10

Capítulo 10.

"Tus palabras suenan como si tuviesen demasiados significados, así que ¿cuáles son? Mientras más pasa el tiempo se hace profundo el espacio entre tú y yo en el pasado. No me dejes, por favor cree y comienza a correr, no hay final... Porque eres el latido de mi corazón".

BTS – Don't Leave Me.

Febrero 1960.

Kim Taehyung se encontraba sentado en la sala de su casa, escuchaba a los empleados hablar de lo acontecido en casa de Park Jimin, a su vez, esperaba ansioso a que su amigo llegará como todos los días desde que tuvieron la charla íntima, aunque, el tiempo pasaba y Jimin todavía no daba indicios de llegar.

—Jimin está en las bardas del mercado con su padre.

Expresa Hwasa nerviosa, observando al castaño, el contrario, sintió la sangre de su cuerpo bajar a sus pies.

Con prisa, salió de su vivienda en compañía de Hwasa, junto a dos militares reclutándolos, uno se encargó de conducir la furgoneta siguiendo las indicaciones de Taehyung, al llegar se bajó cuidadosamente tomando a Hwasa del brazo.

—Jimin tiene puesto su traje habitual, además, el joven Seokjin fue detenido por otros militares reteniéndole el paso.

Explica la chica, Taehyung empezó a caminar sin esperarla en cuanto le dijo que habían traído al hombre que intentó asaltar la casa de Jimin.

—¡Jiminnie, no lo hagas, por favor!

Gritó Taehyung asustado, estrellándose contra el piso, por reflejo, posó sus manos evitando golpearse el rostro, sintió dolor y ardor en ambas, esperaba no haberse cortado con las piedras.

La mirada de Park Jimin se dirigió a sus dos amigos, Seokjin corrió para ayudar a Taehyung, ambos le gritaron que no continuara con sus planes mientras los detenían otros militares. Por otro lado, para Park Jimin contenerse no es una opción, sin pensarlo, cargó el arma que su padre le dio por precaución, apuntó a la cabeza del hombre, viéndolo detenidamente.

—¡Jimin, por favor! ¡No lo hagas! ¡Tú no eres así!

Gritaron al unísono; Jimin, por un segundo se detuvo, suspiro lentamente, sin cuestionarse una vez más apretó el gatillo del arma, dándole en la cabeza, al contrario, arrebatándole la vida.

La boca de Taehyung se abrió ligeramente por la sorpresa del disparo, el silencio sepulcral gobernó al instante, ese día Park Jimin se convirtió en un asesino para defender su secreto.

Jimin bajó el arma para encarar a sus amigos, pero estos ya se encontraban subiendo a la furgoneta, desaparecieron de allí, comprendía el dolor de sus amigos, aunque, pelearía por su libertad y la de Tae cueste lo que cueste, así tuviera que convertirse en mensajero de la muerte, como esos militares.

Kim Taehyung se encerró en su habitación bajo llave ignorando los llamados de Seokjin, cuando se cansó el chico de cabello negro se retiró de la casa entristecido, esperando prontamente dialogar con el castaño. Al caer la noche, Taehyung se dispuso a salir, no sabía la hora, solamente salió de su habitación caminando hacia las escaleras, bajando con gran cuidado, siguiendo el recorrido hasta la puerta del jardín, atravesándola sin hacer ni un poco de ruido.

Jeon Jungkook colgaba su ropa en los tendederos del jardín, detuvo su acción cuando observó a cierto chico salir por la puerta, por un segundo, juró que el chico veía, pero no fue así cuando cayó al pasto, estaba por acercarse para ayudarlo, aunque, el contrario se levantó rápidamente caminando despacio por los costados de la casa buscando la salida, el pelinegro dejó la bandeja de ropa en el suelo para comenzar a seguirlo, curioso por su comportamiento, sus compañeros del turno de noche apenas terminaban de cenar en la cocina, el reloj marcaba la una de la mañana, Jungkook lo persiguió hasta la calle, si algo le pasaba, tanto él como todos los demás serían los siguientes en visitar las bardas de mercado.

Kim Taehyung tenía una pulsera en sus manos que pretendía llevar a casa de Park Jimin sin importarle la hora que fuera, aparte necesitaba hablar con el chico sobre lo sucedido aquella tarde, el aire corría levemente fresco, por suerte, tenía su abrigo color café evitando sentir más frio, con cuidado empezó a caminar mientras tocaba los cercados de las casas, escuchó unos pasos cerca de él alarmándose un poco, comenzó a caminar rápidamente. Jungkook miró a unos militares acercarse por la calle en la que estaban, tomó a Taehyung de un brazo, dirigiéndose a un callejón con él cubriéndole la boca, al instante, inició a patalear por el miedo.

