XII
Agradecería mucho si en los comentarios me avisarais si hay algún error o algo mal escrito, ya que estoy utilizando una aplicación para reemplazar palabras para no copiar todo xD. Gracias.
*****
Lucas saboreó sangre cuando ChenLe lo golpeó en la mejilla con una expresión de ira en su rostro, lejos de todo el mundo. JunHui no estaba con ellos, para fortuna de ambos, sino que estaba junto al resto de niños en el lugar siendo cuidados por dos profesores para que así interactuaran entre ellos a pesar de todo.
ChenLe le escupió, asqueado.
- ¿Creías que no iba a darme cuenta? - gruñó ChenLe furioso- . Soy tu maldito omega, Wong, y eso significa que estoy conectado a ti. ¿Creías que no me daría cuenta de tu corazón acelerándose cuando ves a Jackson?
El alfa bajó la vista cuando llegó la segunda bofetada en su mejilla mientras ChenLe comenzaba a sollozar, sus hombros sacudiéndose por el llanto.
- Te odio - escupió ChenLe- , fingiendo que todavía me amabas...
- Te quiero - dijo Lucas con seriedad- , te lo prometo. Esto por Jackson es una estupidez, tú eres mi omega, eres a ti a quien amo.
ChenLe dejó salir un bufido de burla, sacudiendo su cabeza con incredulidad.
- ¿Sabes qué es lo peor? - dijo ChenLe- . Que Jackson no tiene la culpa de nada, sólo has sido tú el... el idiota que se ha enamorado mientras yo...
- Mi amor...
- ¡Vete a la mierda!
ChenLe se volteó, marchándose de allí con paso enojado, limpiando su rostro furiosamente, y Lucas no le siguió porque sabía que el omega sería capaz de darle otro golpe.
Acarició su mejilla adolorida, siendo consciente de que se merecía todas esas bofetadas porque lo que había hecho era imperdonable: no sólo se había acostado con Jackson para ayudarlo con su celo sino que también generó sentimientos que rozaban lo romántico, y eso, en definitiva, era cruel y vergonzoso, en especial porque fue durante la época en la que ChenLe no estuvo por cumplir con esa horrorosa condena que le habían impuesto.
ChenLe se había dado cuenta antes que nadie, por supuesto: Lucas había dejado de visitarlo todos los sábados, hablando poco sobre lo que ocurría y evitando mirarlo a los ojos. Y cuando llegó con el olor a celo de Jackson encima...
Antes de ese encuentro, por su buen comportamiento, dejaban que las visitas fueran en el comedor, sin una ventana de por medio, pero ChenLe había enloquecido y se lanzó a golpearlo, dejando su mejilla rasguñada y sangrante por la herida que alcanzó a hacerle, y desde ese día le prohibieron a ChenLe aquellas visitas, teniendo que ver a la gente que le visitaba sólo por medio de un ventanal y un teléfono.
Lucas sabía que ChenLe estaba alejando a Jackson a propósito y algo dolía en su interior porque antes de eso ellos dos fueron buenos amigos. Jackson fue a cenar muchas veces a su casa cuando lo invitaban en las fiestas como Navidad o Año Nuevo (sobre todo cuando Lucas se dio cuenta de que Jackson pasaba aquellas festividades sin compañía alguna porque no tenía a nadie allí), fue una de las primeras personas en enterarse del embarazo de ChenLe, estuvo a su lado cuando fue el día del parto y conoció a JunHui desde el día que nació, cuidándolo con dedicación cuando ellos salían a cenar o querían pasar un tiempo juntos.
Él sabía lo mucho que les dolía, tanto a ChenLe como a Jackson, toda esa situación, pero no sabía cómo arreglarlo.
Ni siquiera sabía cómo ahogar esos tontos sentimientos que tenía también, que no correspondían, que no tenían motivo de ser.
Pero Jackson había estado cuando más lo necesitaba, cuando ChenLe no estaba y JunHui era imposible de controlar y cuando todo parecía ser un maldito desastre que no podía solucionar. Jackson–
Se enderezó cuando sintió la presencia repentina de alguien.
- Te estaba buscando - dijo Song a modo de saludo- , ¿por qué soy la última en enterarme de todo el desastre que está pasando aquí? - parpadeó, desconcertado, y la mujer suspiró- . El hijo y el alfa de Jiā Ěr, su celo...
Lucas soltó una risa cansada.
- Muchas cosas en pocas horas - señaló mirándola.
Song lo agarró de la barbilla, obligándolo a sostenerle los ojos.
