☪ 제 62 장

[Capítulo dedicado a PANDITASSI; JH0794Hope & Esperanzo43]

✏ Capítulo narrado por Tae Hyung

Dos semanas, había transcurrido dos semanas desde que Ho Seok me prohibió las visitas, no solo a mí, también a sus hermanos, madre y demás, con excepción de YoonGi. Fue algo doloroso, al principio, en especial al ir todos los días al hospital y encontrarme con aquella maldita orden que había dado mi esposo.

Los primeros días me afectó mucho, no solo a mí, también a los niños, quienes seguían preguntando por su padre y al no contar con una respuesta concreta, tuve que mentirles y colocar de excusa una expedición en la que su padre era partícipe. Sin embargo, ya estaba mejor, esos días llenos de tortura en los que no podía ver o hablar con Ho Seok, solo me sirvieron de reflexión. Reflexión en cuanto a todo lo que había sucedido a lo largo de estos últimos tres años. Mi vida había dado un giro inesperado; había resultado omega, había sido obligado a contraer matrimonio, fui utilizado, engañado y dado a luz a pequeños niños que no podía tomar como errores, muy al contrario, solo como brillantes luces que habían alumbrado mi camino. Y todo para llegar a terminar de esta manera, con un divorcio, con una familia que en verdad no era mi familia y con una personalidad que desconocía.

Yo en verdad me sentía confundido, me sentía cansado de todo, del sufrimiento, de la vida tan injusta que viví y también del engaño por el que pasé para llegar hasta aquí.

— ¡Mami! ¡Mami! — los incesantes gritos, que podría reconocer a millones de kilómetros, de Noah invadieron mi mente y me obligaron a sacudir sutilmente mi cabeza para volver a la realidad. — ¡Bon-Hwa me ha golpeado muy fuelte en el hombo!

— ¡Eso no es cieto! ¡No te duele! — reclamó mi otro hijo, mientras se acercaba corriendo hacia donde nos encontrábamos.

Les sonreí a ambos una vez que los tuve cerca y los abracé con fuerza. De ahora en adelante esos pequeños que se echaban la culpa el uno al otro, serían mis dos grandes amores, serían mi todo.

— No se golpeen, no es bueno pelear entre hermanos. — los regañé, pensando que se enojarían; sin embargo, no fue así. Solo se miraron algo culpables y salieron corriendo hacia su habitación sin siquiera prestar atención a mi consejo.

Negué lentamente con la cabeza y reí. Eran muy pequeños para entender la vida y lo cruel que muchas veces es esta.

Iba a abandonar la comodidad del gran sofá, cuando el timbre de la puerta principal sonó. Me extrañé un poco por aquello, pues mayormente nadie venía a visitarnos. Todos andaban ocupados, YoonGi y Ji Min con su pequeño y su otro bebé en camino, Nam Joon con las ocupaciones temporales de alfa líder, Seok Jin con sus entrenamientos y mi suegra con el cuidado especial hacia Ho Seok.

Caminé con algo de pereza hacia la puerta principal y lo que pensé sería una broma, terminó siendo la realidad.

El pequeño JiHyun entró corriendo y gritando los nombres de mis hijos. Miré de reojo como se dirigió al cuarto que tanto conocía y que pertenecía a mis pequeños; sin embargo, eso no me preocupó, lo que en realidad me tenía un tanto paralizado y descolocado era la visita inesperada de mi alfa y de su hermano. YoonGi me sonrió apenas y pasó de largo, dejándonos solos.

Mordí mi labio inferior y no necesariamente por mi nerviosismo. Ho Seok me transmitía ese tipo de emociones.

— Hola... — susurró él. Desvié la mirada al escuchar esa simple palabra y comencé a mover mis dedos entre sí, evitando a toda costa que él se diera cuenta lo que ocasionaba en mí. — ¿Cómo están los niños? — preguntó. No contesté, me sentía desubicado y algo incómodo al estar delante suyo.

Y juraría que estaba a punto de decirme algo o regañarme sino fuera por el fuerte bullicio que se iba arrastrando por el pasillo hasta llegar a nosotros.

Noah y Bon-Hwa lo vieron, y creo que no todo salió como lo imaginé. Ellos solo abrazaron a su padre y en vez de preguntar por su estado, se atrevieron a formular preguntas que tuviera que ver con su supuesta expedición.

