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Parte 2: El Crecimiento De Una flor En Un Corazón Marchito.



Es diferente. 

La casa, las reglas, la convivencia, el trabajo, los animales, el olor, todo. 

En su nueva casa, no hay vacas para ordeñar, ni gallinas que alimentar.

Yoongi posee plantaciones de verduras y frutas de la estación,  hay trabajadores en cada sector cuidando y arreglando lo que haga falta. 

Todo lo producido lo vende a los comerciantes del pueblo (incluso hacia otros pueblos), quienes se encargan de venderlos en los puestos.

Incluso las frutas o verduras  que no produce las tiene en su heladera, quizás se las compra a algún amigo de su mismo oficio. 

Bueno, animales… 

Un pequeño y adorable perro marrón llamado Holly. 

Es con quien pasa absolutamente  el tiempo en la casa, Hoseok puede decir con firmeza que está totalmente enamorado de la pequeña mascota peluda. 

Ya que la realidad es que todo en la casa está manejado por alguien, Yoongi tiene una ama de llaves que viene todos los días a organizar, cocinar y limpiar la casa. 

Hoseok no puede hacer nada, nadie le ha dado una tarea. Así que adoptó a Holly sin el permiso de nadie. 

El perro lo sigue a todas partes, moviendo la cola de felicidad. Hoseok lo baña, juega con él y alimenta. 

Tiene pensado llevarlo a la casa de sus padres, ya que Yoongi nunca está dentro de la casa, sólo regresa cuando es de noche para cenar y dormir. 

Apenas si habla con Hoseok. 






***

Holly muerde cariñosamente los dedos de Jimin, este se ríe con un poco de dolor y acaricia la cabeza del pequeño. 

—sus dientes son una locura—dice Jimin mientras deja a Holly fuera de su regazo. 

—y es peor cuando encuentra mi ropa cerca de la cama, ¡la destruye! No se como lo hace, pero sus pequeños dientes son poderosos—Hoseok responde, ahora Holly se pasea por todo el cuarto sin prestar atención a los omegas. 

Ellos ríen por un buen momento, hasta que el silencio se hace presente. 

Jimin lo rompe.

—¿Cómo es tu vida por la mansión Min?—pregunta Jimin,curioso. 

—Aburrida, no tengo nada que hacer más que cuidar al perro—responde Hoseok con sinceridad.

—¿En serio? ¿No cocinas ni limpias?—cuestiona Jimin.

—No, el señor… digo, Yoongi tiene un ama de llaves, ella hace todo en la casa—dice Hoseok con tristeza. No está mal algo de ayuda, pero la señora no quiere que se meta en sus cosas, y así Hoseok no puede hacer nada. 

—Vaya, si sabía eso, me hubiera casado yo con el señor Min también—Jimin comienza a reír como un desquiciado. 

Hoseok, enfurruñado con su hermano, agarra una almohada cercana y comienza a golpearlo con ella. 

Holly comienza a ladrar por el escándalo. 


—¡Ya Hobi, es broma, no me gusta ese viejo!—exclama Jimin, ahora Hoseok lo golpea más fuerte.

La puerta de su cuarto abre, su madre aparece. 

—Hoseok, cariño, ya es muy tarde, ¿tu esposo no vendrá a buscarte?—pregunta su madre con preocupación adornando su rostro. 

Hoseok traga duro. 

Ni siquiera le dijo a Yoongi que se quedaría a dormir o algo, solo que estaría en lo de sus padres. 

¿Le importa a Yoongi que esté o no en la casa?

Un pensamiento escondido dentro de Hoseok le susurra que no le importa en lo más mínimo.



—Tranquila mamá, le dije que me quedaría a dormir, él está de acuerdo—responde Hoseok con una sonrisa.

—Ok, entonces, no se desvelen, vayan a acostarse ya—Seokjin lanza la orden, y los hermanos saben cuando hay que hacer caso. 

Seokjin se va, Hoseok comienza a ordenar su cama para acostarse con Holly.  En eso, Jimin vuelve a hablar. 


