☪ 제 5 장
Tu cuerpo sobre el mío, tus besos descendiendo por mi piel y llegando a lugares que solo a ti deseo mostrarte, ese es el amor que me enseñaste.
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'Ho Seok es bueno, ten un poco de paciencia, Tae'. Escuchar a su hermana idolatrar a Ho Seok no era algo que le gustara, mucho menos cuando el alfa era el causante de sus lágrimas. Sin embargo, tuvo que escucharla, mientras en sus adentros solo pensaba en SeulGi soportando a ese idiota o en lo que le esperaba a la manada al creer ciegamente en un abusivo.
SeulGi tuvo que marcharse al escuchar la campana para retomar clases, ella solo besó la frente de su hermano menor y prosiguió a decirle que no perdiera clases, que comiera bien y se cuidara durante todo el día, que ella estaba ahí para él.
Sin embargo, ¿Por qué sentía como si esuviera solo en esto? ¿Por qué sentía que estaba cargando con todo el peso de su familia en su hombros? Porque así es, le contestó su lobo.
Tae Hyung era un chico muy tímido, a pesar de ser hombre, siempre lo fue; muy cuidadoso, delicado en algunos aspectos, tranquilo y muy poco rebelde, así se consideraba Tae. Nunca le había traído problemas a sus padres, ¿Por qué le hacían esto? Él siempre los había respetado en todos los aspectos. Se podía decir que era el hijo invisible de la familia Kim, y hubiera deseado permanecer de esa manera hasta conseguir una novia y formalizar como era debido. Hubiera deseado...
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Cuando en verdad tuvo las ganas de bajar de la azotea, se encontró con las aulas vacías. Recordaba haber escuchado muchas veces la campana, pero en ningún momento deseó o tuvo las ganas de bajar y reincoporarse a las clases.
Comenzó a caminar por todo el pasillo en silencio y aprovechó el momento para sacar su móvil y revisar algunos mensajes de parte de sus amigos, de su madre, de su hermana y de... su padre, este último era el que más insistía en verlo y ordenaba que llegara temprano para la cena, nuevamente la familia Jung estaría presente.
Algo dentro suyo se removió, su lobo también lo supo, pero prefirió ignorar esa sensación y prosiguió a correr hasta la puerta principal de la Institución educativa. Pensaba no encontrar a nadie, pero se detuvo al escuchar esa voz gruesa y muy reconocida al estar siempre presente en su casa en los fines de semana o entrenando con su hermana... cuando aún eran novios.
- Pensé que jamás bajarías de ese lugar. - comentó el chico de cabellos castaños. Tae Hyung miró a un lado, encontrándose a un Ho seok apoyado en la pared y con las manos dentro de sus bolsillos, como si estuviera despreocupado de la vida.
Tae suspiró a modo de respuesta, analizó a su "pareja" de pies a cabeza, soltó un quejido, claro que no de dolor, sino de impotencia y prosiguió a apretar su mochila contra sí mismo para luego comenzar a caminar. Estaba seguro que llegaría tarde a casa y a la cena, pero le aliviaba saber que Ho Seok también iba tarde.
- ¡Hey! ¡Espera! - el pelirubio hizo caso omiso a las peticiones del alfa y continuó, pensaba salir como si nada del campus, hasta que... - ¡Detente, Tae Hyung, te lo ordeno! - de inmediato el omega hizo caso, pero no por voluntad propia, sino por la maldita voz de mando.
La impotencia le ganaba, pues siempre ocurría lo mismo con los omegas, era por esa razón que existían tantos de su clase siendo explotados, no solo sexualmente, también laboralmente; todos los superiores se aprovechaban de aquella ventaja llamada "voz de mando" y abusaban de los más débiles. Era algo injusto para una sociedad donde suponía existía libertad.
Ho Seok sonrió complacido al ver que aquella táctica le podía servir con aquel mocoso. Había escuchado decir a su padre sobre lo autoritario que tenían que ser los alfas y sobre cómo tenían que comportarse cuando un omega no hacía caso a sus peticiones.
- Entonces, sí funciona. - celebró el pelicastaño, acercándose al rubio y tomando la mano de este, el omega rechazó el contacto y eso fue lo peor que pudo haber hecho un omega ante un alfa.
El lobo de Ho Seok se sintió herido, razón que le llevó a actuar de la manera que tanto su padre le había enseñado.
- ¡RESPÉTAME! - el grito fue más que suficiente para Tae Hyung, sin embargo, para Ho Seok no. Su padre le había dicho que en una relación el alfa siempre tenía que dejar en claro quien mandaba y porqué lo hacía.
Así que eso no fue suficiente para Jung, unos simples gritos no ayudarían en nada, mas unos golpes sí lo harían. Sin dudarlo, su mano fue levantada y una bofetada cayó en la mejilla del chico de tan solo 15 años. La fuerza fue tal, que cayó de bruces al suelo, golpeándose el trasero y rasguñando sus manos al ser estos, su soporte para no hacerse más daño.
- Tú eres un omega, yo soy un alfa, tienes que respetarme y si no lo haces... me aseguraré de que hayan más como este dentro de nuestra relación. - más que una palabras chistosas, aquello sonó como una amenaza.
Ho Seok sonrió internamente, estaba haciendo bien al educar al que sería su omega, después de todo, Taehyung era un hombre, no había razón para tratarlo con delicadeza, al igual que a una mujer omega.
