Eran las 6 de la mañana y ya había movimiento en la casa Organa, esa era Leia que con el pelo atado en una coleta de caballo empezaba con su rutina diaria hacía Yoga por media hora y después preparaba su desayuno, pan tostado pero no tan tostado, jugó de naranja no tan ácida, Hotcake sin miel y unos huevos sin sal, al términar tomaba su baño sin lavar su pelo este día no era día de lavado de pelo, se lo ató en dos boños y se puso su uniforme escolar, una falda azul hasta las rodillas con la camisa blanca y una pajarita azul con una casaca del mismo color, este era su último año en la Universidad.

— Temprano como siempre, — le dijo Bail Organa que apenas bajaba las escaleras para ver a su hija.

— Buenos días papá, — le saludo Leia dándole un beso en la mejilla.

— ¿No vas a esperar a Luke?, — le preguntó antes de que se fuera..

— Papá, — dijo algo molesta. — sabes como es Luke seguramente ni siquiera esta cambiado voy a llegar tarde.

— Leia, — serio como el mismo. — ve a ver a tu hermano para que se vallan juntos a la Universidad para eso le compre el auto. — una sugerencia ordenada.

Leia solo rodo los ojos, subió las escaleras hasta la habitación de Luke, el era su hermano mellizo pero parecía que nunca se ponían de acuerdo no es que fuera un rebelde sin causa pero siempre hiba en contra corriente sumándole que la relación con Bail Organa nunca fue muy buena.

— Luke, — golpeando la puerta. — vámonos a la escuela, — pero no se oía mucho del otro lado. — Luke vamos, — le grito esta vez.

— ¿Que pasó?. — le abrió la puerta con su pelo rubio y desordenado por todo el rostro y en pijama.

— La escuela en 10, — señalando su reloj de mano.

Luke trataba de artícular palabras y oraciones cuando Leia entró jalandolo del brazo y llevándolo al baño.

— Deprisa, — le encerró. — te espero en 15 minutos abajo nos iremos en tu auto.

— Siempre tan mandona. — le grito del otro lado.

Cuando Luke bajo las escaleras se encontró con su madre y Bail en la cocina.

— Buenos días hijo, — le sonrió Padmé. — Leia te espera en el auto se ve muy molesta.

— Esta loca, — le dijo con la boca llena de pan de canela. — pero la amo igual, — le guiño el ojo.

— Van a llegar tarde, — Le dijo Bail con una sonrisa.

— Lo se, — besando a su madre en la mejilla. — adiós mamá, adiós Bail, — dijo neutral al dirigirse a el.

Finalmente Luke salió de la cocina y de la casa ya se les hacia tarde era verdad.

— ¿Cuando me tratara como un padre Padmé? — le dijo Bail al pararse de su silla.

— Bail, — tomando su brazo. — sabes que el ama mucho a Anakin y creo que por el momento no te llamara padre pero el te respeta y algún día te mostrará sus sentimientos no seas así hazlo por mi.

— Por ti haría lo que fuera, — besándose dulcemente.

†

Al otro lado de la ciudad la parte mas acomodada de la ciudad de Londres se encuentraba un joven bien parecido con sus cabellos castaños, limpiandose la cara parado en la puerta principal de su edificio era Han Solo que recién empezaba su día.

— ¿Hoy trabajarán Han? — le preguntó su amiga Maz una Morena de pelo negro azabache mientras cargaba su cesta de ropa.

— Si Maz, solo que espero mi transporte, — señalando hacia la calle.

— Ese vejestorio. — lanzando una carcajada. — deberías comprarte un auto nuevo Han.

— Maz, el Halcon, — así le decía a su auto compacto CITROËN - CX color gris. —un auto bastante bueno y muy rápido. — hablando como si presumiera a un hijo.

— Es tu adoración. — tocándose el pecho con burla hacia Han y su extraño amor hacia su auto.

— Burlate lo que quieras. — la señalo. — el Halcon es mejor que nada y por nada me refiero a ti y tu ecológica bicicleta. — ahora el se burlaba.

— Al menos no contaminó el ambiente., — rodo los ojos.

— Si lo que digas hippie. — dejó de verla para mirar hacia la acera puesto que ya llegaba su amigo Cheewie en su auto. — ya me voy. — se despidió aunque siempre discutía con Maz ella era su única amiga mujer y era como una hermana desde Corelia el orfelinato donde habían sido criados.

