13

Ella rodeó la mesa y fue entonces que pude verla: tan bonita como siempre. Usaba el cabello suelto, una falda corta gris y una camisa blanca. Usara lo que usara, Jiwon siempre se vería hermosa.

Y así como así, con su sonrisa de revista fue a abrazarlo muy animadamente por el cuello, lo que Yeonjun correspondió.

Estábamos frente a frente, por lo que pude ver en primera plana como posaba sus grandes manos abiertas en su pequeña espalda baja, casi cubriéndola por completo, y claro que tenía que verme a los ojos mientras lo hacía.

——Eres un inmaduro ——lo acusé fingiendo desidia, intentando de que no me afectara ——. ¿Por qué ella?

——Era mi fan dentro de tu cabecita , ¿recuerdas? ——musitó sin dejar de verme. Seguidamente depositó un beso suave en su hombro, y eso, no sé cómo expresarlo más allá de que no me gustó ——. Además que luego de ti, ella siempre me pareció la más bonita.

——Pff... ——Bufé incrédulo y algo sardónico ——. Sigue con tu circo.

Yeonjun dio una media sonrisa que hubiera pasado por coqueta sino hubiera sido por la malicia de la situación.

Su mano fue bajando hasta que rozó su muslo, y de imprevisto lo levantó. Pude escuchar un pequeño jadeo por la parte de mi amiga, quién se aferró más a su cuello.

——¿Te divierte esta mierda? ——le pregunté perturbado ——. No te haces una idea de lo inmaduro que estás actuando.

Acarició su pierna y dejó un pequeño beso en su cuello, todo sin dejar de mirarme.

——El querer probarte y querer conocer tus límites no es inmaduro ——Volvió a sonreír ——. Es divertido.

——No Yeonjun, es estúpido. Madura.

——Solo quiero que estés en mi lugar una vez, y ni siquiera, pero esto es lo más cercano que alguna vez vas a estar de mi posición tan jodida ——musitó mientras la seguía acariciando.

Incrédulo, lo dejé ser.

——Haz lo que te dé la gana entonces.

——¿No te molesta? ——preguntó bajito, apretando su cintura con fuerza. Me quedé  atento viendo cómo las venas de sus manos se remarcaban.

¿Por qué tenía que verse y sentirse todo tan real?

——No.

Aquella mano de la cual yo había sido victima numerosas veces, de la misma y hasta peores formas, bajó más hasta manosear lo poco que cubría ese ridiculo pedazo de tela gris.

——¿Y si hago esto? ——Y la mano apretó posesivamente, se escuchó un jadeo en el salón, que no era proviniente de ninguno de los dos.

Esta gilipollez estaba escalando demasiado rápido, y mucho. ¿Qué diantres pretendía?

Mierda, ¿por qué estaba empezando a dolerme el pecho así? ¡Era una completa estupidez! No era real, era tan solo un capricho suyo, primero porque mi amiga tan chiflada nunca se hubiera dejado someter de esa forma... Aunque... Yo hubiera dicho lo mismo de mí, tiempo atrás, antes de conocerlo...

No había duda: Yeonjun tenía el poder de corromper hasta una virgen si se lo proponía. Era un manipulador excelente, y tal vez yo ya estaba cayendo en su segunda trampa, porque en la primera había caído tal como Alicia en el agujero insondable del conejo, me había enamorado al punto de querer distorsionar la realidad, de sacrificar mi vida... Todo... Todo por un ser inhumano que muy dentro de sí, disfrutaba la idea de imponerme un dolor emocional que equivalía al peor de los castigos, uno que era ignoto para mí en ese entonces, el de los celos.

La siguió acariciando, me seguía molestando algo dentro de mí, continuó sonriéndole como si yo no estuviera ahí, como si el que no tuviera voz, presencia ni opinión fuera yo; ella se veía tan enamorada... ¿yo me vería igual? Por favor, quién no. Quiza Yeonjun había sido una sirena en su vida pasada.

¿Por qué seguía mimándola así? ¿Por qué me estaba haciendo eso? ¿Por qué quería llorar? Carajo, con Yeonjun todo siempre fue lágrimas, incluso en nuestros momentos más felices, siempre habían lágrimas inexplicables. Tal vez era mi atormentada alma diciéndome que me alejara del potencial peligro que podría destruir mi existencia entera, advertencia que ignoré contra todo pronóstico, porque si le hubiera hecho caso, no habría estado dentro de un sueño, en un viejo salón de arte, observando como mi supuesto novio espiritual estaba a punto de comerle la boca a mi mejor amiga.

