Las diferencias hacen a las personas, pero al final seguimos siendo lo mismo: seres humanos con sentimientos, con ganas de amar.

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Su padre no dejaba de hablar y a Ho Seok ya le estaba comenzando a fatigar el hecho de que aquel hombre mayor no se callara.

— Durante el desayuno no se habla. — sentenció con pocos ánimos el pelinegro.

El señor y alfa Jung dejó de hablar, pero no porque así lo haya pedido su hijo menor, claro que no, él se detuvo al ver que Ho Seok, su hijo favorito, tuvo la insolencia de callarlo con esas simples palabras y de esa manera, arruinar su discurso sobre la "boda" que se daría en menos de tres meses con el objetivo de tener un heredero para el siguiente año.

Ho Seok no había notado aquello, el como todos en la mesa lo observaban, desde sus hermanos hasta su madre. Sólo logró percartarse de su insolencia cuando su padre se levantó de la mesa, haciendo un rido estruendoso con la silla al colocarse de pie.

— ¡NI CREAS QUE PASARÉ ESTA INSOLENCIA SÓLO POR SER MI HIJO MENOR, NI LO CREAS, HOSEOK! — Todos podían sentir la cólera emanando del cuerpo del alfa mayor, todos fueron testigos de como Ho Seok le faltaba el respeto al líder de la manada, a su propio padre.

Para cuando Ho Seok levantó la cabeza se percató, demasiado tarde, del grado de sus palabras. Tanto Nam Joon, Yoon Gi, al igual que JiWoo, sus tres hermanos, lo veían con preocupación, sin contar que su madre se encontraba pálida. Desafiar al alfa de la manada o incluso faltarle el respeto era un reto asegurado, una pelea que se tenía que dar sí o sí entre el líder y el "agresor".

— P-papá, y-yo... — Ho Seok no sabía qué decir. Su padre era alguien muy recto en cuanto educación y modales se trataba, así siempre había sido con él, con sus hermanos e incluso con su hermana, que también era otra alfa al igual que ellos.

— Es mejor que te tranquilices, cariño. — musitó la madre y omega, levantándose de la silla y caminando hacia su esposo.

— Ho Seok solo está así porque no logró follar con Seul Gi. — JiWoo rio al terminar de comentar su chiste un tanto sátiro y fuera de lugar.

— ¡NO TE ATREVAS A HABLAR ASÍ! — defendió el pelinegro. La alfa solo le sacó el dedo corazón y pidiendo permiso a sus padres, se levantó de la mesa.

— Iré con Ji Min, no me busquen. — Las palabras de Yoon Gi eran así de frías y directas. Al pálido jamás le importo la opinión o el parecer de su familia, por lo que en esta ocasión (al igual que en anteriores) se colocó d epie, dirigió hasta el recibidor donde se colocó sus botar y posteriormente salió de la casa sin mirar atrás.

El único que se atrevió a quedarse fue Nam Joon, quien era el hermano mayor y tenía que solucionar de alguna manera racional los problemas de la casa.

— Yo lograré hablar con él, padre. — sentenció el moreno antes de colocarse de pie, bajo la atenta mirada del señor Jung, y arrastrar consigo a Ho Seok, quien en ningún momento se opuso.

Para ese momento los únicos que quedaron de pie en el comedor fue la señora Jung y su esposo, a quien trataba de calmar de alguna forma.

— Entiéndelo, él la amaba demasiado y este matrimonio arreglado no lo hará cambiar de opinión o acabar con esos sentimientos. — la señora Jung era una omega dulce, ella había criado a sus hijos con mucho amor y dedicación, diciéndoles que luchen siempre por sus derechos y por lo que verdaderamente les apasionaba, nada en comparación con la crianza de su esposo, quien era alguien duro y sumamente peligroso cuando conspiraban en contra suya.

— Yo lo acepté, acepté casarme con alguien que no amaba para asumir tal puesto ¿Por qué él no? — fue la respuesta del alfa, pues, él al igual que su hijo, también se había casado sin siquiera haber entablado una conversación con la chica que le asignaron. Él también había tenido que dejar a su novia para poder ser el alfa que toda la manada necesitaba.

Y en ese momento, el corazón de la señora Jung dolió. Sí, ella sabía que su esposo no la amaba, pero que se lo repitiera algunas veces, dolía más.

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— No debiste hablarle de esa manera a nuestro padre. — le regañó.

Ho Seok solo miró a su hermano mayor, él era un alfa fuerte, uno de sangre pura al igual que él y sus hermanos, no tenía ningún defecto, a excepción de que le gustaba más estar entre libros que estar dando puñetes o patadas para autoprotegerse. Su novio, Jin, en cambio, era otra historia, pues a pesar de ser un omega, sabía pelear y defender sus derechos sin minimizarse ante nadie, incluso podía jurar que el alfa era Jin y no Namjoon.

— No me quiero casar con nadie que no sea Seul Gi. — Ho Seok estaba convencido en que su destino era al lado de esa chica, de esa alfa, sin embargo, no era así.

