Consecuencias II

Sus suaves labios sobre su ruda piel, ella era todo lo que necesitaba en su vida. Las últimas semanas habían sido tan difíciles sin su compañia, sin su cariño sin su amor. La tomó de la cintura y poco le importó los transeúntes, solo eran ella y el, juntos de nuevo bajo el amparo de su amor.

Era un beso suave y lento, lleno de necesidad, era el mejor consuelo para ambos, si Leia no lo perdonaba al menos tendría el consuelo de que probó su carne una vez más.

Se alejó, Leia fue la que se apartó agotada por el beso y sus propias emociones, que estaban por traicionarla dejándola expuesta ante Han. Reprimió el llanto. No lloraría por el. Han trato de tomarla de nuevo por el brazo soñando con besarla de nuevo, pero esta vez Leia se apartó y le propinó una bofetada tan inesperada como necesaria. El se tocó la mejilla por el picor del golpe, pero no dijo nada, dejaría que se desahogara. Pero ella se giró y corrió por la acera lejos de el, huyendo de el, huyendo de ella misma.

El solo suspiro y también camino, pero no tras de ella, si no a su casa ó algún otro lugar. No podía obligarla a nada, si ella no regresaba, el no lo haría más. Sin ella no era nada, pero tendría que hacerlo, maldijo a la vida misma por quitarle todo.

°

Su cuerpo temblaba, pero aún así saco las llaves de su bolsa, tintineaban en sus manos y no podía meterla en la cerradura, cuando porfin lo logró se quedó parada tras la puerta  como un fantasma como una estatua.

—Hija, llegaste.—para mirarla tan sería y rígida.—¿Olvidaste el pastel?.—pregunto, pero aún así ella no contestó, seguía ahí parada sin decir nada.—me asustas, ¿te pasó algo?.

En ese momento Leia se hecho a llorar desconsoladamente, tan amargo era su dolor, cubrió su rostro con vergüenza. Padmé se acercó abrazandola sin preguntar nada más. La consoló le dio alivio y cariño, tan frágil su pobre hija.—No llores más.—la calmó. Aún así ella parecía igual de afligida.

—No se que hacer, me siento tan mal.—llorando en sus brazos dijo Leia.—me ah dicho que es un mal entendido, que me ama y yo lo eh besado.—sus lágrimas corrían por sus mejillas,—fuí una estúpida.—se acusó.

—Hija.—aún en sus brazos.—mi amor, tu aún lo amas....

—Pero no quiero, no quiero amarlo más.—la interrumpió.—quiero dejar ir el pasado.—se excusó.

—No es así de fácil cariño.—acomodo su caballo.—no cuando lo amas así.—limpiando sus lágrimas.—nunca se olvida al primer amor.

—Pero tú, eres feliz con Bail, estas mejor ahora.... Sin papá.—se calmo un poco.

Padmé apartó su mirada con cierta nostalgia, para luego mirarla y sonreír por lo bajó.—Es distinto, pero a la vez igual, mi vida con tu padre fue muy hermosa y también trágica, con el conocí el amor y el desamor. Hija son jóvenes, y sí tratan....

—No.—aún sentía el dolor en su pecho.—no quiero, necesito olvidarlo, irme lejos.

—Esta bien.—la miro con dolor pero esperanza de que cambiará de opinión.—esta bien si no quieres a Han en tu vida, pero ese hijo que esperas también es de el y el tiene todo el derecho.....

—Pero mamá....

Pero mamá nada..—ahora ella le interrumpió.—Han es el padre de tú hijo.—le recalcó.—y como padre tiene el derecho de saber y de estar cerca de el, como el así lo deseé.

Leia agachó la cabeza pensando en lo que le acababa de decir su madre, tenía razón el bebé que lleva en su vientre también es hijo de Han, es hijo de los dos, el fruto de sus mejores y más felices momentos. Lloró un poco y con su mano apretó su delicado vientre, recordó aquella visión, de aquel niño con cabello azabache y sonrisa angelical. Con su rostro bañado en lunares como estrellas, reprimió el dolor y volvió a abrazar a su madre.

Así estuvieron por un par de minutos, abrazadas, unidas en el amor de madre e hija. Le ofreció un poco de té y recordó que tenía algo en la cocina. El timbre sonó un par de veces seguidas y Padmé le pidió a Leia que revisará la cocina. Ambas no sabían nada de la tormenta que se avecinaba sobre ellas. Del toque de timbre, la puerta comenzó a sonar, alguien la tocaba con irá.—Ya voy.—camino a la puerta Padmé.

Al abrir la puerta, Anakin entró con bastante fuerza y quito de forma brusca a Padmé de su camino.—¿Donde está la degenerada de tu hija?.—dijo con bastante odió.

—¿De que hablas?.—confundida pero molesta.

—De Leia, de esa hija tuya que no pudiste mantener a raya.—dijo con esa cólera que ella siempre quizo olvidar.

—Mamá.—salió de la cocina,—¿papá?.—mirando a Anakin, quien se veía tan enojado.—¿que son esos gritos?.

Anakin se acercó a ella a paso firme y la tomó de los hombros con brusquedad, Padmé rogó que la dejará, Leia solo se quejó con dolor por la forma tan dura y cruel como su propio padre la lastimaba, contra la pared. Ella rogó que la soltara por piedad. Comenzó a llorar por la falta de comprensión y cariño sumando que no sabía que quería de ella.

—Papá, por favor.—suplico.

