Era otra bella mañana en la gran ciudad de Tokio, el sol se asomaba por la ventana de un chico de cabellos burdeos que usaba unos aretes hanafunda, todo era paz hasta que el sonido de la alarma le hizo alertar, pasaba su mano por todos los lados buscando su teléfono par?.?a apagar la música y para su mala suerte termino cayendo de la cama junto sus sabanas

-auch...- se lamento sentándose en el suelo y abriendo sus ojos que eran de un brillante color rojo, encontró el teléfono y lo apagó para ver con sorpresa unas grandes manos magulladas, esa noche se volvió a presentar esa clase de intercambios de cuerpos que kanao venía experimentando desde hace mucho, dentro del cuerpo de ese chico estaba la conciencia de kanao, se tocó el pecho sin sentir sus dos senos, bajo la mirada para notar un pequeño bulto en su entrepierna -hay.....algo hay.....- susurro -ahhhhhh- su cara de volvió un tomate viviente-

Se levanto del suelo y fue al baño a lavarse la cara, se vio mejor en el espejo y noto una extraña marca en el lado izquierdo de su frente, también noto que tenía una venda en su mejilla, lo tocó sintiendo un leve dolor, escuchó como la puerta de la habitación era tocada desde afuera

-¡nii-san! ¡Nii-san! ¡tanjiro-niisan! ¿¡Ya te despertaste!?- se escucho una tierna voz de una niña desde el otro lado, asustando a kanao, lo bueno es que ya sabia como se llamaba la persona del cuerpo, un tímido si salio de su boca -¿ya?, suenas diferente ¿te sientes bien?- volvió a afirmar con los nervios de punta -bueno, ¡sal ya que te estamos esperando, además llegas tarde!-

Escuchó como la pequeña se alejaba, salió del cuarto con nervios llegando a la sala donde estaban dos chicas, tres chicos y los que parecían ser sus padres quiénes se veían atareados y algo enojados, estos notaron la presencia del chico

-hoy te tocaba preparar el desayuno ¿no es así hijo?- pregunto dulcemente su madre terminando su desayuno junto los otros -¿te quedaste dormido?-

-lo siento- se disculpó con su familia de intercambio-

-ya nos vamos, desayuna ¿si?- dijo su padre levantándose de la mesa junto los otros niños los cuales tomaron sus cosas-

-esta bien-

-¡no faltes a la escuela aunque llegues tarde! ¿¡Vale nii-san!?- exclamaron al unido los cinco niños mientras salían junto sus padres -¡adios, nos vemos!-

Y sin decir otra palabra se alejaron dejando a kanao sola, esta fue a su cuarto a cambiarse y colocarse el uniforme, estaba apunto de hacer esas actividades pero luego escuchó su teléfono vibrar, lo tomo y leyó el mensaje

"Genya: no tardes, la clase ya comenzó"

-¿que? ¿Quien es este "genya"?- pregunto levantándose y buscando su uniforme -tengo que ir al baño...- susurro sonrojada-

Entro al baño a darse una ducha, aunque fue algo vergonzoso ya que tuvo que desnudarse, era incómodo ya que tenía que tocar el cuerpo de un chico, deseaba con todas sus fuerzas olvidar ese momento, salió del baño y se puso su uniforme, tomo sus cosas y salió del pequeño departamento y otra duda nació dentro de ella " ¿¡como es que pueden vivir todos ellos en este lugar tan pequeño!? " abrió la puerta principal y entro sintiendo como la brisa chocaba con su rostro

-estoy....¡¡estoy en Tokio!!- exclamo sorprendida al ver los grandes edificios y los bellos árboles que se mezclaban con los cerezos -¡¡es tan real!!-

Empezó a caminar admirando el gran lugar hasta que se puso a pensar...no sabía donde quedaba su escuela, recorrió todas las calles asustada sin saber donde ir hasta que vio como una joven salía de un gran instituto llamado "academia kimetsu" ella tenía el mismo uniforme así que dedujo que ahí era, entró nerviosa sintiendo todas las miradas encima suyo "¿donde lo compraste?" "adivina quién tocara con nosotros" "¿vas a tocar?" "en vez del club vamos al cine" esos y mas murmullos escuchaba entre mas caminaba, llegó a su curso para ver como todos salían tras escuchar la campana, había llegado tarde, luego sintió como alguien le sorprendió por detrás

-¡tanjiro!- dio un salto asustada -¿llegando al medio día eh? ¡Ven, vamos a almorzar!- empezó a caminar con el enviando su mano a su espalda -ignorase mis mensajes-

-señor genya...- dijo nerviosa y sonrojada-

-¿señor? ¡Tampoco exageres tanjiro!-

.

-¿te perdiste?- pregunto un chico de cabellos rubios confundido-

-si- respondió nerviosa-

-espera, ¿como te pudiste haber perdido si siempre que vienes tomas el metro?- volvió a preguntar el rubio sin entender nada -¿o preferiste caminar esta vez? Pero, tu conoces Tokio desde siempre-

-bueno, a las muchachas- respondió intentando explicar la razón de su demora hasta que se detuvo en seco al recordar la palabra que dijo-

-¿muchachas?- pregunto genya arqueando una ceja-

-chicas- dijo volviéndola a embarrar-

-mmmm.....-

-digo, ¡chicos!- exclamo buscando una excusa -si, a los chicos...ya saben, a los chicos nos gusta divertirnos- dando una excusa algo nerviosa -cada día es un festival cuando vives en Tokio....como chico-

-oye, te escuchas raro- hablo preocupado genya al oír la extraña voz de su amigo -¿y tu almuerzo?-

-ahh, este....- intento dar alguna explicación pero de su boca solo salieron balbuceos-

-¿es enserio?- reclamo el rubio buscando algo de comida en su bolso-

-¿que te pasa hoy, Tanjiro?- pregunto el rubio-

-podemos compartirle- dijo genya sacando un sándwich de huevo de su bolso-

-¿que tal un sándwich de croquetas con huevo?- insistió el rubio sacando unas croquetas de pollo de su bolso con una sonrisa de oreja a oreja mientras las colocaba en el sándwich-

-ah- observo el sándwich indecisa pero termino tomándolo con una pequeña sonrisa -gracias-

Le dio un mordisco al sándwich, estaba delicioso, luego de eso genya hablo

-vamos al café al rato, ¿te apuntas zenitsu?- pregunto dirigiéndose al rubio-

-¿ah ese? ¡Vamos!- exclamo feliz el rubio que al parecer se llamaba zenitsu luego de eso fijo su mirada en kanao -y tu Tanjiro ¿vienes?-

-¿eh? ¿Que? ¿¡Que!?- pregunto emocionada dando saltos -¿¡café!? ¡¡Claro!!-