Capítulo 22
Bill estaba en un gran salón de la mansión, no el mismo en el que había hecho el baile y la fiesta, no, éste era un poco más pequeño, pero sin duda más hermoso.
Ahí supervisaba que estuviera todo listo para su boda...
No pudo evitar soltar un suspiro, con una casi invisible sonrisa en sus labios
Por fin iba a llegar el gran día que había esperado por tanto tiempo.
Al fin lo iba a conseguir, Dipper sería completamente suyo, porque, al fin y al cabo, ese siempre había sido su gran sueño, aún por sobre el gobernar el mundo.
Todo iba a ser absolutamente perfecto, había planificado meticulosamente hasta el más mínimo detalle, no había ninguna posibilidad de que algo saliera mal.
De todas maneras, de vez en cuando les echaba un vistazo a las personas que se hacían llamar "familia" de su Pino, para verificar que todo estuviera en orden. Si esta vez intentaban algo, no dudaría en asesinarlos, porque, de todas maneras, si lo hacía, ¿cómo iba a enterarse Dipper?, de igual forma,
ya estaba rompiendo el trato, puesto que, técnicamente, el pelinegro era un conocido de su castaño... Pero no le tomaba mucha importancia...
Porque ojos que no ven...
Pero por ahora todo estaba tranquilo, al parecer, todos estaban tristes desde que intentaron llevarse a su Pino y fracasaron, pero la que peor se encontraba era la chica... no le extrañaría para nada que Estrella Fugaz entrara en depresión pronto, aunque la verdad, poco le importaba lo que sucediera con ella o con cualquiera de esa horrible cabaña.
Lo único que le importaba ahora era su brillante futuro junto a su Pino.
Mientras tanto, Dipper estaba en una habitación probándose el traje que usaría al día siguiente, estaba de pie frente a un espejo mientras una muchacha le arreglaba los últimos detalles.
El castaño se veía de pies a cabeza. No podía creer que iba a ser mañana... Su boda...
-ya está listo- dijo la muchacha con una cálida sonrisa en el rostro.
Dipper volvió a mirarse de arriba a abajo en el espejo.... Se iba a casar mañana...
No podía creer cómo el que se supone que sería el día más feliz de su vida, se había convertido en una condena.
Pero solo era una ceremonia, ¿cierto?, simplemente simbolismos, ¿no?
Sentía como el pánico lo inundaba lentamente.
-no quiero hacerlo- susurró.
-¿disculpe?- respondió la chica frunciendo el ceño.
-¡no quiero hacerlo!- dijo con pánico- ¡no quiero casarme!
-los nervios son comunes antes de...
-no, no es eso- le interrumpió comenzando a hiperventilarse- en verdad no quiero hacerlo... No quiero.
La chica abrió los ojos como platos.
-pero usted... debe hacerlo.
-¿por qué?
-yo... Debo irme, con su permiso- dijo nerviosa, haciendo una rápida reverencia para luego marcharse rápidamente.
Dipper quedó solo en la habitación, sintiéndose miserable. Lentamente se sacó el traje, lo dobló cuidadosamente, y lo dejó encima de una mesa. Luego se puso su ropa y salió de la habitación.
Fue directamente a la biblioteca, donde se quedó todo el día, escapando de la realidad a través de los libros.
Al día siguiente, despertó como siempre, hasta que la realidad le llegó como un balde de agua fría: era hoy.
-buenos días, Pino- recién se había dado cuenta de que, acostado a su lado, estaba Bill, abrazándolo.
-buenos días...
-¿nervioso por hoy?- dijo sonriendo con los ojos cerrados, mientras lo apretaba más contra si.
-ni te imaginas....
-tranquilo- dijo dándole en beso en aquella singular marca de nacimiento que tanto le gustaba- todo va a salir perfecto.
Dipper prefirió guardar silencio, la verdad, estaba demasiado nervioso como para hablar.
El día transcurrió lentamente, como torturando al menor, quien esperaba inútilmente que un milagro lo salvara.
No quería casarse con Bill... Aunque la verdad, todo era por un solo motivo: estos últimos días había comenzado nuevamente a sentir cosas por Bill... Lo cual simplemente lo aterraba. No podía sentir cosas por Bill, debía odiarlo con su alma, tenía varias razones para odiarlo con el alma... Entones... ¿Por qué no lo hacía?
Por eso no quería casarse con él, pues sentía que si lo hacía, esos sentimientos iban crecer, cosa que no quería que pasara.
Pero ya no podía hacer nada... La hora estaba cerca... Los invitados iban a llegar pronto... Ya no había vuelta atrás.
Ahora se encontraba en una habitación que nunca había visto antes, usando su traje y una fina capa azul casi transparente que llegaba hasta el piso, junto a él, había un chico le daba algunas instrucciones, mientras hablaba con alguien a través de un auricular.
Estaba ocurriendo todo tan deprisa.
