Una mirada seria que no refleja las ganas de vivir, un público asombrado por presenciar el regreso del Metrónomo Humano... el chico que con tan solo 8 años de edad, tocó acompañado de una orquesta.

Kousei no había derramado ni siquiera una gotas de sudor, estaba igual de fresco que cuando llegó al escenario. Solo limito a dar las gracias y se iría al vestíbulo para seguir cambiarse de ropa, Emi, Takeshi, Hiroko y Nagi irían a buscarlo de inmediato.

Solo pasaron 5 minutos para que Kousei saliera del vestidor, ya trayendo puesta su ropa de siempre, el vería como Hiroko, Nagi, Emi y Takeshi lo estaban esperándo pero el solos pasaría por largo, aunque las palabras de Hiroko lo detuvieron.

-Hiroko: ¿Por qué has tocado de esa forma? Tu gran precisión era lo que más delataba tus sentimientos de soledad.

-Kousei: Hiroko, no tiene nada de malo que toqué de esa forma.

-Nagi: ¡Pero has tocado sin sentimientos! La seriedad que mostrabas le hacía honor a tu antiguo apodo... los rumores decían que ese era el regreso del esclavo de las partituras.

-Kousei: No me importa lo que digan de mi, creo que así más gente querrá verme tocar el piano.

-Hiroko: ¿Acaso no me dijiste que querías ser un pianista diferente?

Kousei se estaba hartando de aquella conversación, solo quería llegar a su casa para ponerse a practicar.

-Kousei: Así era hasta que ella se alejó de mi lado, la chica que hizo que mi respiración y ritmo cardíaco cambiarán con tan solo mirarle a los ojos... la chica para la cual tocaba mis melodías... aquella que me hizo entender que la vida pueden estar llena de color, quién me devolvió a los escenarios obligándome a tocar de nuevo.

-Hiroko: Kousei...

-Kousei: Pero ahora ¿Para quién voy a tocar el piano? Ella se fue y no supe que le pasó, si me disculpan me retiro.

Narra Kousei:

Me retiré del sitio dejando atrás a mis conocidos, no quería hablar con nadie solo quería enfocarme en perfeccionar aún más mi técnica, la perdida de Kaori ha significado mucho para mi y me causa un gran dolor que no creo perderlo nunca.

"El esclavo de las partituras", supongo que para eso nací para tocar la música tal y como lo indica el autor, ese era el objetivo de mi madre... el que yo me convirtiera en un pianista de talla mundial, el único capaz de copiar una partitura a la perfección.

Cuando tocó el piano con devoción para hacer feliz a alguien, siempre pierdo a esa persona, una vez lo hice con mi madre, ella murió al día siguiente. Lo hice por Kaori y terminé por perderla, tocar el piano de manera inexpresiva es lo único que no me puede traer desgracias, por eso no me importa que me llamen de nuevo como el Metrónomo Humano, es para lo que que existo en este mundo.

Los rumores sobre mi actuación no se hicieron esperar y de inmediato llegaría a oídos de otras personas, páginas web hablaban sobre mi retorno como el Metrónomo Humano,  alguien había grabado mi presentación y la subiría a una red social, se hizo viral por varias  partes y ese mismo video llegó a un noticiero que decidió transmitirlo para rellenar un hueco en su programación, de todos modos no me interesaba.

Narra el autor:

Kousei se había quedado dormido, al día siguiente en alguna otra parte del país, los rayos del sol atravesaban los vidrios de una ventana haciendo que una chica de cabellera rubia se despertarse después de haber dormido tanto tiempo, froto suavemente sus hermosos ojos e hizo un pequeño estiramiento, ella estaría presenciando un hermoso amanecer.

-¿?: Otro día más que estoy lejos de tu lado, deseo verte, hablar contigo sobre cualquier tema, tengo ganas de saber más cosas de ti, sin embargo sigo estando en esta cama de hospital con una atmósfera demasiado decaído, en una terrible recuperación después de mi operación. Pero ya no quiero estar aquí, quiero volver a tocar al lado tuyo, por favor espérame un poco más... Kousei Arima.

Esta chica prendió la televisión para ver que había de nuevo en las noticias pero se quedaría impactada al ver como estaban hablando de aquel chico, dando su opinión acerca de su perfecta técnica y un poco sobre su trayectoria artística, eso lo hacían mientras transmitían el video de Kousei tocando el piano sin pasión.

-¿?: ¿Por qué? ¿Por qué está tocando de esa manera? Kousei ha vuelto a ser el Metrónomo Humano, un chico que nació solo para ganar concuros. ¡NO! No quiero que toqué de esa manera si su música había tomado color, tengo que recuperarme lo más pronto posible.

Desde aquella interpretación musical, Kousei participaría en varios concursos de música en los cuales arrasaba de manera impactante, humillado y aplastando a todos sus rivales quienes temblaban al escuchar el nombre de Kousei Arima, con su sola presencia los demás participantes sabrían que perderían el concurso.

