3. I think I'm In love with u part 2

Chrissy miró su comida, no le había dado ni una pequeña mordida a su hamburguesa. No sabía si era por el nudo sobre su garganta que le impedía llevarse la comida a su boca o por el miedo de que nada haya cambiado y después de probar bocados tenga las ganas de ir a vaciarse. Debía comer, eso lo sabía y también sabía que ya no tenía porque acomplejarse pero para la rubia era muy difícil no pensar las cosas dos veces, más cuando se trataba de ingerir alimentos.

Una mano sobre su pierna le hizo parpadear varias veces, saliendo de sus propios pensamientos, miró a la persona de su lado y encontró los ojos achocolatados y grandes de su novio. Mostraban preocupación. Chrissy trato de sonreír, solo para transmitirle que todo estaba bien pero sabía que Eddie no le creería. La conocía muy bien, y claro que lo iba  a hacer después de convivir una semana entera junto con el tratando de salvar su vida y la de los demás. En esa semana, de una u otra forma termino enterándose de su trastorno alimenticio.

Y no solo el, los "adultos" de la pandilla también habían llegado a enterarse cuando por segunda vez la salvaron de Vecna. Y ese monstruo nunca se quedaba callado, gritando y diciendo todos sus problemas mientras era perseguida por el, todos se dieron cuenta de que era lo que le atormentaba. Y trato de negarlo, de decir que estaba mintiendo,  que realmente ella no tenia un trastorno y su familia estaba más que bien pero supongo que nadie le creyó cuando empezó a llorar por ello.

Pero algo había cambiado ese día, en vez de ser rechazada y reprendida, todos le mostraron su apoyo lo cual le dejo muy sorprendida y hasta cuativada. Ninguno de ellos la juzgaba, aunque sabían que era algo que no debía hacer, cada uno de ellos le hicieron sentir bien con ella misma y que cualquier obstáculo o problema que tenga podía luchar contra ellos, porque era una persona valiente y no estaba sola. Eddie había sido el más apegado a ella en esos momentos, recordandole en cada momento que ella era mucho más fuerte de lo que realmente pensaba.

"No tienes que comertelo todo, preciosa, lo que tu puedas" escucho las palabras de Eddie salir con sumo cariño y cuidado. Chrissy miró su comida una vez más y después levantó la mirada topandose con un par de ojos más.

"No estas sola, Chrrisy" Steve fue el que hablo esta vez, regalándole una sonrisa en muestra de apoyo.

"Siento que no voy a entrar en mi uniforme, mi mamá dice-"

"Que le jodan a tu mamá" Billy la interrumpió lo cual hizo que Steve atragantarse con un pedazo de hamburguesa.

"¡William, eso no se dice!"

Billy ignoro el regaño y siguió hablando "De verdad, Chrissy, estas como quieres" Eddie frunció el ceño al escuchar eso y Chrissy sintió sus mejillas enrojecer un poco "A lo que me refiero, es que tu madre solo está poniendo sus complejos en ti, es tu vida, tu cuerpo y tu decisión en lo que comes. Ella no tiene porque meterse en eso y si alguna vez llega a decirte una cosa más, sabes que los tres podemos ir a hablar con ella nuevamente" le guiño un ojo haciéndola reír un poco.

Chrissy sabía a lo que se refería al escuchar sus últimas palabras, porque ya había pasado antes. Después de la ardua semana que tuvieron, corriendo aquí y allá, moviendose de un lugar a otro y yendo al Upside Down, Chrissy porfín pudo regresar a casa, aunque un día antes cuando ya todo estaba en paz se había quedado con Eddie a dormir solo por deseo propio. Los tres un día después la acompañaron a su casa, y pudieron observar la horrible bienvenida que su madre le había dado. Se quedó como piedra escuchando todos sus insultos para minutos después escuchar como los tres chicos empezaban a defenderle y decirle una y mil cosas a su madre.

Y su madre, más que ofendida pero avergonzada decidió callar y huir de ahí. Con su padre fue otra historia, mucho mejor de lo que esperaba. Después de habar con el pudo respirar tranquila.

Había encontrado el apoyo que necesitaba y nunca tuvo.

"Gracias, chicos"

Después de que terminaron su comida y pagaron, fueron en camino hacia la grandiosa fiesta para celebrar el éxito del partido de la noche y claro aud todos estaban esperando que el mismo capitán del equipo de baloncesto hiciera su aparición.

Billy Hargrove bajo del auto escuchando los halagos y gritos que iban dirigidos hacia el, no sin antes tomar la mano de Steve y caminar hacia dentro de la enorme casa. El castaño sonrío al sentir au cálida mano, dejándose llevar por el.

