Capítulo 3.

A la mañana siguiente, cuando por fin soy capaz de levantarme, lo hago de mala gana. Agarro ropa para ponerme y me voy a la ducha directa. Como el agua está caliente logro relajarme y bajar un poco mi mal humor. Al salir de la ducha me visto y con toda la calma bajo hacia la cocina donde Vaylin ya está trasteando.

—Oh, ¿ya te has levantado? —es lo primero que pregunta nada más verme.

—Si... Realmente llegué muy cansada ayer por todo el viaje y eso que no fueron tantas horas —me acerco hasta donde está ella. Hay pan tostado, mantequilla y mermeladas de un par de sabores, supongo que Alan habrá ido a comprar ya de buena mañana o será algo de lo que quedaba y nos trajimos.

Ella sigue moviéndose por la cocina, colocando platos, vasos y cubiertos que va sacando de una caja. Cuando por fin termina y yo ya he desayunado se gira de nuevo hacia mi.

—Y bien, ¿tienes algo pensado para hoy? —pregunta.

—Bueno... Tenía pensado salir a dar una vuelta, ya sabes, para ir conociendo el vecindario y demás. ¿Dónde esta Alan? —respondo.

Ella bosteza un poco y luego vuelve a hablar.

—Ha ido a pedir los papeles al instituto para poder inscribirte —comenta—. Por cierto, ¿vas a queres seguir haciendo el mismo bachillerato, ¿no?

Asiento y luego me estiro un poco.

—Me quedo en el que estoy. Paso de cambiarme, las letras no son lo mío.

Vaylin sonríe ante mi respuesta. Estamos un rato más hablando y al final salgo de casa un poco más tarde de lo que tenia planeado. Camino fijandome en las señalizaciones para situar donde se encuentra el instituto y cuando lo hago vuelvo por el camino que bordea el bosque. Me sorprende ver que hay muchas desviaciones que te adentran en él, pero aún así me mantengo en el borde.

Cuando consigo llegar a casa de vuelta pico al timbre porque aún no he conseguido unas llaves. Tengo que esperar cinco minutos hasta que me abre Vaylin.

—¡Madre mía! Hasta que por fin me abres —comento entrando a la casa.

Una mueca se le forma en la cara,no se le da para nada bien ocultar cuado algo le molesta.

—Para que lo sepas —empieza—. Las personas pueden estar en el baño o cocinando. Por eso a veces no se te puede abrir la puerta tan rápido como te gustaría.

Me es imposible no reirme de la cara de indignación que pone cuando me dice todo eso, ella acaba poniendo los ojos en blanco y vuelve a la cocina. Yo, por mi parte, me acerco a Alan, quien está tan centrado en sus cosas que se sobresalta cuando me dejo caer a su lado.

—¿Qué estás haciendo? —pregunto.

—Son los papeles de tu Instituto, tengo que ir a entregarlos rellenados más tarde —responde—. Cuando vaya a hacer las copias de la llave de la casa.

Asiento y me quedo sentada un rato más a su lado mientras observo como Vaylin va dde un lado a otro haciendo cosas sin parar.

Cuando llega la hora de la comida y nos sentamos en la mesa estamos más habladores que ayer por la noche. Alan me comenta como es el instituto y las personas por lo que ha llegado a ver, parece ser que hay bastantes licántropos asistiendo a clase allí, así que me avisa de antemano para cualquier problema que pueda haber. Vaylin en cambio nos dice que ha estado buscando trabajo por internet y que mañana ya tiene una entrevista de trabajo, no quiere comentarnos de que trata pero supongo que es porque hasta que no lo tenga no quiere decir nada.

Cuando todos hemos terminado subo hacia mi habitación y decido que es momento de empezar a colocar todas mis cosas. Por suerte la casa ya viene amueblada, como todas en las que vivimos, y únicamente tengo que sacar objetos y ropa de las cajas y colocarlo de manera que quede ordenado y guardado.

Cuando termino sonrío, la ropa está toda guardada en el armario, los libros en la estantería y el resto de objetos metidos en los cajones que tiene el escritorio. Así que simplemente como he perdido toda la tarde, me tiro a la cama poniéndome los auriculares y conectándolos al móvil para escuchar música mientras espero que llegue la hora de la cena.

Alan entra para avisarme cuando aprovecha para dejarme los libros, el material escolar y la copia de las llaves en la mesa del escritorio. Así que le sigo y cenamos comida preparada por Vaylin que ha ido ya al supermercado que hay cerca a hacer compras.

Cuando acabo de nuevo en mi cuarto no tardo mucho en caer dormida.

(...)

Cuando a la mañana siguiente ya me encuentro enfrente del que será mi nuevo instituto no puedo evitar fijarme en que tal vez Alan se quedó corto al describirlo. Este sitio es enorme y me da la sensación de que me voy a perder.

