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Yoongi tomó sus mejillas y unió sus labios en un profundo y lento beso, arrastrando a Taehyung lentamente hasta la cama y poder arrojarlo bajo de él en esta.

-Si quieres parar, dimelo- Susurró Min acomodándose de rodillas sobre el menor, quitándose la camiseta y dejando su pecho expuesto.

-¿Yo no debería ser quien diga eso?- Preguntó Taehyung acariciando sus piernas.

-Yo no soy el que va a perder la virginidad- Sonrió pícaro antes de inclinarse a besarlo nuevamente.

Con Jungkook todo había sido rápido, brusco y caliente. Habían pasado meses desde la última vez que había tenido sexo y solo estaba pensando en aliviarse, pero con Taehyung no podía ser así.
Para empezar, había tenido sexo hacía unas horas, así que debía dejar de lado su necesidad física y dedicarse a darle una hermosa experiencia a Kim.

Abrió la camisa de Taehyung mientras bajaba besos húmedos por su piel, sin quitar la vista de la ajena hasta llegar al botón de su pantalón.
Lo abrió con agilidad para bajar la bragueta lentamente y poder deslizar las prendas que lo cubrían por sus piernas hasta dejarlo expuesto.

Tomó su miembro semi erecto entre sus manos, repartiendo besos por su vientre y base mientras comenzaba un suave vaivén hasta lograr endurecerlo por completo. 

-Yoon, no es necesario- Susupiró el menor acariciando sus cabellos negros.

-Un poco ¿Si?- Preguntó obteniendo un asentimiento de cabeza.

Yoongi lamió el falo desde la base hasta la punta, adentrando lentamente la extensión en su boca, disfrutando del sabor salado tan peculiar que tenía cada hombre.

Delineó cada vena y cada pliegue mientras su diestra masturbaba a la misma velocidad tortuosa, aquello que su boca no llegaba a cubrir.

Se separó de él, viendo la extensión cubierta de su saliva, antes de quitarse las prendas que le quedaban, y llevar sus propios dedos a su boca.
No quería presionarlo haciéndolo tomar la iniciativa, no al menos ahora, no con él; así que se puso de rodillas sobre él para llevar sus dedos a su entrada.

Desnudo sobre él, tomó sus erecciónes con su mano libre mientras la otra se adentraba en él lentamente suspirando al sentirse ya listo.

Podía sentir aún algo del semen seco de Jungkook dentro de él y, más que repelerle, la idea de tener el orgasmo de ambos en su interior, se le hizo excitante.

Taehyung jadeó al sentir su miembro apretado contra la caliente polla de Yoongi y verlo suspirando de placer sobre él, moviéndose inconscientemente cuando los dedos se volvieron poco.

-¿Listo, TaeTae?- Preguntó rogando porque diga que sí y sonriendo satisfecho cuando éste asintió.

Quitó los dedos de su interior y soltó sus miembros para alinear el ajeno con su entrada y verlo desde arriba antes de comenzar a bajar.

Taehyung estaba agitado pero no necesariamente nervioso, si no, más bien parecía que se dejaba llevar, cosa que relajó a Min y le permitió penetrarse con más tranquilidad.

Gimió sintiendo la polla ajena en su interior y sonrió al sentir las manos en su cadera cuando llegó a la base.
Abrió los ojos para encontrarse con la expresión de pura satisfacción de su novio y mordió su labio inferior antes de comenzar un lento vaivén en busca de adaptarse por completo a la intromisión.

Taehyung era definitivamente el hombre más hermoso que había visto en su vida, y verlo suspirar y jadear de placer por lo que él le generaba, le llenó el pecho de orgullo.

Colocó sus manos en su vientre para comenzar a dar pequeños saltos sintiendo la dureza maltratar sus paredes cuando se inclinó levemente hacia adelante para moverse mejor.

-¿Te gusta?- Preguntó entre gemidos pasando una de sus manos por su pecho hasta poder dejarla a un lado del rostro del castaño.

-Me encantas- Susurró Taehyung antes de tomarlo de la nuca y besarlo.

Yoongi abrió los ojos sorprendido cuando Taehyung lo empujó bajo él y comenzó a guiar las embestidas. Sonrió entre el beso mientras lo abrazaba con fuerza sintiendo los empujes más rápidos y veloces.

Soltaba gemidos contra su cuello y sentía las grandes manos ajenas en su cadera, manteniéndolo firme para entrar y salir de él cada vez más fuerte.

Los espasmos comenzaron a hacer aparición y las contracciones en su vientre hicieron que baje su mano entre sus cuerpos para poder tomar su miembro hinchado y necesitado.

Acarició el rostro del castaño para poder verlo a los ojos sin dejar de gemir de placer contra los gruñidos y jadeos que emitía el menor sobre él.

Rodeó su cadera con sus piernas y sintió como se clavaba hondo en él cuando el semen se liberó en su interior, provocando que se venga en su mano junto a un grito de placer y movimientos involuntarios contra su miembro caliente en su interior.












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