☪ 제 58 장

[Capítulo dedicado a BrendaParkMin; xcloudyknightx & taecito05]

✎ Narrado por Hoseok



Desperté en un lugar que desconocía, todo estaba oscuro y parecía que me estaban dando vueltas; sin embargo, descarté esa idea al momento de mirar todo el lugar y caer en cuenta de que seguía en la casa de mi "suegro". Creo que jamás me moví y pensar que alguna vez llegaría a mi casa solo era mentirme a mí mismo.

Suspiré algo cansado y traté de levantarme, pero al más mínimo roce de mi pierna con el mullido... ¿sofá? Sufrí de un extremo dolor y ardor.

Traté de apoyarme lo más posible en mis manos al momento de levantar solo la parte superior de mi cuerpo y efectivamente darme cuenta de que me encontraba en un sofá y en una habitación que no era la entrada de aquella casa.

— Veo que ya despertaste. — esa voz habló a través de la oscuridad y parecía estar más cerca de lo que yo creía. A pesar de mirar a todos lados en busca de alguna respuesta, no encontré lo que tanto ansiaba, aumentando aquello mi desespero y mis ganas de levantarme. — No te esmeres en buscarme, no quiero verte y notar el gran parecido que tenías con aquel imbécil. — sus palabras eran escupidas con un odio muy notable. Sin embargo, no me preocupe por prestarle la suficiente atención, en cambio, preferí averiguar qué sucedía con mis piernas, ambas parecían no reaccionar ante mis impulsos de querer levantarme y correr hacia la salida más cercana.

— Mierda. — murmuré cuando sentí la humedad en una zona de mis pantalones, para ser exactos, en mis muslos. Un suspiro algo ronco salió de mis labios cuando me dí por vencido. Esto no iba a funcionar y tenía miedo de lo que posiblemente me estaba ocurriendo.

Lo últimos recuerdos que tenía en mi cabeza eran vagos y casi insuficientes para mí; sin embargo, aún podía acordarme de la pistola que apuntó mi rostro y de lo asustados que se veían mis hijos al estar entre mis brazos... de lo asustado que se encontraba Tae Hyung. Todo fue tan rápido, tan momentáneo para él, pero tan significativo para mí. Primero apuntó directamente hacia mi frente, pensé, por un momento, que realmente me mataría, pero lo único que sentí fue una presión, casi como una cortada, en mi muslo derecho. Ni siquiera oí el sonido que hizo la pistola al llegar a esa parte baja de mi cuerpo.

«Yo te lo advertí, pero eres igual de testarudo que tu padre y que mi hijo.»

Sus palabras aún seguían en mi cabeza; creo que siempre hay algo en tu vida que te marca por completo, algo que logras recordar por más que no quieras, pues esas palabras seguían repitiéndose en mi mente y daban indicios de que más recuerdos iban a llegar e invadir mi mente. El otro disparo también se oyó, en esta ocasión tampoco me atreví a abrir los ojos... no me atreví a abrir los ojos hasta que sentí sus pasos lejos de mí. Sin embargo, lo hice, me atreví a ver qué había sucedido y juro que fue como si esto fuera otro inicio... otro mundo. Un mundo donde mis piernas comenzaban a sangrar y mis pantalones a mancharse. Todo ya había acabado y por más que intenté detener la hemorragia, esta no se detenía.

Se podría decir que pase más de cinco horas en el suelo de la entrada, este ya se había manchado completamente de un rojo oscuro. Estaba comenzando a temer no solo por mí, también por mi familia. Tae Hyung había logrado escapar con nuestros hijos y a pesar de contar con un vínculo, no podía sentir nada más que dolor y ardor que ascendía y parecía caer por todo mi cuerpo.

Y cuando menos lo imaginé, me hube arrastrando por el suelo, quería salir de ese lugar, no importaba si llegaba de esa manera al bosque o a otro lugar más cercano a mi hogar, lo único que quería era salir de ese lugar; sin embargo, no lo logré. Un golpe fuerte, que realmente no supe de dónde vino, me hizo caer rendido, no solo ante el cansancio, sino también ante la oscuridad.

Ahora estoy aquí, sin nadie más que el hermano de mi esposo; traté de volver a mover mis piernas, pero un fuerte ardor se situó en estas y en poco tiempo un sonido sordo interrumpió la paz que reinaba en la habitación. Mis piernas dolieron más que otra parte de mi cuerpo.

— ¡Diablos! ¡No puedes mantenerte ni un solo minuto tranquilo! — gritó. No le presté mucha atención hasta que las luces estuvieron encendidas y pude ver su rostro con claridad. Una parte de su mejilla y sien se encontraba con un gran moretón, que claramente yo le había hecho.

— ¡ERES UN MALDITO, JUNG! ¡UN MALDITO HIJO DE PUTA! — gritó con más ganas, tomando de esa manera mi chaqueta y estrujando con sus manos una parte de esta.— ¡NO SABES CUÁNTO ODIO A TU FAMILIA! ¡LOS ODIO!

No entendía el porqué de sus gritos, era muy exagerado, contando que me tenía en unas circunstancias que a cualquiera no le gustaría.