Ho Seok me miró como queriendo preguntar el porqué nuestros hijos no dejaban de insistir en si había visto un tigre, un león o un jaguar. Solo reí ante aquello y esta vez sentí algo de tranquilidad al hacerlo.

— Los llevaré al parque y luego a tomar un helado. — JiHyun comenzó a saltar y gritar constantemente "Helado" con su voz chillona -herencia de Ji Min- mientras trataba de jalar de la mano a su padre. Mis hijos le seguían el juego y a jalones se llevaron a YoonGi consigo.

Me apoyé en el marco de la puerta mientras veía como mis hijos y su primo se tomaban de la mano para así caminar junto a su tío. Sabía de antemano que irían a pie y todo para dejarme más tiempo a solas con Ho Seok. No había que ser adivinos para saber aquello.

— Se ve que me extrañaron mucho. — y nuestro silencio fue interrumpido por la voz de Ho Seok. Nuevamente recordaba todo lo que había pasado en estas últimas semanas. — ¿Podemos hablar? — continuó al ver que no me atrevía a decirle nada, pero es que no había mucho qué decir. Todo lo había transmitido en esa carta y mi última palabra también estaba ahí.

Lenta y pausadamente me dirigí hacia dentro de la casa, sosteniendo la puerta para que Ho Seok entrara; sabía que a él no le gustaría mucho mi ayuda, así que preferí sólo continuar como si él no se encontrara en ese estado.

Decir que estar en casa, en estas cuatro paredes que ambos nos encargamos de hacer nuestro hogar, era algo gratificante solo sería mentir. Por lo que solo me atrevería a decir que además del silencio y la incomodidad, la tensión era algo palpable en el aire.

Me senté en el sofá, él se colocó a mi lado y creo que fue algo de cinco o hasta diez minutos en los que miramos hacia al frente y respiramos lo más bajo posible para no ser escuchados por el otro, hasta que él se dignó a decir algo pero no era su día de suerte, pues cuando justo iba a hilar una sola palabra, yo también lo hice.

Nos interrumpimos mutuamente y de pronto me sentí avergonzando de haber hablado al mismo tiempo que él, creo que Ho Seok también, porque se mantuvo callado hasta que nuevamente volví a intentarlo.

— ¿Piensas regresar a la universidad? — esa era la duda que seguía carcomiendo mi mente cada noche, Ho Seok se había esforzado mucho por ingresar y sería algo egoísta dejarlo sol por su incapacidad.

No lo miré, preferí jugar con el borde de mi casaca y mirar esta acción atentamente como si fuera algo en verdad muy interesante.

— Regresaré la próxima semana. — musitó. No sentí su mirada encima de mí, y yo tampoco me preocupé por tratar de mirarlo al hablar.

— He... He ido con un abogado. — fue mi único medio de escape. No había nada qué decir; sin embargo, ahí estábamos nosotros, tratando de alargar algo que simplemente ya no tenía futuro.

— No. — dijo con firmeza y por primera vez sentí que de verdad estaba utilizando su voz de mando, después de muchos años, conmigo.

Me atreví a mirarlo, él también lo hizo y no pude descifrar lo que me trataba de decir, por más que quise, no pude.

— M-me dijo que podías ver a lo niños los fi...

— No me quiero separar de ti, Tae Hyung. — Mi ceño se frunció ligeramente ya no lo entendía. Hace más de dos semanas me había pedido el divorcio y ahora hacía como si nada hubiera sucedido. — Sé que he sido un idiota contigo, pero necesito que pensemos como pareja.

— Ahórrate las palabras, Ho Seok, ya no somos una pareja. — dije con claro enfado, sus palabras podrían ser bellas, pero estaba cansado de siempre escuchar frases, palabras, promesas y demás cuando no había una sola prueba que pudiera respaldarlo. Ho Seok suspiró y creo que el enfado se transmitió por el vínculo. Él sentía todo lo que yo sentía.— Ya no, Ho Seok. Estoy cansado de esto, de nosotros, de las promesas vacías... de ser el pobre esposo engañado.

Él pareció reaccionar ante lo último y es que todavía no podía perdonar aquello. Siempre dicen que no perdonar significa guardar rencor... Yo no sentía rencor, pero tampoco podía sentir lo mismo por una persona que había jugado conmigo.