Hiroko trataría de hablar con el pero se negaba a tener una conversación sin embargo la mujer lo obligaría a charlar ya que estaba preocupada por el. Kousei se encontraba sentado en frente del piano mientras tocaba la Ballade No. 1 in g minor Op. 23 de Chopin, a la vez que era observado por su antigua maestra.

-Hiroko: Otra vez estas tocando de esa manera tan opaca, aquella chica se pondría triste si te ve tocar de esa forma, eso es algo que ella no quisiera.

-Kousei: Solo tocando de esta manera... evito ser infeliz, con este nivel podré ganarme la vida ¿No lo crees?

-Hiroko: Ese no es el punto Kousei, sino que has convertido en eso que juraste nunca repetir en tu vida ¿Acaso eso era mentira?

-Kousei: Sea mentira o no, ya no tiene importancia, solo me convertiré en el mejor pianista que haya existido en la vida, tocar con alegría solo me trae desgracias.

-Hiroko: Pensé que eras más maduro pero sigues siendo un crío.

-Kousei: Sabes Hiroko, planeo hacer mi estrellato en el extranjero, pronto me iré de aquí, participaré en un último concurso aquí en Japón pues ya no me queda nada más que hacer por estos rumbos, ya lo he ganado todo.

-Hiroko: ¿Ese es el camino que quieres seguir? 

-Kousei: Eso es lo que quiero hacer de mi vida, por lo menos quiero dejar mi huella en el mundo, me han llegado varias invitaciones de diversos institutos de música, la mejor opción es ir a estudiar a Europa para seguir practicar con los mejores.

-Hiroko: Parece que te has convertido en alguien ambicioso, solo me queda decirte que te deseo suerte.

-Kousei: Perdona por haberte defraudado, pero para eso he nacido... en un mes me iré y talvez nunca regresé a vivir aquí, solo me falta participar en ese último concurso para poder irme de una buena vez por todas.

-Hiroko: (Has cambiado mucho, esa chica debió de haber significado mucho para ti).- Hiroko se iría de la casa de Kousei mientras estaba triste por ese chico a quien consideraba como que su propio hijo, quien estaba sufriendo en soledad, tratando de ocultarlo detrás de la música.

Narra Kousei: 

El día de hoy se estaría realizando la semifinal del concurso musical, para esta ocasión he decidido tocar el Estudio Op.66 de Chopin "Fantasía Improvisada", otra vez era mi turno, ya estando en el piano comencé a pensar en el título de la pieza musical que había escogido.

Chopin Estudio Op.66 "Fantasía Improvisada" en el fondo de mi corazón tenía una pequeña fantasía de haber podido estar a tu lado, aunque quisiera tocar esta pieza con todo mi corazón ya no soy capaz de hacerlo, me convertí de nuevo en el Metrónomo Humano, por lo que ya no había vuelta atrás, decidí que ese era mi destino... mi única razón de vivir.

Toqué aquella melodía con los ojos cerrados, sin dejar ninguna nota fuera de lugar mientras que seguía pensando en aquella Fantasía, me imaginaba estando con ella en el mismo lugar donde tocó mi mano por primera vez, hablando sobre varias cosas triviales, a la vez que comíamos aquellos deliciosos caneles.

Terminé de tocar, abrí mis ojos y no fui consciente de lo que había hecho, dejé al público en suspenso por que contemplaron que toqué aquella música de Chopin con los ojos cerrados todo el tiempo, sin dudarlo esto otra vez me haría sobresalir de los demás, les di las gracias por su atención y me iría otra vez sin siquiera mirar los resultados de la penúltima fase del concurso... porqué ya sabia que había quedado en primer lugar.

Como de costumbre me iría a mi casa para seguir practicando en el piano para tratar de ser mucho mejor que el día de ayer y que el día de mañana, sin embargo creo que ya llegué al punto máximo que puede llegar a alcanzar un intérprete como yo ¿Qué haría después lograr convertirme en el mejor pianista? 

De repente me acorde de unas palabras que me dijo Kaori algún día: "Piensa por quien vas a tocar el piano, cuando lo haces por una persona especial... siempre sale lo mejor de ti". Cuando te vi tocar por primera vez ¿Para quién tocabas el violín? ¿A quién le dedicaste aquella melodía que tocaba desde lo más profundo de tu ser? 

-¿?: Yo tocaba para ti... Y se supone que tu tocas tu música para mi.

Yo estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me había dado cuenta que una persona se había parado detrás de mi, pero nunca podría confundir aquella voz, en definitiva le pertenecía a aquella violinista caprichosa, esa era la voz de... Kaori Miyazono.

-Kaori: ¡Hey Kousei-Kun! ¿Como te ha ido en estos dos años?

Continuará...