—¿Sabes cuando vas a recibir tu marca de apareamiento? Porque oí a mamá hablar con papá muy preocupado sobre eso… ¿No han tenido intimidad, verdad?

Hoseok se congela. 

¿Ya sus padres están preocupados por eso? 

Fue Yoongi quien dejó la situación a la nada misma, no sabe que va a pasar de aquí en adelante. 

 —Yoongi tiene mucho trabajo, Jimin, se necesita mucha tranquilidad para hacer eso, cuando sea el momento indicado me marcará, no te preocupes por eso—Hoseok sonríe, forzado, pero lo logra. 

Jimin se encoge de hombros.

—Si tu lo dices, Hobi—Jimin se acomoda en sus perfumadas sábanas y no pregunta más nada.

Hoseok tarda en dormirse, con Holly al lado, piensa en su extraño futuro junto a Yoongi.  







***

Hoseok no puede tapar el sol con un dedo, como así ocultar sus problemas con Yoongi a sus padres. 

Está yendo muy seguido a la casa de sus padres, con Holly claro, haciendo las tareas que tenía antes de ser un omega casado. 

Y sus padres están agradecidos, pero por otro lado están muy preocupados. 

Porque un omega casado debe formar raíces en su nuevo hogar, con su alfa, tomar decisiones, engendrar a sus cachorros, y demás obligaciones omega. 

Y Hoseok, pasados los cuatro meses ya, no ha dado señales de ser ese omega ideal.

No ha tirado raíces en ningún lado, no hace ningún quehacer, no está emparejado con Yoongi, aun es virgen.

Sus padres le han cortado las visitas a la casa, en vista de que creen que Hoseok se esta haciendo el tonto con sus deberes. 

Ojalá fuera así de simple. Pero él sigue mintiendo para que sus padres no ataquen a Yoongi y tengan problemas después. 

Necesita dejar las cosas claras, no puede vivir así por siempre. 


***

—Habla Hoseok, tengo el día muy ocupado hoy—exclama Yoongi sentado en la cocina con su taza de café.

—Yo… necesito tener tareas aquí, Yoongi—habla Hoseok, su plato de frutas no se ve apetitoso ahora. 

—¿Tareas?—cuestiona Yoongi, su ceño fruncido.

—S-si ¡Tareas! Porque soy tu omega, y debería poder manejar la casa y trabajar en tu campo… Me encanta cuidar de Holly, pero eso no es lo único que puedo hacer—Hoseok suelta todo de una vez, seguro que sus mejillas se han tornado rojas como una manzana, hace bastante tenía que haber hablado. 

Yoongi no dice nada por un momento, pero su ceño fruncido aumenta aún más. 

—Bien, si eso es lo que quieres, te lo daré, desplazare al ama de llaves, por las mañanas la casa será manejada por ti, y a la tarde vendrás conmigo a trabajar. Cuento con tu palabra, Hoseok—Yoongi deja la taza sin terminar en la mesa y sale de la casa. 

Hoseok da las gracias gritando, ya que Yoongi está a lo lejos.

Yoongi piensa en lo cansado que estará Hoseok con la nueva modalidad, se cansará y dejará de insistir, y todo volverá a ser normal. 

A la normalidad  de Yoongi.




***

Hoseok comienza sus mañanas con todo, prepara el desayuno para Yoongi, él y Holly, luego limpia y ordena la casa, a veces cambia de lugar los muebles según donde cree que se verá más bonito. 

A Yoongi no parece gustarle que mueva las cosas de lugar, pero si le molesta, no ha declarado nada al respecto. 

Por la tarde, como prometió Yoongi, lo lleva a trabajar al campo a recoger frutas

Yoongi tiene árboles de manzanas y naranjas, todas con montones de frutos alrededor. 

El trabajo es pesado, nunca antes lo había hecho, recoger tantas frutas en una canasta grande que luego debe llevar sin ayuda hasta el depósito donde dejan lo cosechado. 