— No me hagas esto, Tae Hyung, yo te amo. — susurró, tratando de acercarse para tomar mi mano; sin embargo, no se lo permití y ante el mínimo acercamiento, me alejé. — Tenemos hijos, tenemos una familia, un hogar que mantener, y te prometo que esta vez no habrá engaños, mentiras o demás. Yo te amaré tal y como antes, porque para mí no existía nadie más que tú antes de que te enteraras de ese pasado. Porque para mí no hay nadie más que tú.

No sé en qué momento fue, pero ya había dejado de confiar en mi esposo, a aquel que le juré amor eterno y al que ahora parecía querer alejar.

Me coloque de pie y traté de caminar fuera de la sala, pero Ho Seok me detuvo. Parecía que no se sentía conforme estando en esa silla de ruedas, pero sabía manejarla a la perfección.

— Está bien, sé que arruiné todo y tienes razón. Mis palabras ya no valen para ti, pero quiero que lo intentemos de nuevo, ambos nos equivocamos, pero en ningún momento, a lo largo de estos dos años que hemos visto crecer a nuestros hijos y en los que hemos convivido cerca, te he montando un teatro. Jamás te mentí, todo mi amor hacia ustedes es puro.

Quería mantenerme firme, quería que las cosas fueran diferentes, pero creo que nada funcionó cuando su mano tomó la mía.

Tenía muchas debilidades y una de ellas, la más importantes para mí, eran mis hijos y Jung Ho Seok.

Yo lo amaba, siempre lo iba a hacer; una marca que yacía en mi cuello lo decía, sus besos al despertar cada mañana me lo demostraron, sus sorpresas en estos dos últimos años fueron prueba de aquello y con cada "Te amo" que pronunciaba me lo recalcaba.

Mi corazón, mi lobo y yo no podíamos estar lejos de él, alejarme solo significaría sufrir más y por ende condenarme a una vida llena de miseria.

Lo abracé una vez que me arrodillé para estar a su nivel. Sus brazos me acogieron y mi lobo se sintió muy tranquilo y feliz de sentir nuevamente el olor de Ho Seok.

Me sentía en casa, en mi hogar.

— Te amo — susurré antes de tomar su rostro y besarlo.

Mis labios resecos volvieron a su estado normal al tocar los de mi esposo y no podía negar lo bien que besaba Ho Seok. Nuestros labios se habían reencontrado y ahora parecían disfrutar de la compañía del otro, ambos nos movíamos al compás del otro, no silo mezclando saliva en el contacto, también sentimientos, que parecían reinar en ese momento, pues los movimientos eran algo torpes, pero de igual manera nos hacían disfrutar.

Al separarnos, nos sonreímos y apoyamos nuestra frente en la del otro.

— Prometo hacerte feliz de ahora en adelante, Tae Hyung.

Es cierto que había mencionado lo cansado que estaba de las palabras y promesas vacías, pero simplemente estaba muy feliz de escuchar eso salir de los labios de mi esposo.

Ya no habría más rechazos, más palabras que tuvieran que ver con el hecho de que yo no era para él y tampoco él para mí. Ahora solo habría que intentar.

— ¿Acaso esto es un nuevo comienzo? — dije con clara burla, pero esperanza entre mis palabras. Ho Seok sonrió de lado y se acercó aún más hacia mi rostro, acariciando mis labios en el acto.

— ¿Tú qué crees?

— No lo sé, tú dímelo.— susurré, seduciéndolo en el acto.

— Bebé, esto definitivamente será un nuevo comienzo, no solo para mí, también para ti, para nuestra familia.

Un nuevo comienzo, eso era lo que quería escuchar.

Y pronto nuestros labios volvieron a juntarse.



















Bueno, este no es el final oficial, pero se podría decir que sí.

Hace rato que tenía escrito este capítulo, solo que me daba flojera entrar a Wattpad xD. Lo siento, bebés.

Por cierto, a las chicas que va dirigido el capítulo, como también a las que leen constantemente, quiero decirles que enserio agradezco cada comentario, voto e incluso leída fantasma que me dan. Para mí, ustedes significan mucho; yo entré a esta plataforma como lectora y ahora estoy aquí, escribiendo esta nota y muchas historias para ustedes. Enserio jamás creí que podría llegar a gustarles y enserio me siento feliz de que ustedes amen mis obras. Me hace sentir especial y les prometo que mejoraré constantemente solo por ustedes. Muchas gracias nuevamente. 

Nota actual:

Maratón 5/6

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