Buenas, buenas. Quise colocar ésto así para cerciorarme de que lo leyeran. 

Lo que leerán a continuación es el resultado de varios desvelos que tuve hace al rededor de dos años atrás. En ese entonces el grupo Wanna One me sirvió de refugio y, entre una cosa y otra me terminó gustando la dinámica que había entre Jihoon y Daniel.

Ellos a simple vista no parecen ser tan cercanos, no obstante, pienso que esto es debido al nivel de edición que tuvieron los programas en los que participaron mientras promocionaban como grupo, sobre todo en la era del Produce 101. 

No sé qué me habrá inspirado completamente para escribir algo así. Cabe destacar que yo no sé absolutamente nada de poesía y considero mi redacción muy pobre y desordenada, sin embargo, intenté añadirle cierta rítmica a todo el asunto para que se sintiese más romántico, más íntimo. 

Se suponía ésto iba a ser una historia larga que iba a desarrollar poco a poco, pero para el momento seguía en la universidad y no pude dedicarle el tiempo que quería ahora ha pasado tanto que ya no veo cómo enlazar una idea con la otra, sin embargo, quise venir a publicar ésto porque lo considero como uno de mis mejores trabajos. 

Entonces... son cinco fragmentos muy ambiguos de una historia donde Daniel representa al Sol y Jihoon a la luna. No hay mucho que aclarar aparte de lo que dije antes porque me gusta que quien lo lea tenga su propia interpretación de la escena. 

→ Vuelvo y repito un punto importante: con ésto que escribí no pretendo ofender a nadie. Si no estás de acuerdo o no concibes que las personas sigan emparejando a estos artistas, entonces, por favor no sigas. 

Ingeniero de peluche.