—Porque no te das a respetar.—acusó.

—¿De que hablas?.—lloro sin más.

—¡Anakin!.—grito en llanto Padmé.

—Te ví.—apretó su hombro derecho.—los ví.

—¿A quien?.—necesitaba respuestas ante tal castigó.

—A tí, besando al filibustero de Solo, en plena calle como todo una cualquiera.—sus palabras re sonaban en la habitación.

—¿Me estas espiando ahora?.—le reto.

El la soltó tirándole al pisó, Padmé la ayudó, llorando, protegiendo a su hija.

—No cambies los hechos.—le grito, estando ella en el piso. Ella no habló.—has hecho de mi hija una cualquiera.—mirando con repudio a Padmé. Leia abrazó fuerte a su madre, tenía miedo del imponente Anakin Skywalker.—no puedo creer que hallas perdonado y sigas con ese hombre, al que atrapaste engañadote con otra mujer en su propia casa.—escupió.

Leia de pronto dejó de llorar y se calmó, se liberó del agarre de su madre para mirar bañada en lágrimas  con una extraña mirada confusa y llena de curiosidad.—¿Como.... Sabes de esa mujer?.—pregunto.

Anakin cayó en cuenta que Leia no había hablado de ello.—Eso se nota, viniendo de alguien como el,—divago.—ese no es el punto.

Leia se levantó del suelo, con dolor, secando sus lágrimas, mirando sin miedo a su padre.—Claro que es el punto,—prosiguió.—yo no le conté a nadie, sobre ese día, ¿como es que tú lo sabes?.—pregunto con una especie de ira.

—Solo lo se.—tenía que mantener su posición.

—¿Solo lo sabes?, eh.—se acercó a él, ahora la imponente era ella.—nunca te conté, así que la única manera de que lo sepas, es porque tú lo has hecho.—ahora Leia sabía la verdad ó al menos tenía más claro lo que había pasado.—tú montaste todo, ¿no es así?, tú hiciste que esa mujer apareciera en el Departamento de Han.—quería llorar pero ella sería valiente.

—Solo dices tonterías, son ideas que quieres creer para seguir protegiendo a ese mugroso.—se excusó.

—¿Es eso verdad Anakin?.—pregunto Padmé tras su hija.

—Es verdad, es verdad, tú hiciste todo.—reclamó su hija.

Ya no tenía modo de escapar.—Tal vez hice un poco.

Padmé negó con pena y Leia hervía en ira.

—¿Como pudiste?.—le reclamo con aquella ira tan particular de los Skywalker.

—Es por tu bien, ese tipejo no te convenía, te amo hija.—quizo tomar su brazo, ella se alejó con horror.

—No digas que es por mi bien, porque no es así, vas por la vida destruyendo a todos, ¿verdad?.—con lágrimas en los ojos.

—Lo hice para protegerte.—estaba tan equivocado.

—Ya deja de poner excusas, son excusas que no quiero escuchar, no quiero escucharte nunca más, me has condenado al dolor, si tanto me amaras como profesas sabrías de todas esas noches que pase llorando hasta quedarme dormida porque tú me estabas protegiendo, —temblaba por el esfuerzo.—no te bastó arruinar una familia si no que arruinaste la mía.—dijo cansada.—arruinarste la vida de tus hijos, pero escuchame bien Anakin Skywalker la vida de mi hijo no la vas a arruinar.

Ahora el la miraba con confusión.—¿De que hablas?.

—Espero un hijo de Han Solo,—dijo sin miedo sin dolor.

El perdió el control y le propinó una bofetada que le volteó la cara, Padmé gritó y le propinó una a su ex esposo.

—Ni te atrevas, jamás dejaré que vuelvas a poner tus malditas manos sobre mi hija.—escupió con irá.

—Lo mataré.—sacando una arma de su abrigo.

Leia atrapó su mano.—Papá, no por favor no hagas una locura, es el padre de mi hijo, el padre de tu nieto.—de nuevo el miedo la sucumbió. El se la quitó de encima.

Salió de la puerta al mismo tiempo que llegaron Bail y Luke. Pero ni siquiera los vio o solo los ignoro. Al entrar en la casa vieron el desastre. Bail se preocupó al ver su esposa e hija alteradas. Leia miro a Luke y rogó su ayuda.

—Luke ayúdame.—jalando su abrigo.

—Leia, hermana calma, ¿que pasó?.

—Papá quiere matar a Han,—su voz entrecortada por el dolor.—ayúdame,—le imploró.

—Papá, ¿que?.—no podía creer que lo escuchaba.

—Por favor.—se arrastró.

—Hija.—calmo Bail.

—Ayúdenme.—no podía parar de llorar.

—Arriba,—la levanto con cuidado.—vamos te llevó.—ella susurro un gracias.

—Hijo, si es verdad eso, el tiene un arma.— advirtió Bail.

—Es nuestro padre.—fue lo único que pudo decir.

El corazón de Leia latía muy fuerte y se encontraba bastante adolorida por todo. Miró de reojo tras de su hombro y parece que aquel niño le advertía algo, sería algo ¿bueno ó malo?. Se aferró a lo bueno. Ahora ella sabía la verdad y el tenía que saberla también.

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😭💔 Ya saben como soy, toda una drama queen 😘👀.

Gracias EsmeraldaLezro por tus geniales comentarios y tu apoyo incondicional, besos aitanaktk y a todos por votar☑ y Comentar 💬 💝💝💝

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