—Cálmate, soy Jungkook, hay militares cerca. Por favor, no te muevas y trata de no hablar tan alto.

Expresa con paciencia en el oído del chico, por el contrario, Taehyung asustado, se logró calmar un poco, su respiración moderándose lentamente.

El pelinegro notó como los militares se acercaban al callejón, se tiró junto a Taehyung detrás de unos botes de basura, la luz de las linternas alumbraba el callejón, el corazón de ambos comenzó a palpitar fuertemente, cuando la luz desapareció Jungkook soltó a Taehyung girándole en el piso, quedando frente a frente.

—¿Qué pretendías? Taehyung. ¿Morir?

Cuestiona seriamente, suspiró en tanto se recargaba en el bote de basura.

—No, solo quería llevarle esto a Jiminnie, yo... En serio, perdón.

Se disculpo mientras bajaba la cabeza, sus ojos llenándose de lágrimas. Jungkook le tomó por el brazo delicadamente, como si fuese de cristal.

—Está bien, calma Taehyung, regresemos a casa.

Exclama colocándose de pie, ayudando al contrario para levantarse, saliendo del callejón con sigilo, observando que no hubiese más militares, Jungkook observó como Taehyung se tomaba el brazo cuidadosamente, regresaron a casa en silencio, sin pronunciar vocablo alguno.

Jungkook llevó a Taehyung hasta su habitación, parecía imposible entrar en la casa de los Kim sin ser observados por la guardia nocturna, cuando ingresaron a los aposentos soltaron el aire que habían retenido de los nervios, por su parte, el pelinegro cerró la puerta con pestillo, en caso que alguien se acercara curioso a indagar, volteó mirando al castaño sostener su muñeca un poco raspada, sintiéndose culposo de lo acontecido suspiró lentamente acercándose al contrario tomando su mano entre las suyas, ocasionando un sobresalto al chico por su repentina acción.

—¿Dónde está el botiquín? –preguntó con calma, Taehyung apuntó a la pared, pero Jungkook enseguida notó que se trataba del baño.

Entró en el lugar encontrando el botiquín sobre el lavabo, regresó con Taehyung para a curar su mano, ambos olían a basura, además estaban muy sucios, al culminar, vendo la muñeca del chico soltándole la mano.

—Debes de limpiarla bien, puedes solicitar a alguien que te auxilie.

Menciona el pelinegro caminando de regreso al baño para dejar el botiquín en su lugar, salió encontrándose a Taehyung en medio de su habitación un poco sonrojado, dicha reacción le pareció muy tierna y dulce a Jungkook.

—Puede escucharse muy extraño, estoy seguro de ello, normalmente suelen ayudarme Hwasa, Moonbyul o Solar, de verdad no quiero dormir apestando así, ¿podrías ayudarme a escoger solamente mi pijama? Por favor. –pregunta, avergonzado en tanto jugaba con sus dedos, tratando de no fijar su atención en el contrario.

Jungkook se carcajeó ligeramente ante la dulzura del chico, así como su evidente vergüenza.

—Claro, espera un momento.

Expresa dándole una última mirada caminó hasta el al closet tomando la vestimenta que necesitaba, entregándolo en sus manos alzó la vista observando detenidamente a Taehyung, sus ojos verdes con su piel acanelada.

—Gracias, Hyung.

Menciona el castaño, por otro lado, la incertidumbre en Jungkook fue grande.

—Espera... Supongo que eres mayor, ¿cuántos años tienes? –interroga, el castaño abrió sus ojitos en sorpresa.

—Tengo veinticinco años ¿y usted?

Pregunto curioso y Jungkook sonrió.

—Veintitrés años, Hyung, si me disculpa debo retirarme, pueden notar que no estoy en la casa de campaña, le agradezco su tiempo, cuídate, ten buena noche.

Dice camino hacia la puerta de la habitación, antes de abandonar el lugar Taehyung tomó su brazo intentando detenerlo.

—Espera...

Exclama, sin querer tropezando con sus propios pasos ambos terminaron en el piso, Taehyung cayó sobre el azabache, su rostro quedando demasiado cerca del contrario sintiendo las respiraciones mezcladas.

Jungkook miró los ojos del castaño, abrió sus labios ligeramente notó cómo su corazón se aceleraba ante la cercanía, apartó al chico con evidente nerviosismo, colocándose de pie rápidamente salió de la habitación sintiendo demasiado calor y sus mejillas sonrojadas.

Taehyung posó la mano sobre su corazón, sonrojándose aún más.

Sin darse cuenta, terminaron siendo las personas imperfectamente perfectas el uno para el otro, era una pena que fuese en el tiempo equivocado.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top