☪ 에필로그
[Epílogo dedicado a paoladelvhope; AniiHoseok; Zohar28; SNAH2611 & kookierous]
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[Cuatro años después]
Los aplausos iban al compás de la música y del canto de todos nuestros conocidos. Noah y Bon-Hwa sonreían mientras miraban con deseo su pastel de chocolate que tanto nos habíamos esforzado en ir a comprar.
Tae Hyung estaba detrás de nuestros hijos, mientras yo lo abrazaba por la espalda y observaba por encima del hombro de mi esposo como nuestros pequeños soplaban las velas.
Todos terminamos aplaudiendo y lanzando confeti en celebración de los seis años que iban cumpliendo nuestros, ahora, no tan bebés.
- Felicidades, mis amores. - susurró mi esposo, agachándose un poco para abrazar a nuestro gemelos y darles muchos besos en el rostro.
Poco después él se separó y con ayuda de Ji Min y Seok Jin se marcharon en busca de utensilios para repartir las respectivas tajadas del pastel. Fue en ese momento que aproveché para cargar a cada uno de mis hijos y darles un beso y un claro 'Felicitaciones'. Ellos solo me agradecieron, pidiendo al instante que los dejara en el suelo para que regresaran a jugar con sus primitos.
Reí ante las ocurrencias de mis hijos al verlos empujarse uno a otros.
Había transcurrido muchas cosas en estos últimos años. Desde mi promesa, no tan vacía, todo había cambiado. Regresé a vivir con mi familia, al principio creí que todo se iría a pique, que terminaríamos mal, pero Tae Hyung se encargó de que no fuera así, él me devolvió mi confianza. Poco después fui yo quien se propuso a sí mismo ser el encargado de reconstruir a mi familia.
Las cosas nunca habían sido fáciles, siempre dicen que si no hay dolor o esfuerzo, el resultado no vale, pues definitivamente tuve que esforzarme mucho para volver a caminar y hacer los ejercicios que el doctor me había recomendado.
Fue un día de setiembre, hace dos años atrás, en el que dejé de utilizar la silla de ruedas, recuerdo haber despertado como cualquier otro fin de semana; sin embargo, no fue así cuando Noah y Bon-Hwa llegaron a la habitación y se lanzaron encima mío, aplastando mis piernas en el proceso; sentí dolor. No me ilusioné mucho al sentir aquello, pues el doctor había insistido en que el sentirlas no me haría caminar de nuevo. Y fue entonces que al terminar de mimar a mis hijos, intenté levantarme, colocarme de pie y caminar como cualquier otra persona, a pesar de que temí al principio, eso no impidió que me sostuviera, que mis piernas sostuvieran mi peso. Fue ahí que comencé a avanzar ante la mirada expectante de Tae Hyung y de mis hijos. Ellos gritaron de emoción y pronto me abrazaron.
Fue un gran día, no solo aprendí a caminar nuevamente, sino que lo hice al lado de las personas que yo más amaba en este mundo y las que nunca se cansaron de mí, muy al contrario, me apoyaron y siempre me incentivaron a continuar, a pesar de los problemas emocionales que se desataban dentro de mí y de los problemas que muchas veces yo mismo empezaba, pero de que igual forma, me encargaba de solucionar.
Ya de por sí sabía que el tener una familia era algo maravilloso, pero tener a Tae Hyung y a los niños era un regalo más que especial que jamás rechazaría. Yo los amaba, ellos eran mi vida y muchas veces me lamento el no poder haberme dado cuenta desde antes, tener que haber pasado por tantas cosas para recién darme cuenta de lo que en verdad era el amor, de lo que en verdad deseaba, y estaba claro que Tae Hyung y los niños era lo que yo deseaba en verdad.
- ¿En qué tanto piensas, mocoso? - el brazo de YoonGi rodeó mi hombro y pronto salí de mis ensoñaciones para darle paso a la realidad.
Observé a toda mi familia, mi madre sonreía con ganas, con sinceridad, mientras se divertía con sus nietos.
Nam Joon también reía mientras trataba de hacer dormir a su segundo hijo. Sí. Mi hermano y Seok Jin lograron tener hijos. Su primer cachorro fue MinHi, una hermosa nena que acaba de cumplir dos años hace un mes atrás y que cuenta con toda la belleza de mi cuñado y con el don de destruir las cosas, cortesía de mi hermano, mientras que su segundo cachorro es un niño, nació hace tres meses atrás y puedo apostar que ese bebé será un fuerte alfa, al igual que su padre y su hermana mayor. Ellos por fin han logrado formar una familia, la familia que tanto anhelaban. Nam es feliz, Seok Jin también y como la pareja líder, estoy seguro que serán los mejores. Sí. Nam Joon tomó el puesto que se le fue arrebatado.
