Capítulo 04: Una Separación , Un Viaje A Casa y Hormonas Norteñas
Pov Nadie:
Mal y Audrey se encontraban hablando con Diaval, mientras esperaban a sus progenitoras. La mayor aún estaba un poco abatida por lo de Evie, se sentía tan extraño no tenerla a su lado, apenas habían pasado unas pocas horas y lo sentía como una eternidad. Evie y ella siempre habían estado juntas, casi nunca peleaban, pero cuando llegaron a Auradon, todo cambió, sus peleas comenzaron y siempre eran por la misma razón, Ben.
Cada que ellas estaban a solas, él las interrumpía, demandando por la atención de Mal, eran pocas las veces que podían estar juntas. En muchas ocasiones, la pelimorada se escabullía de su habitación y se adentraba en la de la peliazul, hablaban hasta el amanecer, se consentían, eran ellas mismas, solo ellas dos, aunque fuera por unas pocas horas.
Mal: "Te extraño tanto, Evie" pensó mientras veía al cielo.
Audrey: "¿Estás bien hermana?" preguntó mientras colocaba un brazo alrededor de los hombros de la mayor.
Mal le iba a contestar, pero de pronto Ben y Chad aparecieron delante de ellas, ambas suspiraron con fastidio y miraron a los chicos. Diaval no se alejó ni un centímetro, conocía a las hijas de su Ama, si se molestaban, las cosas no serían para nada lindas, y menos en el estado en el que se encontraba Mal.
Mal: "¿Se les ofrece algo?" preguntó con el ceño fruncido mirando a Ben.
Chad: "Audrey, tenemos que hablar" dijo intentando acercarse a la nombrada, pero Diaval se lo impidió, colocándose entre el rubio y la castaña.
Audrey: "Tú y yo, no tenemos nada de qué hablar" dijo mirando al chico con el ceño fruncido.
Ben: "Vamos Audrey, Chad quiere que vuelvan, dale una oportunidad" habló con una sonrisa ladina, mirando a ambas chicas.
Mal: "Eso no te incumbe, Ben" dijo con enojo.
Ben: "Es mi amigo" dijo encogiéndose de hombros.
Audrey: "Déjennos en paz, en estos momentos tengo un muy buen humor, como para perderlo con ustedes" dijo intentando no enojarse y perder la felicidad que Lonnie le había provocado.
Diaval: "Chicas, estén preparadas, Maléfica y Aurora pueden venir en cualquier momento" dijo colocándose delante de las menores, para que no viesen a los chicos.
Ben: "¿A dónde van?" preguntó con el ceño fruncido.
Mal: "Nos iremos con ellas" dijo con indiferencia mientras ella, Diaval y Audrey se daban media vuelta y comenzaban a caminar.
Chad: "Tú no te vas a ningún lado. Hasta que no hables conmigo, no te vas a ir" dijo mientras tomaba a Audrey del brazo.
Audrey: "¿Qué demonios quieres?" preguntó con enojo, soltándose del agarre del chico.
Chad: "Que me digas ¿Por qué demonios me terminaste?" habló subiendo el tono de su voz, cosa que ya comenzaba a irritar a las hermanas.
Mal: "Por Dios, superadlo" dijo rodando los ojos con fastidio.
Ben: "Tiene derecho a saber" dijo apoyando a su amigo.
Diaval: "Será mejor que se vayan" dijo comenzando a sentir como las hijas de su Ama, se comenzaban a enojar.
Ben: "No se pueden ir" dijo con voz "autoritaria".
Audrey: "Ya déjennos en paz" dijo en un suspiro de completo fastidio.
Chad: "Dime la razón para haberme dejado" habló con enojo, mirándola fijamente.
Mal: "Ya me están empezando a enojar" habló con molestia.
Ben: "Solo queremos hablar con ustedes. Además, me has estado evitando desde nuestro beso" dijo mirando a su novia con confusión.
Audrey: "Bien ¿Lo quieres saber?" habló mirando al insolente de su ex novio.
Mal: "Está bien, te lo diré" dijo mientras daba un paso hacia el chico.
B,C: "Las escuchamos" hablaron al unísono mientras se cruzaban de brazos.