- Vámonos, tu hermana me rogó que llegara a esa cena contigo de la mano. - el chico rubio no se levantó, no deseaba hacerlo, le dolía las piernas y el trasero muy fuerte. - ¡PONTE DE PIE, AHORA! - le gritó el pelicastaño, tomando entre sus manos la camiseta del menor y levantándolo como si de un saco de papas se tratara. - Y ni te atrevas a decir algo sobre lo ocurrido, si mi madre se entera de lo que te acabo de hacer estoy seguro que terminaré castigado hasta el día de la boda.
Tae Hyung tragó grueso y no prestó atención a ninguna de las palabras de "su alfa", nisiquiera sabía a dónde era llevado, estaba ido, como si no estuviera dentro de sí mismo.
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El aire golpeaba con fuerza el rostro de Tae Hyung, sus manos se mantenían unidas con fuerza alrededor de la cintura de Ho Seok y no es porque amara estar de esa manera, sino por el miedo a caerse de la motocicleta.
Sus cabellos rubios se iban hacia atrás y creaban un fuerte desorden en su cabeza. No podía decir que estaba cómodo en esa posición, pero tampoco podía asegurar que se sentía protegido al lado del novio de su hermana.
Salió de sus pensamientos al ver que ya iban entrando en su vecindario, el agarre se hizo más leve y las ganas de bajar regresaron a él. Ya no deseaba estar al lado de un alfa como Ho Seok, ya no deseaba cometer un error por temor de ser golpeado.
Y como si de un deseo se tratara, la motocicleta se detuvo, las manos de Ho Seok sobre las suyas le descolocó por completo, pero todo regresó a la normalidad cuando el alfa rompió el agarre de las manos y ordenó que bajara de la moto.
Kim no dudó ningún segundo y bajó del tranporte, sosteniendo con fuerza su mochila y bajando la mirada. Él nunca se había intimidado ante nadie, pero al ver que estaba en desventaja prefirió hacer de sumiso y evitar más golpes.
- Adiós. - musitó a duras penas el chico de cabellos rubios, dándose vuelta en un santiamén. Pero Ho Seok lo detuvo, tomando su mano y obligándole a girarse nuevamente
- Yo no he dicho que es hora de irte. - se burló el alfa, tomando esta vez la cintura del menor y acercándose de manera peligrosa.
El omega actuó por instinto y se alejó.
- M-me t-tengo que ir. Y-yo..
Ho Seok quería reírse en la cara del menor, no amaba hacerle ese tipo de bromas a alguien, en especial al tener novia, pero ahora ya no contaba con pareja y solo con una chico que a él ni le gustaba.
- Todo cambiará de ahora en adelante, pequeño. - dijo el chico de sonrisa brillante antes de alejarse como si nada del pelirubio y caminar hacia la casa de este mismo.
Tae Hyung pudo respirar con normalidad al tener lejos a Ho Seok, no entendía cómo era que otro hombre podía ponerlo de esa manera. ¡Era un hombre! Alguien de su mismo sexo, alguien a quien la gustaba las mujeres, al igual que a él.
- ¡Tae Hyung! - gritó el pelicastaño.
El mencionado dio media vuelta y caminó hacia su pareja.
Ambos fueron recibidos por sus padres, el señor Jung estaba orgulloso de su hijo por estar asumiendo su cargo y comenzando a sentar cabeza.
Por su parte, la familia Kim estaba feliz, en especial el señor Kim, su sueño de ser pariente del líder de la manada estaba haciéndose realidad o mejor dicho, la promesa de hace muchos años atrás estaba cumpliéndose.
La cena transcurrió normal, muy normal para ellos. Ho Seok sonreía a más no poder y opinaba sobre los asuntos de los mayores con respecto a los líos con la otra manada, incluso había aceptado entrenar con su cuñado y mejorar sus tácticas.
Tae Hyung, en cambio, estaba muy callado, tampoco es que el chico haya sido un hablador en el pasado, pero a SeulGi todo se le hacía raro, su hermano no era de aceptar injusticias y tampoco de ser sumiso en concurrencia.
Algo le decía que todo esto tenía una historia detrás, empezando desde el favor que le pidió a Ho Seok para hacer feliz a su hermano.
Iba a preguntarle a su hermano si ocurría algo, cuando el señor Jung dió una noticia que le borró la sonrisa a Ho Seok y le devolvió el habla a Tae.
- Hemos hablado con todos los lobos de la manada y ellos han decidido que la boda debería ser dentro de o en menos de un mes.
- ¿QUÉ? ¡NO ME PUEDO CASAR AÚN! - protestó el joven alfa de inmediato.- ¡AÚN NO TERMINO LA PREPARATORIA! ¡ESTÁN LOCOS!
- ¡NO SOY GAY! ¡NO ME QUIERO CASAR CON OTRO HOMBRE! ¡NO LO QUIERO HACER! - protestó de igual manera el omega, ocultando la verdad detrás de esa excusa ridícula.
Ambos padres se miraron entre sí y vieron como sus hijos se marchaban de la mesa. Ho Seok, indignado y Taehyung, asustado de lo que podría ocurrir si llegaba a pasar más de un hora al lado de ese alfa.
Nueva actualización ♥. Espero que estén bien mis amores. Ya pronto salgo de vacaciones y tendré tiempo de actualizar.👌
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