Me and the devil

Semana 2: Villanos
Universo: Doctor Strange 2772 y Superior Iron Man

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~
Me and the devil
○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~

Matt Murdock le había mandado un mensaje demasiado extraño a su parecer.

Tony Stark. Extremis. Peligro. Virus.

/¿Desde cuándo Iron Man era un peligro?/

Había visto en los diarios acerca de la aplicación y de los beneficios, pero esas cosas de tecnología habían dejado de interesarle al ver que habían cosas más importantes de las cuales preocuparse que una simple app.

Avanzó tranquilamente al estudio de televisión, hacía tiempo que no había vuelto a poner un pie en un lugar lleno de cámaras y luces y se sentía estúpido. Su última vez fue cuando lo habían entrevistado por haber hecho una operación complicada de 72 horas donde ni siquiera probó comida ni bebida. Andar en un traje de diseñador azul era extraño e incómodo ahora y se sentía más él con sus ropas negras con detalles en rojo propias de su cargo como Hechicero Supremo.

...Unas manos dignas de Dios...

Aborrecía ese apodo, porque lo hacía pensar en como él era antes y sentía vergüenza de si mismo.

Se sentó junto a una mujer y en cuestión de minutos, la entrevista comenzaba y Stephen parecía como si estuviese en un concierto.

Ovaciones y gritos eufóricos.
Stark sonriendo con esa sonrisa de autosuficiencia que alguna vez brotara de sus labios al ver que su orgullo era más satisfactorio que haber salvado una vida.

―Ya veo...

Tronó sus dedos y analizó cada una de sus palabras buscando que alguna fuese un motivo suficiente para detenerlo, pese a no contar con Murdock en este momento.

Hoy no contesta su celular...

Stephen supo que algo no cuadraba cuando vio como esa armadura inerte cobraba vida al momento que se aferraba a Stark. Era raro, pero el color plateado no era para él, lo veía más en una armadura dorada y roja.

―El Extremis es lo mejor que pudo inventarse, ¿verdad?―La mujer junto a él lo miró entusiasmada y Strange únicamente afirmó con su cabeza.―¿Usted lo ha usado?

―N-no...―Su respuesta fue un suspiro, por lo que le extrañó que la mujer pudiese entenderle.

―Luego del programa va a haber una cena patrocinada por el mismo señor Stark...Puede ir y ver todo con sus propios ojos...

―Creo que iré...―Una sonrisa leve hizo sonrojar a la mujer.

Será un lugar perfecto para desenmascararlo...

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

El ruido lo aturdió un poco, pero avanzó entre todas las personas hasta encontrarse con aquel hombre en esmoquín y sentado en la barra, hablando entretenido con lo que parecían inversionistas asiáticos y tres mujeres en vestidos escotados y plateados.

―¿Podría hablar con usted, señor Stark?

Tony volteó a verlo y lo inspeccionó de arriba y abajo y no pudo evitar morderse el labio, lo que hizo sentir apenado al antiguo médico.

Movió su mano e inmediatamente los hombres se marcharon no sin antes hacer una leve reverencia frente al empresario. Las mujeres bufaron molestas, pero Tony las calmó soplándoles un beso al aire.

―Me pareció verlo en el estudio, pero creí que era un sexy espejismo...―Le mostró un asiento libre junto a él y que Strange tomó sin dudar.―¿Alguna bebida para que sus bellos labios puedan humedecerse?―Le guiñó un ojo y sonrió sugerente.

―Con agua será suficiente.―Murmuró mientras lo examinaba con su mirada clara.―Supongo que sabe quién soy, ¿verdad?

―Stephen Vincent Strange...Doctor...―La mirada castaña de Stark se tornó azul.―Inteligente pero obstinado...―Tomó un leve sorbo de su trago que parecía ser whisky y volvió a sonreír sugerente.―Me agrada esa clase de doctores...Son mi tipo, porque dan pelea....

―Mi visita es de negocios y no placer, señor Stark...

