☪ 12 장
Por qué no me dejas ir, acaso tengo que esperar tus ganas de soltarme... Por qué simplemente no aceptas que sigues amándome.
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Ho Seok seguía pensando en qué había sucedido aquella tarde, él quería entender qué es lo que había hecho en la habitación de Tae Hyung, él era un hombre... Un hombre que gustaba de mujeres, entonces ¿Por qué mierda trató de besar al que antes fue su cuñado?
Cubrió su vista con su antebrazo y mordió tan fuerte su labio inferior que poco tiempo después sintió el sabor metálico de la sangre.
- ¡A cenar, mocoso hormonal! - gritó JiWoo, irrumpiendo en su habitación y tirándole algo que él desconocía, pero que al abrir sus ojos pudo identificar como empaques de condones.
Abrió sus ojos en par y miró mal a su hermana, que ya estaba riéndose y agarrando su estómago.
- ¡Véte al demonio, JiWoo! - gritó el pelinegro.
La chica se limpió algunas lágrimas de los ojos y negó con la cabeza.
- L-los e-empaques son... son de Yoon Gi, él te los manda. - se excusó ella antes de seguir riendo.
Ho Seok tiró los empaques al suelo y salió corriendo detrás de su hermana, pero no fue para seguirla, sino para ir a la habitación de su pálido hermano.
A los pocos minutos se maldijo por no haber tocado y solo haber entrado. Yoon Gi tenía debajo a Ji Min, su novio, mientras lo penetraba sin piedad alguna.
Ho Seok enrojeció al instante, jamás había visto a ninguno de sus hermanos teniendo sexo, y... y esta fue la primera vez, además de la más traumatizante.
Yoon Gi gruñó al darse cuenta de que alguien presenciaba parte de su intimidad.
El alfa más joven se arrepintió no solo de haber entrado sin tocar, también de haber interrumpido el acto coital de su hermano, pues este se apartó de su novio y estando desnudo, se colocó de pie para buscar su ropa interior.
Poco después se podía ver a un Ho Seok corriendo mientras era perseguido con un Yoon Gi semidesnudo.
Nam Joon, quien caminaba con un vaso de agua en mano, lo soltó al ver a sus hermanos corriendo hacia él. El moreno maldijo en voz baja, pues era el tercer vaso que rompía en la semana, seguramente su madre ya lo habría escuchado y ahora tendría que pagarlo o bien comprar otro set de cubiertos.
- ¡Mierda! ¡Dejen de correr, imbéciles! - Nam Joon no era violento, pero cuando lo encontraban enojado era mejor ignorarlo o dejarlo en paz.
JiWoo, quien estaba en la cocina riendo junto a su madre, se detuvo y miró a su hermano semidesnudo para luego soltar carcajadas, propios de un hombre, no de una dama.
- ¡Vuelve aquí, mocoso imbécil! ¡Te enseñaré a no ser inoportuno! - los gritos de Yoon Gi fueron la alerta para la señora Jung, quien gritó que se detuvieran. Estos hicieron caso, pero no fue la salvación de Ho Seok, pues Yoon Gi le tiró una patada ahí abajo, antes de ignorar a su progenitora y salir caminando como si nada de la cocina.
La señora Jung negó con la cabeza y ayudó a su hijo a levantarse. Ho Seok tenía el rostro deformado por el dolor y sus manos aferradas a su hombría.
JiWoo solo rio antes de decir la verdad.
- En realidad fue papá quien me ordenó que te entregara el paquete de condones. Él no quiere que embarazes a Tae Hyung antes de la boda. - Ho Seok miró con mala cara a su hermana. Si ella le hubiera dicho la verdad, él se habría ahorrado el trauma y de paso el golpe en las pelotas.
La madre de ambos alfas solo le entregó hielo a su hijo menor y comenzó a darle charlas de sexualidad. JiWoo escuchaba divertida todo el asunto mientras comía una manzana.
- Pero yo no quería hacerlo, ni siquiera planeaba acercarme tanto, solo que... Solo que...
- Solo que le tienes ganas al omega rubio. - completó la alfa. HoSeok le empujó y esta solo soltó más carcajadas. Nadie podía parar a Jung JiWoo.
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La cena llegó rápido, Ho Seok estaba avergonzado aún por lo que había visto, razón que lo llevó a bajar la mirada cuando saludó a Ji Min. El chico bajito también se encontraba más que cohibido. Su "cuñado" lo había visto desnudo y para sumarle, teniendo sexo.
Mientras que el señor Jung se dedicaba a mirar a su mejor hijo, quería retomar el tema que había estado hablando con el padre de Tae Hyung aquella tarde. Aquel tema que incluía a su hijo junto al omega a punto de tener sexo.
Nam Joon aún mantenía su ceño fruncido, pues su madre sí le había cobrado por los vasos rotos. Y JiWoo... JiWoo era ella misma mientras tomaba fotos de su comida y lo subía a Instagram.
Todos los Jung, junto a un Park, estaban cenando. Todos en silencio, hasta que...
- Ho Seok, tenemos que hablar.