- No te sientas culpable por cometer errores y querer llorar, Lucas - dijo Song con dulzura- , ante que un alfa, eres un humano, ¿está bien?
Su garganta se apretó, pero se limitó a asentir antes de empezar a contarle a Song todo lo ocurrido en las últimas horas.
*****
Jackson despertó, sofocado.
Pensó por un breve instante que se debía a que su cuerpo estaba otra vez en celo, sin embargo, terminó por descartarlo cuando notó el brazo de JaeBum sobre su cuerpo, envolviéndolo en un abrazo protector, roncando profundamente.
Se revolvió, rodando sobre la cama, sintiéndose confundido un instante antes de que su estómago se contrajera por la dura realidad.
MinHo. JaeBum. Celo. Omega. Alfa.
JaeBum.
JaeBum.
Observó otra vez el rostro de JaeBum, tranquilo, calmado a su lado, y su primer instinto fue acurrucarse contra él una vez más, frotar su nariz contra su cabello, dejando que el olor del alfa lo envolviera, pero terminó por descartarlo cuando pensó en lo ocurrido.
JaeBum. KyulKyung. La mentira más grande del mundo inventada por la loca de su hermana. La mentira que lo arruinó por completo.
Quiso romper a llorar por todo lo que significaba.
Sin embargo, se controló lo suficiente como para enderezarse, sentándose en la cama, agarrando una de las batas que dejaban allí torpemente, envolviéndose en la tela para luego caminar a paso titubeante hacia la puerta.
Su omega se revolvió, queriendo volver a la cama, a los brazos de JaeBum, y se sintió confundido y perdido porque todavía estaba en celo, eso lo tenía claro, pero necesitaba salir, necesitaba un poco de aire, y luego quizás podría volver, permitir que JaeBum le hiciera el amor una vez más o–
Abrió la puerta, gruñendo por el hambre, pero antes de poder dar dos pasos unos brazos se envolvieron a su alrededor y tenía a un enojado MinHo contra su pecho, sus piernas rodeándolo, colgándose como un mono, frotando su cabello contra su cuello.
- Hueles mal - gimió MinHo molesto- , no hueles a mamá. Lo odio.
Calor lo recorrió cuando su hijo –su bebé, su príncipe, su todo– lo estaba abrazando como si nada, posesivo, malcriado, justo como lo recordaba.
- MinMin, estoy sucio - le recordó con cariño.
MinHo gruñó.
- No importa - dijo- , el olor de papá es malo. Apesta y te deja a ti oliendo mal - el menor le miró con falsa inocencia- . No me molestaría que huyéramos de él.
Comenzó a reírse sin poder controlarlo, recordándose catorce años atrás, cuando tuvo su celo con JaeBum y MinHo se volvió todo gruñón y celoso cuando lo sostuvo en brazos, alegando que ahora olía distinto.
Cerró la puerta detrás de él.
- ¿Dónde están Jinnie y Innie? - preguntó mientras MinHo se enderezaba.
- Se fueron a dormir - dijo MinHo- , pero yo no pude hacerlo. Quería... Debía asegurarme que... Bueno, que papá no iba...
- JaeBum jamás me levantó la mano ni me obligó a nada, MinHoonie - le dijo Jackson cariñosamente- , no tienes que enloquecer por eso.
MinHo abultó sus labios en un mohín enfurruñado, hablando con sus mejillas infladas en actitud avergonzada:
- Lo sé - dijo compungido- , pero es que no quiero que te alejes demasiado. Siento que... que podrías desaparecer en cualquier momento...
Jackson parpadeó, agarrando las mejillas de MinHo y dándole un apretón cariñoso para luego besarle la frente, permitiendo que el menor volviera a acariciar su cuello con su mejilla para impregnarlo en olor familiar.
- No me iré - le dijo con firmeza- . No dejaré que te alejen de mí ahora que estás conmigo, MinMin - le revolvió el cabello- . Ahora ve a dormir algo, yo necesito una ducha y regresaré con tu padre.
MinHo vaciló un instante.
- ¿Lo perdonaste? - preguntó recelosamente.
Jackson desvió los ojos.
- Mañana hablaremos - fue todo lo que dijo Jackson, y por su tono de voz, MinHo supo que su mamá no iba a dar el brazo a torcer.
Volvió a hacer una mueca, marchándose de allí con pasos enfurruñados, y sólo cuando no había nadie mirándolo Jackson se permitió apoyarse en la pared, jadeando por el celo que parecía dispuesto a atacarlo otra vez.