Me quedé mirando como un imbécil. Había un ancla invisible atada a mis pies y lágrimas -que no quería dejar libres- en las orillas de mis ojos, su mano estaba su cuello y sus ojos en sus labios, el malestar de lo que estaba por pasar me hizo actuar. No pude soportar ver a Yeonjun con alguien más, había perdido de nuevo en su juego

Tomé la muñeca de Yeonjun en mi mano y lo separé, con la mirada le pedí lo que mi corazón añoraba, lo que entendió perfectamente, como siempre...

Lo había detenido de consolidar lo que tal vez me habría hecho derramar más lágrimas, y dignidad. Nuestros ojos se encontraron con una exquisitez punzante: él parco, yo intentando pretender lo mismo. No había reaccionado como lo esperé cuando me vio hecho mierda. Mi conclusión fue que tontamente, me había humillado a mí mismo: aceptando dicha estupidez solo para después llorar y tragarme mis palabras...

Supongo que ganaste, Yeonjun. Creo que te amé mucho, demasiado para mi propio bien.

Mi respiración arruinada, la suya estable, mis ojos rojos inyectados y lagrimeantes, los suyos secos... ¿Por qué siempre terminaba de esa forma?

Ninguno dijo nada, en algún momento desapareció Jiwon, no lo noté porque estaba ocupado intentando no ahogarme en sus ojos negros, y es que tenía que haber una clase de magia oculta en ellos...

El siguiente en decir algo iba a sufrir el doble, lo sabíamos, era mejor callar y que nuestros ojos discutieran y se arrancaran las palabras reclusas por la cobardía. Nosotros no éramos lo suficientemente valientes.

Aún así hubieran pasado horas, probablemente yo nunca hubiera dicho nada. Yeonjun lo hizo, cabizbajo

——Suficiente, ya probé mi punto, ahora tienes que despertar.

¿Qué decía de mí que yo haya querido que se quedara contra viento y marea? Las lágrimas, cortesía suya, aún no se evaporaban por completo; ¿Acaso ya no me valoraba en lo más mínimo? Lo peor de todo era que yo era consciente de ello, pero me importaba una mierda. Yo quería quedarme con él.

Yo, tristemente, me había convertido en la definición de masoquista.

——No te vayas ——le pedí con un hilo de voz.

Soobin, todo era llorar, maldita sea. Estaba harto.

Su semblante cambió a uno dolido: me cuestionaba si es que me había equivocado o había dicho algo que lo había lastimado para que ocupara esa expresión, pero resultaba que él estaba disgustado consigo mismo.

——Esto... ——Me miró casi asustado, preocupado, ansioso quizá. Si Yeonjun hubiera sido más fácil de leer, nuestra historia no hubiera terminado como terminó  ——. Esto no está bien ——Negó numerosas veces con la cabeza, como procesándolo todo ——. Diablos yo... No soy una buena persona, Soobin. No... No puedo, no... Me tengo que ir.

Hizo el ademán de irse, pero lo sostuve de la manga antes de que se diera la vuelta. Todavía seguía triste y afectado, pero si por lo menos la culpabilidad ya lo había tocado, una conversación decente podía solucionar las cosas. Él no tenía por qué dejarme de nuevo.

——Aguarda ——musité, sorbiendo de mi nariz una última vez, tampoco pretendía arrodillarme y aferrarme a sus piernas, rogándole que se quedara ——. B-Bien, ganaste, tenías razón, los celos son una mierda, fui un inconsciente por burlarme de ellos.

——No, Soobin ——Se soltó de mí ——, ¿acaso no lo ves? Carajo, ¿pero qué me pasa? Soy un impulsivo de mierda. No tenía porque hacer eso, n-no está bien, no-

——¡Pero podemos hablarlo! Ahora entiendo tu perspectiva, ¡y está bien! Seré más cuidadoso, lo prometo, solo no te vayas, por favor, no nos despidamos, Junnie... n-no así.

Yeonjun me rompió el corazón de nuevo negando obstinado.

——No, no lo entiendes, Soobin. Es que... Siempre nos terminamos haciendo daño de alguna forma. Yo siempre actúo por impulso y luego me arrepiento, tú también... Todo... toda nuestra confianza se ha ido construyendo a base de ladrillos de disculpas... ——susurró dolido y cabizbajo, dándose cuenta.

