Extra🍂

Extra: 

—Es hoy, es hoy ¿se dan cuenta de eso? ¡Es hoy! —Hoseok poseía una explosiva combinación de nervios y felicidad.

Su cuerpo delgado y bien formado tiritaba como una hoja de arce en medio de una ventisca, mientras que las comisuras de sus labios tiraban temblorosas hacia arriba en una enorme sonrisa. Luego de que pasaran dos meses y se cumpliera el año, tal y como prometió, se llevaría a cabo de manera formal el ritual de enlace junto a Taehyung.

Yoongi y Namjoon le pusieron los ojos en blanco, empatizaban con la ansiedad, la emoción y los nervios que pudiese estar sintiendo, pero es que Hoseok lo llevaba todo a otro nivel. Era una pena muy grande para ellos que Jin decidiera en el equipo de los zorros, ya que era el único a quien no le temblaría el pulso para bajarle cinco rayas a su ansiedad.

—Hob, tómalo con calma hermano —dijo Nam en tono desenfadado pasando su musculoso brazo alrededor de sus hombros—, te va a dar algo si sigues así.

—¿Qué lo tome con calma? ¿me estás diciendo que debo calmarme? ¿¡calmarme!? ¿¡cómo quieres que me calme si es hoy!? —Fue su histérica respuesta sacudiendo los hombros de su amigo—. Estoy a esto... —añadió haciendo una seña con sus dedo índice y pulgar—. De formar mis lazos con TaeTae ¡no puedo calmarme Kim Namjoon!

—Oh por favor —replicó Nam tirando su cabeza hacia atrás—, has tenido un año entero para asimilarlo, solo tienes que ir allá afuera y hacerlo. Todo va a estar bien.

—Namjoon ah... —Hobi soltó un quejido, poniéndose a lloriquear en su hombro.

—Hugh...okey, okey... —respondió él dándole incómodas palmaditas en su espalda.

Yoongi, por su lado, contempló la escena en lo que terminaba de comerse las botanas que consiguió de la alacena de Hoseok. No es que no tomara ese día como algo importante, por supuesto que no, las ceremonias de enlace era el ritual más importante de su reserva y debía llevarse a cabo con mucho respeto, sin mencionar que, probablemente, era el día más importante para Hoseok, y se volvió también el suyo cuando supo que él se mantuvo a la espera de su despertar para llevarla a cabo.

Él no era del tipo emocional como Hoseok, incluso Namjoon había mostrado una vena sensible en su ser, pero cuando se enteró sobre los deseos de Hoseok, se encerró en su dormitorio y lloró como un bebé, siendo consolado por Jimin quien luchó duramente por mimarlo y no burlarse de lo sentimental que se puso, bueno, la verdad era que una vez que el llanto cesó, el infeliz de su compañero la pasó en grande recordándole lo llorón que fue.

Por otra parte, que él fuese el "menos" sentimental, no impedía que estuviera ahí dando el apoyo que Hoseok necesitaba para ese día tan especial.

<<Eres un blandito, vive con eso machote>>, sí, casi que podía escuchar el tono burlón en la voz de Jimin.

Por mientras, el otro involucrado, había sido prácticamente obligado por Jin a ir a la casa del beta para prepararlo, ya que, en efecto, Taehyung había comenzado a convivir con Hoseok luego de la batalla.

Los hermanos zorros y el beta se encontraban reunidos en el dormitorio principal, donde el mayor de los tres daba todo de sí para arreglar la melena rojiza de Taehyung, y Jimin se encargaba de ser el niñero de los bebés.

A pesar de apenas cursar los cuatro meses, esos pequeños bribones llenaban los ambientes pequeños con sus aromas, aquellos que los acompañaría toda la vida.

Jungkookie, o Kookie como fue apodado, poseía notas amaderadas y picantes, una fragancia sorprendentemente cálida para los demás. Hani, en cambio, era cítrico, refrescante como una de esas bebidas propias de los veranos. En él predominaba las más dulces mandarinas jamás antes imaginadas, las cuales eran acompañadas por el frescor de la menta y lo revitalizante del jengibre. Tal y como su personalidad. Porque el pequeño Min Haneul, por cuestiones de genética, era de todos menos tranquilo.

—Ay, te ves tan bonito TaeTae. —La voz quebrada de Jin trajo a los hermanos de regreso a la realidad—. Hobi es un bastardo con suerte —dijo con la emoción a flor de piel, ya que su cachorro mayor, porque sí, esos dos hermanos eran sus hijos mayores no sanguíneos, iba a dar el gran paso en las próximas horas.