Se tambaleó con lentitud hacia el baño del lugar, su omega revolviéndose por querer volver a la cama, acostarse junto a JaeBum y permitirse ser mimado, pero Jackson necesitaba algo de soledad para poder ordenar sus pensamientos. Para poder mantener a raya al omega en su interior que se estaba saliendo de control otra vez.
Llevaba tanto tiempo sin sentirlo que le era, por muchos momentos, un completo desconocido.
Entró a la ducha, echando la bata para después abrir la llave, su piel erizándose cuando agua fría golpeó su piel pero quizás eso era lo que necesitaba. Jadeó, aturdido, y se sobresaltó cuando sintió una presencia detrás de él.
Se volteó de golpe, encontrándose con el tenso rostro de Lucas.
Parpadeó, aturdido.
- ¿Xuxi? - preguntó un poco desorientado.
- Hueles a celo - murmuró Lucas sacudiendo su cabeza como para despejarse- y a alfa. ¿No deberías...?
- Quería bañarme - se defendió Jackson importándole poco si estaba desnudo porque no era la primera vez que Lucas lo veía así.
Antes se habría avergonzado. El omega de antes se habría puesto colorado para después tratar de cubrirse con la bata, pero había aprendido –y entendido– que su cuerpo no era algo de lo que debería sentirse avergonzado. Que, muchas veces, su cuerpo podía ser un arma que todos ignoraban.
- No te ves bien - dijo Lucas- , ¿necesitas ayuda?
Algo en sus palabras hizo que su mente se activara.
- No - dijo cuidadosamente- , es mejor si vas a dormir. ChenLe y JunHui deben estar esperándote, Lucas. Yo terminaré y volveré con...
- Con tu alfa - terminó de decir Lucas con algo de amargura en su voz- . ¿No que habías acabado con ellos, Jacky?
Humedeció sus labios, su cabello pegándose a su frente, el agua fría manteniéndolo despierto para tratar de pensar con claridad.
- JaeBum es mi alfa - contestó con calma.
- ¿Alguna vez me notaste a mí? - preguntó Lucas bruscamente.
Antes de poder contestar, otra persona habló:
- ¿Lo hiciste, Jacky?
Hubo un breve momento de pánico en el que Jackson se sintió como ese torpe, asustado y aterrado joven de dieciocho años, viendo el momento en el que JaeBum aparecía de pronto, enfurecido, agarrando a YuGyeom y golpeándolo debido a los celos, pensando que la escena iba a repetirse, que JaeBum agarraría a Lucas producto del lado posesivo que tenía su alfa, pero...
Pero JaeBum sólo se quedó bajo el marco de la puerta abierta, vestido con los pantalones, medio dormido todavía, calmado pero alerta.
No había ira en sus ojos, no había celos irracionales, sólo tranquilidad.
Lucas apretó su mandíbula.
- No - dijo Jackson sintiéndose como un extraño- , no Lucas. Eres mi amigo. Nada más.
Lucas sacudió su cabeza, sin decir cosa alguna, girándose. JaeBum se hizo a un lado cuando el alfa salió del cuarto con rapidez para luego observar a Jackson, todavía bajo el agua, entumido.
- Te vas a resfriar - señaló JaeBum preocupado, entrando y cerrando la llave.
Jackson quiso decir algo, ser capaz de ordenar sus pensamientos en ese entonces, pero su mente se volvió como gelatina cuando los dedos de JaeBum acariciaron su helada y desnuda piel, envolviéndolo en la bata para que dejara de tener frío.
Su omega interior ronroneó por el gusto de ser tocado por su alfa, de ser su centro de atención.
- No... no estás enojado - afirmó entonces Jackson con torpeza.
JaeBum detuvo sus movimientos, levantando la vista, y ambos se miraron.
Jackson sintió que se ahogaba al sentir los ojos oscuros del alfa sobre él, como si quisiera devorarlo, y le asustó que una parte suya no se negaba a eso.
- Estoy furioso - admitió JaeBum con tono calmo- , me llena de rabia pensar en ese alfa tocándote o que tengas sentimientos por él - el más bajo apretó su mandíbula un segundo- . Pero tú eres libre, Jackson. Y aunque tengas mi marca, tú renegaste de mí y puedes hacer lo que quieras.
Su aliento quedó atrapado en su garganta.