En bastantes ocasiones el calor lo abruma, y sin saber dónde sacar agua (ya que los alfas que trabajan allí no se le acercan por miedo a su jefe) lo pone débil de momentos. 

¡Pero Hoseok no baja los brazos! Porque el quiere ser bueno en su trabajo, es todo lo que importa, el rol omega comenzando a pulirse en él. 


—¡Yoongi, ven a ver esto!—exclama un emocionado Hoseok. Yoongi escucha el llamado del omega, sin creer que lo esté llamando ahora, pero ahí lo ve, a Hoseok sonriendo con una extraña manzana en la mano. 

—Mira esto, una manzana doble, nunca vi una así, ¡y la recogí yo!—Hoseok sonríe por su descubrimiento.

Es una manzana pegada a otra, no hay gran espectáculo en eso. 

Pero el corazón de Yoongi, al ver sonreír al omega por una tontería así, de alguna tonta forma, hace que se sienta cálido unos momentos. 

Yoongi comienza a reír de la nada.

—Es una buena manzana, Hoseok—responde Yoongi. 

—Querrás decir: una buena manzana doble, me pregunto si tendrá dos corazones también… —Hoseok inspecciona la manzana con determinación. 

Yoongi sonríe aún más por eso. 


¿Por qué se siente así por una manzana deforme?

O es… 

Imposible. 




***

A las dos semanas de trabajo, la desgracia toca el cuerpo de Hoseok y el corazón de Yoongi. 


Yoongi está revisando unos papeles en la sombra cuando aparece uno de sus trabajadores frente a él, sudado y desesperado. 

—Jefe, su omega acaba de desmayarse mientras juntaba manzanas, no se ve bien—dice el pobre hombre. 

—Por dios… —Yoongi suelta el cuaderno y cae en el suelo, como si una fuerza sobrenatural no le dejará pensar en nada más que Hoseok en peligro. 

Sale corriendo hacia la zona de manzanas, donde ve a un alfa joven cargando a un muy pálido Hoseok. 

Y no sabe por qué razón, su instinto irradia celos absolutos. 

¡No! No es momento de actuar como un animal, Hoseok necesita ayuda. 

—Señor Min, intente despertarlo pero no… —el joven alfa no puede terminar de hablar al sentir el movimiento brusco cerca de el, Hoseok es retirado de sus brazos. 

Sale a toda prisa, desprendiendo un aroma a azúcar quemada espantoso. 





Yoongi corre hacia su casa, con Hoseok en brazos mientras grita que traigan al doctor que trabaja a pocos metros de su campo.

Hoseok es depositado en la cama y gracias a la diosa de la luna el doctor llega hasta su casa y revisa los signos vitales de Hoseok. 


"Respira" asegura el médico.

El rostro de Yoongi se empapa de lágrimas, no sabe cómo empezó a llorar, pero esa sola palabra hace que todo su cuerpo sucumba a una ruptura. 

El doctor podría haber dicho que no tenía signos vitales, Yoongi no se lo perdonaría jamás. 







***

Deshidratación

Hoseok sufrió una severa deshidratación, causada por la falta de agua en las horas pesadas de trabajo. 

Yoongi es un verdadero y total idiota. 

Jamás le indicó a Hoseok dónde conseguir agua, en su plan maestro estaba la idea de hacer cansar al omega para que no quisiera molestar otra vez. 

Hoseok casi muere por su culpa. 

El doctor deja una lista de cuidados y se retira del lugar. Dejando al fin solo a Hoseok. 

Yoongi sube las escaleras hacia el dormitorio.

La suave respiración del omega se escucha dentro, los párpados con largas pestañas hacen su aparición estelar. 

Su piel se ve un poco oscura a su tono normal, debido al sol que lo atacó durante esas semanas crueles que Yoongi no fue capaz de evitar. 

Es la primera vez que se detiene a observar los detalles del omega, ni cuando estuvieron paseando en el campo, ni tan cerca uno de otro en el casamiento fijo su vista en las características atractivas del otro. 

 

Delicados labios de un color penetrante como la sangre. En el labio superior, un discreto lunar se acuesta sobre él. 