Aún así me armo de valor y me dispongo a entrar. Cruzo todo el patio de la entrada y cuando por fin pongo un pie dentro del edifico un cartel enorme en donde se puede leer "secretaria" me indica a donde puedo ir a por mi horario y que me informen ya que he entrado al curso escolar cuando este ya lleva casi tres meses empezado.

Una mujer regordeta se encuentra al otro lado del mostrador, tiene el pelo corto y blanco y cuando olfateo un poco la sala me doy cuenta de que es un licántropo. Ella sonríe en cuanto me ve pero hay confusión en su mirada, supongo que al igual que pasó el primer día con el Alfa ella no reconoce el olor de un vampcat.

—Bienvenida cariño, ¿eres la nueva verdad? —yo le doy un asentimiento—. Perfecto aquí tienes tu horario y en cinco minutos debería llegar tu guía durante estos primeros días aquí.

Agarro la hoja que me tiende y me siento en una de las sillas que hay contra la pared, esperando a la que se supone que será mi guía. Dos minutos más tarde una chica pelirroja que tiene el pelo hasta los hombros y la cara llena de pecas entra rápidamente mientras intenta recuperar el aire, seguramente por la carrera que ha hecho para llegar hasta aquí.

—¡Lo siento! ¡Lo siento! —exclama ella sin parar mientras aún intenta normalizar su respiración—. He tenido un pequeño problema para llegar.

La secretaria sonríe mientras niega con la cabeza e intenta tranquilizarla. Es entonces cuando me doy cuenta de que ella también es un licántropo. La chica se gira hacia mi, ya que la secretaria le ha dicho que yo soy la nueva, y sonríe tan ampliamente que me da miedo que se le vaya a quedar la cara así de por vida.

—¡Hola, encantada de conocerte! Soy Juliet y estoy en primero de bachillerato, estoy súper feliz por conocerte. Espero también que podamos ser amigas, pareces una chica súper agradable y encima eres muy guapa también. —por un momento me siento abrumada por su efusividad y su manera tan familiar de tratarme aún cuando me acaba de conocer, pero ella no me deja mucho tiempo para acostumbrarme porque me agarra del brazo y me levanta para empezarme a llevar fuera de secretaria.

Cuando nos hemos alejado bastante empieza a hablar de nuevo y es entonces cuando establezco que ella es una chica demasiado habladora y alegre y no puedo evitar que eso me ponga un poco de los nervios, aunque parece muy agradable.

—No te lo he dicho pero soy tu guía, aunque supongo que ya lo habrás deducido pareces inteligente, ¿tú estás en segundo de bachillerato no? Es una pena que no podamos estar en las mismas clases pero tengo un hermano que seguramente vaya contigo, puedo pedirle que te ayude en clases cuando yo no este, por lo demás siempre puedes contar conmigo para lo que sea. No hace falta que sea sobre el instituto si quieres saber algo sobre el pueblo y demás estaré encantada de ayudarte —habla tan deprisa que si no me hubiera acostumbrado a que mi mejor amiga es así también no sería capaz de seguirle el ritmo—. Entonces, ¿cuál es tu primera clase? Te acompañaré.

—Um... —miro el horario que aún sostengo en la mano—. Biología y las dos siguientes horas lengua y química.

Ella aplaude entusiasmada.

—¡Fantástico! Te diré cómo llegar a todas las aulas, luego podemos ir a comer juntas a la cafetería.

Asiento porque realmente aunque no quiera relacionarme demasiado con ella, por el echo de que no quiero hacer amigas que estoy casi segura de que voy a tener que dejar alguna vez, parece tan emocionada que no va a dejarme que este sola si puede evitarlo. También está el echo de que es una licántropo, nunca me he relacionado con otras personas que no sean humanas, exceptuando a Luce.

Juliet empieza a andar y tengo que seguirle el ritmo a ella y a su diálogo, porque me está explicando cómo llegar a cada una de las aulas en las que tengo clase antes del almuerzo. Finalmente se para delante de una puerta y después de tocar la abre y entra, yo lo hago después.

El profesor intercambia unas cuantas palabras con Juliet mientras yo observo alrededor. Todos me están mirando y me doy cuenta de que tal vez la manada de licántropos que hay aquí se relaciona bastante con los humanos, aún si ellos no son conscientes de lo que son, porque casi la mitad de la clase no es humana.

Repasando a todas las personas con un vistazo rápido una mirada me retiene. Es un chico licántropo que tiene los ojos de un verde que me recuerdan a los prados en donde me gusta correr. Siento como una corriente me recorre el cuerpo entero y un olor agradable me llega. El chico empieza a sonreír y me siento paralizada, aún así puedo ver cómo empieza a formular una palabra sin decirla en voz alta.

Mate.

(...)

Tercer capítulo subido. Espero que os guste :)

Lu~

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