☪ 57 장

[Capítulo dedicado a sonrisacuadrada; TamalitoSalvaje_yxxngx_]

— Te lo volveré a repetir, Tae Hyung y solo porque eres mi hijo. Suelta a los niños. — la voz del alfa era demandante y el miedo que transmitía el omega no ayudaba en nada.

— N-no... — apenas susurró.

— Tú te lo buscaste, hijo. — y en menos de lo que canta un gallo, aquel alfa se encontraba delante de Tae Hyung, apuntándolo con el arma y negando lentamente la cabeza. De inmediato, el omega aferró a su pequeño Noah a su cuerpo, logrando cubrir la vista de su cachorro.— Son mis nietos, yo soy su abuelo, tengo derecho a verlos y tenerlos.

— ¡No digas eso delante de mis hijos! ¡Son míos! — contradijo el rubio, tragándose las verdaderas palabras que quería decir y a la vez, el nudo de dolor y coraje que tenía incrustado en su garganta.

— ¡Ellos tienes que saber que soy abuelo! ¡SU VERDADERO ABUELO! — contestó el alfa, gritando a todo pulmón la verdad.

El pequeño Noah se removió y alejó de su "mami". Bon-Hwa al ver aquello, no dudó en hacer lo mismo, alegando que ya no quería ser cargado, si no estar en el suelo.

— Mamá, ¿Por qué el señor dice que es nuestro abuelo? — preguntó el más curioso de los gemelos: Noah.

— Él solo está bromeando, bebé. — susurró el omega, acariciando levemente el rostro de su pequeño y dejando en el suelo a su otro hijo. — ¡Ya no digas tonterías! ¡Confundes a mis hijos! — gritó, ya cansado de tener que lidiar con su supuesto padre. El alfa rió ante la gran mentira que estaba montando su hijo, los niños lo vieron, pero este no se inmutó.

— Tú lo quisiste así, Tae Hyung, pues para mí no hay problema.— la pistola ahora apuntaba directamente a su corazón, estaba seguro de que deshacerse de su hijo iba a ser más fácil que dejar incapacitado a su "yerno".

El rubio mordió su labio inferior con desespero, ya no había escapatoria, no iba a salir con vida de aquí.

— No los dañes, por favor. — dijo como últimas palabras el omega. Su padre lo miró sin mostrar una pizca de compasión.

— Mami, ya no quiero estar aquí... vámonos. — rogó el pequeño Bon-Hwa.

Tae Hyung soltó algunas lágrimas y ni siquiera se atrevió a mirar a sus pequeños cuando estos comenzaron a halar de su chaqueta. Sin embargo, cuando estaba esperando que aquella bala atravesara su pecho y lo dejara caer en la tierra mojada y sucia del bosque, no sucedió. Nada pasó.

Sus ojos se abrieron lentamente, después de haber sido cerrados con violencia hace unos segundos atrás al pensar que moriría, y juro que no hubo mejor momento en el que su suegro pudo haber llegado. El padre de Ho Seok yacía de pie delante de ellos, cubriéndolos de cualquier peligro al que quería exponerlos el otro alfa.

— ¡ALÉJATE, MALDITO! — gritó el alfa que seguía sin bajar el arma.

— Llévate a los niños, Tae Hyung. Nam Joon y YoonGi están en camino y... en verdad lo siento. — la mirada llena de arrepentimiento que el padre de su alfa mostraba era mucho más verdadera que la de su verdadero padre. — ¡LLÉVATELOS LEJOS! — fue el último grito del señor Jung antes de dejar su forma humana y dar paso a su forma animal.

El lobo de su suegro era muy parecido al de Ho Seok, solo que este era completamente negro, tal y como la noche, y con unos ojos celestes. Era un lobo muy hermoso.

Noah y Bon-Hwa quisieron acercarse ante el tan asombroso lobo que tenían delante, pero este se alejó, dando pasos certeros hacía el otro alfa, quien al parecer había decidido tirar el arma lejos y defenderse con su forma lobuna.

Tae Hyung aprovechó la tensión que habían entre ambos alfas, y sin dudarlo tomó de las manitos de sus hijos para salir corriendo del lugar. El padre del rubio quiso seguirlo, pero el señor Jung se lo impidió, lanzándose encima de él para iniciar así con lo que sería una confrontación hasta la muerte del otro.

El omega sabía que esa pelea no duraría mucho, por lo que hizo caso omiso a los gritos de sus hijos o a la oposición que ponían al correr; no le importaba nada, tenía que salir de ese bosque y evitar a toda costa que lo atraparan.

Las mordidas, los gruñidos e incluso el ruido que hacían ambos lobos al pelear se podía escuchar por todo el bosque y a pesar de encontrarse un poco lejos, aún sentía que estaba muy cerca de él; Tae Hyung sentía que ese día era el peor de toda su vida, sentía que le estaban arrebatando todo... que ya le habían arrebatado todo.

— ¡Tae Hyung! — gritó Seok Jin al verlo a lo lejos junto a sus hijos, de inmediato el omega se acercó y lo detuvo, pero este solo se removió entre los brazos de su amigo, tratando de empujarlo y gritando como si tuviera algún dolor interno que no le permitiera respirar. — ¡Tae Hyung! ¡Soy yo! ¡Soy yo! — gritó constantemente el omega mayor para tratar de tranquilizar al rubio, este parecía estar fuera de sí... parecía un esquizofrénico que tenía un ataque.

Algunos de los alfas que estaban acediando las fronteras del bosque se acercaron, entre ellos se encontraba YoonGi, quien al observar a su cuñado de esa forma, no dudó en alejar a sus sobrinos del alcance de este.