Yoongi piensa…  Hoseok es alto, pero en realidad es un omega muy pequeño en cuanto a su contextura (en especial la cintura, manos y nariz). Tan liviano cuando lo levantó para socorrerlo. 

Y el cabello… rebelde, los mechones de pelo no siguen una línea fija, se disparan en todas partes sobre la frente de Hoseok. 

Hasta ayer, Yoongi ha mirado a Hoseok de forma superficial, ignorando la belleza propia de él, tratando de compararla con la belleza de su hermano omega para no elegirlo en primer lugar. 

Pero hoy, esta increíble belleza mantiene cautiva la mirada del alfa. No puede dejar de observar a Hoseok, y eso lo asusta. 

Hoseok es precioso. 

Un gemido suena en la habitación, el omega abre con lentitud los párpados. 

—D-dónde estoy…—la voz del omega suena ronca y cansada. Sus párpados se abren por completo y obtiene el panorama de una habitación, el pánico golpea  su mente ya que no puede asimilar el cuarto de Yoongi como si fuera su propio lugar.  

El alfa se da cuenta del pánico del omega, sin pensarlo demasiado, se acerca hacia la cama. 

—Tranquilo Hoseok, estás en el cuarto de mi casa, tuviste un desmayo a causa de una deshidratación… —Yoongi hace una mueca al decir que es su casa, podría estar hiriendo los sentimientos del omega (una vez más...),pero está seguro de que si dice lo contrario en el estado de Hoseok, no le creería. 

Hoseok parece entrar en razón, pero la angustia no abandona su rostro. 

—Señor Min… no le diga a mis padres lo que me pasó hoy, necesitó ser un buen ejemplo para ellos, esto no tendría que haber sucedido… —el rostro del omega se empapa de lágrimas, trata desesperadamente de limpiarlas con el dorso del brazo, lleva puesto un pijama (Yoongi tuvo que contactar a la ex ama de llaves para que vistiera a Hoseok). 

Ver llorar al omega tan cerca es… desgarrador.

¿Por qué le molesta tanto ser la causa de este llanto? 

No puede entender… pero quiere hacer algo para evitarlo. 



—No les diré, puedes confiar en mí, por favor… no llores—el alfa levanta una de sus manos, casi puede sentir el temblor correr por sus dedos, no le importa, necesita tocar el rostro del omega y secar esas molestas lágrimas. 

Lo consigue. 

Hoseok suelta un jadeo entrecortado al sentir el calor de los dedos de Yoongi en su piel. 

Yoongi mira a Hoseok, en silencio, el pulgar pasa cerca del párpado inferior ajeno.

Arrastra las lágrimas, una por una. 

Para llevarlas lejos del bello rostro de Hoseok. 






***

Por orden médica, Hoseok necesita descansar una semana, sin realizar tareas de ningún tipo. 

Por un lado, siente que es positivo que la ex ama de llaves sea contratada de nuevo, aunque solo sea para cuidar de él. 

La otra parte egoísta cree que no necesita que nadie lo cuide, necesita volver a sus tareas para sentirse el omega que enorgullece a sus padres. 

O a Yoongi.  

Eso suena imposible ¿verdad? Aunque aquella vez en la cama… sintió la preocupación del alfa por su estado. Yoongi lo miró a los ojos y secó sus lágrimas. 

Tiene que significar algo. 

La convivencia con la señora, una omega bastante mayor tiene sus momentos complicados. 

Al principio Hoseok no tenía que hablar con ella porque no lo requería (solo cuidaba a Holly en ese entonces), pero ahora ella lo cuida y atiende, la comunicación tendría que ser fluida. 

Pero ella es tan reservada y seria como Yoongi. 

Y Hoseok es un parlanchín por naturaleza. 

—Me aburro ¿hay algo que pueda hacer? Me van a salir raíces del cuerpo si sigo en esta cama, ¿A que si Holly?—el omega habla con un puchero en los labios, el perro mueve la cola cuando lo acarician. 