Diaval: "Demonios, esto se pondrá feo" pensó mientras miraba a las chicas, ya sentía el cambio de energía.
Audrey: "Te terminé, porque ya no quiero nada contigo, estoy enamorada de alguien más, y ya estoy saliendo con ella" dijo sin ningún titubeo.
Mal: "Para ahorrar toda la palabrería, te lo diré simple y claro, ya no quiero estar contigo, y por si aún no lo entiendes, estoy terminando contigo" habló restándole importancia a la reacción del Rey.
Ben: "¿¡Cómo que me estas terminando!?" se le escuchó gritar con sorpresa y un poco de enojo en su tono de voz.
Chad: "¿¡Me dejaste por una chica!?" gritó indignado y enojado.
Al momento de que ambos chicos gritaron aquello, las descendientes de Maléfica y Aurora los miraron con enojo, sus ojos comenzaron a cambiar de color a un verde intenso, característica que habían heredado de su padre. El príncipe y el Rey al ver el color de los ojos de las chicas, se sorprendieron mucho, era la primera vez que veían a las descendientes de Maléfica actuar así. Diaval suspiró y vio como Maléfica, Aurora, el Rey Adam, la Reina Bella y el Hada Madrina se acercaban rápidamente a ellos, pudo notar que su Ama también tenía los ojos de un verde intenso, y Aurora tenía una cara de preocupación.
Mal: "¿Acaso están sordos también?" preguntó con irritación.
B,C: "Deben de estar bromeando" hablaron al unísono con incredulidad.
Audrey: "Ustedes querían la verdad, ahí la tienen" dijo con desinterés.
Ben: "Tú no me puedes terminar, Mal" habló rojo del coraje.
Chad: "Tú no puedes estar saliendo con una chica, Audrey" reprochó mirándola con desaprobación.
M, A: "Ya lo hicimos" hablaron al unísono con frialdad.
Chad: "¿Quién demonios es?" preguntó acercándose a la menor de las hermanas.
Audrey: "Eso no es de tu incumbencia, Chad" dijo apartándolo de sí
Chad: "¡Lo es, porque yo soy tu novio!" gritó con enojo.
Mal: "Que yo recuerde, mi hermana terminó contigo hace unos días, así que solo eres su ex" habló rodando los ojos por lo irritantes que se habían puesto.
Ben: "Ella no puede estar con otra chica" dijo mirando con reproche a la pelimorada.
Audrey: "Claro que puedo, y ya lo he hecho, estoy con una chica, y mi hermana terminó contigo, les guste o no" dijo señalándolos a los dos con enojo.
C,B: "No vamos a..." intentaron hablar pero fueron interrumpidos.
Maléfica: "Aléjense de mis hijas ¡Ahora mismo!" dijo completamente enojada, cosa que asustó a ambos chicos.
Aurora: "Ya está todo bien, estamos aquí" dijo mientras abrazaba a sus hijas, para que se tranquilizaran, cosa que funcionó.
Adam: "Se puede saber ¿Qué pasa aquí?" preguntó en un gruñido mirando a su hijo y al hijo del Príncipe Encantador con enojo.
Ben: "Ellas terminaron con nosotros" dijo haciéndose el dolido y ofendido.
Chad: "Me terminó por una chica" dijo exasperado.
Bella: "Pues, lo tienen que aceptar con madurez, ya no son unos niños" habló con seriedad.
Chad: "Ella no me puede terminar y menos por una chica" habló con enojo señalando a la hija menor de la Reina Aurora.
Aurora: "Lo hizo por amor, ella se enamoró" dijo mirándolo con molestia, su hija había hecho lo que su corazón le había dicho, tal como ella lo hizo.
Ben: "¿Por qué me terminaste?" preguntó con el ceño fruncido.
Maléfica: "Porque ya no quiere estar contigo" habló por su hija, y se estaba cansando de esos mocosos.
Chad: "Dime ¿Quién es?" preguntó intentando acercarse a la castaña pero Adam lo retuvo.
Audrey: "No lo haré" dijo con desinterés.
Mal: "Ya váyanse" habló cruzándose de brazos.