Tony, por favor...El señor Stark era mi padre y no quiero verme en él...―Su mirada ahora era de odio, entrecerró sus ojos y volvió a su rostro despreocupado mientras lo observaba ahora curioso.―¿De qué negocios quiere tratar?

―Es sobre el Extremis...―Sus palabras sonaron como un estallido porque el rostro de Anthony reflejaba sorpresa, pero luego se volvió en una mirada entusiasta y nada morbosa.

―¿Extremis? ¿Sólo eso?―Una risa cálida calmó un poco el ánimo del hechicero supremo, pero no iba a bajar la guardia.―Puedo aclararle todo con respecto al Extremis...―Señaló el gran salón y gruñó molesto.―Pero el ruido no me deja pensar...

―Estamos de acuerdo en eso...―Stephen señaló el balcón que se encontraba al extremo oeste de la habitación y donde no había nadie, sólo dos sillas de metal y vidrio.―Ahí estaría bien...

―Excelente gusto, Stephen...

―Soy Strange para usted...

―Tonterías...―Arqueó sus hombros mientras se colocaba sus gafas oscuras pese a ser de noche y se adelantaba para que el otro lo viera.―Me gusta llamarte Stephen...

―Y de paso tutearme...

Strange suspiró y siguió al millonario preparado a todo.

Todo...

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

―El Extremis tiene una sola meta y esa es la mejora del ser humano...Ir a la Luna, la clonación y muchas cosas fueron imposibles en el pasado...

―La mejora del ser humano...Como Ícaro deseando tocar al sol...―Stephen dio otro sorbo a su agua ante la mirada del otro, que no dudó en atrapar con dos de sus dedos una gota que quedó quieta en su barbilla cubierta con barba.―Me suena más a tragedia...

―Me considero más prudente, como Dédalo llegando a Sicilia con éxito...―Una sonrisa leve apareció en los labios de Tony.―¿Y qué es mejor que todos estemos vinculados como uno? Negocios, personas, mentes...

―¿Eso no es algo muy excesivo incluso para usted?―Stephen lo miró preocupado mientras soltaba el nudo de su corbata.

―Pensé que una persona lista como tú lo entendería...―Suspiró fastidiado mientras soltaba su barbilla y tomaba más de su trago.

―Mi antiguo yo lo entendería...―El hechicero rió un poco y se despeinó un poco.―Pero a veces extraño las luces y la atención...Y creo ver lo que busca en un lugar como éste...Como en San Francisco...Nueva York...

―El mundo...―Tony terminó la frase y tocó levemente la mejilla del otro.―Tengo que hacerte una propuesta...

―Dije que este era un viaje de negocios y no de placer...―Sintió un leve temblor en sus manos, al igual que el aire comenzaba a faltarle.―¿Q-qué?

―Un poco de placer no cae mal, Stephen...―Se puso en pie y se colocó detrás de él, hundiendo su cabeza en su cuello y perdiéndose en su aroma.―¿Te sientes mareado? Estúpida pregunta la mía...Por supuesto que sí...

Quiso ponerse en pie, pero su cuerpo se tambaleó y fue abrazado por el de cabello oscuro.

―¿C-cómo...?

―Supongo que algo elemental como no aceptar una bebida de un extraño era algo que hubieses considerado antes de que te volvieras el Hechicero Supremo...

La armadura plateada envolvió su cuerpo y dejó su rostro expuesto, donde una sonrisa morbosa se exhibía orgullosa.

―Necesito estar contigo en un lugar más privado, Stephen...

Y sin más, se llevó a su acompañante por los aires mientras los invitados a su fiesta seguían disfrutando de la comida y bebida, ignorando aquel brillo plateado surcando el cielo nocturno.

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

Sintió como sus labios succionaban ferozmente la piel en su cuello para crear pequeños moretones.

Aún sentía su cabeza dando vueltas, no sabía en que lugar se encontraba pero a los pocos minutos percibió el olor a aceite e inclusive óxido.