La señora omega sostiene el plato vacío que Hoseok término. Suspira y se va. 

Hoseok se derrumba en la cama con exageración ¡ella simplemente pasó de lo que dijo!

O eso creyó. 


La ve entrar de nuevo, pero con una caja preciosa, forrada de un paisaje silvestre, algún pintor debió haber trabajado en ello para decorarla. 

—Aquí, abrelo—la mujer ordena, Hoseok se acomoda mejor frente a la caja que es dejada en la cama. 

Hay lana de todos los colores que podría tener un arcoiris, agujas largas y revistas de hojas amarillas por el paso del tiempo. 

Hoseok entrecierra los ojos. 

—¿Por que me esta dando esto?—pregunta.

—¿No dijiste que estabas aburrido? Ahí tienes con que entretenerte, puedo enseñarte lo básico, pero el resto lo buscas en esas revistas—La mujer se aleja de la cama y busca la silla que hay en el cuarto, cuando la consigue la acerca hasta la cama. 


—Oh… eso es… ¡Muchas gracias!—Hoseok sonríe, feliz de tener algo que aprender.

Si dijo que era como Yoongi, tendrá que replantear su pensamiento. 





***

Hoseok sabe donde conseguir agua cuando la necesita, los trabajadores dejaron de alejarse tanto de él, lo saludan con educación y siguen con lo suyo. 

El lugar es gigante, hay tanto por hacer y explorar, a su debido tiempo lo hará. 

Por ahora, recolectar manzanas es suficiente. 

Las clases de tejido con Elizabeth (¡por fin sabe su nombre!) son divertidas, hizo un simple mantel para la mesita de luz, fácil. 

Quiere probar con una bufanda, aun no hace frío, pero espera poder tenerlo hecho para ese entonces. 

Sorprender a Yoongi con un regalo. 

Bueno, no es que quiera obtener nada dando un regalo, pero Yoongi se ha estado comportando tan bien con él las últimas semanas… 

Sus pensamientos son interrumpidos por una presencia frente a él. 

Oh dios, sus brazos casi sueltan la canasta de manzanas. 

Un alfa, sin ningún tipo de camisa cubriendo su pecho. 

—¿Hoseok, verdad?—el alfa pregunta, hay sudor que recorre todo su cuerpo, acaramelado por el sol, brazos fuertes a la vista. 

—S-si… —Hoseok se siente raro hablando con otro alfa que no sea su padre o Yoongi, pero él es un omega casado (no emparejado… en teoría) ¿no habrá problema, verdad?

El alfa sonríe. 

—Soy Jeongguk, me alegra verte bien—el alfa extiende su mano en forma de saludo, Hoseok no la toma. 

Hoseok no entiende nada. 

El tal Jeongguk se da cuenta, por lo que retira su mano y aclara su voz. 

—Veo que no me recuerdas… —el alfa suelta una risa incómoda—. Te desmayaste cerca de donde yo estaba trabajando y te levanté del suelo, luego llegó el jefe y te llevó lejos de aquí. 

Oh claro, el desmayo… ¿Este alfa lo socorrió?  ¡Qué descortés ha sido rechazar su saludo!


—Yo… no lo sabia, si es así, agradezco tu ayuda, ¿hay algo que pueda hacer para agradecerte?—pregunta Hoseok con una educada sonrisa. 

El alfa se sonroja. Hoseok nunca vio a un alfa hacerlo. 

—N-no es necesario, cualquiera haría lo mismo que yo—responde Jeongguk con los nervios a flor de piel, como si nunca hubiese estado frente a un omega. 

Y eso sería raro, porque con lo atractivo que es, deben lloverle omegas enamorados de él. 

<<Deja de pensar tonterías>>Hoseok se reprende. 

—Entonces pensaré en algo—dice simplemente Hoseok. 




***

Yoongi observa a Hoseok preparar comida, su oficina da justo hacia la cocina, además… dejó la puerta abierta a propósito. 

La percepción del alfa respecto al omega cambia, nunca estuvo atento al omega antes… ¿por qué ahora?

