☪ 13 장
Nuestro amor nació de la tierra, nuestro cariño de las estrellas y tu sonrisa de esta experiencia.
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Deshacerse de Jeon no fue algo muy fácil que digamos, Tae Hyung tuvo que inventarle una excusa muy creíble.
— Entonces el hielo puede ayudar. Según mi madre, desinflama el golpe y disminuye el dolor. — Jung Kook seguía hablando mientras que Seul Gi lo escuchaba atenta, tomando notas mentales para una próxima vez. Ella no era mala con ninguna persona, le gustaba ser amable y demostrar buenos modales ante todo, por esa razón es que cuando su hermano le llamó, casi gritó, que le dolía la pierna y que necesitaba descanso, no dudó en pedirle de favor al otro alfa que se marchara por el bien de su hermanito.
Y en ese preciso momento, Jung Kook se encontraba dándole alguno que otro consejo para el tobillo lastimado de Tae Hyung.
La chica sonrió cuando el alfa terminó de hablar y accedió a seguir cualquier paso o método para que su hermanito se recupere pronto y de esa manera pueda regresar a la escuela.
— Bien, nos vemos. — dijo el chico, antes de darle un beso en la mejilla a Seul Gi y salir corriendo de la casa.
Las mejillas de la chica se enrojecieron y pronto sacudió su cabeza, sonrió y optó por ignorar aquel acto sincero y puro, fuera de cualquier otra intención que no haya sido más que para despedirse.
Jeon corría por las calles, daba vueltas cada que podía y sonreía como un estúpido, claro que no todo había salido como él lo planeó, pero sí pudo llegar a un avance; Tae Hyung lo recordaba, incluso le había catalogado como 'bonito'.
Un grito fuerte se escuchó y algunas de las personas que paseaban a sus mascotas en la noche lo miraron, Jung Kook gritaba y reía mientras miraba el cielo estrellado, deseando que los meses pasaran rápido para así tener otra elección de parejas, pues él estaba más que seguro de que su mate era Tae.
Al llegar a su casa, su madre se percató de la felicidad de su hijo, preguntó el porqué y esté solo le dijo que había encontrado el amor.
Su hermana mayor, Wendy, se rio de él y le dijo que tener un "crush" no era encontrar el amor, sino sufrir por este. Jung Kook no le contestó, pues nadie arruinaría su felicidad, él se encontraba sumido en su propio mundo, en su alegría, que nadie, ni su propia madre o padre, logró sacarlo de ahí.
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Jung apenas y podía sonreír al estar en el desayuno. Sus padres no le decían nada, mas JiWoo no se quedó con las ganas de molestar a su pequeño hermanito.
— ¿Qué pasó, Ho Seok? ¿La paja no se dio bien o es que... imaginaste a Tae Hyung desnudo saltando sobre tu asquero...
— ¡JiWoo! — gritó su madre. — Estamos en la mesa, ten un poco de respeto, no solo por tu hermano, también por los presentes y por Jin.
La chica rió por lo bajo y siguió comiendo.
Ho Seok, en cambio, continuó con ese ceño fruncido y con la poca paciencia que se le iba agotando con cada minuto al lado de sus parientes.
Todos hablaban, reían y felicitaban a Ji Min, quien al parecer había anunciando en la cena de la noche anterior su embarazo. Yoon Gi estaba más que sonriente y Nam Joon y Jin solo le decían los cuidados que debían tomar para no acabar como ellos.
Incluso JiWoo había dejado de prestarle atención para ahora tomarse foto con Ji Min y nuevamente subirlo a redes. Ella amaba "exponer", en el buen sentido, su vida y las experiencias que pasaba día a día.
— ¿No piensas felicitarnos, hermanito? — pregunta Yoon Gi, dando una mordida grande a su tostada.
Ho Seok sale de sus pensamientos y mira a Ji Min, quien sonríe lleno de felicidad, achicando sus ojitos en el acto.
No puede encontrarse molesto con él, es una ternura de persona, incluso recuerda cuando su hermano lo presentó ante toda la familia y este se comportó de la forma más tímida y educada que alguna vez pudo haber visto.
— Felicidades, Ji Min, estoy seguro que serás una gran "madre" y que formarás una buena manada al lado de mi hermano.
— Gracias... — apenas musitó el chico de ojos pequeños.
Ho Seok prosiguió con su desayuno, pensando en qué tanto hacía ese imbécil en la habitación de Tae Hyung, en primera, no tenía por qué entrar a su habitación , ni siquiera debió entrar a su casa.
— Ho Seok, el entrenamiento continua después de tus clases, serán todos los miércoles, viernes y fines de semana. — avisó Jin.
El señor Jung se alegró al escuchar aquello, ya quería ver a su hijo convertido en todo un guerrero, al igual que en un gran padre de familia y en un buen abogado, doctor o cualquier tipo de carrera que él quisiera escoger.
Ho Seok asintió y sin despedirse de nadie, se levantó y salió del comedor.
Nadie lo entendió, pero es que nadie podía entender a un adolescente, a un chico que recién estaba conociendo la vida, que recién estaba aprendiendo de esta.
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El ruido de la motocicleta al estacionarse hizo un ruido algo violento, pues la velocidad impuesta por Ho Seok al manejar sobrepasaba cualquier límite, y cuánto agradecía el chico no haber encontrado a policía alguno por ahí, pues eso solo significaría servicio comunitario por dos semanas y un castigo severo de parte de su padre.
