Epílogo
Dipper caminaba por los amplios jardines de la mansión, aquella inmensa mansión dorada que hace tanto tiempo atrás había considerado una cárcel. Caminaba despreocupadamente, mirando detenidamente la flora que allí se encontraba, como siempre solía hacerlo, es más, lo hacía tan seguido que ya casi podía decir que conocía hasta la más pequeña flor escondida en aquel lugar.
Caminaba algo pensativo, sin dejar de mirar a su alrededor. Cómo amaba ese lugar, para el castaño, era simplemente maravilloso. Sin duda había sido uno de sus lugares favoritos, en especial en los momentos cuando todo parecía terrible, pues era un lugar donde podía relajarse, o calmarse, si así lo necesitaba. Pero la mayoría de las veces, iba allí simplemente para pasar el rato, pues ahí, el tiempo se pasaba volando.
Normalmente, en esos momentos hubiese estado acompañado, sin embargo, ese día simplemente había salido, sin avisarle a nadie. ¿Por qué?, ni el mismo lo sabía, lo único que sabía era que quería salir a caminar un momento, y que no quería molestar a Bill, que probablemente estaba trabajando.
Sin duda a Bill le molestaría, al rubio no le gustaba que saliera a caminar completamente solo (lo cual significaba "sin él", puesto que obviamente, tampoco lo dejaría andar sólo con una persona cualquiera), no desde aquello.
Después del incidente en Canadá, en el cual Dipper había sido rescatado por Bill, éste último había implementado aún más seguridad en la mansión, que sin duda, era más exagerada que nunca, pero que, según él, era para estar seguro de que nada parecido fuese a ocurrir jamás.
Y eso no era todo, el rubio había estado más sobreprotector que nunca, es más, al principio, ni siquiera le dejaba estar más lejos de cinco habitaciones de él, a lo cual Dipper contestaba poniendo los ojos en blanco, pero aceptando su compañía de todos modos.
Tampoco había vuelto a hacer una fiesta o algún evento social en mucho tiempo, hasta que finalmente Dipper lo convenció de que nada malo iba a pasar, y que estaba bien que hiciera las fiesta que él quisiera, puesto que sabía lo mucho que le gustaban (y no quería que el mayor se privada de algo que tanto le gustaba sólo por él), a lo cual el rubio había accedido solamente con la condición de que no se separara de él ni por un segundo. Cosa que el castaño aceptó gustoso.
Aunque, claro, tenía que admitir que aveces era un poco asfixiante... Pero no importaba, aunque claro, aveces no podía evitar maldecir a ese estúpido demonio de ojos negros.
Apenas el recuerdo de aquel sujeto llegó a su mente, no pudo evitar acercarse, algo melancólico, a aquel lugar en el cual había conocido al demonio de cabello color azabache que lo había secuestrado hace... ¿Cuántos años habían pasado?, la verdad no podía recordarlo, Dios, ni siquiera sabía en qué año estaban...
Al parecer, el año en que te encuentras no es algo a lo que se le da mucha importancia cuando eres inmortal.
Lo cual lo hacía preguntarse... ¿Qué pensaba la gente acerca de la inmortalidad de su rey?, ¿no les intrigaba el hecho de que aquel rubio que los gobernaba y su querido esposo nunca envejecieran?, eran algunas de las preguntas que Dipper no podía evitar hacerse, pero bueno, tenía que admitir que ya no sabía cómo eran los cosas en el resto del mundo, a no ser por un par de fotos que había visto, tal vez la gente simplemente lo aceptaba. La verdad, era que Dipper no salía de aquella mansión hace mucho, mucho tiempo (lo cual, sinceramente, no era un hecho que le molestara mucho). Así que no, no sabía cómo estaba el mundo ni el año en el que se encontraba.
Pero bueno, lo que importaba, era que al menos recordaba las cosas realmente importantes, como el lugar del jardín en el que todo aquel problema había comenzado.
Todavía recordaba el momento en el cual había visto a ese chico sentado en el césped, como meditando, recordaba lo mucho que le había intrigado su presencia. Ojalá hubiese sabido quién era en ese momento, no hubiese dudado ni un segundo en alejarse de él, aunque claro, tal vez aquello no habría cambiado lo ocurrido, quizás simplemente lo hubiese apurado. Tal vez, en ese momento debió haber ido a contarle todo a Bill inmediatamente, si, quizás eso le hubiese puesto fin a todo antes de que siquiera comenzara.
Pero ya no importaba. Si, tenía que admitir que el tiempo que había pasado con Jaden había sido simplemente horrible, pero al menos algo bueno había salido de todo aquello: después de todo eso fue cuando, finalmente, aceptó sus sentimientos hacia el rubio, lo cual, era un bello recuerdo que cuidaba con cariño. Aún recordaba el alivio que había sentido al verlo, y al saber que después de todo, el rubio había arriesgado hasta su propia vida con tal de tenerlo a su lado nuevamente.