Observa a Hoseok en silencio, cuando se encuentra distraído. 

Lo ve jugar con Holly, doblar y planchar ropa, cocinar con la ama de llaves, tejer cerca de la ventana del cuarto, recoger manzanas con un bonito sombrero de paja. 

Incluso cuando sale de bañarse con una bata atada a la cintura, sabe que tiene el pijama debajo, pero su mente solo… 

Dormir es una tarea complicada. 

Antes, el aroma de durazno no provocaba nada en Yoongi, ya que lo ignoraba por su pensamiento de rechazo. 

Ahora, ese aroma a durazno penetra en su nariz, no en una forma que implique "rascarse" para aliviar, es profundo, lo obliga a querer más y más. 

Hoseok duerme a su lado todas las noches, sin saber que Yoongi lo observa con una mirada que ni él mismo podría describir. 

Entonces, su atención en la cocina es una de las tantas que está acumulando desde el accidente de Hoseok. 

No puede (o intenta)  dejar de hacerlo. 

Respira profundo y busca el hilo de su trabajo. 




***

Hoseok encuentra al alfa de ayer, levantando unas pesadas maderas en su hombro. 

No quiere interrumpirlo, pero pronto tendrá que empezar su trabajo, y lo mejor es dárselo ahora.

—¡Jeongguk!—Hoseok grita, el alfa detiene sus pasos y gira la cabeza, una sonrisa escapa de sus labios, pero antes de acercarse al omega, deja apoyadas las pesadas maderas. 

—Hola Hoseok—Jeongguk llega hasta el omega. 

—Se que dijiste que no querías nada, pero no podía dejarlo pasar, ¡así que te preparé un almuerzo!—Hoseok retira las manos de su espalda (donde escondía la caja de comida) y las extiende hacia el alfa. 

—Comida hecha por un bonito omega… ¿y para mi? Guau, gracias—el alfa toma la caja de comida. 

Hoseok se sonroja cuando sus dedos rozan. 

Y Yoongi ve toda la escena. 


Tan rápido como sus instintos lo mueven, llega hasta donde están Hoseok y aquel alfa, con una ira inexplicable. 



Increíble las cosas que hacen los omegas por un poco de atención alfa—Yoongi exclama en un tono crudo, déspota, ya tiene apresado el brazo de Hoseok. 

Hoseok apenas registra las palabras de Yoongi, todo es tan rápido, no entiende porque su brazo duele tanto. 

Jeongguk  se siente intimidado por las feromonas que irradia su jefe. 

—Hablaremos luego—Yoongi observa a Jeongguk cuando suelta esas palabras dichas con veneno. 

—Me duele, señor… ¡Yoongi!—Hoseok se corrige en medio de su temor, es obligado a caminar a paso rápido hasta la casa. Su brazo duele tanto, nunca antes alguien lo había lastimado así, siente las lágrimas asomarse en sus párpados, ¿Por qué está tan enojado? 

No hizo nada malo. 

El omega no ve venir la caída, ya que Yoongi lo suelta una vez que están dentro de la casa, y por la fuerza del movimiento cae sin poder sostenerse de nada. 

—¿Por qué mierda preparas comida para uno de mis trabajadores? ¿Acaso te gusta ese alfa?  Contestame—Yoongi grita cuando habla, Hoseok tiene tanto miedo de lo que puede pasar, no conoce esta faceta del alfa. 

—E-el me ayudó cuando me desmayé, sólo fue un gesto de agradecimiento… —la voz del omega tiembla, quiere tanto que Yoongi crea en sus palabras, sus padres siempre le enseñaron a decir la verdad. 

Los celos irracionales consumen la mente de Yoongi. 

—Levántate del suelo, omega—ordena Yoongi, Hoseok se levanta con lentitud, sus músculos le duelen por la caída. 

Yoongi toma una de las muñecas de Hoseok y la levanta arriba. 