―Bienvenido a mi refugio, Stephen...Mi verdadero refugio...―Pasó su lengua por su cuello y el hechicero sintió escalofríos.―¡Diablos! ¿Por qué no viniste antes?

Sus manos frías debido al metal recorrieron con curiosidad y rudeza su cuerpo, abriendo su saco y su camisa de un solo tirón, dejando expuesto su abdomen.

―¡D-déjame!

―¿Conque ese es el poder del Hechicero Supremo?¿Sucumbiste por una simple droga? Estoy bastante decepcionado...

Su voz burlona hizo eco en sus oídos, mientras sentía como su caja torácica era apretada con fuerza por aquella mano cubierta en esa coraza plateada y fría al tacto.

Le costaba respirar, pero sentía en su rostro aquel vaho caliente que provenía de aquel hombre frente a él y cuya mirada tintineaba en azul brillante.

―T-tenían razón los periódicos, eres un m-maldito e-egocéntrico...

―El papel aguanta lo que le pongan...―Sus manos pasaron al cuello del hombre encargado de proteger las artes místicas y lo apretó un poco.―¿Soy malo por hacer algo para mejorar esta sociedad tan podrida?

―S-si dices que el E-extremis fue una solución...―Strange sonrió burlonamente a duras penas, pese a sentir la presión incrementarse.―P-permíteme d-dudarlo...

Un poco de aquella armadura simbiótica se aferró al cuello de aquel hombre con canas y lo hizo perder rápidamente la consciencia, no sin antes oír las últimas palabras de aquel que creyó era uno de los Vengadores más fuertes y decididos.

―Oh Strange...¿Qué voy a hacer contigo?

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

¿Una semana?
¿Un mes?

¿Cuánto había pasado?

No lo sabía...

Sólo sabía que pronto él llegaría y él lo haría olvidar todo a punto de golpes, besos y caricias.

Síndrome de Estocolmo...

Había estudiado sobre él y él ahora podía sentirlo, ser casi parte de él.

Pese a saber qué pasaba, había hallado un gusto casi masoquista por aquel hombre.

Al inicio buscaba escapar con toda clase de hechizos, pero ahora su voluntad estaba doblegada y no intentaba escapar de ninguna manera, ni aunque volviera física una espada o cualquier tipo de arma punzocortante.

Stark podría dejar la puerta abierta y sus esposas sueltas y él así no se movería de ahí.

No quiero irme...

Fue un alivio que hubiese dejado el Ojo de Agamotto con Wong porque no quería imaginarse los resultados si Stark lo tuviese en sus manos.

Y a Wong no le había mencionado qué iba a hacer, por lo que nadie sabía de su paradero.

―Buenos días, Stephen...

Su voz se oyó en su oído y no pudo evitar sentir como su pulso se aceleraba y su respiración se agitaba.

―B-buenos d-días...

―¿Te he dicho como amo tus ojos verdes?―Apretó sus mejillas con ambas manos desnudas y Strange no pudo evitar dar un quejido.―¿Te duele?

―U-un poco...

―Se como alivar tu pena...―El hombre besó suave y lentamente sus labios, el de mirada verdosa se quedó quieto, Tony rió levemente.―¿Te gusta que te bese?

―S-sí...―Se sentía extraño al afirmar eso, pero prefería eso a que Stark lo golpeara y lo dejase sangrando a su suerte.

Sólo así podría sobrevivir...

//¿Quizás?//

―Hoy tuve un día bastante satisfactorio...―Stephen sintió como su secuestrador lo liberaba tanto de muñecas como de sus pies y lo ayudaba a sentarse lentamente en un sillón de cuero.―La gente ama el Extremis y más si les presenté el Iron sight que tiene reconocimiento facial y...

―¿C-cuánto tiempo h-he estado a-aquí?

―Un mes y medio...―Tony Stark sonrió levemente y le entregó una bata de terciopelo roja para abrigarlo.―El tiempo vuela...

―Q-quiero i-irme...―Su voz sonó ronca, casi irreconocible.