— Espera. — le detuvo se acomodo los mechones de pelo. — podrías decirle a Chewie que lo mando a saludar. — Han alzó una ceja.

— Uno de estos días deberías decirle tu, ¿no crees? El anonimato no te llevará algún lado. — mientras bajaba las escaleras del porsche.

— Tu solo dile. — le exigió.

— Esta bien, — alzando las manos en son de paz. — yo le mando tus besos. — haciendo muecas con la boca. — muah muah besos para Chewie.

— ¡Han! — le grito lanzándole un par de calcetines pero era en vano Han corría hacia el auto gris enfrente de la acera.

En el auto se encontró con su amigo Chewie apodo para Henrik, el era tan alto como un roble y demasiado pálido tan británico pero con los dientes parejos una broma entre ellos.

— ¿Que fue todo eso Han? — mirando como Maz levantaba su ropa.

— Nada, arranca ya vamos tarde, — su amigo siguió el camino. — Maz te manda saludos. — Y Chewie se enrojecio un poco.

— Ella es linda — dijo tímido.

— Y creo que le gustas, — riendo para el.

— ¿Tu crees? — dijo asombrado.

— Oh si, por mi vida que si — golpeado el hombro de su amigo.

— ¿Crees que deba invitarla a salir? — le preguntó dudoso.

— Te estas tardando.

En el camino hacia el taller mecánico y de reparacione Hutt todo fue cotilleos de amigos y plática de autos y chicas.

†

— Mara Jade es una chica sensual, — hablaba Luke en el auto mientras hiban de vuelta a casa.

— Dios Luke. — rodando los ojos. — con razón Mara te mando al cuerno si eres tan grosero.

— Oye — le acusó. — que diga que es sensual no es nada malo ella es hermosa, alguien debe hacercelo saber.

— Vez, hay una diferencia entre sensual y hermosa, se más cortes Luke — le sugirió.

— Deberías areglarte mejor — le dijo Luke sabiendo que Leia podría enojarse.

— ¿De que hablas? — mirando sus ropas, — que tiene de malo el uniforme.

— Nada pero ponle estilo, — haciendo una seña en su uniforme que era el mismo color en azul pero con la camisa por fuera y la corbata floja.

Leia solo hizo una mueca.

— Claro, para tí estilo es traer el uniforme como el de un vagabundo, no si quiero ese estilo urgentemente, — demasiado sarcástica.

Luke se molesto y giró hacia otro lado puesto que tenía algo en mente para su auto.

— ¡Hey! ¿A donde vamos? — mirando como dejaban la avenida para su casa y tomando otra.

— Iremos a ver unas cosas del auto, — le dijo con una sonrisa.

— Tengo tarea muy importante Luke — se quejó. — además a mamá no le gusta que faltemos a la comida.

— En primera en el taller puedes marcar con mamá y en segunda tienes la culpa por haberle hecho caso a Bail — esto último lo dijo algo serio y un poco molesto.

— ¿Porque no te cae bien Bail? — preguntó Leia esta vez más tranquila.

— No se Leia, — dijo ahora pensativo. — es solo que extraño a papá, ya se que se divorciaron hace mucho tiempo y que prácticamente Bail nos crio desde que teníamos 9 años pero mi padre siempre será Anakin. — dijo sincero  — y no lo odió si es lo que crees.

— Luke, — sujetando su mano. — también extraño a papá pero eso no significa que por querer a Bail deje de amar a papá.

— Lo se, — se encogió de hombros. — se me es difícil, algún día tal vez.

— Sabes, — le sonrió. — podemos ir a comer fuera después del taller.

— Leia la rebelde — arqueando una ceja.

— Si, — dijo con la voz aguda.

— Tiempo de hermanos Skywalkers activado. — los dos rieron todo el camino.

†

En el taller Chewie se encontraba debajo de un auto arreglando algunas partes, Han le pasaba las herramientas.

— Sabes Chewie, — comenzó a hablar con el. — tengo planeado abrir mi propio taller, — su amigo hablaba pero parecía que gruñia debajo del capo. — no soy ningún malagradecido eh trabajado para Jaba mucho tiempo ya es hora que vea por mí, además no lo abrire aquí lo abrire en otra zona.

— Sabes que, — dijo Chewie saliendo de dabajo del auto, — para todo caso me iré contigo.

— Así se habla, — dándose la mano.