—¿Ves esto? Eres mio Hoseok, solo mío, de nadie más, no puedes hablar con ningún otro alfa, que no se te olvide—el anillo dorado brilla en el dedo de Hoseok cuando el alfa levanta su muñeca. 

Yoongi suelta a Hoseok, se escuchan pasos hacia la oficina, la puerta es cerrada con dureza.


Hoseok rompe a llorar, sin consuelo alguno. 



***


La tensión en la casa Min se siente en cada rincón. 

Yoongi finge estar durmiendo en su oficina porque tiene mucho trabajo, pero la realidad es que su cuarto apesta a tristeza omega. 

Escucha llorar al omega por las noches, y eso lo hace sentir culpable. 

Hubiese echado a patadas al alfa que recibió comida de Hoseok, pero el joven hace un buen trabajo en lo suyo como para desplazarlo. De todas formas… si lo piensa con calma, él salvó a Hoseok cuando se desmayó, nunca fue una amenaza en primer lugar. 

No hay un avance significativo con Hoseok en cuanto a su relación, comenzó por un arreglo amistoso, ninguno de los dos se entiende, no están emparejados… incluso ahora le ha gritado y lastimado. 

Bueno, Yoongi admite que no se da a conocer, estos problemas devienen de su actitud tosca y fría. 

Sin embargo, por más egoísta que sea, Yoongi no quiere dejar ir a Hoseok. 

En todos sus años con experiencias en omegas, jamás lo miraron con tanto amor como lo hace Hoseok. Es un amor tan inocente el que desprende el omega, no conoce en absoluto las trampas del amor y lo que viene después… la lujuria… el deseo, enfrentar problemas juntos. 

Yoongi quiere enseñarlo todo, no está seguro de cómo finalmente llegó a esa conclusión, pero está seguro de querer ser el único que lo haga. 

Y si va a ser el único… tiene que esforzarse de ahora en adelante para que Hoseok sea feliz a su lado.

Eso significa que debe disculparse, en un comienzo. 







Es de noche cuando Yoongi se para en la puerta de su cuarto matrimonial. 

Más que nervioso. 

Debido a su posición social, nunca debió dar disculpas a nadie, no tenía que hacerlo, entonces es bastante difícil hacerlo con la persona a la que ha lastimado.

Abre la puerta con mucho cuidado, la puerta emite un sonido de todas maneras. 

Silencio. Hoseok parece estar durmiendo… en teoría. 

—Hoseok… ¿estas despierto?—susurra Yoongi, temiendo elevar la voz y repetir lo mismo de la otra vez. 

—Lo estoy, señor Min—el omega responde con educación modesta, lo que sigue rompiendo la confianza entre ellos, Yoongi siente amargura al escuchar esa palabra.

Quiere ser alguien importante para Hoseok, como lo fue en un principio. 

—Me gustaría hablar contigo—pide Yoongi, la tristeza en el cuarto es abrumadora. 

Hoseok prende la lámpara de la mesa que tiene al lado de la cama. Ahora Yoongi puede ver los ojos enrojecidos y tristes del omega. 

—¿Con qué objetivo, señor Min? He dado todo mi esfuerzo desde que llegué aquí, y no he recibido nada a cambio—exclama Hoseok, Yoongi puede sentir el aroma a azúcar quemada en la habitación—. Desde un principio esto no funcionó, nunca quiso estar conmigo y ahora me trata de mentiroso. 

Yoongi traga pesado, si, eso fue en un principio, pero ha estado reflexionando sobre sus sentimientos sobre Hoseok y… hay algo dentro de él que lo empuja al omega.

—No eres un mentiroso, es solo que yo… —Yoongi detiene su hablar un momento, Hoseok lo observa en todo momento—. Cuando te vi con otro alfa… sentí celos, y ahora entiendo todo, estás metiéndote en mi cabeza y en mi corazón, Hoseok… ¿Podrías darme otra oportunidad?

Hoseok deja escapar un jadeo por la inesperada confesión de Yoongi. 

—T-tengo que pensarlo… —murmura Hoseok, confundido, Yoongi no lo culpa. 

