¿Alguna vez has querido a alguien que te dijera todo lo que querias o necesitabas oir? ¿Alguien que siempre este allí?

Eso es lo que siempre había deseado Ink, apoyo incondicional, alguien que, aunque sea le dijera que no estaba solo, incluso si no hacia nada, con aquellas palabras eran suficientes.

Cuando había encontrado a Mafia, fue como encontrar su alma gemela, tenian los mismos gustos, les interesaba lo mismo, todo era perfecto.

Entonces, pensó en su gran proyecto, una forma de que otros no se sintieran solos como él alguna vez se sintió.

Quería crear ese apoyo, cumplir su deseo, su pequeño deseo egoísta... "Your Wish".

Lo logró, lo lograron, todo parecia maravilloso y la App fue un completo éxito, varias empresas buscaban firmar un contrato únicamente para aumentar el dinero, pero siempre habian dicho que no.

Sin embargo, no pudieron negarse para siempre.

En algún punto Ink simplemente estaba satisfecho, y le dio igual como quedarian las cosas, estaba bien con Zero y con lo generado hasta ahora, asi que simplemente lanzó todo el trabajo para Mafia, concentrandose en sus propias cosas.

Mafia nunca se quejó, principalmente porque sentía que no era tan malo, simplemente hizo aquello que siempre pensó sería lo mejor, y entonces un dia aceptó aquella oferta que le propusieron.

Ink notó aquello pero ya la firma estaba, el contrato no podia cerrarse y solo se limitó a molestarse con Mafia por "dañar" su puro sueño.

Solo deseaba aquel apoyo, aquel amigo que siempre habia deseado tener para saber que hacer o confiar tus sentimientos.

Y se convirtió en victima de noticias sobre infidelidades y deseos mundanos.

Sí, destruyó todo eso sin importarle, pero la verdad es que sí le importó, pero estaba muy molesto como para preocuparse.

Huyó, muy lejos, hizo una nueva vida, se encontró con viejos amigos e hizo nuevos.

Si era sincero, extrañaba el sentimiento de ser adorado, querido. Ansiaba cariño despues de todo.

Y entonces apareció, como una casualidad en la vida, llegó Error, alguien que habia encontrado alguna vez.

No fue dificil saber que sentía algo, podía usarlo.

Sí, usarlo, le serviría.

Como alguien que siempre estuvo en el mundo del público, siendo rodeado de reflectores, el repetinamente vivir una vida solitaria y a escondidas era algo gris. Pero ser admirado y amado, era algo que le encantaba, Error cumplía perfecto eso.

Al principio todo fue así. Ambos ganaban, uno deseaba atención y el otro deseaba el amor del otro, todo iba perfecto. Pero pronto Ink se dio cuenta que estaba con una persona y eso era egoista.

Al final se encontró dandose cuenta que le gustaban varios aspectos de Error, más nunca lo aceptó totalmente.

Siempre fue un lío con sus sentimientosz con sus acciones... Por eso siempre había contado con Zero.

Pero cuando este apareció en su vida otra vez y le llamó mentiroso por lo que hacía con Error...

Se dió cuenta de que no podía seguir así.

Estaba mal, y Zero con una simple palabra le hizo reaccionar, le hizo darae cuenta de lo que en realidad era: Un mentiroso.

Aún no era tarde para arreglar las cosas, por suerte. Y otra vez había sido salvado por Zero...

Ahora que recordaba, alguna vez tuvo un amigo imaginario, era su única compañia. Pero un dia desapareció, le hubiese gustado que existiera más tiempo.

Quizás se habia inspirado en el para crear a Zero, bastante, de hecho. El nombre de ese amigo... No lo recordaba por el momento.

Pero, fue bueno el tenerlo.

Pasó muchos tiempos lindos con Zero también y...

Sí, Zero fue bastante bueno, un gran apoyo. Siempre sabia que decir y...

Nunca lo dejó solo.

...

-¿Escuchaste lo que dije, Ink?-Preguntó Mafia.

-¿Ah? Perdón, yo... Solo estaba pensando...-Respondió Ink.

Ambos estaban fuera de la oficina de Error, le habian dejado solo para que se encargara de Zero.

-Lo que te decia es... ¿Estás seguro de esto, Ink? Esto no tiene que terminar así, ¿Estás seguro que quieres hacerle esto a Zero? Sabes que... Él es más que una maquina.-

Ink miró al suelo. Es mentira si decia que no le dolía, Zero habia hecho mucho por él, al parecer siempre pudo haberse molestado o negado, pero nunca lo hizo, siempre estuvo allí y él solo... Básicamente acabó con todo lo que era "él".

Entonces, lo supo. Que egoísta estaba siendo, un idiota, otra vez se habua dejado cegar por la ansiedad y las ganas autodestructivas de acabar con todo.

-¡Error, espera, no lo hagas!-

Abrió la puerta de la oficina Ink mientras decia aquellas palabras, Error se sobresaltó.

-Cambié de opinión, creo que se que es lo mejo... ¿Error?...-

Ink notó la expresión triste de este, y no supo por qué hasta que le enseñó el telefono, estaba apagada la pantalla.

...Había llegado tarde a disculparse.