Y que yo estuviera dolido importaba dos pepinos cuando él tambien lo estaba. Acuné su rostro con cuidado y cariño para que me mirara.

——L-Las relaciones no son perfectas. Y-Yo... antes de saber de tu secreto, siempre me aterró la idea de que me dejaras y te enamoraras de alguien más, siempre sentí que no era lo suficientemente bueno para ti, lo sigo sintiendo... Sé que lo que acabo de ver es falso, pero mi cerebro lo procesó como si fuera algo real. Yo tan solo me imaginaba eso de los celos como algo teórico, pero cuando te vi así con ella, mi corazón reaccionó como cualquier corazón enamorado, supongo ——Sonreí y barrí su primera lágrima con mi pulgar ——. Y eso es lo genial contigo, siempre puedo aprender cosas nuevas... Por eso, quédate, ¿sí, mi principito? Realmente lamento mucho todo. Yo sé que te tendrás que ir en algún momento, pero por lo menos hoy, quédate ——le rogué.

Síp, estaba súper jodido.

Me miró con tanta intensidad que casi me desmayo. Yeonjun sujetó delicadamente mis dos muñecas y se acercó a darme un beso corto y lento.

——Suenas como un loco, Choi Soobin, no sé si eso me encanta o me asusta ——susurró en mis labios al separarse.

——A mí el segundo, pero el primero solo si es contigo.

Acarició mi piel unos segundos más, hubiera deseado fueran horas.

Lo siguiente que dijo fue devastador.

——Creo que debemos darnos un tiempo.

Sentí genuino pánico recorrer mis venas, mis ojos se abrieron un poco más.

——¿Qué?

——Solo unos días ——me intentó convencer apoyando su frente contra la mía  ——. El cumpleaños de Heejin es en una semana, ¿verdad? No volveré hasta un día después de su cumpleaños. C-Creo que es mejor así, de paso le puedes dedicar toda la semana a tu novia y prepararle un bonito regalo, porque por más que la envidie a morir, no puedes odiar a una persona como ella, tan noble... S-Sí, eso haré, será una semana buena para poder pensar, para que ambos lo hagamos, Soobin ——Se soltó de mi agarre y me vio fijo a los ojos ——, te lo pido también porque dudo poder estar esa semana contigo sabiendo que la tienes rondando tu mente. Siempre terminamos peleando por ella, y no es justo, para ninguno de los tres.

Tenía toda la razón, pero no quería, carajo.

——Yeonjun...

——Volveré en una semana.

Mi visión empezó a hacerse borrosa. Mierda, no, estaba pasando.

——¡No, espera!

——Te amo.

Desperté en mi cama. Quería golpear algo. Yeonjun estaba viéndome, él podía irse siempre, pero si yo lo intentaba, no funcionaba, porque fuera dentro o fuera del sueño, él me seguiría.

——Imbécil... ——susurré.

Otro asqueroso día.

Mi alarma sonó para ir a la universidad. Buenísimo.

Sin remedio me vestí y arreglé, bajé las gradas y de inmediato mis fosas nasales se inundaron con el olor de comida casera.

——Hijo, come todo, por favor, me has tenido preocupada últimamente.

Le di un beso en la mejilla para dejarla tranquila, tenía que aprender a canalizar mis sentimientos con la persona correcta, ya no me desquitaría con mi amorosa madre ni con nadie que no se lo mereciera. Eso era entre Yeonjun y yo.

Estábamos echados en el pasto, mirando el cielo. Un profesor nos había cancelado la clase, así que decidimos pasar el tiempo libre de esa forma.

——¿Un pato? ——preguntó Kai.

——Sí, mira, ese es el pico y eso chiquito del costado es la cola ——Jiwon señaló la nube.

——Yo lo veo más como un zorro, o un gato...

——¿Alguna vez se han enamorado?

Mis amigos hasta se sentaron para mirarme, pero como mis ojos estaban fijos en el cielo, solo lo intuí.

——¿Qué mosquito radioactivo te decidió picar hoy? ——preguntó bromista, Jiwon.

——Solo quiero respuestas, es por la ciencia ——intenté bromear, y felizmente mis amigos rieron por lo bajo. Estar con ellos era terapéutico.

——¿Problemas en el paraíso? ——inquirió Kai.

——Pregunta bien, idiota ——regañó a Kai y luego se dirigió a mí ——. ¿Problemas con Heejin?