Nam soltó un suspiro, había pasado por aquello cuando descubrió que su pareja destinada era un hombre en vez de una mujer, aún recuerda el día que trató de despreciar a Jin y este terminó minimizándolo a él.

Nam ríe ante su recuerdo y no tarda en sentarse al lado de su hermano.

— La luna todavía no te ha designado una pareja, pueda que estés destinado a pasar el resto de tu vida con al...

— O pueda que sea de aquellos lobos que no constan de una pareja y solo se valen de la decisión de su parte humana.

Nam Joon calló, pues Ho Seok tenía razón, la luna designaba parejas cada año, pero se habían presentado cientos de veces muchos lobos que no contaban con la dicha de tener un mate y sólo dejaban ese aspecto a un lado, para que la parte humana tome una decisión de con quien quedarse.

— Eso no pasará, Ho Seok. Estoy seguro de que la luna tiene preparado un destino muy próspero para ti.

— Lo mismo te dijo mamá cuando cumpliste la edad suficiente para tener hijos y no lo lograron.

Eso había dolido, El alfa mayor se había sentido ofendido, en especial su parte animal, pues hace más de un año que intentaba ser padre, lo logró una vez, pero el cuerpo de Jin no fue lo suficientemente fuerte y tuvieron que tomar una muy drástica decisión: salvar a Jin en vez del bebé.

— Es mejor que lo pienses bien, pueda que ames a SeulGi y pueda que logres casarte con ella, pero entiendes que nunca lograrán tener bebés, ella también es un alfa. — otra palmada suave fue a parar en la espalda del menor y al querer objetar algo, no lo pudo hacer, pues su hermano estaba sumido entre sus libros y caminando lejos de él.

Ho Seok respiró hondo y llevó ambas manos a su rostro, estaba cansado mentalmente, pero su lobo se encontraba muy bien, como si nada estuviera ocurriendo.

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El día pasó rápido, Tae Hyung lograba terminar sus tareas a tiempo, pues todos los domingos salía con sus amigos, sin embargo, no había tocado libro alguno, sin contar que desde hace minutos escuchaba a su madre alterada y a su padre caminando de un lado a otro, preguntando cosas que él no entendia y que no quería entender.

Colocó sus brazos por debajo de cabeza y miró el techo, su lobo estaba inquieto y en su mente no dejaba de rondar la idea de una boda. ¿Él casado con una alfa? ¿Con alguien a quién no quería, ni conocía?

Tae Hyung no adoraba la idea, la odiaba, pero su madre ya iba diciéndole que se haga la idea de complacer a un alfa, de comportarse como un omega, pues a su pareja no le gustaría tener a alguien rebelde a su lado; sin embargo, Tae Hyung no acataría ninguna de aquellas órdenes. Él lucharía hasta librarse de esa alfa que lo quería atar para siempre a su vida.

Iba a cerrar sus ojos, cuando la puerta fue abierta bruscamente y por esta, se adentró su hermana, quien traía un vestido rojo muy bonito y apretado. Taehyung la miró mal y le dió la espalda.

— Debes estar preparado para dentro de diez minutos. — le avisó la alfa.

Taehyung le maldijo internamente, no es que no la quisiera, solo que le había robado algo que era suyo, le había quitado el nombre de ser un alfa.

— No tengo apetito, avísales que mañana comeré algo. — sentenció el menor de ambos hermanos. Mas sin embargo, la chica no aceptó.

— La familia de tu alfa vendrá a cenar, papá ha preparado esta cena con mucho detalle desde hace dos años. Baja, por favor. — fueron las últimas palabras de la alfa antes de retirarse de la habitación.

Taehyung se levantó y miró su reloj, definitivamente le quedaban menos de siete minutos.

— Sólo será por esta vez. —. Se dijo a sí mismo antes de correr hacía el cuarto de baño y arreglarse lo más pronto posible.

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Cuando Ho Seok estuvo al frente de la casa de los Kim, sólo atinó a pensar que sus padres habían recapacitado y que le permitirian casarse con Seul Gi, con lo que no contaba verdaderamente era que al entrar sería recibido por sus futuros "suegros" y por su novia, quien estaba mas bella de lo común. Aquello no era normal, las reglas decían que para pedir la mano del omega, este no tendría que estar presente en la llegada de su alfa.

Y lo peor fue ver bajar a Taehyung, el hermano de su pareja, las escaleras a pasos agigantados y gritando que no se casaría con nadie, que estaría muerto antes de atarse a alguien que no amaba.

En ese momento vió a su novia, quería pedirle explicaciones, pero ella desvío la mirada y atinó a pedir permiso para retirarse a la cocina.

Ya lo había entendido todo.

— ¡NO ME CASARÉ CON ÉL! — Gritó al mismo tiempo que lo señalaba. — ¡NO SOY GAY!

➡ Datos:

·Namjoon; 24 años
·YoonGi; 22 años
·Jiwoo; 19 años
·Jimin; 20 años

➡ Nota del autor:

No tengo nada qué decir, nada más que las amo, Brillitos de mi vida ♥