―¿Para qué lo harías?―El empresario en traje negro se agachó para que el otro tuviera contacto visual más fácilmente.―Hablarías cosas del Extremis que perjudicaría todo mi trabajo...

―N-no le d-diré a n-nadie...―Gimió cansado y negando con la cabeza.―Nadie s-sabe que e-estuve a-aquí...

―¿Y cómo supiste que yo era una amenaza?―Suspiró mientras besaba su frente.

―S-simplemente lo s-supe...―Sintió miedo cuando vio como el semblante de Tony cambiaba y la armadura plateada comenzó a rodear su cuerpo.

―Simplemente...―Apretó suavemente su cuello.―Matt Murdock te lo dijo...

―É-él no...―Las palabras no salían de sus cuerdas vocales, Tony sonrió divertido.

―Ya me encargué de él...―Acarició su cabello y luego del de Stephen de forma casi juguetona.―Él está bien...En el hospital...

Tony sonrió ampliamente y Strange supo en ese momento que debía escapar de ahí.

Como fuera...
Ese mismo día...

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

Quiso gritar pero se contuvo para que nadie se diera cuenta de su fuga.

El dolor en sus miembros era tremendo y su cabeza estaba aún aturdida debido a que Iron Man pasaba sedándolo para que no escapase de su "fortaleza" a punta de su magia y conocimientos en artes marciales.

Tenía ganas de vomitar, pero se contuvo para no perder tiempo valioso en su fuga. A punta de hechizos hizo una réplica suya para las cámaras y avanzó con cuidado, buscando puntos ciegos a su favor.

Todos los pasillos y pisos eran idénticos, por lo que optó por marcar ciertas paredes con rastros de magia para no perderse.

Ahora estaba más delgado y sus movimientos eran torpes, pero su mente estaba decidida.

Debo escapar...

Logró ver una luz en el pasillo principal y se felicitó mentalmente.

―E-el ascensor...

Respiró profundo para luego exhalar y siguió caminando apoyándose en las paredes.

Estaba tan cerca pero tan lejos...

Fue en ese momento que vio a tres figuras entrando al ascensor.

Una mujer pelirroja, Tony en sus típicos trajes y una criatura verde parecida a Hulk y ataviada también en traje.

―Es algo tonto que deba quitarme mi armadura para poder hablar contigo...

―Es necesario, Tony...

―Como digas, Pepper...

―P-pepper...―Stephen había oído sobre ella y las revistas se quedaban cortas porque el porte de ella era igual de imponente y decidido que el mismo Stark.

Caminó con más prisa queriendo que ella pudiese verlo y cuestionarle a Tony el por qué había un hombre semidesnudo recorriendo los pasillos. En ese momento fue que notó como la mujer parecía disculparse con aquel ser verde mientras el techo del ascensor se abría y ella se alzaba en vuelo con lo que parecían ser propulsores como los de Iron Man que estaban en sus pies.

Fue en ese momento cuando la mente de Stephen colapsó al ver como otra armadura, esta vez dorada y roja, se arrojaba contra su secuestrador y lo que parecía ser su "guardaespaldas".

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

No sabía qué pasaba, era como una pesadilla y le aterraba que hubiesen dos Tony que fuesen a atormentarlo.

Invocó una larga espada como pudo y corrió desesperado buscando otra salida, dejando atrás la pelea entre los tres sujetos y sin mirar atrás.

Fue en ese momento que vio otra figura enfrente suyo y temió por su vida. Simplemente amplió el rango de ataque y fue ahí que oyó que quien gritaba era una mujer y no era Tony Stark.

Vio aterrado como por error había hundido aquella arma en el pecho de aquella mujer que le hacía señas para que se detuviera.

Pepper Potts...

La mujer de saco morado y falda negra se precipitó al suelo y fue atrapada por el Hechicero Supremo.

―L-lo s-siento...

―N-no lo s-sientas...―Ella sonrió débilmente al hombre que la tenía en sus brazos,  fue en ese momento que se oyó la voz de Tony justo detrás de ellos.

