☪ 제 31 장

El mejor regalo de la vida es haberlos conocido.

[Capítulo dedicado a MarLee_1 & AlexGuiCer]


Taehyung era atacado nuevamente por las náuseas matutinas, aquellas que lo obligaban a realizar una carrera hacia el baño, que lo obligaba a botar toda la cena de la noche anterior u otro alimento que haya ingerido.

El omega estuvo tan concentrado en su mal despertar y en la forma tan cruel en la que lo obligaban a botar toda proteína de su cuerpo, que ni cayó en cuenta del día que era. Solo al salir de la habitación pudo saber lo que sucedía.

La madre de Ho Seok cargaba un pequeño pastel y le sonreía de la manera más natural y confiable, acercándose cada vez más para que Tae Hyung soplara las velas, que se encontraban en la parte superior de este postre.

JiWoo y el señor Jung fueron los siguientes en entrar, ambos también sonreían y esta última gritaba un feliz cumpleaños a toda voz, logrando despertar con aquel grito a su hermano.

- Pero ¿qué mierda es esto? - gritó el alfa menor, dejando caer las sábanas y arruinando el momento en el que Tae pensaba soplar las velas.

JiWoo le lanzó una almohada a su hermanito, gritándole que se calle y que mejor siga durmiendo, sin embargo, Ho Seok ya no sentía sueño, estaba claro que no sabía qué es lo que sucedia.

- ¡Sopla las velas, bebé! - gritó nuevamente la alfa.

Tae Hyung miró de reojo a su esposo y no tardó en pedir un deseo y soplar, efectivamente, las velas.

En cambio, Ho Seok miró de lado y prosiguió a levantarse de la cama. El alfa salió de la habitación, ignorando que hoy era el cumpleaños de Tae Hyung y que su esposo se iba a sentir mal si hacia aquello.

El pequeño omega de ahora dieciséis años solo bajó la mirada y trató de sonreír, capaz nadie se percataba de la tristeza que sintió el chico y el lobo de este, pero así no fue. JiWoo abrazó a su cuñado y le aseguró que su hermano era un total idiota.

Tae sonrió y asintió, tratando de sentirse mejor con las palabras de su cuñada

Fueron otros regalos muy bonitos los que recibió de parte de su nueva familia o eso pensaba hasta que desenvolvió el regalo que JiWoo le había entregado. Este era una polera muy bonita de color celeste que en la parte del vientre contenía el dibujo de un bebé. Las palabras que decía en la parte superior de la prenda asombró más al omega.

"Bebé a bordo"

Decidió ignorar aquel regalo, pero no podía, estaba que lo intentaba, sin embargo, no dejaba de tomar la prenda entre sus manos y observarla de un lado a otro, como si esta tuviera alguna imperfección.

- Está muy bonito. - y aquellas palabras lo sacaron de su ensueño.

Seul Gi estaba de pie en el umbral de la puerta y observándolo. La chica tenía un regalo entre sus manos, lo apresaba con fuerza a su pecho y parecía que este era muy importante para ella.

- G-gracias. - apenas murmuró el chico de cabellos rubios, bajando la mirada apenado y con un sonoro sonrojo en sus mejillas.

Seul Gi rio y se acercó hasta su hermano para luego sentarse en la orilla de la cama, justo delante del omega.

- ¿Q-qué es... Qué es eso? - susurró el menor, dándole una rápida vista al obsequio que su hermana aún tenía aferrado a su pecho.

Ella reaccionó y asintió, era algo pequeño, pero con mucho significado para la alfa y muy pronto, también para el omega.

- Feliz cumpleaños, TaeTae... - dijo ella con algo de pena, después de lo que le había dicho Ho Seok, ella no supo cómo actuar, optando primero por besar a su ex novio, y separándose al instante para negarse y salir corriendo de aquella habitación. Seul Gi podía ser lo que todo el mundo quisiera, pero ella tenía algo de dignidad y aún amaba a su hermano lo suficiente como para hacerle eso.

- Gracias. - volvió a decir el menor, tomando el regalo en manos y abriéndolo con cuidado.

- Estoy segura que... que... - y se detuvo al ver la expresión de su hermano al tener entre sus manos la caja que contenía la prueba de embarazo. No era el regalo que espera un chico de dieciséis años, pero era lo que Seul Gi veía necesario.

La mente de Tae estuvo en blanco, por un momento sintió que vomitaría y que se desmayaría, incluso sus manos comenzaron a temblar y su vista a nublarse levemente.

- Sé que es difícil y que capaz no esperabas este tipo de regalo, pero es necesario, Tae Hyung. He escuchado muchos rumores sobre esto y quiero confirmarlo... quiero saber si seré tía.

El menor entre abrió su boca y volvió a cerrarla al instante al no saber qué decir.

- Solo inténtalo, es por el bien de tu relación. - Tae miró de reojo a su hermana y luego la pequeña caja que decidiría su futuro de ahora en adelante.