Un claxon sonó era un cliente nuevo, era Luke y Leia.

— Te toca, — dijo Chewie, — iré por una bebida.

— Iré a buscar un teléfono. — dijo Leia, —hablaré con mamá, ahora regreso.

Ella se había soltado el pelo y por sugerencia de Luke sacado su camisa se sentía rara pero bien.

— Disculpe. — le dijo al hombre calvo tras el mostrador. — me presta su teléfono.

El hizo una señal hacia el letrero que decía solo clientes.

— Mi hermano trajo su auto, — señalando el Volkswagen Golf color verde.

El hombre hizo una seña para que cogiera el teléfono. Leia marco el número de su casa esperó.

— Aló — contestó Padmé

— Hola mamá.

— Leia ¿paso algo?.

— Luke y yo decidimos comer fuera espero no te molestes.

— Para nada mi amor, divertanse besos los amo.

— Igual mamá, besos.

Después de poner el teléfono en su lugar dio las gracias al mudo y calvo hombre, al salir no vio a Luke por ningún lado.

— Se le perdió algo señorita, — dijo Han con una voz aguda que la asustó, llevando sus manos al pecho.

— ¡Me asustó! — tomando la compostura.

— No suelo tener ese efecto en las chicas, — alardeo con aires de galantería.

— Pues yo tampoco suelo ser asustada por los chicos. — mirando dentro del auto, necesitaba su bolsa.

— Es suyo el auto. — señalando el Volkswagen, ella miro el auto pero no dijo nada. — Valla que grosera.

— No soy grosera, — porfin habló, — pero no habló con extraños. — mirando de arriba a abajo al joven Han.

— Ni yo con presumidas. — mirando su atuendo caro. — pero mi madre me enseño a ser educado frente a una dama sea quien sea y de la clase que sea.

— No soy una presumida. — le reprochó. — ya le dije no habló con extraños no era para ofenderlo.

— Pues una disculpa no me vendría mal — puso su mano en la cadera.

— Yo. — dijo incrédula. — disculparme con usted, debería ser usted el que se disculpe mire que llamarme presumida.

— Y además egoísta. — dijo burlón.

— ¿Egoista?. — algo irritada. — ni siquiera me conoce y se atreve llamarme presumida y egoísta. Loco. — tratando de irse pero el habló y ella se giró hacia el de Nuevo.

— No necesitó conocerla para saber que eso transpira por los poros y mejor dicho ni quien la quisiera conocer gruñona. — cruzandose de brazos.

— Pues ni que yo quisiera conocerlo patán de primera. — le gritó indignada.

Ambos se miraron por un momento con cierto odio y enojo por unos minutos hasta que su silencio incómodo fue interrumpido por Luke y Chewie que traían unas bebidas azucaradas.

— Han hola ¿Ya conociste a Leia? — bebiendo un poco de jugó.

— Quien ella, ¿es tu novia?. — Luke escupió el jugó y soltó una carcajada y Leia rodo los ojos en disgusto.

— Para nada, — limpiandose la boca. — es mi hermana Leia.

—Con que tu hermana. — mirándola con más cuidado.

— Si, Han, Chewie ella es Leia mi hermana, Leia ellos son Han y Chewie unos amigos del taller.

— Si, hola Chewie. — pasando de largo a Han. — Nos vamos, tengo hambre. — demasiado sería.

— Por supuesto, adiós chicos.

Chewie miro la cara de su amigo Han nada bien nada bien.

Han solo pensaba en lo odiosa que era esa chica como podía ser hermana de Luke si era tan presumida y prejuiciosa, aunque una parte de el se alegro de que no era su novia si no su hermana. ¿Una oportunidad? Para que si era una niña rica.

De ida al restaurante Luke noto el cambio de humor de Leia la conocía muy bien era su gemela después de todo.

— ¿Te paoso algo? — mirándola de reojo.

— ¿Crees que soy, presumida, egoísta y gruñona? — le preguntó.

— A que viene todo esto. — cuidando sus palabras.

— Solo quiero saber. — encojiendose de hombros.

— Eres mi hermana y te amo con todo y tus defectos. — la ánimo.

— Pero si no fuera tu hermana. — insistió.

— A veces, pero solo a veces eres increíblemente buena. — le guiño el ojo.

— Lo se, — comenzando a reír.

Ese Han era un invesil pensó esperaba jamás volverlo a ver.

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Espero saber si les gusta este bonito fic.
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