"Es un presunido" Eddie miró como todos seguían halagandolo a gritos. Chrissy se río al escucharlo pero estuvo de acuerdo con su novio.

Toda la casa era un caos, había cerveza por todos lados, adolescentes borrachos disfrutando de la música ochentera con un cigarrillo o un porro sobre una de sus manos se dejaban llevar por el ritmo agitado y pegadizo al bailar. Adentro, podías percibir la vibra feliz y hasta el mismo olor de la marihuana.

Eddie no soltó a su novia mientras caminaban por el mar de gente, al llegar a lo que era la cocina se sirvieron del famoso ponche que había y tomaron tranquilamente, aveces platicando o simplemente también dejándose llevar por la atmósfera de la noche. La música movía sus cuerpos inconscientemente, casi pegados, disfrutaban la compañía del otro.

A lo lejos pudieron visualizar a Nancy, Jonathan y Robin. Buckley corrió hasta Chrissy, arrastrando a Nancy en el proceso dejando a un Jonathan confundido quien venía detrás de ellas.

"¡Vamos a bailar!" Las sacudió y volvió a arrastrarlos hasta dond estaba el mar de gente que seguía moviendose, casi hipnotizados.

No era difícil darse cuenta que Robin ya estaba un poco borracha, solo de esa manera era tan extrovertida. Jonathan y Eddie rieron al ver como Nancy y Chrissy pedían auxilio en silencio pero aún así se dejaron arrastrar por la otra chica.

Byers le paso el porro que estaba fumando y Eddie lo acepto con gusto, dándole una calada mientras observaba a Chrissy divertirse bailando y con una mano ocupada sobre su vaso rojo. Ella le miró y sonrío un poco tímida, con un ligero sonrojo en sus mejillas que solo hizo que el corazón de Munson se acelerará. Le era tan difícil no quedar fascinando con ella.

"¿Steve y Billy?" Pregunto Jonathan al mirar al rededor y no ver rastro de ellos.

"Deben estar cogiendo por ahí"

"Si... lo normal" ambos se quedaron en silencio para después empezar a reír porque si, era lo normal. Todo la pandilla estaba consciente de lo apasionados que podían llegar a ser, sin importar el lugar, siempre se las arreglaban para desaparecer un rato.

Después de un rato, una agitada y sonriente Chrissy volvió a su lado. Se veía más feliz pero al mismo tiempo un poco adormilada y eso significaba que el alcohol ya le estaba haciendo efecto. Su rostro estaba caliente y sus mejillas un poco mas rojas.

Eddie había prendido un cigarrillo, todo ante los ojos de la menor que no dejaba de observarle.

"Me gusta mucho verte fumar" le confeso, acercándose más a el. Eddie dio una calada y sintió los labios de Chrissy acercarse a los suyos y dejó salir el humo pasándolo directamente por los labios de la rubia.

Chrissy no fumaba pero le encantaba que Eddie le pasara humo, ya sea de cigarrillo o un porro.

"Creo que más que gustarme, me prende verte fumar" la mirada que le regalo solo hizo que Eddie sintiera una corriente eléctrica a través de su espina dorsal. Chrissy era la chica más hermosa e inocente que sus ojos habían visto pero verle en una faceta coqueta, rebelde y provocativa su mente no podía evitar pensar una y mil cosas de lo que podría hacerle si solo estuvieran a solas.

"Eres la más preciosa" la tomo por la cintura y la acerco hacia el. Chirssy jadeo al sentir como la mano de Eddie la tomaba con un poco de fuerza, no lo suficiente para lastimarla, porque sabía que Eddie nunca lo haría, pero su mano ejercía presión para mantenerla cerca suyo, de la manera que el quería.

La rubia le miró a los ojos, tan enamorada de ese color achocolatado y lo bonitos que eran. Más cuando le observaban de esa manera, con tanto amor y un poco de excitacion sobre ellos. Chrissy no pudo evitar morderse el labio.

"Vamos a desaparecer un rato" le murmuró, dejando caer sus brazos sobre los hombros de Eddie.

Eddie sonrío al escucharla, una sonrisa ladeada y coqueta que casi le quito el aire a Chrissy. Era tan atractivo, tan guapo y lo mejor, era solo para ella.

"Eres una chica traviesa, Chrissy Cunningham"

"Solo para ti, Eddie Munson"

La noche apenas empezaba y en ese momento Eddie solo pudo pensar lo perdidamente enamorado que estaba de Chirssy.

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