06

Yeonjun estaba sentado en el asiento de copiloto.

No podía creer que estaba viéndolo de nuevo, no lo creía posible. Fue una reseteada para mi sistema tenerlo ahí de nuevo, mi corazón se detuvo. La forma en la que Yeonjun me hacía sentir, el cómo controlaba mi cuerpo y mente... Es indescriptible. Si él quería que estuviera triste, lo estaría, si él quería que fuera feliz, dependía de él. Puede que suene enfermo y estoy muy consciente de que nuestra relación no tuvo los mejores inicios y tampoco el mejor desenlace, pero siempre estuvo presente en mí, ahí conmigo y en la forma en la que vivía la vida, que Choi Yeonjun iba a ser mi pequeño mundo colorido dentro de uno gris, uno más grande y sin color.

Choi Yeonjun siempre sería mi salvación y castigo.

Amar de esa forma no estaba en mis planes, reducirme a nada sin amor tampoco, no obstante, siempre volvemos a donde fuimos felices, ignorando la premonición del caos, del fin.

Mirando su expresión seria, olvidé todo mi enfado, olvidé mis maldiciones y mis amenazas, de inmediato supe que lo quería todo con Yeonjun.

¿Que me había usado? Sí. ¿Me había mentido? Sí ¿Pero lo amaba? La respuesta de eso era más que un simple monosílabo.

Su nombre salió de mi boca como si hubiera estado esperando la vida entera para pronunciarlo. Desde que se fue, quise forzarme a olvidarme de su importancia y significado, pero bueno, creo que la locación y el estado en el que me encontraba revelaba el chasco de mis planes.

Sus ojos no brillaban como siempre, sin embargo, su cara se veía relativamente igual exceptuando aquella expresión sosegada, pequeños rizos cubrían su frente. No sabía si era mi percepción por la falta de días juntos o no, pero me pareció verle el cabello más crecido.

Me sentí tan nervioso como un niño durante su primer día clases, como un enamorado adolescente en su primera cita, como un amor perdido en su reencuentro... Sentía que el corazón estaba intentado escalar por mi garganta, así de mal me tenía ese chico.

Ya no me sentía alcoholizado, pero parecía ser que la necesidad era más grande en mí justo por ese hecho. Lo había extrañado tanto... Era insulso negarlo.

Entonces lo abracé con desesperación. Me tiré encima de su pequeño cuerpo casi subiéndome al asiento del copiloto.

Volver a tocar su piel... Su peculiar olor a limpio...

——Yo te extrañé tanto ——le confesé en un lloriqueo, pero sabía que él tenía noción, confiaba en que me había visto sufrir por él. ¿Lo disfrutaba?

Eso era lo que me preguntaba. ¿Qué hacía de vuelta en mi mente? ¿Habría llegado por compasión a la mente del chico que enamoró perdidamente? ¿Quería despedirse como era debido, disculparse? ¿O tal vez fueron mis súplicas de necesidad lo que lo orillaron a hacerlo?

Choi Soobin siempre fue un chico orgulloso, pero como bien dicen y pudieron notar, eso cambia, y puede bastar un segundo para que el mundo de alguien esté de cabeza. Como el mío.

Yeonjun no me abrazó de vuelta de inmediato, cuando no lo hizo sentí a mi corazón agrietarse un poco más.

Segundos después con inseguridad sostuvo mi espalda y acarició lentamente.

La radio nunca dejó de sonar. Me preguntaba si ahora era una recreación de la realidad.

——No deberías estar aquí ——susurró él.

¿Aquí donde, contigo? ¿En este maldito barranco que me llamaba cuando pensaba en tu ausencia?

No pude preguntar, estaba demasiado embriagado con su esencia.

——No creí que vendrías ——dije. Como el desastre que era yo, culpa suya, volví a llorar ——. No te odio, Yeonjun, todo lo que dije era mentira, quédate conmigo, ¿sí? Fui un idiota, lo sé. S-Solo no me dejes de nuevo así.

——En algo tenías razón, Soobin ——El tono de su voz también era más agudo ahora, por estar refugiado en su pecho no pude ver, pero intuía que tal vez estaba igual que yo, liberándolo todo ——. Yo nunca estuve ahí contigo y nunca lo estaré. No me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo, solo pensé en mí y en lo que yo sentía. Y el amor no es eso, cariño ——Besó mi cabeza ——, no lo es.

Presentía que en cualquier momento se evaporaría en mis brazos, por lo que me aferré aún más su cuerpo si eso era posible. No quería que se alejara de mí, no de nuevo. Sabía que si lo hacía me invadiría lo peor.

