SIETE
now
El azabache parecía dormir. Deidara estaba sentado a un lado de la cama, haciéndole compañía, cuidandolo. Observando cada pequeña parte de su rostro, por lo menos de lo que dejaba ver la venda.
— Tan solo he visto una parte de ti y ya pienso que eres perfecto, hmm — Murmuró.
Pero Tobi no dormía, y al escucharlo se giró en su dirección. Deidara se ruborizo en un instante pues no era algo que hubiera querido que su compañero escuchara, aún así agradece que Tobi no pueda verlo.
— ¿Enserio?
Idiota, Hmn.
Le sorprendió bastante la capacidad de regeneración del cuerpo de Tobi. Dos días habían pasado y ya estaba como nuevo, corriendo de un lado a otro, jugando, gritando, en resumen, siendo Tobi.
past
El rubio cayó desmayado, ya había perdido mucha sangre, Obito lo tomó en brazos.
— Es seguro que muere. — Dijo Zetsu blanco, viendo toda la escena.
— Espero que no.
— Es solo otra pieza del rompecabezas, Obito, no tiene importancia.
Chasqueó la lengua, ignorando sus palabras. Usó su técnica ocular y llegó en un instante a la aldea de la lluvia. En la entrada o más bien ventanal de la torre, importandole lo muy poco lo mojado que estaba, Konan sale a su encuentro y lo mira con desagrado.
— Sasori está muerto, Deidara solo herido. — Le dice Madara a la chica.
— ¿Dónde están sus brazos?
— Uno lo perdió contra Kakashi — miró el antebrazos que colocó tapado por la bata de Akatsuki — El otro aún lo está buscando Zetsu.
— Llévalo a la habitación, pondré el brazo en hielo y llamaré a Kakuzu.
Obito dejo al muchacho suavemente sobre la cama. Siente preocupación y temor sin saberlo identificar. Se sentía extraño.
Había resultado extraña su insistencia en querer ir por el mismo a ver cómo habían terminado las cosas pero al final del día parece haber sido buena idea, así que Konan no dirá nada al respecto.
Abrió poco poco los ojos, encontrandose sin sus brazos, pero sus heridas estaban vendadas. Le dolía todo. A su lado estaba sentado el azabache, con los brazos cruzados y cabeceando, dormitado. Lo llamó y se despertó de un susto. Sorprendiendo se al verlo ya sentado en la cama.
— Vaya sempai, creímos que jamás despertaría. ¿Sabe cuánto ha pasado?
— ¿Dónde está Danna?
El enmascarado dejó de reír y suspiró pesado.
— Responde idiota, ¿Dónde está Sasori?
— Lo siento sempai, Sasori murió.
Estaba en shock y únicamente pudo girar el rostro. No podía creer que su amigo y maestro, casi hermano, estuviera muerto. No pudo evitar que una lágrima rodará por su mejilla, aunque enserio se estaba esforzando en no hacerlo.
El azabache le tomó el rostro entre las manos y limpio sus lágrimas. Deidara solo frunció el seño, después de todo no tenía brazos y mucho menos fuerza para refunfuñar en estos momentos.
Obito se ha encargado de que cuiden muy bien de sus brazos y Kakuzu se los pondría hoy mismo para que pudiera refunfuñarle lo que quiera.
Ninguno dijo nada. El azabache se levantó y salió de la habitación. A los minutos regreso con algo entre manos. Se acomodo cerca de él, tomó un poco de la comida y la puso frente a él.
— Tiene que comer.
— No te dejaré hacerlo — Se estaba molestando.
— Es por su bien, anda, diga 'ah'
El rubio ya rendido abre la boca y recibe de manera rápida. Al igual que el agua, pero se atragantó pues el insensible de Tobi no le estaba dando tiempo de respirar. Tosió un poco, desbordando el agua por las comisuras de la boca. Tobi retiró el vaso.
— Idiota — Dijo tratando de recuperarse.
— Lo siento sempai, yo nunca he cuidado antes de un... — 'angel'
Se calla abruptamente.
— ¿Un qué? — Está realmente molesto y ofendido, como si no fuera suficiente humillación estar en esta situación.
— No es nada, olvídelo.
Obito se había sonrojado tras la máscara. Está es la primera vez que le sucede algo así en mucho tiempo y no sabe que es, y tambien la primera vez en que se dijo a sí mismo que cuidaría de ese pequeño sol hasta el final de sus dias, de eso esta seguro.
