Te amo.

Con dos cucharas de café y un poco de azúcar, talves solo dos, sabía que le gustaba el café negro, pero nunca en sus interminables charlas sobre ellos habían hablado de cuantas cucharas de azúcar le gustaban, posiblemente en alguna otra charla podrían descubrirlo, las conversaciones con ella eran algo muy trivial pero demasiado profundo, sin embargo esta mañana haría su mejor esfuerzo en consentir a la mujer que tenía sobre su cama que dormía como un Ángel y que lo hacia el hombre mas feliz de todo Londres., dejó la cafetera sobre la estufa. Camino hacia la recámara, desde el marco de la puerta pudo admirarla, tan bella, tranquila y hermosa. Cuanto la amaba, era la primera mujer en su vida a la cual amaba a este grado de necesitarla cada día y a cada momento del día. Y estaba seguro de que sería la última.

Abrió sus ojos el brillo del Sol y el bullicio de la calle logró despertarla del sueño más placentero que había experimentado. Se movió un poco sobre la cama, para darse cuenta de que Han no estaba a su lado, no se preocupó debe estar por ahí, y aún sentía el calor sobre las sabana. Los bellos recuerdos de la noche anterior eran aún palpables, recordo sus labios sobre los de ella, sus manos sobre su espalda; al girar hacía la puerta se encontró con la mirada y sonrisa de Han, ella también le sonrió.

—¿Desde cuando me estas observando pervertido?.—cubierta bajo las mantas le dijo en broma Leia.

Con sus brazos cruzados, apoyado en el marco de la puerta se alzaba sobre ella.—Desde anoche.—sonrió.—,eres la mujer más hermosa que eh visto, es imposible no dejar de mirarte.

Ella sonrió tímida aún sentía una cierta verguenza.

El la conocía muy bien, talvez no, no sabía cuánto de azúcar en su café pero sus gestos sí.—¿Te pasa algo?.—camino hacia ella y tomó lugar en la cama.

Ella cubrió aún más su desnudez con la sabana, negando con la cabeza.—Nada.

El tomó su rostro y acarició su mejilla la miro fijamente tan enamorado como siempre, su calor era aún estaba ahí.—¿Que pasa?.—,como un susurro.—dime, por favor.—casi le imploró.

Lo que sentía era indescriptible, no tenía palabras para explicar lo que en ese momento sentía, pero sabía que necesitaba expresarse de algún modo.

—Te amo.—dijo mirándolo tiernamente.—y me da miedo que tú no.

El la miro con una sonrisa y beso su mejilla para susurrarle un "te amo"; ella lo abrazo y el la sujetó bajo su sus brazos.

—También te amo.— beso sus labios Han.—te amo irremediablemente.

El la envolvió en sus brazos para describir que aún seguía desnuda. Beso su cuello y ella descubrió su pecho; el la beso de nuevo y ella lo abrazo aún más hacia ella.

—Deje el agua en la estufa. ¿Cafe?.—pregunto besando el lóbulo de su oreja.

—Mejor un té.—río entre sus caricias.

—Que tal ¿Y si apagó la estufa y dormimos un poco más?.—la levanto para ponerla sobre su regazo.

Tomó su rostro con sus manos y lo beso apasionadamente.—Me parece una buena idea.

Toda lo que restó de mañana la pasaron bajo las sabanas, besando cada fibra, probando cada rincón de su cuerpo, sus enormes brazos sobre ella y su labios carnosos sobre los suyos, sus finos toques sobre su piel.

Estacionado justo enfrente del edificio, miraba fijamente la ventana del departamento de Han solo, el piso doce, y sus manos tomaban fuertemente el volante de su auto. ¿Como había pasado esto?. Aunque no veía nada se podía imaginar. La ira recorrío sus venas y por un momento pensó en entrar, azotar la puerta y molerlo a golpes. Pero controló su ira y rabia, tampoco quería exponer a su hija no eso no lo haría.

°

Nunca antes se había sentido tan feliz, tan llena de dicha que su corazón estuviera al punto de explotar, su mente vagaba por las últimas semanas al lado de Han; casí un sueño del cual no quería despertar. Eran los últimos días de clases y pronto llegarían las vacaciones de invierno, amaba estar en Londres en épocas decembrinas aunque aún tenía que pensar sí iría o no con su padre a Nueva York, había tenido buenos momentos con el; parecía haber recapacitado aún así no tenía muchos ánimos de ir, primero que nada aún no se sentía totalmente bien con su padre y en segunda Han, no lo dejaría, no después de todo lo que ha pasado entre ellos. Y aunque sólo eran unas vacaciones estar separada de el por tres semanas sería un martirio que no estaba dispuesto a sufrir.

Mara la llevó a su departamento, puesto que sus padres le habrían obsequiado uno en Sussex. Demasiado compasivos con ella, tiene suerte al menos ella hace lo que quiere.

—¿Que tal todo con Han?.—pregunto yendo a la cocina.

—Todo está de maravilla.—siguiendola.—aún no puedo creer lo feliz que soy, lo feliz que somos.

Mara se sentó frente a ella, alzando una ceja.—¿De verdad? Es que luces muy enganchada con Han, ¿que tan enserio van?.

Ella río y agachó la cabeza.—Todo con el es genial y enserio que todo va muy bien.—sonrio.—ademas eh estado pensando en un control de natalidad.—se mordió un labio.

Mara la patio por debajo de la mesa.—Leia Organa Skywalker eres toda una perrita.—riendo a carcajadas.

—No me digas así.—le dijo en broma.—es solo que creo que, no se, me gustaría.... Tu sabes, sentirlo.—con las mejillas rojas.

Ambas rieron.

—Eso es bueno, al menos se están cuidando.—se paro para preparar té.

Un silencio por parte de Leia, hizo girar a Mara.

—¿Se están cuidando?.—con tetera en mano.

—Si.—dijo rápidamente.—no soy estúpida Mara.

Mara la miro con una especie de duda pero asintió y siguió con el agua.—Eso espero porque no quiero ser tía tan pronto.

Leia mordió su labio e hizo nudos la servilleta en sus manos, claro que habían sido cuidadosos solo que.

°

Sabía que tenía que tomar decisiones, decisiones algo drásticas y las últimas semanas había planeado algo para dar por finalizada la relación de su hija y ese Han. Así que hablar con cierta mujer que había investigado, el dinero no es problema obviamente. La mujer frente a ellos, alta morena, labios carnosos y rojos como el fuego y una actitud demasiado retadora, ella sería su salvación.

—Buenas tardes señorita.....O'hara.—se presentó Brandol.

—Ella solo encendió su cigarrillo.—mirando al joven de pelo rizado frente a ella.

—Mi jefe quiere...... El quiere...—parecía confundido con muy poco valor y coraje. Estos tratos no eran lo suyo ciertamente, quería ser parte del negocio de Anakin. Pero era demasiado.

—Se que es ex pareja del señor Solo.—interrumpio Anakin.

Ella arqueo una ceja, ahora si había atraído su atención.—Hace algún tiempo que no veo a Han.

—Necesito de su ayuda...... Y será muy bien pagada.—puso sobre la mesa.

—Lo escucho.—acomodanse en su silla y fumando su cigarrillo.










***

Pues solo puedo decir que lo siento por esta ENORME tardanza pero bueno acá capítulo nuevo. Con un nuevo personaje. Btw amo a Rachel (Blade runner) pero bueno acá será un pequeño inconveniente para Han y  Leia
Espero no me odien.

aitanaktk
EsmeraldaLezro

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