—De acuerdo, tomate tu tiempo, mañana hablaremos… Ten una buena noche—Yoongi intenta sonreír, pero su boca solo forma una mueca amable, con eso cierra la puerta del cuarto. 

Hoseok se queda solo en el cuarto. 


—E-está jugando con mis sentimientos… no puede querer tener otra oportunidad conmigo—murmura Hoseok desde la cama. 

La duda ataca el corazón de Hoseok. 




***


Es la mañana del día siguiente y llueve. 

Hoseok escucha las gotas caer sobre el techo que lo cubre. 

Está vestido con una camisa y pantalones blancos, ropa que antes no usaba tan seguido porque no era un omega casado. 

Pero eso se terminó, él volverá a su casa con su familia. Que Min Yoongi juegue con los sentimientos de otro omega si quiere. 

Abre con cuidado la puerta de su habitación, no hay sonido alguno en la casa. Perfecto. 

Baja las escaleras con cuidado de no hacer ruido. 

Tiene que cruzar la cocina... y conseguir salir hacia afuera. 

En la cocina hay platos puestos, aunque vacíos ¿Yoongi preparará algo? Bueno, no se va a quedar a verlo.

Consigue salir por la puerta principal, el aire fresco lo golpea junto a la lluvia que cae del cielo. 

—Hoseok, ¿A dónde vas?—Yoongi ya está con su ropa y zapatos elegantes, el cabello hacia atrás lo hace ver más atractivo de lo que es. 

—¡Déjame en paz, me voy con mis padres!—exclama Hoseok, sin pensar mucho en sus palabras, sabe que es hora de correr lejos de aquí. 

Así lo hace, comienza a correr por el vasto campo de Yoongi, la lluvia empapa su rostro y no lo deja ver el camino. Detrás de él se escuchan las pisadas de Yoongi, quien grita su nombre con desesperación. 

Sigue corriendo sin ver por donde va, hasta que decide abrir sus ojos. 

Un campo lleno de girasoles lo hace detenerse de golpe. Yoongi llega hasta él y lo hace darse la vuelta. 

—¿Acaso estás loco? ¡Mira la lluvia que cae, podrías romperte una pierna!—el rostro de Yoongi se ve enfurecido, mojado y preocupado. 

—¡No me importa! Odio este lugar, y no quiero… 

Yoongi calla a Hoseok de un beso. 

Los sentidos de Hoseok se detienen. Ahora mismo, no puede pensar en nada más, solo en los labios que presionan los suyos. Su cuerpo se relaja de forma lenta, hasta conseguir cerrar los ojos. 

Yoongi, con su experta mano derecha, acerca sus dedos hacia la barbilla del omega y la estira hacia abajo. 

Eso hace que Hoseok abra la boca, donde Yoongi decide introducir su lengua. 

El omega trata de seguir la traviesa lengua ajena, no es tarea fácil pero pone de su esfuerzo. La lluvia es fría, pero Hoseok se siente tan caliente por todos lados que no le importa. 

Yoongi suelta la boca de Hoseok y se esconde en el cuello, donde inhala el dulce aroma. 

—Por favor… no me dejes… solo necesito una oportunidad más, sólo una… —Yoongi gime sobre el cuello del omega, Hoseok puede sentir lo desesperado que está Yoongi por tener algún tipo de esperanza.

Hoseok siente su pecho arder, una emoción que creyó olvidada en lo profundo de él.

El anhelo de un amor. 

—Me quedaré contigo, Yoongi… —responde Hoseok con un suspiro que lo llena de calma, el alfa lo sostiene desde la cintura, no piensa soltarlo. 

La lluvia sigue mojando el campo de girasoles por el resto del día. 


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Holis, vengo a dejar el segundo capitulo, me hubiese gustado traerlo antes, pero la verdad no uso mi celular a la tarde jaja, soy de escuchar musica y hacer mis cosas jeje~

De verdad, gracias por los comentarios, no pensé que la historia llegara a agradar tanto. Gracias 💗

Nos vemos seguramente mañana con el ultimo capítulo ✨

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