— N-no sé de qué me estás hablando, pero... ¡SUÉLTAME! — le grité, empujándolo y logrando caer de espaldas y golpearme muy fuerte.

Creí que el que debería estar llorando debería ser yo, pero fue él. Él comenzó a soltar lágrimas y a limpiarlas al momento en que estas se reunían en su mentón.

— Pero sabes algo...— susurró, parecía que se le hacía difícil hablar, pero a pesar de eso, lo hizo muy bien. Caminó de un lado a otro y mientras lo seguía con la mirada, me di cuenta que estábamos en un cuarto muy bien decorado y por la fotografía que colgaba arriba del sofá podía deducir que era el despacho del padre de Tae Hyung.— tu familia también está llena de desgracias, al igual que la mía, el dolor también estará por su sangre, al igual que por el mío y estoy seguro que la sed de venganza está muy presente en su mente. Después de todo, ninguno de ustedes se diferencian mucho de nosotros.

No entendía nada de lo que iba diciendo, pero al parecer él tomaba mi confusión como algo burlesco, pues su expresión cambió y en pocos segundos lo tuve nuevamente cerca, muy cerca a mi rostro y con la ira recorriendo por sus orbes.

— ¡NO SOMOS DIFERENTES! ¡ME ENTENDISTE! ¡NO NOS DIFERENCIAMOS EN NADA, MÁS AHORA QUE NINGUNO DE LOS DOS CUENTA CON PADRE! — y ese golpe fue demasiado bajo para mí, ni siquiera el dolor que sentía en mis muslos fue comparado con el dolor que sentí en mi pecho al escuchar aquello.

Mi padre nunca fue un buen samaritano en todo el sentido de la palabra, tampoco puedo juzgarlo, pues yo hice casi lo mismo al no querer casarme con Tae Hyung; sé que tampoco fue un gran padre con mis hermanos mayores, pero de igual manera siempre estuvo para nosotros de cierta forma, e incluso se presentó a muchas de nuestras obras teatrales y demás ceremonias escolares cuando mamá enfermaba o cuando se sentía mal. Muy a pesar de todo, papá no merecía morir.

Negué repetidas veces, tratando de meterme a la cabeza que ese idiota estaba mintiendo y que solo lo estaba haciendo para obtener lo que tanto quería.

— Veo que sí te afectó, en realidad, ¿A quién no le afectaría perder a su progenitor?... Sin embargo, creo que no sirve de nada estar diciéndote todo esto, porque al final no tienes nada, tu esposo escapó junto a tus hijos, perdiste a tu padre, a tu familia y creo que muy pronto quedarás paralítico.

Tragué grueso y miré de reojo hacia abajo, mis piernas se veían mal, seguían con la mancha de sangre y sentía que estaba perdiendo aun más, a pesar de encontrarme con algunos pañuelos presionando la herida.

Su risa resonó en toda la habitación y me dio terror pensar que en algún momento él tendría toda la razón... y que acabaría peor que mi padre.

— Ya cambia esa cara, Ho Seok, no es tan malo estar en una silla de ruedas, después de todo. — se burló él. No le tome importancia a su sátiros insultos o demás, solo me sentí feliz, no solo porque mi padre ya estaría en un lugar mejor, sino también por mi familia, mis hijos y por sobre todo...Tae Hyung. Los había salvado y no me arrepentiría de nada si hoy mismo o mañana moría desangrado o a manos de mi "cuñado".

— ¡Señor, lo tenemos! — un grito acompañado de un fuerte estruendo al ser la puerta abierta de manera abrupta me sorprendió y creo que a JongIn también.

— ¡QUÉ MIERDA TE DIJE DE INTERRUMPIR DE ESA MANERA! — gritó él. Aquel chico asintió, y a pesar de ser alfa, creí ver cierto miedo en su mirada al abrir por completo la puerta y dejar caer a... Tae Hyung. Mi esposo se encontraba herido, su rostro estaba algo sucio, como si hubiera caído de cara al suelo y creo que así fue, pues su ropa estaba llena de tierra y polvo. Por otro lado, su labio se encontraba partido y el moretón en su mandíbula me daba la impresión de que realmente no fue una buena idea que regresara por mí.

Tae me sonrió de lado, manteniéndose pegado al suelo y cuando lo levantaron del suelo, al tomarlo de sus cabellos, me di cuenta que sus brazos estaban atados detrás suyo.

— No debiste regresar por mí. — susurré al ver como una lágrima descendía por su mejilla.

— L-lo siento. — susurró. Miré el mismo lugar que llamaba la atención de mi esposo. La sangre seca en mis pantalones era una escena que no quisiera que él viera, pero ahí estábamos.

— No debiste haber llegado, Tae. — Fue lo único que dijo JongIn y sin pensarlo, yo ya sentía odio por ese hombre que decía llamarse hermano. Definitivamente un hermano no te hace eso.













Creo que dentro de dos capítulos es el final. ¡Ay! Me emociono, aunque siento que este capítulo está Kk. Perdón por tan poco 😭

Nota actual:

Maratón 1/6

Ya casi se termina esta bella obra e inician los especiales.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top