— ¡Pero qué mierda le sucede! — gritó YoonGi, viendo como Noah lloraba sin control alguno y no se separaba de su "mami", muy al contrario de Bon-Hwa, quien sí se alejó por completo para mantenerse seguro entre los brazos de su tío.

— Está teniendo un ataque de nervios. — le gritó Seok Jin, sin importarle si verdaderamente estaba sucediendo aquello con Tae Hyung, lo único que quería hacer era concentrarse en el esposo de Ho Seok.

— ¡DÉJENME! ¡DEJEN A MIS HIJOS EN PAZ! — gritaba el chico sin detenerse, parecía realmente ido y algo loco entre tantas lágrimas. Seok Jin miró esto y no tardó en darle una bofetada al menor, el omega se calló, pero su respiración era irregular y parecía que iba a entrar en una crisis respiratoria o algo mucho peor, como un paro cardíaco.

— Cálmate, estamos de tu lado, Tae. — susurró el mayor, tomando las mejillas del mencionado entre sus manos y mirándolo directamente a los ojos.

Kim pareció entrar en razón y miró a todos los que lo rodeaban, ellos se alejaron un poco al ver que estaban siendo muy entrometidos y volvieron a sus lugares para seguir vigilando.

Nam Joon vino a los pocos minutos y tomó entre sus brazos a Noah, el pequeño se había resistido al principio, pero una vez que Tae le acarició la cabecita y le aseguró que todo estaba bien, el niño aceptó.

Los hermanos Jung cargaban a los pequeños, mientras que Tae era cubierto por la gran polera rosa de Seok Jin y siendo sujetado por este mismo.

Ya todo parecía un poco más tranquilo, estaban saliendo del bosque, el pequeño rubio se sentía seguro al estar acompañado de dos alfas y de un omega que aparentaba ser alfa. Sin embargo, está seguridad se acabó cuando un aullido de dolor se escuchó. Nam y YoonGi se detuvieron ante ese sonido tan lastimero. Se miraron entre sí, pero a los pocos minutos siguieron caminando.

Tae Hyung miró a Seok Jin, este tenía la vista apartada, como si se encontraran en un... Y cuando menos lo pensaron, los alfas voltearon, Seok Jin también, pero Tae no se atrevió, porque esa presencia y por el olor que desprendía podía decir que era de su padre. Comenzó a llorar de nuevo, pensando que jamás se liberaría de aquel hombre que era su padre.

— Esto se acaba aquí y ahora. — musitó con más seriedad que nunca antes, el alfa de Ji Min. Sostuvo con una mano al pequeño Bon-Hwa y extrajo de su cinturón una pistola que era muy parecida a la que portaba Ho Seok.

Un disparo se oyó esa tarde, el cuerpo de un lobo cayó y dos hombres resentidos consigo mismos y con sed de venganza murieron en ese mes de agosto.

Tae Hyung sonrió al ver que sus pequeños ya dormían tranquilamente en sus camas, las lágrimas habían quedado atrás y las pequeñas cosquillas que les hicieron sus tíos al llegar a su casa le sacaron sonrisas hasta la hora de dormir. Ya era de noche, Tae Hyung se sentía solo, y no necesariamente por el hecho de que nadie estuviera con él, más bien se sentía de esa manera gracias a la falta que le estaba haciendo Ho Seok.

— ¿Quieres un poco más de té? — consultó Seok Jin al estar con una taza entre sus manos, esperándolo a las afueras de la habitación de sus hijos.

El rubio negó y se dirigió a la sala de estar, donde JiWoo lo abrazó con muchas fuerzas y le susurró que todo estaría bien. Sin embargo, él no lo sentía así.

— Sé que esto es doloroso, Tae Hyung, pero...¿Dónde está Ho Seok? — preguntó sin rodeos el de piel pálida. El labio inferior del omega tembló y las lágrimas no tardaron en hacer acto de presencia

Seok Jin lo apoyó desde atrás, comenzando a acariciarlo con todo el amor del mundo.

— N-no sé... Él dijo que escapáramos. N-no miré hacia atrás. — se lamentó el rubio. Nam Joon miró mal a YoonGi por haber hecho llorar a su cuñado y asintió a las pocas palabras que había pronunciado el chico.

— Mañana iremos por él, lo hicimos una vez al estar con papá, esta vez, lamentablemente, estamos solos, pero eso no impedirá que recuperemos a nuestro hermano y alfa.

Las palabras de Nam Joon sonaron lo suficientemente convincentes como para alegrar a Tae Hyung y calmarlo un tanto por esa noche.

Sin embargo...

“Solo déjame ir, Tae”

Y con un grito se levantó de su cama, el omega estaba lleno de sudor, podía sentir hasta las sábanas mojadas y al levantarse e ir corriendo a la habitación de sus hijos, se dio cuenta que estos seguían durmiendo y que aún eran las cuatro de la mañana.

— No en esta vida, Ho Seok. — susurró el omega antes de cerrar con lentitud la puerta y salir corriendo hacia su habitación.

Un baño, un cambio de ropa y una nota escrita que explicaba a donde iría fue todo lo que hizo Tae Hyung antes de salir de su casa. Estaba seguro de que sus pequeños no sufrirían ningún daño, pues Nam y todos los demás vendrían al amanecer. Y él... él sólo rescataría a su alfa, a su Ho Seok.



















Ya llega el final y haré especiales de todas las parejas :'3

Gracias por todo su apoyo y por los 4k seguidores. Enserio son unos amores. ♥

Nota actual:

Maratón 10/10

Bebés, aquí acaba la maratón, pero espero que el día domingo pueda actualizar de nuevo, al menos por el cumpleaños de mi solecito. Lxs amo y gracias por el apoyo.❤✨🌈

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