Zetsu interrumpe en la habitación llegando de los lugares menos esperados como siempre.
— Tobi, debemos de hablar.
Obito deja el plato en la mesita de noche y le dice a Dei que regresará pronto para terminar de ayudarlo. Él no responde nada y solo voltea, no viendo cuando Obito usa su kamui y se va de la habitación junto con Zetsu.
— Orochimaru y Kabuto están tras el sanbi. — Estaban en aquel rincón apartado para que nadie escuchará.
— Lo sé, Deidara y yo iremos en cuanto se recupere.
— No te encariñes con él tan rápido, Obito, sigue siendo un muchacho, viejo verde — Rie burlón zetsu blanco, sonrojando al de la máscara.
— Cállate — Le contesta su contraparte de color negro — . El no tiene sentimientos. No puede. ¿Cierto, Obito?
— Ya lo sabes, deja de joder. — Su voz denota que está molesto.
Zetsu negro cambia de tema — Pain quiere hablar contigo, quiere saber que más harás, aparte de Kakuzu y
Hidan nadie tiene misión ahora.
— Iré a hablar con él. — Trata de dar respuestas cortas, pero no parece que zetsu quiera dejarlo ir pronto.
Cuando regresó ya era de noche, se tardó más de lo esperado.
Tocó a la puerta hablando incluso mientras abría.
— Parece que me perdí la visita de Kakuzu y Hidan, ¿No? — Habló Tobi — ¿Ya se encuentra -?
Fue interrumpido, pues al momento de entrar Deidara le había metido un golpe bien puesto en el estómago. Se doblegó un poco, fingiendo un lloriqueo.
— Al parecer ya se encuentra bien, ¿Pero ahora que hice? — Dijo con la voz un poco falta de aire. Aveces se le olvida que el muchacho también es un ninja.
El rubio no se dignó a contestar, emitiendo únicamente un 'hmn', le dio la espalda, ocultando su vergüenza.
— Te lo merecías, además, tu estúpida voz chillona me estresa.
Tras unos segundos de recuperación Obito se acerca por detrás, sin mantener contacto físico pero lo suficientemente cerca como para intimidarlo, una manera de vengarse— Debería tratarme mejor, ¿No cree, compañero? —. Dijo susurrándole al oído con su voz normal, grave como era.
Vaya susto se había llevado aquella vez, pero ahora ya se había acostumbrado. Aunque los repentinos cambios no dejaban de sorprenderlo. Conocía bien que Tobi, no era Tobi, al menos, no sin máscara. Solo que eso era algo que él nunca había visto.
again
El enmascarado caminó pesadamente por los pasillos, estaba cansado y ya se estaba hartando de esas tontas juntas y planes. Aveces ya ni si quiera sabe por que está haciendo esto pero no puede detenerse. Si Deidara supiera que en realidad no tiene un plan de seguro lo mataría, y le diría algo como:
'¡¿Entonces por qué me hicieron unirme a esta mierda?!'
Obito da tres pequeños golpecitos en la puerta y de inmediato entra en la habitación. Total, ya sabe quien toca y no tiene objeción a ello.
Deidara ni si quiera se digna a voltear o saludarlo, y Tobi tampoco dice nada, solo entra y se desploma en la cama, provocando un leve rechinado de los resortes, después, silencio otra vez.
Tras unos minutos así, Deidara al fin se voltea a verlo. No sería la primera vez que entra así y se derrumba en silencio, pero que pasen tantos minutos sin que diga algo o se haya acercado a ver como trabajaba en su arte si que era raro, quizá algo inquietante. Tobi esta tirado boca abajo en la cama, tal cual como cayó, sin emitir ningún sonido.
— Tobi — No hubo respuesta —. ¿Te vas a quedar ahí sin hacer nada?
Obito sigue sin responder.
— Anda, es inquietante que te quedes ahí como una roca.
Deidara se levanta por fin y se estira un poco antes de empezar a caminar hacia el hombre, podía incluso parecer un muerto cuando estaba así.
Se sentó a la orilla de la cama, a un lado de donde él estaba acostado. Apenas lo siente acercarse, Tobi se mueve por fin, solo un poco, lo suficiente como para acomodarse y tomar la pierna más cercana de su compañero como almohada. Deidara no objeta, así que solo se acomoda más. Ninguno dice nada, saben bien que no lo necesitan.
