempo, necesito copiarla de Heesung o algo. Vamos. ——Huening Kai ya estaba jalándome a la clase. Ni siquiera pude reaccionar porque estaba tan extrañado como se podía estarlo.
Llegamos a nuestro salón, y felizmente, el profesor Jong no estaba presente.
Instintivamente, como estuve haciendo las últimas semanas, mi mirada viajaba instantáneamente hacia el sitio de mi Junnie, tan solo por si me daba con la bonita sorpresa de que estaba de vuelta.
Pero esta vez no sentí decepción al ver ese asiento, sentí irritación, porque ya no estaba vacío.
Pero no estaba Yeonjun, estaba Hyunjae.
Huening Kai, en lo que me había quedado viendo hacia el invasor, ya había pedido la tarea de alguien y de alguna forma, me había obligado a sentarme en mi asiento antiguo junto a él; él ya estaba copiando la tarea apresuradamente.
Yo seguía sin poder relajar el ceño.
——¿Que hace Hyunjae en el asiento de Yeonjun?
——Ese siempre ha sido su sitio ——me respondió sin mucha atención, concentrado en copiar.
——No, ahí es Yeonjun ——Ya estaba muy irritado. Todo estaba ocurriendo de una manera tan impensada y extraña esa mañana...
——¿Quién?
——Yeonjun.
——¿Es nuevo?
Ya molesto, lo tomé del hombro e hice que me mirara, deteniéndolo de copiar.
——¡Bin, espérate que todavía me faltan dos ejercicios!
——¿Cómo que nuevo? ¿Qué estás diciendo?
Se soltó de mí y siguió escribiendo.
——No sé ——dijo también al parecer irritado, probablemente por la tarea ——. Lo dije porque no lo conozco.
——Yeonjun, Choi Yeonjun. Kai, tus bromas ya me cagaron la mañana. Detente, no es gracioso.
——A mí me molestó que no me prestaras la puta tarea, pero ya déjalo ——Su muñeca se movía con una rapidez increíble al anotar, de pronto soltó el lapicero y cerró ambos libros, suspirando ——. Listo, terminé ——exhaló y luego me miró ——. Ya ahora sí, hombre, ¿qué diablos tienes hoy?
——Nada, sabes que soy cercano a Yeonjun y no se aparece hace semanas y-
——Soobin ——Me detuvo negando con la cabeza ——, ¿quién es Yeonjun? Sigo perdiéndome.
——¡Yeonjun, dios! El-
——¡Hola chicos! ——Una voz femenina nos interrumpió por la espalda junto a un brazo sobre mi cuello, con Kai giramos la cabeza al mismo tiempo y nos encontramos a Jiwon. Era una chica de mi grupo de amigos antes de conocer a Yeonjun, mejor amiga de Heejin.
——Llegas tarde ——se burló Kai señalando su cabello negro. Ella tenía una hoja en él.
——Ugh ——Botó la hojita ——, corrí hasta aquí y casi me caigo como diez veces por los tacones, todo para que Jong viniera tarde, fabuloso.
Ella jaló una silla de por atrás y se sentó entre nosotros.
——Mejor para nosotros ——celebró Kai ——. De todos modos, Soobin está actuando raro, Wonnie.
——¿Y eso es noticia nueva por? ——casi rió.
Lo raro era que hablaban conmigo como si no hubieran estado ignorándome años, literalmente.
——¡Tú eres el que está portándose raro! ——lo inculpé.
Jiwon rió.
——¿Qué pasó?
——Soobin sigue hablando de un tal Yeonjun.
Jiwon escuchaba atenta.
——Ya... ¿Y quién es?
De seguro se habían puesto de acuerdo para molestarme.
Tratando de no explotar, exhalé y respondí tranquilo, siguiéndoles la broma.
——El modelo y actor.
——¿En dónde sale? ——preguntó intrigada Jiwon ——¿Es guapo? ——Levantó las cejas sugestivamente.
——¡Pero si eres su fan, dios! Toda la vida lo has sido.
——Mhmm... No recuerdo ese nombre.
Estaba por arrancarme los cabellos, lo juro.
——¡Pero si está en nuestra clase! Oigan, basta, no es gracioso.
La mirada que compartieron esos dos, tan solo me molestó más.
——Ok... Kai tiene razón, algo te picó hoy.
——P-Pero... Es Yeonjun, maldita sea. Mundialmente conocido. Su broma de mierda ni siquiera tiene sentido.
——Conocido en su casa ——se burló Jiwon.
——A ver, busquemos en Google. Choi Yeonjun, ¿verdad?
Asentí sintiendo a un nudo en mi garganta formarse.
Después de unos segundos, Hyuka nos mostró la pantalla a los dos.
Nada.
Algunos Choi Yeonjun de páginas amarillas.
¿Dónde estaba la información de Wikipedia? ¿Donde estaban las millones de fotos?
——No existe, sino aparecería, por más que fuera un famoso a medio pelo, siempre aparece en Google ——dijo Jiwon.
¿Qué mierda estaba pasando?
Pasé mis manos por mi cara intentando estabilizarme.
——Tengo que estar soñando.
——¿Perdón?
——Nada, nada ——Ni siquiera quería hablar con ellos. Estaba por tener una crisis, necesitaba calmarme.
Lo de Google ya no era una broma.
——Iré a mi asiento ——dije.
——Este ya es tu asiento ——respondió Huening Kai como si tuviera que hablarme con cuidado.
Me había levantado, pero me senté de golpe. Me sentí vacío por dentro de repente.
Pude ver con mi vista periférica como compartían otra mirada compasiva pero confusa.
——Bueno... Los veo en el receso, creo que ya viene Jong ——anunció Jiwon y se dirigió a su asiento.
