CAPITULO 22
-¡Aah!-Cayó al suelo, luego de que los lobos se abalanzaron sobre él-¡Jaja!¡Estoy aquí!-acariciaba el pelaje de cada uno.
-Uhg...-Miró con desagrado, al ver como los lobos le lamían el rostro y a veces la boca.
-Ellos si son considerados conmigo- Empujó a uno y se sentó-También los extrañé...-
-Es mejor que te laves o algo así, apestas a heces-se cubrió la nariz.
-Voy a apestar lo que quiera-Lo miró- Si, mejor cubre tu nariz... así alejo a los demás de mi-
-Que asco-Se agachó-mejor limpia tu cuerpo y cámbiate esa ropa asquerosa-
-¿Y si no quiero?-
-No vas a entrar a mi casa en ese estado-
-¿No?-El alfa negó con la cabeza-¿Y? De todas formas puedo regresar al bosque con Bjorn, Gerda y los lobos también nos pueden acompañar-
-¡No!-Lo tomó de los hombros-No puedes volver a el bosque. Tu perteneces a este lugar-
-Yo pertenezco donde me sienta seguro y donde me quieran. La gente de este pueblo aún no me ha aceptado, ni mi supuesto alfa lo hizo- Frunció el ceño-Nadie lo va a hacer- apartó las manos del pelinegro-¿De que me sirve estar rodeado de gente? Nadie me presta atención-
-Yo lo hago-
-¿Eh?-Lo miró-¿Qué dijo?-
-Yo lo voy a hacer siempre... Yo puedo estar atento a ti, porque eres parte de esta manada-dijo refiriéndose a los lobos.
-...-bajó la cabeza-Me voy a lavar el cuerpo-se puso de pie.
-Hay agua en un barril, puedes ocupar esa agua... aunque si quieres lo puedo calentar...-
-Da lo mismo-Entró a la casa.
-¡Oye!¡¿Quién te dio permiso para eso?!-Siguió al omega.
-Dijiste que somos manada. Este lugar también es mío, por ser parte de la manada- comenzó a quitarse la ropa.
-Oye, cachorro-
-¡No soy un cachorro!-lo apuntó-¡Soy un omega!¡Un omega libre!¡Soy parte de esta manada!¡Soy omega y me llamó Eren!-
-Si, lo sé... Lamento eso-
-No importa-Terminó por desnudarse- Voy a utilizar esas pieles, esto-pateó sus antiguas vestimentas-Ya no lo necesito-siguió caminando, sin preocuparle nada.
Salió al otro lado de la casa y comenzó a lavar su cuerpo con el agua helada. Se estremecía por la temperatura, pero no le importaba. Podía hacer cualquier cosa y eso no le iba a impedir estar limpio.
-Uhh...-temblaba por el frío-Ya estoy limpio-
-Si, si. Ya te vi-Cubrió al castaño con unas pieles-Vistete-le susurró.
-¿Eh?¿Q-qué dijo...?-
-¿Eren?-Le tocó la frente-¿Qué te pasa?-volteó al castaño.
-Nile... me esta llegando el celo-Frunció el ceño.
-M-maldición-Se apartó de inmediato- ¡Debo llamar a Levi!-se iba a ir, pero un tirón en su ropa se lo impidió.
-No, no lo llames...-
-Eren, debo hacerlo. Él es tu alfa. Él puede tomarte en esta situación y yo aquí-tragó saliva-Puede ser peligroso-
-No-lo abrazó-Soy un omega libre, ¿No? Puedo decidir por mi mismo, como cualquier omega, alfa o beta de este lugar-
-Si, eso es verdad-
-Nile...-susurró.
El alfa volteó lentamente, miró al castaño.
Parecía muy indefenso en los harapos que estaba, sintió unas enormes ganas de protegerlo.
Le trajo muchos recuerdos.
-Eren-Lo abrazó.
Tomó el rostro del omega y unieron sus labios en un beso.
Eren correspondió de inmediato.
Se sentía libre en hacer lo que quisiera con quien quisiera.
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