No sabía cómo reaccionar ante las sinceras palabras de JaeBum: una parte suya se alegraba de eso, de que el alfa frente a él ya no le mirara como un objeto, como una pertenencia, que no hubiera reaccionado como antes ni se hubiera impuesto a la fuerza como muchos alfas harían en esa situación. Que JaeBum pareciera entender que una relación no se trataba de tú eres mío y debes hacer lo que yo te ordeno.
Pero había otra parte suya, ese lado omega con el que seguía luchando en ese instante, que pareció quebrarse ante lo dicho por el alfa porque su omega quería pertenecer a él, pero no en el sentido enfermizo y celoso que tanto asustaba a Jackson, sino en otro sentido. En el sentido de sentimientos, de cariño, de querer, de amor. Una parte de Jackson quería amar a JaeBum, ser capaz de entregarle todo y dejar que el alfa le diera el mundo entero, que sus sentimientos pertenecieran a JaeBum, y los de JaeBum fueran de él, de nadie más.
Así como antes, como cuando todo parecía ir bien y se sentía amado.
No dijo cosa alguna mientras el alfa continuaba cerrando la bata sobre su cuerpo, tomándole la mano y llevándolo de vuelta al cuarto. Jackson se recostó sobre la cama en tanto JaeBum ordenaba las prendas de ropa.
- ¿Por qué no... no marcaste a KyulKyung? - preguntó entonces con voz temblorosa viendo como JaeBum se detenía- . Eres un... un alfa. Tienes ne... cesidades...
El alfa se volteó con una expresión confundida.
- Porque te amo.
Tan honesto, tan certero, tan seguro, como si no hubiera duda alguna en sus palabras.
Humedeció sus labios.
- O a otro omega. Pudiste hacerlo - su propia voz salió estrangulada, ahogada por el dolor- . Pudiste olvidarme. Pudiste... amar a cualquier otra persona.
JaeBum arrugó el ceño.
- ¿Por qué debería hacerlo? - preguntó JaeBum suspirando.
Jackson se sentía débil, febril, luchando por mantenerse concentrado y no dejar que su omega lo domine por completo. Su desesperado, asustado, casi muerto omega.
- Porque te abandoné - sus ojos se llenaron de lágrimas- . Porque renegué de ti. Porque te dejé de lado con mi bebé a cargo. Porque... - su garganta se apretó- . Porque te odié, JaeBum, te odié cuando tú no... tú no hiciste nada malo. Y a pesar de eso yo...
Jackson no sabía cómo demostrárselo, cómo decirle con palabras todo lo que estaba sintiendo porque temía volverse blando y débil y sumiso como antes. Temía que JaeBum le mirara otra vez como ese tonto, estúpido omega que estaba desesperado por afecto, tan desesperado que era capaz de entregar todo por nada a cambio.
Jackson no quería ser otra vez un omega que proteger y cuidar. Jackson quería que JaeBum lo mirara como un igual, como alguien a quien tener a su lado y no de rodillas.
- Ni siquiera te escuché - Jackson quería alcanzarlo, rodearlo con sus brazos, pero era un cobarde, un maldito cobarde- . La última vez que... que estuvimos juntos, ¿ya lo sabías?
JaeBum ladeó la cabeza, reflexivo, suavizando la mirada en sus ojos.
- Eso no es importante - contestó impasible, pero suspiró cuando Jackson lo observó con insistencia- . Si lo sabía, Jackson. Fui a verte para contarte, pero las cosas no se dieron y luego...
Recordó esa tarde, a JaeBum haciéndole el amor, tocándolo como si fuera un objeto precioso, esperanza brillando en sus ojos, y cómo él había tratado de desviar la atención a otro lado para que el alfa no pudiera convencerlo de perdonarlo, de seguir juntos cuando todo estaba mal y arruinado.
Jackson pensó durante catorce años que JaeBum lo había engañado. Había creído durante todo ese tiempo que el alfa se acostó y folló con su hermana, que ese hijo que ella esperaba era de él; y no sólo eso, alimentó su odio, su desprecio, su ira, en base a ese hecho, en base a esa horrible mentira.
Y ahora que sabía la verdad, ¿qué le quedaba?
Con el odio ahora extinto sólo quedaba el dolor, la pena, la tristeza y desesperación de haber sabido que pasó catorce años lejos por... por...
- ¿Por qué no...? - su voz se quebró y antes de poder detenerlo, lágrimas escaparon de sus ojos- . ¿Por qué no me... me buscaste, JaeBum? ¿Para... para de-decirme la verdad?
JaeBum lo vio roto, llorando entre jadeos y gemidos bajos, lágrimas derramándose por sus mejillas, y quiso moverse para abrazarlo, para sostenerlo, para llenarle el rostro de besos.