- Nada, Yoonie... todo está perfecto. - susurré con burla, alejándome de su brazo y retándolo con la mirada. YoonGi rió ante el apodo que le puse. Ese apodo que solo podía salir de los labios de Ji Min, no de los míos.
- Eres un idiota. - dijo antes de entrar a mi casa, seguro en busca de mi pequeño cuñado. Negué lentamente con la cabeza y sonreí, tomando un poco de mi Coca-Cola, aunque a decir verdad, seguía prefiriendo el Sprite.
YoonGi también había cambiado un tanto en estos últimos años, con el nacimiento de JiHoon, su segundo hijo, que dentro de unas semanas cumpliría cuatro años, comenzó a preocuparse más por su familia y a esforzarse por ganar más dinero, pues tener hijos y educarlos no es nada gratis. Razón que lo llevó a comprar una casa más grande y vender muchas de las composiciones que había escrito desde que tenía memoria. Todos pensamos que no lo lograría, pero ahora tiene un contrato por cinco años con una disquera muy famosa en Seúl. Y creo que no puedo decir lo contrario de Ji Min, quien ahora piensa tomar clases de canto para entrar a una empresa que también está en Seúl. A ellos les va muy bien, no solo como familia.
- ¡Noah, tu tajada de pastel! - grita mi esposo, llamando la atención de mi hijo y de su gemelo por igual.
Los miro correr, siendo seguidos por sus primos y acaparando el espacio personal de mi esposo. Sin dudarlo, me dirijo hacia ellos y ayudo a mi esposo embarazado. Sí. Mi familia también se estaba agrandando después de seis años.
Es cierto que habíamos planeado los estudios superiores de Tae Hyung para cuando Noah y Bon-Hwa comenzaran la primaria, pero todo surgió después de la fiesta de graduación en mi universidad. Me estaba graduando con honores hace menos de cuatro meses y sin pensarlo, ya nos encontrábamos bajo el deseo por culpa de mi celo que se adelantó. Hacerlo en los baños de mi antigua universidad fue sumamente excitante.
Poco después los síntomas vinieron y en menos de un mes, tenía a Tae delante mío y con una prueba de embarazo entre sus manos.
Claro que no pensaba rechazar a nuestro siguiente bebé, por lo que solo lo abracé y le agradecí por hacerme el hombre más feliz del mundo por segunda vez o así fue hasta que nos enteramos que serían tres bebés en vez de uno. Juro que ese día me demayé y que al despertar tenía a un Tae Hyung muy preocupado delante de mí y con la foto de nuestra primera ecografía. Sí eran tres bebés, la doctora nos dijo que era algo normal, incluso que podían hasta fecundar cuatro o cinco bebés en un solo omega.
Eso solo significaría más trabajo, más dinero, pero también más amor, amor que le daríamos a nuestros cinco hijos por igual.
- ¡Ya llegó la tía JiWoo! - y el grito estruendoso de mi hermana volvió a borrarme la sonrisa de idiota del rostro y sacarme de mi mente.
Ella venía con muchos regalos en mano y detrás de ella estaba DaeHyun, cargando más regalos. Mis hijos y sobrinos no tardaron en correr hacia su tía favorita. Los niños son muy fáciles de comprar y ella de verdad los consentía. Por su parte, no había mucho que contar sobre JiWoo, ella ahora vivía en Seúl junto a su ahora prometido. Muy pronto tendríamos boda y tal vez más niños, pero como ella decía: por ahora solo habría boda, niños más adelante.
JiWoo era una gran mujer y estoy seguro que también será una gran mamá.
- ¡No le des caramelos a MinHi! - gritó Nam, tratando de arrebatárselos de la mano a su hija, pero ella salió corriendo y justo detrás fue mi hermano.
Bueno, tal vez solo le faltaba aprender un poco más sobre niños y sobre las energías que tenían al terminar de comer caramelos.
- ¿Cómo la estás pasando, súper papá? - conocía esa voz ronca y esa manera tan linda de hablar de mi paternidad.
Me dí la vuelta y miré a mi esposo, Tae Hyung ahora utilizaba mis camisas, pues las suyas le habían dejado de entrar hace unas semanas atrás, para ser exactos, cuando cumplió tres meses.
Lo tomé de la inexistente cintura y dí una rápida mirada a su vientre de casi cuatro meses, pero que parecía de seis. Era muy grande y ya veía venir a esos tres bebés.
- Te veo muy pensativo, ¿Algo malo está sucediendo? — Su tono de voz fue casi inocente, y le hubiera creído, sino fuera por la sonrisa que emitió poco después de hablar. Reí y negué, acercándome un poco para besarlo, pero ante el más mínimo roce, ya nos veíamos rodeados de nuestro gemelos favoritos. Nuevamente estaban interrumpiendo nuestro momento cariñoso.