Realmente no había nada que Bill no estuviese dispuesto a hacer por él.
Pero sin duda, aquel suceso también había traído consigo horribles consecuencias que aún lo atormentaban de vez en cuando.
Mabel.
La muerte de su hermana había sido, sin duda, la cosa más terrible y dolorosa que había vivido, y aunque sabía que en algun momento iba a pasar, puesto que ella no era inmortal al igual que él (es más, si nunca le hubiese pasado nada, y hubiese vivido una vida completamente normal, en este momento, ya llevaría muerta un largo tiempo). Pero de todas maneras, había sido la experiencia más desgarradora que pudo haber vivido...
...Todavía recordaba aquella cruel tarde, en la cual Bill le contó todo...
El castaño se encontraba en la sala de estar, sentado en un gran sillón, leyendo tranquilamente un libro que había descubierto en la biblioteca hace un par de días, feliz de al fin estar de vuelta en la mansión, le gustaba leer en aquella habitación, puesto que tenía una gran chimenea en la cual le gustaba ver el fuego, no era como si en en la mansión hiciera frío (es más, en invierno, podía haber una tormenta de nieve afuera, y Dipper podía usar shorts perfectamente dentro, sin sentir ni un poco de frío), pero de todas manera le gustaba estar cerca de aquella chimenea.
En eso se encontraba, cuando de repente, sintió cómo alguien entraba en la habitación.
-Bill- lo había saludado con una pequeña sonrisa, asomándose por sobre el libro.
Sólo tuvo que mirarle la cara a su esposo para saber que algo andaba mal, se veía notablemente preocupado, y también algo nervioso.
-Dipper, hay... Hay algo que tengo que contarte- le había dicho el rubio con el ceño fruncido, mientras se sentaba a su lado.
-claro... ¿Qué sucede?- preguntó el menor algo preocupado, mientras dejaba el libro a un lado, tenía muy claro que no podía ser nada bueno.
-yo... Esto es muy difícil de decir, pero... creo que tienes que saberlo. Quiero que sepas que cualquier cosa que necesites, estoy aquí para ti, y si prefieres estar sólo un tiempo, ten claro que también lo entenderé- dijo mientras tomaba sus manos.
-Bill... Estás asustándome... ¿qué ocurre?- respondió el menor con el ceño fruncido.
-es... es tu hermana.
-¿Mabel?, ¿qué... qué pasó con Mabel?
-ella... ya no está- dijo bajando la mirada.
-¿ya... ya no está?, ¿a qué te refieres con "ya no está"?- preguntó el contrario confundido.
-ella... falleció Pino... lo lamento mucho.
-¿fa-falleció?, ¿qué?- había preguntado el castaño con los ojos como platos, mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos, realmente no entendía lo que estaba pasando- ¿c-cómo?, ¿qué sucedió?- decía mientras las lágrimas comenzaban a descender por sus mejillas.
-ella... decidió quitarse la vida- le dijo mirándolo profundamente a los ojos.
-¿se... suicidó?- preguntó el menor incrédulo- no... te equivocas... ella, ella no haría algo así- dijo negando rápidamente con la cabeza.
-fue después de lo sucedido en el bosque, ¿te acuerdas de eso?, bueno, después de que desapareciste, yo... me fui inmediatamente, a seguir con tu búsqueda, no podía perder el tiempo... por lo que no volví a saber de ella ni del resto de tu familia, por un tiempo, hasta que...-hizo una pequeña pausa- me enteré hace poco, al parecer fue en el bosque, con un cuchillo...
-¿un cuchillo?- preguntó el castaño con el ceño fruncido, mientras que las lágrimas no dejaban de salir- ¿c-cómo?, ¿por qué?
-yo creo que... tal vez, no pudo soportar la culpa...- dijo limpiando las lágrimas de una de las mejillas del chico- ¿aquel demonio le dijo algo antes de que yo llegara?
Dipper había hecho memoria, recordando las palabras que el demonio le había dirigido a su gemela, aquellas en las cuales la culpaba de lo que le iba a suceder a su hermano, lo cual, en ese momento, parecía ser algo horrible.
-si... le dijo varias cosas- dijo el castaño mirando el piso.
-yo... lo siento mucho, Pino.
Dipper no lo soportó más, y poniendo su cabeza entre sus manos, rompió a llorar de manera que a cualquiera le hubiese partido el corazón.
-es mi culpa... es mi culpa- repetía el menor entre sollozos- yo pude haberlo evitado.