Muchos de los chicos bajaban de sus autos o de su bicicletas para cuando él llegó. Jung supo de inmediato que era demasiado temprano. Tomó sus pertenencias en manos y corrió hasta las instalaciones de la secundaria con la esperanza de encontrar a Seul Gi, necesitaba de su novia, de la mujer que él amaba.
Corrió por todos los pasillos hasta llegar al salón de su pareja, aquí no se encontraba nadie más que algunos chicos que leían y practicaban alguna que otra materia.
Maldijo en voz baja y nuevamente corrió, solo que esta vez fue directo al casillero de ella.
Felizmente la encontró ahí, sonrió y comenzó a caminar, con paso firme y con la idea clara de lo que pediría.
Seul Gi apenas y tuvo tiempo de saludar a Ho Seok, pues este le apoyó contra los casilleros y le besó, importándole muy poco la presencia de otros chicos de grados inferiores o superiores.
La chica se quedó sorprendida ante el actuar de su novio, pero accedió al continuar con el beso y no detenerse en ningún segundo. Ella no le pondría ningún alto, pues estaba bien, lo estaban haciendo; ambos se amaban y tenían derecho a demostrar su amor.
— Wow ¿Qué sucedió? — preguntó ella al separarse de Hoseok.
Este la miró con el deseo ardiendo en su piel, como en su mirada.
Sonrió, pero no como un chico o chica que se ríe al escuchar un buen chiste, no, claro que no, él sonrió con lascivia desbordándose por ese simple gesto.
— Quiero hacer el amor contigo, Seul Gi. — Y ella se apartó de inmediato, alejándose de las manos de su novio.
— No te juegues con eso, Ho Seok... Aún somos muy jóvenes. — ella rio nerviosa.
El pelinegro se apartó de inmediato. Miró a su alrededor, nadie se encontraba ahí, al parecer había sonado la campana y ellos no se habían percatado de aquello.
— ¡Mierda! ¡Esto está mal! ¡Esto está muy mal! — gritó el chico, llevando sus puños a los casilleros y creando un sonido sordo.
La chica lo trató de detener, tomando su hombro y abrazándolo al instante.
— Te amo, Ho Seok, pero no me pidas algo que no puedo entregarte.
Jung asintió lentamente y luego prosiguió a abrazar a su novia, rodeando su cintura y besando su frente al instante.
— Yo también te amo, Seul Gi... Lo siento.
Jeon no podía encontrarse más feliz que antes, su celular grababa todo lo que ocurría en ese pasillo y la sonrisa que llevaba era solo una pequeña muestra de lo que realmente sucedería cuando ese pequeño video se encuentre en las manos de los señores Kim, de los señores Jung, incluso del mismo Tae Hyung.
— Esto es más de lo que esperé de ti, Ho Seok. Me haces las cosas tan fáciles, mocoso. — susurró lo suficiente bajo como para no ser escuchado por nadie más que él mismo.
Terminó de grabar al momento que ellos se separaron y decidieron caminar en dirección contraria.
Jung Kook rio y se encaminó hacia su próxima clase. Separar a Ho Seok de Tae sería más fácil que hacer un proyecto de ciencias.
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El tobillo de Tae Hyung iba mejorando, ya ni sentía dolor y eso era mucho pedir.
Terminó por acomodar sus pantalones y su camisa para luego con ayuda de su madre, bajar las escaleras.
Los señores Jung, junto a Ho Seok los acompañarían en la cena, y aquella tendría que ser perfecta, al igual que las otras.
Todos esperaban impacientes la llegada de los jefes de la manada y cuando estos llegaron las risas y las bebidas no se hicieron esperar.
Tae se encontraba al lado de su alfa y Ho Seok solo miraba a su supuesta cuñada.
Los menores se encontraban con la mirada baja y con pocas ganas de comer. Ellos estaban sumidos en un increíble silencio, que se vio interrumpido con el sonido del timbre.
Todos levantaron la vista y la señora Kim se apresuró en ver quien era a esas horas de la noche. Se sorprendió mucho al ver a un joven, este la saludó con confianza y pasó a la casa, sonriéndole a Tae Hyung, acto que no pasó desapercibido para el padre del omega.
Ho Seok apretó sus puños por debajo de la mesa y se quedó mirando al otro alfa.
— ¿Qué sucede, mocoso? ¿No te alegras de verme? — se carcajea Jung Kook.
Jung se levanta de la mesa, viendo con desprecio al chico. Tae Hyung ya esperaba lo peor, él no quería una maldita pelea en su casa y tampoco quería ser golpeado de nuevo por su padre.
— ¿Quién eres tú? — pregunta el padre de Tae.
Jung Kook ríe y saca su móvil del bolsillo delantero de su pantalón.
— Soy el que les mostrará que Ho Seok no es más que un idiota que juega con los sentimientos de Tae Hyung, incluso les mostraré la clase de hija y hermana que es SeulGi.
Los Jung no pudieron escoger peor día para compartir una cena al lado de su próxima familia, Ho Seok y Seul Gi nunca debieron besarse en aquella mañana y Tae Hyung... él nunca debió ver aquel video.
Maratón 5/5
Jungkook es mayor que Hoseok en este fic.
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