—No, estamos bien, solo que... ——Tenía que inventar algo ——. Hablé con mi mamá de unos temas.

——Oh... Mmm... Bueno, la verdad no tengo una respuesta clara a tu pregunta. ¿Enamorarse cómo? ——preguntó ella.

——¿Qué clase de pregunta es esa? ——se burló Kai.

——Pues uno puede enamorarse de muchas formas, Kai, lo sabrías si hubieras tenido pareja ——contratacó.

——Mejor solo que mal acompañado ——dijo mirándola.

——Oh, eso fue indirecta ——reí.

——Cállate.

——Bien, volviendo al tema, amigo, la verdad no sé, como dijo Jiwon, supongo que nunca me enamoré como tal. Si hablamos del enamorar de amar, creo que no, pero enamorar de que me han gustado chicas, pues sí, varias.

——Eso es más superficial, tonto. Soobin se refiere a amar, ¿verdad?

Asentí sin entender muy bien a qué. Jiwon tenía razón, el amor era tan complejo... habían mil tipos y formas. Tan subjetivo como complicado.

¿El mío? Lo era jodidamente todo. Todos los adjetivos posibles.

——Mmm, entonces yo diría que sí. ——Terminó por responder Jiwon.

——Por favor... ——intervino indignado Kai ——, tus ex son mandriles, aunque no, pobres monitos, no merecen esa comparación. Y no solo hablo del fisico, eh.

——Buen aporte, Kai ——comenté.

Jiwon entornó los ojos.

——Ay, no sean mentirosos, guapos eran. Pero sí, los dos unos grandes imbéciles. Buenas personas en general, y por supuesto que llegué a amarlos, por lo menos a Jaebum, ¿sino por qué estaría con ellos?

——Las relaciones de hoy en día son tan vacías, algunas... ——opinó Huening.

——Es verdad ——concordó ella ——, pero yo sí sentí algo.

Eso no era amar en mi diccionario. Si no era lo suficientemente apasionado como para volverte loco, no merecía ser llamador amor.

——Gracias ——dije en cambio ——, ya tomé nota ——bromée.

——De nada.

——Igual si quieres consejos amorosos, pídeme a mí, los gustos de Wonnie son cuestionables.

Le pellizcó a Kai.

——¡Yah, loca estúpida!

Cada vez era más consciente del tiempo. Fue la semana más larga de mi vida.

Acompañé a Heejin hasta su casa, como siempre, compartiendo audífonos. Cada vez faltaban menos días para su cumpleaños.

——¿Qué te sucede? ——me preguntó de pronto.

——¿Hmm?¿Por qué preguntas?

——No estás aquí.

——¿Qué?

——No has estado presente todo el día. Estás distraído, como desconectado.

Era obvio que se daría cuenta, no tenía ni las fuerzas para desmentirlo o pretenderlo.

——Lo siento, estoy cansado. Me dejaron mucha tarea. ——Forcé una sonrisa.

——Está bien, puedes ir a casa si estás muy cansado. Puedo ir sola.

Que fuera tan linda y comprensiva conmigo, a veces me frustraba, justo en la culpa.

——No, está bien, déjame acompañarte.

Me sonrió y no presionó más. Fuimos en silencio cómodo hasta su casa.

Ya en su puerta, me dejó un beso en la mejilla.

——Hasta mañana, Binnie.

Cuando yo llegué a la mía, me dispuse a hacer tarea esa semana. Por lo menos no tenía que obligarme a dormir, porque aún así si yo lo hacía, él no iría a mi sueño. Yo sabía que Yeonjun no jugaba con su palabra.

Tres días después...

——Eres el peor novio del mundo, Soo, y ustedes que criticaban tanto a mis ex.

——No insultes a nuestro amigo, por favor.

——Dejen de jugar a Tom y Jerry una vez y ayúdenme, maldita sea. Tengo tres días para preparar algo épico. Quiero sus bocas cerradas a menos que las abran para dar buenas ideas ——El silencio fue abrasador ——. Fabuloso, los mejores amigos.

——¡Perdón, mi creatividad está oxidada!

——La mía igual.

——Y la mía está peor, por algo les pedí ayuda.

——Te estás complicando mucho, cómprale unas rosas, unos chocolates y ya ——sugirió con indiferencia nuestro amigo.

Jiwon y yo lo miramos ofendidos.

——Como se nota que no conoces a Heejin ——Jiwon dijo, insatisfecha.