Diaval: "Maléfica" susurró mirando a su Ama, la cual lo miró y entendió lo que le intentaba decir con la mirada.
Maléfica: "En un Dragón" dijo haciendo un movimiento con su mano hacia su fiel amigo, proyectando su magia en él.
Aurora: "Suban" dijo con voz firme, mirando a sus hijas y luego al Dragón negro, mientras le entregaba el oso a Mal.
Hada Madrina: "Lamentamos esto Maléfica, Reina Aurora" dijo avergonzada por la actitud de sus alumnos, la Reina y el Rey no estaban mejor que ella, les daba vergüenza como se había comportado su hijo.
Maléfica: "Luego hablaremos de esto" dijo extendiendo sus alas, mirando seria a los tres adultos.
Aurora se acercó a su esposa y la rodeó por el cuello con sus brazos, mientras ésta la tomaba en brazos, al estilo nupcial. Maléfica miró al Dragón, él asintió con su gran cabeza y extendió sus alas. Mal y Audrey se sujetaron a sus escamas con fuerza y éste ascendió, siendo seguido por su Ama. Mal sostenía entre sus brazos el peluche que tanto amaba, se sentía impotente, extrañaba demasiado a su peliazul, tenía tantas ganas de decirle a Diaval que diera la vuelta y la llevase al Norte, pero sabía que tenía que darle su espacio, aunque eso le costara inmensamente.
Audrey: "¿Todo bien, Besti?" preguntó usando el apodo que se tenían, al ver que su hermana temblaba un poco.
Mal: "La extraño, Besti" respondió en un sollozo entrecortado.
Audrey: "Lo sé, pero ahora debes darle su espacio" habló mientras acariciaba su espalda para tranquilizarla
Mal: "Me será difícil, pero lo intentaré" dijo mirando hacia el Norte con lágrimas en los ojos.
Mientras tanto, en el Norte:
Una muy molesta y preocupada Snow, entraba al castillo de su familia, se había enterado de que su pequeña hermana, se había ido de Auradon sin razón alguna, ella no se lo pensó dos veces y partió rumbo al Norte. Al entrar en la sala del trono vio a Sara sentada en el trono, se le notaba que había estado llorando, su padre estaba caminando como león enjaulado, su postura estaba rígida, Snow sabía que algo grave había pasado con su pequeña hermana. Con una seña, hizo que los Cazadores que estaban allí, salieran de la habitación, al momento de cerrar la puerta, Sara y Freya se dieron cuenta de su presencia, Snow se les acercó y fue envuelta en un fuerte abrazo, luego de unos minutos las tres se separaron.
Snow: "¿Qué pasó con mi hermanita?" preguntó mirándolas con preocupación.
Freya la miró y al conectar miradas, usó sus poderes y le hizo ver lo que había pasado cuando Evie llegó al castillo. Snow al ver aquello, se puso furiosa, si antes odiaba al chiquillo de Ben, ahora lo odiaba aún más, lo quería matar, había lastimado a su pequeña y eso no se lo iba a perdonar, jamás, lo haría pagar.
Snow: "¿Dónde está?" preguntó con desesperación.
Sara: "Está en su habitación" respondió tomándola de la mano.
Freya: "La tuve que poner a dormir, se va a quedar un tiempo aquí" habló viendo como la pelinegra suspiraba con alivio.
Snow: "También me quedaré" dijo besando la mano de Sara, la consideraba su madre.
Sara: "Ve a descansar, pequeña" dijo mirándola con cariño.
Freya: "Cuando Evie despierte, nos va a necesitar" habló dándole un beso en la frente a su hija mayor.
Snow asintió y se retiró de la sala del trono, rumbo a la habitación de su hermanita, cuando llegó le dijo a los guardias que se retirasen y estos lo hicieron luego de hacerle una pequeña reverencia, con un suspiro entró en la habitación y cerró la puerta detrás de sí, al ver a su pequeña hermana en esa cama, con ojeras, el cabello opaco y su piel demasiado pálida, incluso más que la suya, se le llenaron los ojos de lágrimas.