Obito observa al rubio, quien no le devuelve la mirada, parece más bien perdido, como si pensara en que decir aunque sabe que no lo hará y obito conoce muy bien el sentimiento, pero ninguno está incómodo.
Siente el estrés y la tensión salir lentamente de sus hombros conforme pasa el tiempo y no se preocupa mucho cuando el rubio empieza a jugar con su máscara, siguiendo con su dedo la espiral, ni si quiera le importe que la esté manchando de blanco por los restos de arcilla en sus manos.
— Hoy fue un día difícil. — Dice Obito, razgando el silencio.
— Lo sé, hmn — Hay otro pequeño silencio —. Deja de pensar en ello, el estrés mata el espíritu artístico.
Obito suspira relajado y con una pequeña sonrisa. Esta esperando algún gran monólogo acerca de su arte, aunque quizá esta vez no lo obtenga.
— Hoy estás más taciturno de lo normal, es algo inquietante. — Dice Deidara mientras le da unos pequeños golpecitos en la máscara, indicándole sin palabras que se levante. Entonces el también se levanta y camina de vuelta a su escritorio.
Tobi se ríe — Lo siento —. Entiende que no lo dice de mal manera, pero aun así siente la necesidad de disculparse. Sentado en la cama, observa al otro tomar las cosas del escritorio y bajarlas al piso para trabajar más cómodo. — ¿le importa si trabajo con usted, sempai?
Deidara no responde y Obito lo entiende como un sí, así que se acomoda cerca y puede ver en lo que está trabajando.
— Esta arcilla se ve diferente. — Señala.
— La compre hace poco, esta es común y corriente. Aunque le aplicara chakra, no explotaría.
— ¿Y para que comprar arcilla qué no puede explotar? Creí que su arte se basaba en la explosión qué producía.
— Es para un regalo, Tobi. Es un tipo de arte diferente — Hizo una pausa pensando en que decir a continuación —. No creas que por no explotar le quita valor, hmn.
Tobi lo mira trabajar pero sin comprender del todo lo que dice.
La pieza de arcilla se ve sucia y por trabajar. Deidara humedece sus dedos y sigue dando forma a sus bordes, de tal manera que no es tan gruesa ni tan delgada. Lo suficiente para ser segura sin pesar.
Tobi solo puede ver alguna clase de masa ovalada en forma rara.
— Háblame de lo que haces.
— Es una sorpresa Tobi, aveces el arte pierde esencia cuando se habla de ello en el proceso. Uno tiene que dejar que todo fluya en la obra. Si voy por ahí contando lo que significa o me interesa plasmar todo el tiempo no tendré algo que fluya hacia mi obra, todo ya se habrá secado.
A Obito le costaba entender aveces sus metáforas, pero él no es tonto, solo es lento. Entendía bien el punto de Deidara respecto al arte aunque aveces lo confundiera.
Obito puede decir que Deidara es su artista favorito aunque solo haya conocido a dos en toda su vida.
— Lo más importante de una obra — Continuó — es el proceso, la emoción de la creación es lo más importante. Por eso es un instante. El arte no puede ser poseído, solo experimentado en un instante, si.
Deidara es feliz hablando de su arte, y Obito siempre es feliz escuchándolo.
— Aprecio la permanencia en el arte, algo que dura y puede ser admirado por generaciones. Pero no puedo negar que hay algo especial en ese momento único que no se puede repetir — Comenta Obito, por lo bajo.
— Nada de compara con la emoción de una creación efímera.
— Quizá el verdadero arte sea ambas cosas, o quizá no. Quizá es un instante de impacto que deja una impresión duradera en la memoria y el corazón. — Concluye.
Deidara no responde, solo asiente, satisfecho de su pequeña platica y ejercicio mental . Después de todo, quizá Tobi no sea tan tonto como parece.
Deidara sonríe con triunfo y observa su trabajo. Esta medianamente satisfecho con el resultado, pero aún no puede decir que es perfecto, claro que no. Aún faltan muchos detalles.
Por lo pronto, las orillas ya están lo suficientemente lisas. El peso es perfecto al igual que la curvatura, ha tardado mucho en ello pero esta feliz.
Cualquiera que viera la figura ahora diría que solo es un ovalo concavo y deforme, pero eso es por que ellos no pueden ver lo que deidara ve.
Piensa dejar la figura secar un poco para después poder darle volumen. Justo ahora no es lo suficientemente resistente para resistir cortes o una lija, así que tendrá que esperar.
Tobi estará feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top