-no es tu culpa, Dipper, no puedes culparte por eso- le consolaba el rubio, mientras acariciaba su espalda.
Y sin más, Dipper se lanzó a sus brazos, mientras lloraba con el corazón roto. Bill lo abrazaba fuertemente, mientras le acariciaba el cabello.
-tranquilo- le decía- llora todo lo que quieras, está bien... prefieres... ¿prefieres que me marche?
El castaño simplemente negó con la cabeza, mientras abrazaba aún más fuerte al mayor.
En los días que siguieron después de eso, Dipper no quería salir mucho de su habitación, casi no dormía, a menudo se negaba a comer, y sobretodo, no dejaba de llorar, fue un periodo muy duro para el castaño. Sin embargo, nunca alejó a Bill, siempre lo dejó estar con él, consolándolo e intentando hacerlo sentir mejor... Sentía que ahora lo necesitaba más que nunca.
Ya había perdido a Mabel... Y ahora sentía que Bill era lo único que le quedaba. No podía perderlo a él también. No ahora que por fin todo parecía perfecto entre ellos.
Y así pasaron los días, en los cuales el rubio no se despegaba del menor, intentando hacerlo comer, subirle el ánimo y más que nada, recordándole que nada había sido su culpa.
Y al final, después de un tiempo, Dipper fue recuperándose de su luto, poco a poco, pero al fin y al cabo, recuperándose, hasta que finalmente, con mucho esfuerzo, logró superarlo.
No podía decir que aún no le dolía, pero había aprendido a sobrellevarlo.
Y sabía que, si Bill no hubiese estado ahí para él, nunca lo hubiese logrado.
Lo cual, hizo que su relación mejorara aún más, ahora, podía decirse que el castaño admitía libremente su amor por Bill, y confiaba plenamente en éste.
Dipper se sentó en el césped, en el mismo lugar en el cual había estado sentado aquel demonio. Recordando todos lo sucesos ocurridos aquella tarde.
Lentamente, se acostó de espaldas, mientras miraba las nubes que adornaban el cielo, para luego cerrar los ojos, sin llegar a quedarse dormido, simplemente descansando.
Pasaron así unos minutos, hasta que sintió cómo algo le bloqueaba la luz del sol.
-sabes que no me gusta que andes solo.
El castaño abrió lentamente los ojos, encontrándose con su esposo, que lo miraba con reproche.
-ajá.
-entonces ¿por qué andas solo?- le preguntó en contrario arqueando una ceja.
-solo quise salir un rato, no es la gran cosa- respondió el otro con una pequeña sonrisa.
-pero...
-ya tengo más de, ¿cuántos?, ¿cien años?-lo interrumpió el contrario.
-ciento cincuenta y dos, la verdad...
-exacto, ya estoy grandecito para andar solo.
El chico de ojos ámbar dejó salir un suspiro mientras negaba con la cabeza, con una sonrisa torcida en sus labios.
-¿no crees que es hora de entrar?- dijo finalmente.
-no- le respondió el otro, mientras volvía a cerrar los ojos.
-¿y piensas quedarte mucho rato ahí?- volvió a preguntar.
-puede ser... no lo sé.
El rubio sonrió divertido, mientras se acostaba al lado de su Pino.
-¿en qué piensas?- preguntó mientras miraba maravillado al menor.
-en nada importante...
-vamos, no me hagas averiguarlo por mi cuenta.
-¡dijiste que no harías eso!- se quejó el castaño, volviendo a abrir los ojos, mirando al rubio con fastidio.
Si, después de que Bill venció a Jaden, había tomado todos los poderes que éste poseía, como por ejemplo, el de leer la mente. También podía hacer otras cosas, como controlar la mente de una persona, lo cual, sin duda, lo había hecho aún más poderoso y temible de lo que había sido antes.
-no lo he hecho- respondió el contrario inocentemente.
-más te vale...
-entonces... ¿me vas a decir lo que estabas pensando?
-pensaba... en todo lo que ha pasado para que llegáramos acá.
-¿a qué te refieres?- preguntó el mayor, con sus ojos color ámbar llenos de intriga.
-¿te acuerdas cuando me secuestraste delante de todo Gravity Falls?- preguntó el chico de ojos chocolate mientras arqueaba una ceja, y sin poder evitar formar una pequeña sonrisa en sus labios.
El mayor soltó una carcajada.
-eso es algo muy difícil de olvidar- contestó con una sonrisa, recordando aquel momento.
-siempre has sido muy exagerado.
-no sé a lo que te refieres...- contestó él chico sin dejar de sonreír.
-¡me amenazaste con asesinar a todo el pueblo!
-solo hice lo que tenía que hacer.
-pero tienes que admitir que fue demasiado.