Presa de la misma emoción, Taehyung mordió su labio inferior, con una hermosa sonrisa plasmada en su rostro.

—Te equivocas hyung, el bastardo con suerte soy yo, ya que Hobi hyung es todo lo que jamás creí que amaría y anhelaría con toda mi vida. Él me hace muy feliz, y saber que voy a dar este paso tan especial junto a él, y el tenerlos a todos ustedes ahí acompañándonos, me hace muy feliz.

Con la seguridad de que Jungkook y Haneul no dejarían la cama, Jimin saltó fuera de ella y envolvió a su hermano con un apretado y emotivo abrazo. La paternidad lo dejó mucho más sensible y perceptivo a las emociones ajenas, y ahora, las lágrimas hacían un húmedo recorrido por sus mejillas.

Durante esos meses en donde rogó de rodillas a todos los dioses a que su machote despertara, Taehyung se había convertido en una roca inamovible de su lado. En ningún momento lo dejó solo, incluso si eso significaba tener que dividir su atención entre él y Hoseok.

Ahora, que su querido hermanito estaba a punto de unir su vida tal y como él lo hizo con su machote, era su turno de permanecer a su lado y sostenerlo. Deseándole felicidad en los años venideros y que su unión siempre permanezca fuerte.

En cuanto al tema de la ceremonia, Taehyung le dio "pequeños" cambios, empezando por el horario. En la reserva se acostumbraba hacerlas al caer la noche, mientras que él prefirió hacerlo a primeras horas de la mañana, aquellas en donde podía vislumbrarse los colores del amanecer.

Por supuesto que, como alfa y el auspiciante-por voto popular y exigencia de Hoseok-de dicho evento, Yoongi fue el primero en protestar, no obstante, Jimin fue bastante claro y persuasivo con él.

¿Y cómo negarse si básicamente eran sus pelotas las que estaban en juego?

—Lo haces por tus pelotas, lo haces por tus pelotas —repitió Yoongi en un mantra con sus ojos cerrándose por el cansancio.

La noche pasada fue difícil, Hani era una bola de energía sin fin, eso y que sus dientes de leche estaban queriendo hacer su aparición estelar, lo que consideró jodidamente doloroso a juzgar por los desgarradores llantos que los tuvo a los tres despiertos hasta muy tarde.

¡Ja! Todavía no caía en que era papá y menos que lo era junto al zorro más escandaloso, insoportable e insufrible que haya conocido jamás. Sin embargo, con la misma cantidad de defectos que él mismo tenía, es que lo amaba profundamente.

Sus ojos se abrieron por la cantidad de emociones que recorrieron su cuerpo, buscando instintivamente a su loco compañero, a quien encontró llegando con Haneul en brazos seguido de SeokJin, Jungkook, y Taehyung. Cuando sus ojos se encontraron, Jimin sonrió, pero no dulcemente como hubiese deseado, si no con esa sonrisa que lograba ponerlo de los nervios (y de rodilla).

—Agradezco mucho todo lo que estás haciendo por nosotros, Yoongi hyung —dijo Taehyung acercándose a él con una sonrisa cariñosa—, significa mucho para los dos.

—Sí, sí no hay de que...

Pronto, el lugar se llenó de todos los invitados, incluyendo a la manada de Seung Hyun que estaban en primera fila junto a la manada del oeste. Los tambores ceremoniales retumbaron a la par que Yoongi tomaba su lugar en el centro del altar para dar comienzo a la ceremonia.

—Sean bienvenidos todos a esta "maravillosa" mañana, en donde en contra de todas nuestras tradiciones, se llevará a cabo la ceremonia de enlace de mi segundo al mando, el cambiaformas lobo, Jung Hoseok y su pareja, el cambiaformas zorro, Taehyung —anunció el alfa dando lugar a la pareja—. Por favor, intenten no desmayarse —susurró con diversión al verlos con los nervios a flor de piel—. ¡Hoseok por amor a los dioses, respira! —exclamó al ver el rostro de su amigo se ponía cada vez más morado.

—Perdón, se me olvidó —dijo el delta completamente avergonzado.

—¿Quién demonios se olvida de respirar? —Se burló Yugyeom haciendo reír a los demás.

—¿Qué no lo estás viendo? A Hoseok. —Secundó JB sujetándose el estómago debido a la risa.

Con su entrecejo fruncido, SeokJin se posó detrás de ellos y los atrapó por las orejas.

—Ya es suficiente, déjenlo en paz —gruñó retorciéndolas.

—No, no... espera Jin hyung, ah, nos detendremos ¿de acuerdo? ¡Namjoon hyung, ayúdanos! —suplicaron ambos deltas con sus rostros contorsionados en muecas de dolor.

