Momento para dos

Gun nunca se consideró un omega insaciable, no hasta que Off volvió a su vida de golpe y todo su interior pareció ansiar tener al alfa sobre él. Literalmente.

Por ello, cuando Off sugería escaparse y tener un tiempo para ellos, no podía decir que no. Por lo normal, follaban cuando estaban en casa, pero luego de múltiples quejas provenientes de Chimon y Sammy, optaron por buscar otras opciones.

Como ir a un motel y pasar la noche juntos.

Chimon había reclamado y quejado cuando le dijeron que tendría que cuidar a sus cuatro hermanitos ese día —los trillizos y el menor de todos, un bebé bonito de dos años llamado Tom— pero cuando Off dijo que no era necesario que los cuidara, que ellos podían follar en su casa, Chimon accedió sin reclamar.

Así que ellos se escaparon y buscaron un motel, donde no habían dudado en desnudarse apenas la puerta se cerró.

En ese momento eran las dos de la mañana, pero Gun no se sentía cansado. Para nada agotado, a pesar de todo.

Mordió su labio inferior para no chillar cuando Off volvió a meter su polla en su ano rosado y abierto, gruñendo contra su oído, sin embargo no pudo callarse cuando comenzó a moverse.

—Te gusta, ¿no, Gunnie? —murmuró Off agarrándolo de la cintura, su pene abriéndolo sin problema porque ya estaba abierto por las dos folladas anteriores—. Te... te encanta... mmm... Mira cómo me... me tragas...

Lloriqueó por las múltiples sensaciones placenteras que estaba sintiendo, observando su rostro en el espejo que había frente a la cama. En ese instante estaba en cuatro, apoyado en sus rodillas y codos, sus piernas separadas mientras Off le follaba sin problema alguno.

No podía dejar de observar su propio rostro con cada embestida, avergonzándose al ver sus expresiones de placer y éxtasis a medida que Off golpeaba su próstata ya sensible.

—Sí, sí, sí... —balbuceaba entre gemidos con cada nueva penetrada— a-ahí... Alfa...

Chilló al sentir a Off saliendo de su interior, su ano contrayéndose en la nada, para luego ser atraído sobre el regazo del alfa, que se había acostado sobre la cama. Por la posición parecía que Off deseaba que le montara, sin embargo, que también se observara en el espejo.

Separó sus nalgas para dejarse caer sobre la polla dura de Off, pero el más bajo agarró sus muslos, sentándolo sobre su vientre, levantando un poco su cintura para frotar su pene contra su entrada, sin ingresarlo a su interior.

Gun lloriqueo, desesperado, pero un gruñido del alfa lo mantuvo callado.

—Mírate —murmuró Off, agarrando su culo.

Gun se vio a sí mismo en el espejo, con las piernas abiertas y en el aire, su pene erecto contra su estómago, sus nalgas separadas mostrando su ano. Su entrada roja, abriendo y cerrándose con cada respiración suya, el semen que Off había eyaculado en su interior saliendo y deslizándose por su trasero. Su rostro manchado también con la esencia de Off, sus mejillas blancas y pegajosas.

Gimió con fuerza y Off comenzó a deslizar su pene en su ano, haciéndolo jadear.

—Mira tu cara —ordenó Off, sus dientes deslizándose por su cuello— mira como... como quieres que te folle y te deje abierto y lleno de mi semen, ¿no es... es así, Gunnie?

—Alfa... —rogó con la voz desesperada— alfa... por favor...

—Anda, salta y fóllate a ti mismo —Off lo soltó— eres tan sucio...

Gun no tardó en obedecer, mordiendo su labio inferior para no gritar mientras saltaba sobre la polla de Off, golpeando su próstata repetidas veces hasta que apenas podía mirar por sus ojos llenos de lágrimas. Pero no pudo callar su voz cuando el alfa deslizó sus manos por sus pechos sensibles e hinchados por la leche materna que su hijo menor todavía bebía.

Off se rió al escuchar el gemido de placer del omega, ahora sin saltar pero moviendo su culo sobre su regazo, su pene apretado y cálido por el interior del chico, y sus dedos apretaron sus pezones, más excitado al sentir el líquido siendo expulsado.

Gun gritó cuando, con rapidez, Off lo dio vuelta, dejándolo frente a él, demasiado sensible y excitado.

—¡Ohh... Off! —Gritó Gun al volver a ser follado, pero ahora los labios del alfa se cerraron alrededor de un pezón, su mano acariciando su otro pecho—. ¡No...! ¡E-eso me...!

—Te hace lubricar más —gruñó Off contra su pezón antes de comenzar a chupar, morder y marcar.

No se equivocaba: Gun empezó ahora a gemir escandalosamente, su ano apretándose alrededor del pene del alfa, su interior lubricando más y más mientras chupaba la leche que Gun tenía.

Cuando vio a los trillizos hacer eso por primera vez y después a Tom también, sintió unos irracionales celos porque su alfa decía que esos pechos, esos pezones, eran suyos y de nadie más. Y cuando descubrió lo sensible que ponían a Gun, cómo se volvía más cachondo y necesitado, lo aprovechó a su favor por completo.

Anudó y eyaculó en su interior entonces, sin dejar de mamar, sintiendo al omega temblar mientras también se corría entre sus pechos al mismo tiempo que era llenado por el semen de Off.

Segundos después ambos se derrumbaron sobre la cama, respirando entre jadeos.

—Mis botoncitos de goma... —lloriqueó Gun, viendo las marcas alrededor de sus pezones oscuros.

—Tú te tragas mi leche y yo la tuya —bromeó Off antes de recibir una débil patada por parte del omega. Se volteó, mirando al menor—. Creo que cada vez te amo más.

Gun se rió, sacudiendo su cabeza y se subió al regazo de Off.

—¿Una cuarta ronda, mi amor? —preguntó Gun.

Off sólo sonrió, feliz.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Se acabó, espero que pudieran volver a disfrutar esta historia. Se que hay algunos errores que ya no pude corregir... pero  en fin...