¿Por qué tenía que ser irreal si podía sentir sus manos en mi cuerpo tan bien? ¿Si podía sentir su cálida respiración en mi cuello? Yo podía sentir a mi corazón latir contra el suyo. ¿Dónde estaba la puta mentira?

No tenía que haber una si yo no lo quería, si no lo pensaba. Yo tenía ese poder.

Me separé de él y busqué sus ojitos, necesitaba mirarlos al decirlo.

——No me importa, se egoísta, puedo vivir con ello, me gusta. P-Puedo pretender que nada de esto pasó, ¿sí? H-Hagamos lo de siempre. Contigo soy feliz, es mi hogar, Junnie ——¿Estaba haciendo algo malo? ¿Por qué se veía asustado de mis palabras? ——Al abrir los ojos, cuando no estés tú, seguiré... Me convenceré de que todo es una mentira. ¡Sí! Justo así como antes. Solo tengo que repetírmelo y se-

——Soobin ——Sus ojos apagados brillaron por las lágrimas bajo el brillo de luna que entraba por la ventana. Incluso tristes se veían hermosos ——, ¿estás escuchándote en este momento? ¿L-Lo loco que suena? Nos hemos hecho mucho daño mutuamente... Tenías razón... Yo... Yo no soy real y nunca v-voy a poder serlo. No puedo darte de lo quieres, jamás voy-

——¡Eres real, Yeonjun, para mí lo eres! ¡Sí puedes! ——interrumpí ——Claro que puedes, mi amor, solo tú puedes. Y-Ya me cansé de pretender que puedo ser feliz sin ti. Me has... Me has hecho un idiota dependiente ——Le sonreí intentando parecer seguro, sin el llanto de por medio tal vez hubiera sido más convincente ——, entonces ahora lidia con ello, ¿q-quieres? N-No me hagas mendigar por tu amor como hoy. No podré soportar mucho tiempo así... Porque ya intenté de todo para quitarte de mi ser y n- ya no puedo.

Pegué mi frente a su pecho, escondiéndome y a su vez refugiándome en mi peor debilidad. Sentí su corazón desbocado latir contra mis huesos: Él me amaba también, podía verlo y sentirlo, y eso me tranquilizó.

——Nunca lo intentaste en serio, Soobin. Quiero, créeme que quiero, pero me hiciste ver que no puedo ser egoísta así, no contigo, necesitas seguir con tu vida-

——¡¿Crees que no lo intenté ya?! —— Me volví a separar de él y esta vez por completo, volví a mi sitio dejándolo con las manos en el aire ——¡¿Acaso no me has visto día y noche intentar dejarte atrás?! Estás burlándote de mí, ¿verdad? ¡¡De todo, Yeonjun, he hecho de todo! No estaría aquí si algo de eso hubiera funcionado. Ahora... Ahora mismo estoy siendo realista.

Tan solo lo solté todo

«Quiero odiarte, quiero enojarme contigo y verte con desprecio, quiero... ——Mis palabras lo estaban lastimando, lo podía ver en su carita. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? ——Quiero hacer muchas cosas que no puedo, Yeonjun. Ya me rendí, el vacío dentro de mí es tan grande que yo sé... Sé que va a terminar de consumirme algún día, va a terminar matándome.

——Soobin... Por favor, no digas eso.

——¡Es que no puedo! ¿No lo entiendes? ——Colérico golpeé con fuerza el timón, soltando un gemido de dolor al mismo tiempo ——Soy tuyo, Yeonjun, desde el primer jodido momento que cruzamos miradas, desde ese primer día, yo dentro de mí supe... Algo en mi interior me dijo que serías tú. P-Por favor entiende.

Una nueva mueca llorosa se instaló en su carita, pero no pude ver aquella expresión terminar de romperse porque me abrazó con fuerza, como yo a él antes.

——Jamás vuelvas a decir algo como eso ——suplicó con voz temblorosa ——. Nunca nada malo va a pasarte.... P-Podemos hacerlo funcionar, ¿está bien? Porque~ Porque yo tampoco puedo estar sin ti.

¿Qué iba a saber yo que ese pequeño principito tan irritante sería mi universo entero meses después?

Al momento de caer enamorados el uno del otro, caímos a un agujero insondable, sin retorno. Ya estábamos muy lejos de todas formas.

Me tranquilicé en sus brazos, solo él tenía ese poder curador. Lloré lo que tuve que llorar y ahora sí sabía que era la última vez, estaba convencido de ello porque solo Yeonjun me daba esa seguridad. Ya no lloraría solo en mi habitación deseando un nuevo día, una nueva oportunidad. Ya no, porque ya la tenía.