Tener cachorros significaba muchas cosas, no solamente felicidad y armonía, también descanso y deserción estudiantil. Tendría que dejar de asistir a la secundaria, ya no iría a la universidad y se pondría a lavar ropa diminuta y comprar dos grandes paquetes de pañales por día.

El chico sabía que estaba en la dulce espera, su lobo se lo decía y el mismo pudo sentirlo, pero una cosa es intuición y otra muy diferente es confirmarlo mediante estudios, o en este caso, mediante una prueba casera por la que millones de mujeres se enteraban de un embarazo.

- Yo estaré aquí para ti, Tae. - le apoyó su hermana, tomando la mano del omega y sonriendo al instante.

El rubio asintió con algo de miedo y de la misma manera se colocó de pie.

Necesitaba de su alfa en esos momentos, lo necesitaba tanto, pero sabía que Ho Seok no vendría, había salido desde que los señores Jung llegaron con su pastel de cumpleaños y desde esa hora no había regresado.

Solo le quedó entrar al cuarto de baño y encerrarse lo más pronto posible. Se sentó en el inodoro al encontrarse este con la tapa bien cerrada, y dejó a un lado la prueba.

Seul Gi estaba esperando por la respuesta, su hermano había estado dentro del cuarto de baño más tiempo de lo indicado en aquella prueba, y ya iba temiendo que algo haya pasado dentro, mas cuando se colocó de pie fue que la puerta se abrió y dejó ver al omega.

Ella tragó grueso y espero a que Tae Hyung hablara, mas este dejó caer la prueba de embarazo y continuó caminando como si nada sucediera.

Seul Gi no lo detuvo, al contrario, corrió hasta la prueba, que yacía en el suelo, y descubrió lo que tanto había temido.

- Positivo. - susurró al verlo.

Tae Hyung se sentó en la cama, tratando de reprimir sus lágrimas, pero estas ya salían de sus ojos como cascadas. No podía tener cachorros, no por ahora. Él estaba bien solo, su relación con Ho Seok de por sí ya era algo rara y poco productiva, y estaba seguro que ahora sería peor.

Ni un te amo escucharía esta vez.

No habría nadie más que él.

Seul Gi abrazó a su pequeño hermano y le susurró que todo estaría bien, que no había nada de malo en dar a luz a bebés, mucho menos si estos eran herederos del alfa líder. Sin embargo, Tae Hyung no pensaba de la misma forma, él tenía miedo como cualquier otro adolescente de su edad, ni siquiera sabía si estaba preparado para ser "madre"; su lobo le decía que sí, incluso ya estaba creando el lazo con sus cachorros, pero el lado humano seguía inseguro.

- T-tendré bebés - susurró apenas el chico de cabellos rubios.

El entrenamiento de Ho Seok fue más intenso, ya no estaba al lado de omegas, ahora tenía que lidiar con alfas. Tenía que luchar con chicos que no solo le superaban en tamaño, también en fuerza e incluso en edad, esa razón lo llevó a estresarse más de lo común, a pesar de encontrarse de vacaciones y sin alguna asignación. Su padre le insistia en entrenar con más fuerza para así derrotar a la manada enemiga en la próxima pelea que podrían tener para recuperar sus tierras. Ho Seok solo asentía ante todo.

Y lo peor para él sucedió.

Llegó a su casa, todo estaba a oscuras y es que las dos de la mañana no era un buen horario y tampoco eran las horas de estar regresando a casa, pero al alfa poco le importaba, pues estaba más ocupado pensando en su cómoda cama y en el cuerpo de Tae Hyung.

Entró, casi sonámbulo, al cuarto de baño, solo hizo de sus necesidades y se cambió de ropa, echando la anteriormente usada al tacho de ropa sucia o como él solía decirle "El trabajo pendiente de Tae Hyung".

Estaba cepillándose los dientes cuando su vista viajó hasta el lavabo, su lobo sonrió de felicidad y no dejó de saltar de alegría al ver que efectivamente sería padre.

Ho Seok quedó anonadado, incluso había dejado a un lado el cepillo de dientes, tomando en vez de eso la prueba de embarazo y viendo con ahínco las dos rayitas que señalaban que un cachorro venía en camino.

Tae Hyung estaba embarazado, su lobo ya lo sabía, pero verlo ahí era un poco más... sorprendente.

Él aún no quería ser padre y mientras veía a Tae Hyung dormir cómodamente se dió cuenta que estaba a punto de cumplir 17 años, esa no era la edad adecuada para traer niños al mundo.






Ayer fue el cumpleaños del hombre de mi hombre. No pude actualizar, perdón bebitas 😭♥, pero aquí estoy, dando un capítulo especial.

Gracias por su apoyo y estamos a sólo un día y no sé cuántas horas de terminar este año. Gracias por todo el apoyo brindado en este tiempo. Lxs amo mucho ♥

Nota actual:

No me maten por favor, pero muy pronto todo será felicidad.✨

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