——Binnie... ——La suave voz de Huening me llamaba.
No era cierto. No podía
Me giré hacia los que estaban sentados detrás de nosotros, cortando su conversación.
——¿Conocen a Choi Yeonjun? ——les pregunté a Lisa y Minhee.
Ellos parecieron pensarlo un poco antes de negar con la cabeza.
——Amigo, quizás tuviste un sueño raro anoche.
——Sí, y ahorita despierto, supongo.
——¿Qué?
En ese momento, Jong ingresó al salón.
Escapé de la universidad como estaba acostumbrado a hacerlo, pero esta vez lo hice sin él, y por razones diferentes.
Mis amigos me preguntaron qué me sucedía. No sabía que carajos decirles.
Le pregunté a cada persona que pude sobre Choi Yeonjun: nadie sabía quién demonios era.
Incluso le pregunté a Heejin, yo sabía que ella no me mentiría, pero ella tampoco tenía idea.
Ella me tomó de la mano mientras yo intentaba seguir el hilo de la conversación que ellos mantenían en la cafetería, pero yo la quité rápidamente y notoriamente, de una manera muy brusca.
Todos miraron a nuestra dirección, vi sus ojos confundidos sobre mí, a Jiwon fastidiada, luego vi a Heejin cabizbaja y avergonzada.
——No me siento bien, debo irme.
Me levanté y me fui, ninguno me detuvo.
El nudo en mi garganta cada vez se hacía más grande.
Luego lo recordé.
Las fotos en mi celular. Eso no podría mentirme, así que esperanzado, lo saqué.
Pero cuando busqué las tantas fotos que había tomado de él, de nosotros, no había ninguna sola.
Luego revisé mis contactos, no estaba el número de Yeonjun, ni su manager, ni el de la cocinera de su casa.
Me iban a fallar las piernas, así que me senté en una banca que vi al cruzar un parque. Con las manos temblando, entré a Instagram y Facebook. No estaba Yeonjun en ninguno, su cuenta verificada no estaba.
Estaba empezando a asustarme en serio, una risa ansiosa salió de lo más profundo de mi garganta como un sonido horrible.
Necesitaba algo, cualquier cosa que me dijera que era una mala broma.
Me levanté de mi asiento y tomé el primer taxi que vi hacia su casa.
Quince minutos después, estaba de pie frente a su casa. La misma ostentosa casa.
Exhalé sonriente porque eso quería decir que todo lo ocurrido en el día era mentira. La casa era real.
Toqué el timbre cuatro veces. Me abrió una señora de avanzada edad, una mucama.
Pero no era del personal de Yeonjun, a ellos los conocía todos.
——Dígame, joven.
Recé porque fuera nueva.
——¿Sabe cuándo volverá el joven Choi Yeonjun? ——Mi voz salió ridículamente aguda porque estaba por llorar.
Cuando la señora frunció el ceño, clavé mis uñas en mis palmas para no llorar.
——Disculpe, se está confundiendo de morada. Aquí vive la familia Yoo.
La abuela no iba a mentirme, di un paso atrás y asentí tragando duro. Ella cerró la puerta con una sonrisa ladina.
Mis rodillas cayeron al pasto, sentía que mi camiseta estaba ajustándome hasta no respirar.
Las paredes traseras de esa casa eran de vidrio reflector, al recordarlo, corrí hacia la parte trasera y entonces me vi.
En un movimiento desesperado, me quité el polo con un único objetivo.
Cuando vi mi espalda desnuda totalmente blanca, cuando no vi el tatuaje, salió el primer sollozo de desesperación.
Volví a ponerme el polo y tomé un taxi a casa. Traté de calmarme en el camino, diciéndome a mí mismo que no estaba volviéndome loco, que era un sueño.
Mordí mi labio para no sollozar frente al taxista y sentí el sabor de la sangre.
Pasé la mano por mi cuello, y el collar que jamás me quitaba, aquel collar que me regaló, tampoco estaba.
Lloré en silencio hasta llegar a casa.
Abrí la puerta, y mi mamá, quien estaba en la sala viendo televisión, se sorprendió al verme en la casa por la hora.
Se levantó de sillón y apagó la televisión.
——Cielo... ——Se acercó a mí con el ceño fruncido ——¿Por qué estás llorando, cariño? ——Su mano estaba más fría de lo usual cuando acarició una de mis mejillas ——¿Saliste antes porque te duele algo? ¿Necesitas algo?
Tragué saliva dos veces antes de poder enunciar palabra, estaba ahogándome con aire.
——Mamá ——Mi voz prieta ——, ¿recuerdas a Yeonjun?
Ella negó preocupada.
——No, mi vida, no lo conozco. Quiero saber qué te pasa, dime Binnie.
Sonreí, roto, a punto de vomitar.
——Me duele... e-el estómago. ——No podía detener los sollozos.
——Cariño, ¿vamos al hos-
Negué con la cabeza y subí a mi cuarto, dejando a mi mamá ahí mismo, confundida y sola.
El estómago me daba vueltas. Como pude, con mis piernas débiles, llegué al baño, caí de rodillas, y devolví todo lo que había comido en el día, o sea nada.
Mi cuerpo estaba temblando y no podía dejar de llorar, caí en cuenta de que estaba teniendo un ataque de pánico.
Después de cinco minutos de batallar para que el aire regresara a mis pulmones, respiré tranquilo y me eché en mi cama.
Necesitaba dormir. O despertar.
Así que cerré los ojos y pensé en su sonrisa y en todos los momentos que vivimos juntos.
No estaba loco, tan solo era una horrible pesadilla.
Nota:
Dedicado a AngiNekoUwu dubaduwarywary Annie-28 NYERYose ❤️ Lxs adoro TT.
Lamento errores F.
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