―Veo que Stephen me hizo un favor, Pepper...

Tanto Stephen como Pepper vieron como Stark sonreía extasiado mientras llevaba puesta su armadura simbionte y sostenía con fuerza lo que parecían pedazos de la armadura con quien había peleado.

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○

Stephen, Stephen...

La voz de Tony lo hizo despertar y se encontró en una gran cama matrimonial y sintió su pulso acelerado al ver como una mano rozaba su rostro.

―¿D-dónde...?

―En nuestra cama, tontito...―Esa risa suave lo hizo voltear y se encontró con la sonrisa amplia de aquel hombre sin camisa junto a él que lo miraba con curiosidad.―¿Tuviste una pesadilla?

―¿Pesadilla?―No tenía nada en su mente, no había nada que pudiese ayudar a recordar que había soñado.―No lo r-recuerdo...

―No debió ser importante si no lo recuerdas...―Tony volvió a sonreír y acercó sus labios a los de él.―Un buen beso es lo que necesito para tener una excelente mañana...

Stephen se sonrojó y lo besó suavemente, para luego profundizarlo gracias a las caricias del otro.

―Seguiremos con ésto luego o los inversionistas me odiarán...―Tony cortó el contacto y ayudó a levantarlo de la cama.―Ahora debemos ir a la reunión...

―¿Por qué yo debo ir?―El ojiverde no le entusiasmaba la idea, pero el otro acarició su cabello de forma tierna.

―Eres mi pareja y mi guardaespaldas...Es mejor si vas conmigo y me protejes con tus artes místicas, Stephen...

Se sentía extraño en esa habitación con vista al mar, pero al mismo tiempo sentía que debía estar ahí.

―Iré a bañarme...―El de canas tomó su celular de la mesa de noche y notó un único mensaje en su bandeja de entrada y provenía de Matt Murdock.

Tony Stark. Extremis. Peligro. Virus.

―¿Peligro? ¿Yo?―Tony rió al leer el mensaje mirando por sobre el hombro de Strange.―Matt tiene demasiada imaginación. Sería un excelente abogado dirigiendo mi bufete, pero prefiere estar con ese chico Foggy ...―Le quitó el celular y dió a la opción de borrar y ya no hubo nada.

Stephen dudó por aquel mensaje, pero Tony lo atrajo para así y le dio un gran abrazo.

―No te atormentes, Stephen...―Besó quedamente su cuello y luego succionó su piel.―Creo que hoy mereces unos buenos mimos en la ducha...¡Al diablo los inversionistas!

Tony tomó su mano y lo fue atrayendo lentamente al baño de paredes de vidrio transparente.

―Soy como Ícaro queriendo alcanzar lo que no debo tocar...―Stephen miró a aquel hombre de mirada ahora azulada que era mojado por el agua tibia de la ducha, dándole la apariencia de un león acechando a una presa.

―¿Yo soy tu sol, Stephen?―La risa de Tony tenía ahora un tono de morbosidad.―Déjame quemar tus alas y ahogarte en lo más profundo de mi mar...

Stephen simplemente se dejó ir, siendo besado y acariciado por aquel hombre que parecía ser la máxima tentación que pudo conocer en toda su vida.

Era él y el Diablo...

•~•~•~•~•~•~•~•~• FIN•~•~•~•~•~•~•~•~•

Notas de la autora:

¡Perdón! Costó, pero logré otro fic para la semana Elige y crea de la Sociedad de artistas unidos por el Ironstrange y el tema era villanos.

Superior Iron Man es un maldito pero quedaba perfecto para esta semana. Doctor Strange de la Tierra 2772 es hermoso y sexy y al pobre lo hice sufrir.

Sorry por el fic tan trágico, pero no me imagino a este Tony amando de forma real a Stephen, preferí verlo como abusivo y manipulador 😅

Pobre Pepper 💔

Gracias por leer!

Los quiere,

Kaze8226

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top