Sabía que no debía estar confiando en él cuando la víctima de sus mentiras siempre fui yo. Pero además de que no tenía opción, sus palabras en cada ocasión fueron ley para mí, eso nunca cambió tampoco.

Las caricias no se detuvieron, me empezaba a quedar dormido en su pecho.

——Necesito decirte tantas cosas... Quiero contarte todo ——balbucée quedándome dormido.

——Mañana te prometo que lo hablaremos con calma, ¿sí? ——Otro besito más en mi cabeza ——. Ahora vas a despertar sobrio y vas a volver a casa. Necesito pensar bien las cosas, Soobin.

¿Qué tenía que pensar? ¿No quería estar conmigo? La ansiedad se adueñó de mi cuerpo.

——No ——Apreté con fuerza sus hombros con el ceño fruncido, los ojos me pesaban así  que tampoco pude abrirlos ——. No te vayas.

Me arulló con cariño.

——Es peligroso, amor, es muy tarde, tienes que volver a casa.

——No... Porque te vas a ir y no vas a volver...  Yo no sé si todo eso me lo has dicho por pena, tú bien sabes que cada cosa que te he dicho, lo he dicho desde lo más profundo de mi alma, Yeonjun, lo has visto...

Yeonjun acunó mi rostro y lo levantó hacia él, me miró tres segundos con tanto amor... antes de besarme.

Casi rompo en llanto de nuevo por esa acción. ¿Cómo puedes amar a alguien tanto?

Sus labios eran suaves contra los míos resecos. Mi estómago dio un vuelco por la emoción.

De alguna forma volví a vivir. Era como si después de mucho tiempo nuevo oxígeno estuviera entrando a mis pulmones.

El beso fue suave y lento, un vals casi tímido, lleno de sentimiento, eso me llenó y puso en pausa la sensación de nostalgia.

Yeonjun se separó tortuosamente lento y dejó un beso fugaz en mi nariz antes de hablar de nuevo.

——Te amo, Soobin. Te amo más allá de lo que es posible y sano amar a alguien. No tienes idea de lo difícil que fue para mí respetar tu deseo, pero justo porque te amo, lo he hecho. No es pena, y tú nunca, nunca fuiste un juego más. No fue diversión, tampoco es pena: siempre fue amor, Soobin, siempre. ——Su pulgar empezó a dar caricias en mi mejilla. Aún somnoliento, cerré los ojos e inspiré. Quise tatuarme ese momento en la cabeza. Si se suponía que iba a despertar sin él, quería acordarme de esa noche para poder tener la fuerza suficiente para levantarme de mi cama al día siguiente.

——Prométeme que volverás.

Tenía los ojos cerrados, pero de alguna forma lo vi sonreír.

——Te lo prometo, mi niño bonito ——Depositó un nuevo beso en mi frente ——. Mañana aclararemos las cosas como deben ser. Ahora vas a levantarte, vas a manejar con cuidado a casa, vas a dormir y vas a seguir viviendo como siempre, como si esta noche no hubiera pasado, pero al mismo tiempo, sin poder olvidar un solo momento de esta.

——No, espera... Solo un rato más.

——No, Soobin, ya es tarde y es peligroso.

——No te irás, no te expulsaré de mi mente, no tengo que dormir si no quiero. Si estás aquí no creo que le pase nada a mi cuerpo.

——No tienes que hacer que me quede, yo puedo irme. Te estaré viendo mañana.

——No, Yeonjun espera.

Como si no hubiera sido suficiente, dio un besito más en mi cabeza.

——Uno... ——contó él.

——Amor, espera-

——Dos...

——Yeonjun...

——Tres. Dulces sueños, cariño.

Fue como magia.

Abrí los ojos por inercia y yo ya no estaba apoyado en su pecho, en su lugar era el duro timón. Estaba solo y ya lo extrañaba.

Él estaba mirándome, escuchándome...

Ya no me sentía ebrio en lo más mínimo. Sonreí al vacío y susurré:

——Gracias Yeonjun.

Faltaban muchas cosas que arreglar, muchos pendientes por discutir y demasiado por corregir. Pero por lo menos tenía la certeza de una cosa: No importaba lo débil que me sintiera o lo dudoso que él, nuestro amor siempre sería más fuerte que las adversidades. Y eso me daba la esperanza de un mañana mejor.

El sol siempre sale después de las peores tempestades, la mía había cesado y estaba seguro que mi sol brillaría como ninguno otro, solo debía esperar. Incluso si no fuera para siempre.

Nota:

Ten linda semana ❤️

¿Alguna vez les ha pasado que cuando leen algo les vienen escalofríos? Por alguna razón al escribir esto me sentí así, idk.

Disculpen errores, iré corrigiendo poco a poco, besos.

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