De pronto, el muchacho recibió una orden por el audífono y salió de la habitación, haciéndole señas a Dipper para que lo siguiera.
No habían caminado mucho, cuando de repente, el chico se detuvo frente a unas enormes puertas blancas.
El castaño podía escuchar los suaves murmullos provenientes de aquella habitación, cuando de repente, se hizo un silencio absoluto y comenzó a escucharse una hermosa melodía.
De pronto, las puertas se abrieron, lentamente, dejándolo ver el salón.
Sin duda era el lugar más hermoso que había visto en su vida, todo era tan... perfecto. Predominaba el color blanco, aunque en todas partes se podían observar detalles dorados y azules.
Estaba lleno de gente sentada, a su izquierda y derecha. Y frente a él, Bill lo esperaba con una gran sonrisa al final de un gran pasillo.
Todos lo miraban, la mayoría con una sonrisa en los labios.
Comenzó a caminar casi involuntariamente, con la cabeza hacia el frente, pero observando todo el lugar, de repente su vista se fijó en algo en particular: una cámara.
Inmediatamente desvió la mirada... se le había olvidado completamente lo que había dicho Bill en aquel anuncio. Lo estaban grabando... La boda era en vivo...Su familia probablemente lo estaba viendo...
Antes de que pudiese seguir pensando, se dio cuenta de que finalmente había llegado al final del pasillo, quedando frente a Bill.
El rubio se veía radiante, tenía puesto un hermoso traje negro con detalles dorados, una fina capa dorada y su corona en la cabeza. Pero lo que más le llamaba su atención era su sonrisa, tan... Sincera, tan feliz... Y sus hermosos ojos ámbar, lo miraban de una manera que podía sentir lo feliz que estaba... Se veía tan... Enamorado.
-estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Bill Cipher y Dipper Pines...- comenzó a decir el sacerdote.
El castaño dirigió su mirada a los invitados. No había nadie que conociera... Siempre había penado que, en su gran día, Mabel estaría sentada en primera fila, sonriendo emocionada.
Pero no estaba allí, y aunque lo estuviera, dudaba que hubiese sonreído.
Evitaba a toda costa mirar la cámara, cuando de repente escuchó como el sacerdote le preguntaba algo a Bill.
-acepto- respondió el rubio sonriendo de lado.
-y tú, Dipper Pines- dijo dirigiéndose esta vez al castaño- ¿aceptas a Bill Cipher como tu esposo?, ¿aceptas estar con él en salud y enfermedad, en pobreza y en riqueza?, ¿cuidarlo, amarlo, y estar junto a él hasta que la muerte los separe?
-emmm... Yoo...- realmente estaba muy nervioso... estaba a punto de decir la palabra que finalmente sellaría su destino-... Acepto.
De pronto, vio cómo una círculo de fuego azul eléctrico aparecía alrededor de su muñeca, lo miró con el ceño fruncido, ¿qué era eso?, miró a Bill, pensando que era obra de él, pero vio que él también tenía un círculo igual en su muñeca. Luego, involuntariamente, su mano se juntó con la de Bill, y las dos llamas se unieron, formando un solo círculo alrededor de las muñecas de ambos, hasta que comenzó a empequeñecerse, desapareciendo dentro de su piel.
Dipper estaba muy confundido, ¿qué había sido eso?
-ahora, Dipper Pines, oficialmente eres la reina de este mundo-dijo el sacerdote sonriendo.
Dipper inmediatamente dirigió su mirada fulminante hacia el rubio, quien lo miraba como un niño pequeño que acababa de hacer una travesura... Ya se encargaría de hablar con él más tarde.
De repente, el sacerdote se dio la media vuelta y tomó algo entre sus manos, para después elevarlo en el aire: era una corona. Pero para el alivio del castaño, no se veía para nada femenina... Se parecía mucho a la de Bill.
Lentamente, el sacerdote bajó los brazos y depositó la corona en la cabeza de Dipper, para luego sonreír ampliamente.
-ya pueden besarse.
Inmediatamente, el rubio tomo al chico de la cintura y lo acercó a él, uniendo sus labios en un beso lento y lleno de amor.
Todos comenzaron a aplaudir.
Bill se separó lentamente del castaño.
-te amo- susurró contra sus labios.
Dipper Cipher Pines.
¡Hooola!, ¿cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.
¿Qué les pareció la boda?, ¿les gustó? (Sean sinceros jsjsjs)
Por lo menos a mí me gustó escribirla :3.
Muchas gracias a todas las maravillosas personas que están leyendo esto, las amo a todas <3, muchas gracias por su apoyo.
Como siempre, les agradecería que votaran y en especial que comentaran, ¡quiero saber lo que piensan del capítulo!, porque en verdad me hace muy feliz cuando opinan de los capítulos :3.
Y bueno, creo que se mi parte eso es todo...
¡Nos leemos luego!
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