- ¡Yo no quise, papá! ¡Mi lobo me lo pidió! ¡Él me estaba manejando! ¡Lo juro! ¡No soy gay!
- ¡Ahg! ¡Por dios, Ho Seok! ¿Hasta cuándo planeas seguir con lo de ser gay? ¿Acaso el chiquillo ese no es lindo? Incluso puede ser comparado con Seul Gi, claro que no tiene las mismas proporciones que una mujer, pero cuenta con el mismo fin que una... Te puede dar cachorros.
- ¡Yo no quiero cachorros, quiero a Seul Gi!
- Seul Gi es una alfa, ella no te podrá dar cachorros y tampoco podrá entregarte algo más allá que besos.
Ho Seok calló, ya no tenía nada que decir, era cierto, Seul Gi era una alfa, su amor prohibido era tal y como estaba escrito, algo prohibido.
- Solo pretende no embarazarlo para la boda, esta ya se acerca y no quiero que Tae Hyung tenga una gran barriga para ese día... Utiliza los condones si quieres intimar con él.
Ho Seok se levantó de la mesa, ignoró cada palabra de su padre y salió directamente a su habitación.
El señor Jung no lo detuvo, al final tendría los nietos que quería y el descanso merecido que tanto anhelaba.
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Jungkook dió dos golpes suaves y lentos a la puerta, esta fue abierta a los pocos minutos por una chica.
El alfa le sonrió y alzó entre sus manos algunos libros y cuadernos.
- Soy Jeon Jung Kook, tengo algunos amigos en la clase de Tae Hyung y pedí los apuntes por él, sé que está mal y quiero verlo.
Seul Gi miró con desconfianza al desconocido, pero lo dejó pasar, indicándole la habitación de su hermano.
Jeon estaba feliz, había logrado entrar a la casa de su amor platónico.
- Tae Hyung es algo distraído, así que no intentes algo más allá de lo común con mi hermanito. - más que una advertencia, fue una amenaza de parte de otra alfa.
El chico rio, jamás le haría daño alguno a Tae Hyung, le gustaba demasiado como para siquiera tocar un cabello suyo, al menos no de la manera que ella creía.
El pelirubio estaba aún pensado en todo lo ocurrido en la tarde, en la forma que Ho Seok lo abrazó, en la que lo besaría, en la forma que lo haría suyo. Nuevamente pataleó y soltó un gritito al golpear su tobillo lastimado.
- Hola. - dijo el de nariz grande.
Entonces, Tae volteó y lo reconoció. Era Jeon Jung Kook, estaba en el taller de arte y pintura, aquel con el que compartieron una vez el salón.
Él nunca fue alguien que tirara para el otro bando, pero ciertamente tenía que admitir que Jung Kook era alguien muy guapo, y no podía decir que era envidia lo que sentía por él, claro que no, pues Tae también era alguien guapo, la cuestión es que sentía algo más allá de un simple sentimiento envidioso. Él sentía algo así como gusto al verlo.
Una sonrisa se coló en su rostro antes de preguntarle el porqué de su visita.
- ¿Aún me recuerdas? - fue la respuesta de Jung Kook ante la pregunta del omega. Este asintió.
- Eres el chico del taller, además es muy dificil olvidar a alguien tan lindo como tú.
Jeon se alegró al escuchar aquello, eso podía significar un amor correspondido, o al menos un gusto.
- Te traje los apuntes que perdiste al no ir a clases. - se excusó el alfa antes de entrar por completo a la habitación y cerrar la puerta detrás suyo.
Tae le sonrió y miró los apuntes cuando estos se le fueron alcanzados.
No se escuchaba nada más que el ruido de las páginas al ser volteadas, por lo tanto, aquello era algo muy incómodo, al menos para Jung Kook sí.
- Sé que te casarás con Ho Seok.
Tae Hyung rápidamente lo vio.
- Ya todo el mundo lo sabe ¿Cierto?
- Sí.
- No me gusta Ho Seok, él... él es alguien cruel, alguien que yo no amaré aunque tenga la obligación de casarme.
- Lo sé, por eso estoy aquí.
- ¿Qué? - Tae Hyung se encontraba confundido, eso significaba que... que Jeon Jung Kook estaba... Entonces ¿Era cierto? Claro que era cierto.
Ho Seok no mentía, él sí... Claro que había mentido, conocía a Jung Kook, pero solo de vista, nunca hubo una interacción de por medio y cuánto agradeció haber mentido el día que lo golpearon al solo vincularlos, pues sí se hubiera atrevido a abrir la boca y decir que compartía algunas clases con él, aquello solo hubiera significado su muerte.
- T-tú me gustas, Tae Hyung. Me gustas.
Y sus ojos se abrieron en par, su boca se entre abrió y sus ganas de alejarse de ese alfa fueron grandes.
Por alguna razón deseaba ver a Ho Seok, sentir su aroma y volver a experimentar lo mismo que hace unas horas atrás.
Ambos chicos vivían su mundo, uno estaba ilusionado y otro con temor, mientras que alguien los miraba desde la ventana de al frente.
Ho Seok apretaba sus puños. Jeon no se rendiría, eso quería dejarlo en claro, al parecer.
Maratón 4/5
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