Namjoon desvió su rostro al lado contrario sintiéndose terriblemente culpable, él podía con cualquier cosa que le viniese encima, excepto SeokJin.

—¿Ya podemos continuar? —preguntó Yoongi, recibiendo pulgares arriba por parte de Jin—, gracias. Como iba diciendo antes de este inesperado espectáculo, sus manos por favor —pidió, y tal como lo hizo Hoseok con él y Jimin, de manera poco profunda cortó las palmas de sus manos. Y antes de que la primer gota de sangre golpeara la tarima, Hoseok atrapó la mano de Taehyung, sintiéndose en absoluta calma cuando sus ojos se encontraron—. En este día, vienen a prometer compartir el dolor del otro e intentar aliviarlo, jurarán compartir sus alegrías y encontrar todo lo positivo en la persona que hoy tienen enfrente. A partir de hoy, compartirán sus cargas para que sus espíritus crezcan en esta unión. Prometerán compartir sus sueños, sus buenos momentos, y a usar el calor del enfado para templar la fuerza de esta unión, y en donde, sobre todo, se verán, se respetarán y se honrarán como iguales ¿Es esta su promesa? —Taehyung y Hoseok asintieron con firmeza—. Ahora, con la luz del amanecer bañándolos, brindándoles su gracia y su protección, reciten los votos que han escrito para el otro.

—Yo, Jung Hoseok, hijo del delta TaeSung, miembro de la manada del oeste, me entrego a ti como pareja, porque quiero compartir junto a ti todos tus tiempos, los buenos y los malos, estar contigo en las cosas pequeñas y en las grandes. Quiero ser capaz de alentarte y aconsejarte sin imponerme, cuidar de ti cuando estés enfermo y cuando estés sano. Te elijo a ti, para amarte todos los días de nuestras vidas, y prometo valorar profundamente nuestra unión. Todo lo que es mío ahora también es tuyo, te doy mi mano, mi amor y mi lealtad independientemente de donde la vida nos lleve, y por el tiempo que ambos vivamos.

—Yo, Taehyung, un humilde cambiaformas zorro, prometo respetar nuestros silencios y siempre compartir nuestras confidencias, prometo brindarnos felicidad en nuestra rutina y ser un compañero fiel en nuestros días grises. Prometo cuidar de este amor nacido de la más maravillosa sorpresa y juro que nuestra historia de amor no tendrá un fin, sino que será un para siempre, incluso cuando no quede más que nuestros espíritus en el basto universo. Hyung, jamás imaginé que mi vida sería bendecida con un amor tan bello como el tuyo. —Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas—. Un amor que vino a poner cada cosa en su lugar en mí. Prometo que haremos de nuestro camino mil aventuras, sin olvidar quienes somos y que seremos muy felices.

La multitud lloró conmovida por tal tierna unión. Taehyung y Hoseok eran una pareja que transmitía ternura y derrochaba el amor más puro y bonito que jamás habían visto en años.

Jimin estrechó a Hani, quien miraba todo con curiosidad sin comprender realmente lo que estaba aconteciendo frente a sus ojitos, con un poquito más de fuerza.

—¿Sabes Hani? Tu tío es alguien genial —dijo con vos ahogada, negándose a llorar, él era una roca y las rocas no lloraban.

La magia de la unión se hizo presente en una brillante luz dorada que se hiló alrededor de sus manos unidas y revolotearon en infinitos hilos a lo largo de sus brazos hasta llegar por debajo de sus clavículas donde se formaron las marcas.

En el pecho del delta se formó una delicada flor color roja con destellos dorados, simbolizando a Taehyung, mientras que en el pecho del zorro se formó un sol, dorado y brillante.

—Con esto, la unión está hecha —habló Yoongi con una sonrisa llena de orgullo—, como han unido hoy sus manos, también han unido sus vidas y espíritus en una unión de plena confianza. La unión, no está formada por esas marcas, sino por los votos que intercambiaron. Que estas manos sean hoy bendecidas por nuestros dioses. Que siempre se sostengan la una con la otra, que tengan siempre fuerzas para aguantar las tormentas y la desilusión. Que se mantengan tiernas y amables mientras crece este maravilloso amor. Que construyan una relación cimentada en el amor y cariño. Que estas manos sean sanadoras, protectoras, escudo y guía para ambos.

Una vez que sus manos se separaron, lo primero que atinó a hacer Hoseok fue abrazar a Yoongi en un mar de lágrimas, dando rienda suelta a todo lo que tuvo que retener hasta el momento.

Dicha, gozo y felicidad. 

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