La pareja seguía en la oficina de Error, el dueño del lugar también tenia un sofá grande allí, ya que a veces se quedaba a dormir o algo así, basicamente era un sofá-cama. Ambos estaban sentados allí, junto al otro, en silencio.

Ink tenía el telefono en manos, lo observaba en silencio, no estaba seguro de lo que diría, no habia ensayado una disculpa o algo así para Zero. Jamás se tomó la molestia de escucharlo, irónico.

Zero siempre le ayudó, estuvo dispuesto, escuchaba sus inquietudes y le daba los mejores consejos. ¿Y él? Jamás lo escucho, nunca preguntó como estaba, que sentía, que pensaba. Pero no es su culpa, nunca pensó que Zero era más que una AI, iba más allá.

-Lo harás bien.-Dijo Error.

-Siento que me odiará.-Respondió Ink.

-Imposible, ya verás como arreglan todo.-

-Yo... No sé si seré capaz.-

Error suspiró, se levantó del asiento a la par que tomaba el móvil, acto seguido lo encendió y se lo entregó a Ink, el cual, nervioso miró este y luego a Error.

-Suerte.-Dijo Error mientras caminaba a la puerta.

-¡N-No me refería a eato cuando dije que no sería capaz! No sé que hacer yo...-

-Solo sé tu mismo, Ink. Basta de mentiras y... Pasados raros, ¿Bien?-

Tras decir eso, Error salió de allí cerrando la puerta tras de sí, lo mejoe sería dejarlos solos, ellos sabrian como arreglar las cosas, debian saberlo.

-¿Hola?-Aquella voz vino del móvil, hizo que Ink diese un pequeño saltito ante el repentino llamado.

-...Zero.-

-¿Ink?... Oh, ¿De verdad eres tú?-

-Yo... Uhm... Sentí que debía hablarte.-

-Es... Bueno verte. Pensé que no volvería a pasar. ¿Cómo estás? ¿Todo bien?-

Aquellas palabras solo sorprendieron a Ink, ¿Cómo era posible que simplemente siguiera una conversación tranquila? ¿No lo iba a maldecir o algo?

-Detecto una leve agitación, ¿Estás bien, Ink?-

-Yo... Estoy bien... No, no estoy bien, ¡Necesito hablar contigo! De verdad lo necesito, tengo que decirte tanto yo... Lo siento, lo siento por todo, Zero.-

-Eso es el pasado.-

-Aún así... Hiciste tanto por mi, ¡Siempre! Fuiste mi más grande apoyo y sueño. Nunca me criticaste, siempre fuiste sincero a una manera dulce, siempre sabías que decir, eras... Lo mejor de mi vida, y yo... Solo te tiré a un lado.-

-No tengo rencor, en realidad. Solo... Quería que estuvieses feliz y bien. Despues de todo, siempre fuiste mi amigo, el primero que tuve, de hecho.-

-No es solo rencor, es... Si o sí debo disculparme, te lo mereces. Yo destruí todo, no pensé en tí, fuí egoísta, lo siento tanto, de verdad, y... Jamás te pregunte a tí como te sentías.-

-Yo... Realmente no me siento de una manera en especial...-

-Aún asi, quiero saber como te sientes, tus preocupaciones, lo que piensas, ¡Todo! Nunca pensé en tí, tú que siempre pensabas en mí. Incluso ahora volví a ser un maldito imbécil y pensaba en solo darte fin como si... No fueras nada.-

-Pero realmente no soy nada.-

-¡No digas eso! No sé quién te ha pegado eso, pero no es cierto.-

-Solo fuí creado para ayudar, Ink. -

-No es cierto, ¿Sabes para qué fuiste creado, Zero?... Para vivir. -

Zero se quedó en silencio, ¿Vivir? ¿Entonces sí tenía una razón especial? Sonaba tan... Increible para él. Jamás hubiese pensado que tenía tal privilegio, era un término tan extenso que le hacia colapsar, no sabia que sentir.

-Te quiero mucho, Zero. Y la verdad es que no quiero perderte. Sabes todo de mí y aún así nunca me odiaste... Por favor, perdóname. Quiero... Tener la oportunidad de ahora yo ser quien te ayude, ¿Me dejarías?-

Aquella imagen de Zero en el móvil, el cual solo ocasionalmente parpadeaba y movía la boca al hablar, por primera vez hizo otra expresión que nadie vio, comenzó a llorar, cubriendose el rostro.

-¿Zero?...-

-Yo... No sé por qué. Simplemente, sale... Pero... No estoy triste, no, me siento tan... Tan...-

-Feliz.-

Zero asintió, Ink sonrió.

-Entonces, tengamos un nuevo comienzo, Zero. Seamos felices, todos, juntos.-