Pero permaneció en su lugar porque sabía que ese dolor pertenecía sólo a Jackson, que Jackson necesitaba llorar para sacar todos esos sentimientos de su interior y que durante tanto tiempo lo carcomieron.
- Porque tenías razón - dijo llamando su atención- , en tu carta. Y Lalisa, tu amiga, también tenía razón cuando me dijo si realmente creía que el amor sería suficiente para esto - JaeBum se sentó a su lado pero no hizo amago de acariciarlo- . Me dijiste que entendías a KyulKyung, que podías comprender su desesperación por actuar para tener todo lo que deseó, y que sabías que ella no se detendría. Ella no se habría detenido por nada del mundo. Si te lo hubiera contado, ¿qué habría cambiado, Jackson?
- Yo no... Podría haber...
- MinHo, legalmente, ya no te pertenecía, ahora era mío - le interrumpió con amabilidad JaeBum- , y si decidías llevártelo, KyulKyung no habría dudado en contarle a todo el mundo que MinHo no era hijo mío para que así lo mataran. Y si no lo hacías, pero te quedabas, ella no habría estado satisfecha sabiendo que ambos estábamos tan cerca todavía así que habría buscado a algún alfa de mala muerte para que te forzara y así marcara, rompiendo nuestro enlace. No, Jackson, tenías que irte, era la única forma de que tú estuvieras a salvo y MinHo también lo estuviera. Tú supiste primero que todos que ella no iba a detenerse.
Jackson sollozó, asintiendo, pero eso no aminoraba el dolor. Eso no lo hacía más soportable. Tal vez, más adelante, podría comprenderlo mejor y asumir que no se había equivocado, sin embargo, en ese instante sólo dolía.
- Te odié - admitió Jackson- , durante... tanto tiempo, yo... yo te odié, y tú no... no lo merecías... Yo lo... lo arruiné todo, ¿no es así? Tú no... No hiciste nada malo y yo me fui y... y los dejé, ni siquiera fui... fui capaz de...
- No digas esas cosas - JaeBum lo agarró de las mejillas, obligándole a sostenerle la llorosa mirada- . Te decepcioné. Te agredí. Te dije cosas horribles y humillé porque me sentía con el derecho de hacerlo - tomó aire- . Te dejé solo. Te mentí. Te oculté lo ocurrido con KyulKyung. No te protegí - JaeBum le dio un beso pequeño- . Los dos fuimos culpables de esto, Jackson. Puede que yo tenga más culpa que tú o viceversa, pero somos culpables al fin y al cabo.
Jackson volvió a soltar un gemido de dolor, sacudiendo su cabeza, su frente apoyándose en la de JaeBum, y permitió que los labios del alfa le acariciaran el rostro por todas partes, le besaran de mil formas que no creía posibles.
- Te quiero, te amo - murmuraba JaeBum con cada nuevo toque- , y sé que duele todavía, Jackson. Sé que todavía duele.
El omega no podía ponérselo en palabras. No podía hablarle sobre lo mucho que sentía lastimado a su omega, lo herido que parecía, cuánto sufrimiento parecía tener en su interior, porque parecía que nunca sería suficiente. Sólo sabía que todo eso hacía que doliera algo en su interior.
- Si tú... si me dieras la oportunidad de sanarte... - continuó JaeBum acariciándole el rostro.
- ¿Después de todo, lo harías? - preguntó con voz triste.
JaeBum lo miró.
- ¿No hacen eso las personas que se aman, Jacky-ah? - preguntó con pena.
Jackson se arrumó a su lado, dejando que el alfa lo abrazara por la cintura, apoyando su cabeza contra su pecho, importando poco que fuera más alto que él, que tuviera que encogerse.
- ¿Cómo puedes amarme luego de todo? - dijo, su voz ahogada- . Yo me odio.
JaeBum le sonrió, revolviéndole el cabello, y le dio un beso en la frente.
- No digas esas cosas - regañó suavemente- , no puedes odiarte, Jacksonnie - le dio otro beso- . YoungJae dice que no puedes odiar ni a Hitler, ¿por qué te odiarías a ti?
Jackson se atragantó con su saliva, incrédulo, y comenzó a reclamar. JaeBum sólo se rió, aliviado de ver esa sombra de dolor fuera, esa mirada triste lejos, y se prometió que haría lo posible para no volver a verlo así otra vez, porque Jackson no debía estar nunca triste.
Jackson había nacido para ser feliz, no para estar lleno de dolor.
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