——Eso no es precisamente un insulto. Además, ¿está mal lo que dije? Es un detalle común pero bonito. No entiendo el pecado. ——Rodó los ojos.

——Heejin es súper detallista con esas cosas ——le hice saber ——. En nuestros cumpleaños siempre nos preparó regalos preciosos. Para ella los cumpleaños son muy especiales, Kai.

——Ah, bueno. Mmm... ¿Cartitas?

——Ya hemos repetido mucho eso ——Negué con la cabeza.

——Exacto.

——¿Una cita romántica entonces?

——Eso, eso. Vamos por buen camino. Usa esa cabecita oxigenada ——Aplaudió Jiwon.

——¿No que no tenían ideas?

——Cállate, nos cortas la inspiración ——me silenció Jiwon.

——Mmm... ¡Ya sé! ¿Picnic? ——Huening tenía buenas ideas por primera vez.

——¡Ay sí! ——le celebró ella ——. Pero dame algo más, eso es demasiado simple.

——Tiene que ser en un lugar mágico ——dijo pensativo.

——¡El parque! ——Casi exclamó su idea.

——¿Eso es mágico, Jiwon? ——Hasta se veía ofendido ——. Huele a caca de perro.

——Diablos, tienes razón.

——¿Un restaurante con buena vista?

——Estoy corto de dinero ——informé, descartando todas las posibles ideas parecidas.

——Picnic entonces... ¡Oh dios, ya sé! ¿Soo, recuerdas ese mirador al que fuimos una vez? ¡Es un lugar perfecto!

——Ni idea, pero suena romántico, me gusta, así ven el sunset juntos... ——Jiwon suspiró, imaginándolo.

Para ese punto yo solo los escuchaba intercambiar ideas.

——Ajá, ajá... Pero algo falta, ¿no?

Estaba por perderme, estaban hablando muy rápido.

——¡Sí! ¡Un regalito, un detalle!

——Cartas pues.

——Que ya reciclamos demasiado esa idea. Ella siempre nos sorprende con algo nuevo, debe ser algo nuevo.

——Mmm, ¿un anillo?

——¡Me encanta! ¡Anillos de pareja!

——¿Qué parte de corto de dinero no entienden?

——Vamos Soobin, no debe ser de oro, ella valora el simple gesto, aún así sea de acero, ella lo amará.

——Entonces picnic, mirador, anillos... ——recopiló Kai.

——¿Un collar no sería mejor? ¡O mejor todo! ¡El set completo!

——Muchachos, no cago plata.

——Piensa en una opción barata, la cadena de hilo y entonces la plaquita puede ser de metal grabado, ¿verdad Kai?

——¡Sí! Imagínate esto: Ustedes en ese precioso mirador al atardecer, teniendo un picnic romántico, con anillos de pareja, tú poniéndole el collar mientras de fondo suena-

——¡Bien, basta! ——Tenía que ser una puta broma ——, les agradezco su lluvia de ideas. Ya veré que saco de ahí.

Traducción: Nada.

——¡El plan está perfecto! ——chilló emocionada.

——Sí oye, no lo cambies. Haz algo bien una vez, Choi.

——Como no quieras tomar esa idea, la tomo yo, o sino ayúdame a planear algo, Kai.

——Lo siento, con Soobin ya me sequé.

——¡Kai!

Se me hizo costumbre hablar solo en mi habitación. Cualquiera hubiera pensado que estaba loco.

——Supongo que escuchaste. Pareciera que nos espiaran, ¿no? ——reí un poco por la infortunada coincidencia de aquella tarde ——. Tranquilo, no haré eso. Pensaré en otra cosa. Haré un buen trabajo para que dentro de unos días pueda verte sin remordimientos.

Dos toques en mi puerta, mi mamá entró. Disimulé lo mejor que pude.

——Cariño, la cena está lista... ¿Con quién hablabas?

——Solo. Estaba pensando en voz alta, ma.

Ella me sonrió divertida.

——Entiendo. Baja a comer rápido que se enfría. Te espero abajo.

Solo cuando estuve seguro de que mi madre se había ido, me permití hablar con él de nuevo.

——Te extraño... Quiero que los días se pasen volando, no puedo esperar para verte.

——¡Se enfría! ——gritó ella desde la primera planta.

——¡Ya voy, mamá!

Sonreí. Pronto...

Nota:

Hiatus de un año. ¡Volví!

Ojo, no está corregida, debe haber mil errores, sorry for that. Besito para todos <3

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