-¿te hubieses ido conmigo si no lo hubiera hecho?
El castaño se quedó en silencio unos segundos.
-buen punto- dijo finalmente.
-¿lo ves?, hice lo que tenía que hacer- dijo satisfecho.
Dipper lo miró con una sonrisa mientras negaba con la cabeza, como diciendo "no tienes remedio".
-bueno, al menos todo resultó bien- dijo el menor mientras volvía a mirar el cielo.
-¿"bien"?, ¡resultó perfecto!- contestó él contrario, mientras se posesionaba encima del castaño, afirmando sus brazos a cada lado de la cabeza de éste- terminé volviendo a ganarme tu corazón, lo cual lo convierte en "perfecto"- dijo para luego depositar un casto beso en los labios del chico.
-mmmmh, no lo sé, no lo sé- comentó el otro con una sonrisa- ¿lo ganaste realmente?- dijo fingiendo pensar.
-dime tú, señor "Cipher-Pines"- dijo acercándose aún más al rostro del chico.
-eso no demuestra nada, de nuevo, fue obra tuya.
-pero igual lo deseabas, admítelo.
-¿qué cosa?, ¿casarme contigo?, ni loco.
-no me refería a eso- contestó él Cipher, con una sonrisa de lado, que provocó que el rostro del contrario se tiñera de rojo.
-eres un imbécil.
-pero de todas maneras estás completamente enamorado de mi, así que no me importa- dijo para luego unir sus labios un beso largo, como los que siempre solían darse.
Después de un rato, Bill se separó un poco del chico, admirando la belleza que éste poseía. Sin duda, podía decir que su vida era jodidamente perfecta.
-lo vez... Yo tenía razón- dijo de pronto el chico de ojos ámbar.
-¿sobre qué?- preguntó el otro claramente confundido.
-¿te acuerdas lo que te dije aquel día, hace varios años, antes de irme a Alemania?
El castaño se ruborizó inmediatamente, pero no dijo nada. Por supuesto que recordaba aquellas palabras.
El rubio no pudo evitar sonreír al verlo así.
-tú siempre volverás a mi, porque tú, Dipper Cipher-Pines...
... Tú eres mío.
¡Hoooola!, ¿cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.
Bueno... Aquí termina todo, Dios, en verdad no puedo creer que ya terminara la historia T-T.
Sólo puedo decirles que amé escribir cada palabra de ésta historia, que, sin duda, significa mucho para mí <3.
Tengo que decirles que en verdad me costó mucho escribir esto, realmente no quería que esta historia terminara, pero al menos puedo decir que este último capítulo lo hice bieeeen largo, teniendo un total de 3000 palabras (wow).
Gracias a todas las maravillosas personitas que se tomaron el tiempo de leer los 38 capítulos, en especial las que me acompañaron desde el principio... espero que haya valido la pena jejeje.
Quiero darles gracias a todos por cada lectura, cada voto, cada agregada a sus listas de lectura y en especial gracias por ese bellos comentarios que siempre lograban ponerme feliz :3. También gracias por tenerme paciencia cada vez que tardaba mucho en actualizar, ya sea por inspiración o por tiempo (maldito colegio).
Y también gracias a aquellos fantásticos escritores que me inspiraron a escribir esta historia y que me dieron sus maravillosos consejos (ellos saben quiénes son <3).
PD: lamento si los molesté mucho (upsis)
También quiero decirles que voy a subir un capítulo con todas las curiosidades de la historia, es que he visto a varios escritores fantásticos haciéndolo y simplemente me encanta, quiero que sepan todos aquellos datos curiosos de la historia y de cosas que pasaron mientras la escribía. Y tal vez, si hay alguna pregunta de la historia que se repita mucho voy a responderla, así que...
Si tienes alguna duda acerca de la historia, pregúntala aquí jejejej.
(De todas maneras, si no respondo alguna duda que te está matando acerca de la historia, siempre puedes preguntármela en mi perfil, o si te da vergüenza, por interno jejeje)
Bueno, puede que ahora me dedique a releer la historia y editar algunas partes (más que nada corregir faltas de ortografía y cambiar algunos detallitos de los primeros capítulos), así que eso es lo que voy a estar haciendo en Wattpad en estos momentos...
Como siempre, agradecería que votaran y en especial que comentaran, ¡quiero saber lo que piensan!, ¿te gustó el final? (Díganme la verdad jsjsjs)
Perdonen si esta despedida está muy larga, pero realmente me pude emotiva y una vez que comencé no pude dejar de escribir.
(Si te tomaste el tiempo de leer toooodo esto... En verdad muchas, muchas gracias)
Y bueno... Creo que de mi parte eso es todo...
¡Nos leemos luego!
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