Me alejé un poco y observé a Noah apegado al vientre de su "madre" y a Bon-Hwa haciendo lo mismo, ambos se sacaban la lengua.
¿Qué más podría decir que no habría dicho antes?
Amaba a mi familia, estaba bien a su lado, había conseguido un trabajo de arquitecto hace dos meses atrás, sin contar que YoonGi me había invitado a componer y rapear con él, estaba pensándolo aún, pero estaba seguro que diría que sí; nuestras relaciones con la manada 'enemiga' iban bien, Tae Hyung visitaba de vez en cuando a JongIn, q quien dejamos libre después de firmar un contrato de paz, incluso también a sus sobrinos. Yo seguía sin llevarme bien con ese idiota, pero de igual manera lo soportaba por mi esposo, al fin y al cabo, él era el único pariente que le quedaba. Sus supuestos padres habían huído apenas escucharon de la guerra, mientras que SeulGi y Wendy ahora viven juntas en un apartamento, ambas están bien y solo en pocas ocasiones nos reunimos para que visiten a Noah y Bon-Hwa o para hablar del pasado y de mis errores, pero todo en son de broma.
Creo que si hace seis años atrás me hubieran dicho todo lo que estoy viviendo ahora y lo que viví para llegar aquí, definitivamente me reiría.
Jamás pensé que me casaría con un hombre, que tendría dos hijos y muy pronto cinco, que quedaría paralítico y luego volvería a caminar o que algún día llegaría a ceder mi puesto de líder o a enterarme del verdadero origen de mi esposo... jamás pensé en enamorarme como lo estoy ahora de Kim Tae Hyung, de mi familia.
- ¡Papi! - y nuevamente otro grito me saca de mis pensamientos. A este paso me quedaría sordo. Miré a mis hijos, que parecían competir por mi atención y mi única solución fue cargar a Bon-Hwa y acariciar los cabellos de Noah.
- ¿Qué sucede campeones? - pregunté, pensando que me dirían algo bonito; sin embargo...
- Me debes mil wons - se burló Bon-Hwa, a lo que Noah solo hizo un puchero y salió corriendo.
- ¡Suéltame papi, tengo que reclamar mi dinero!
Miré con incredulidad a Tae Hyung, quién solo se encogió de hombros y rio.
- Espero que los trillizos no sean así de convenidos.- Tae volvió a reír al escuchar aquello y volví a abrazarlo por atrás.
Ambos observamos a nuestra familia, la familia que unimos y la manada a la que pertenecíamos. Es cierto que fueron muchos obstáculos los que atravesamos, muchas pérdidas las que tuvimos y muchos engaños los que vivimos, no solo Tae Hyung, yo también, al descubrir la verdad detrás de nuestro matrimonio.
- Pero todo ha valido la pena. - musitó mi pelirubio favorito. — Apoyé mi mentón en su hombro y sonreí, ahora más que antes estamos conectados y no solo por la marca. - Pero ya no importa el pasado, Ho Seok, es cierto que eso es parte de nuestra vida y es lo que nos convierte en lo que somos; sin embargo, creo que nosotros podemos hacer la excepción y olvidar nuestro pasado, para volver a formar nuevos recuerdos juntos y esta vez sí estar orgullosos de lo que fuimos y de lo que nos convertiremos.
Y nunca antes estuve más de acuerdo en algo, como en estos momentos, en los que estaba seguro que amaba a mi esposo.
- Yo también te amo. - volvió a decir Tae.
Ya ni siquiera era necesario decirlo.
Me acerqué un poco más, tomé su mentón, él volteo para mirarme y pronto nuestros labios estaban uniéndose en un beso... Un simple beso, que no demostraba nada más que sorpresa, sorpresa al saber que Tae Hyung no era para mí, yo tampoco para él, pero que aquí estábamos, besándonos, esperando a nuestros siguientes cachorros y amándonos sin importar nada.
Empezamos caminando mal, pero terminamos aprendiendo que necesitábamos del otro para moderar cada paso para llegar al final.
Muy bien, chiquitas, la siguiente será una nota en la que quiero que comenten por favor. Es importante para los especiales. Muchas gracias y gracias a DAYDREAM Y TODAS LAS CANCIONES DE HOSEOK por inspirarme a este final cliché.
P.D: Amo el gif de arriba ❤😏
P.D.2: Bebés a quienes va dirigido este epílogo. Si lo cumplí, aquí tienen su final feliz. ♥
Nota actual:
Maratón 6/6
Llegamos al final y siento tanto haber tenido que dedicarles este epílogo a cinco personitas, pero es que no había más capítulos y no quería dejar a nadie sin una dedicación.
Lxs amo como no tienen idea y espero volver a encontrarnos en otra de mis historias. ✨❤
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