La habitación estaba helada, incluso habían algunas cosas, que estaban cubiertas con una capa de hielo y nieve, ver a Evie en aquel estado le dolía mucho, quizás ella no era mi hija de Sara como Evie, pero eran hermanas igual, y Sara la trataba como si la hubiese dado a luz. Ambas habían pasado su niñez lejos de Freya, con Ravenna como madrastra de ambas.
Snow prácticamente había vivido casi toda su vida engañada, el Rey Magnus, el cual creía que era su padre, en realidad no lo era, y la Reina Eleanor no era su madre. Ravenna la había secuestrado cuando era apenas un bebé, haciéndole creer a Freya, que había muerto en aquel incendio, haciéndose pasar por una desconocida, la dejó en la puerta del castillo del Rey Magnus. Ellos la acogieron como su hija y la hicieron su heredera, puesto que la Reina no podía concebir hijos, luego de la muerte de ella, Magnus se casó con Ravenna y luego ésta lo mató, apoderándose así del Reino, y haciéndole la vida imposible a su sobrina/hijastra.
Evie y ella se llevaban 26 años, Snow tenía 44 años, pero gracias a que su sangre tenía magia, al igual que su padre y Sara, lucía como si tuviese 20 años. A pesar de la diferencia de edad que las hermanas tenían, eran muy unidas y se protegían mutuamente.
Snow: "Tienes que despertar pronto, Evie" susurró mientras se sentaba en la cama, tomaba una mano de la menor y le daba un beso.
Nigth alzó su pequeña cabeza y miró fijamente a la pelinegra, ésta le sonrió un poco y le acarició el lomo y las alas, causando así, que el Dragón ronronease ante las caricias que le eran proporcionadas.
Snow: "Gracias, por haberla traído a casa, pequeño" dijo en un susurro, mirando al pequeño Dragón, el cual hizo un ligero asentimiento.
Luego de unos minutos contemplando a su hermana menor, Snow se levantó de la cama y le dio un beso en la frente, se encaminó a la puerta y la abrió, dio una última mirada hacia Evie y salió de la habitación, cerrando la puerta en el proceso, sin hacer ruido alguno. La pelinegra se recostó de la puerta y dejó escapar un suspiro entrecortado, tenía muchas ganas de llorar, pero tenía que ser fuerte, quería ser fuerte por su hermana. Después de tomar una profunda bocanada de aire, se encaminó hacia su habitación para poder descansar.
Mientras tanto en la habitación real:
Sara se encontraba sentada en la cama, viendo a su esposa, la cual se encontraba en el balcón, la pelirroja sabía que ella estaba utilizando a los búhos de hielo, para poder ver el reino, todas las noches lo hacía, ella se aseguraba de que nada malo pasara en el territorio. La menor luego de unos segundos se levantó de la cama, se acercó a la mayor y la abrazó por la espalda, apoyando su cabeza en el hombro de la más alta, la cual le acarició la mano con ternura.
Sara: "¿Mi amor, todo está bien?" preguntó mirando el oscuro horizonte, por sobre el hombro de su amada esposa.
Freya: "Sí, todo está en orden. Pero vi a Maléfica, Aurora y a las chicas" habló mientras se quitaba la máscara de hielo.
Sara:"¿A dónde iban?" preguntó un poco sorprendida.
Freya: "Hacia el oeste, supongo que van a su reino" respondió mientras veía a su fiel amigo, Drogon, volar por el reino.
Sara: "Quizás quieren pasar un tiempo en familia" habló mientras la abrazaba más fuerte, acercándola más a su cuerpo.
Freya: "Esto no debería de estar pasando" dijo con abatimiento, toda esta situación la estaba agobiando mucho.
Sara: "Amor, quédate tranquila, todo estará bien" habló mientras se colocaba delante de ella, para poder mirarla a los ojos.
Freya: "Eso es lo que más quiero, mi reina" dijo con una pequeña sonrisa, mientras le acariciaba la mejilla, en sus ojos se notaba el amor que le tenía a la pelirroja.
Sara: "Pronto se comenzará a notar" habló luego de unos segundos, mientras colocaba una de sus manos en su vientre, ambas sonrieron con amor.
Freya: "Les diremos mañana" dijo mientras colocaba sus manos sobre el vientre de su reina.
Sara: "¿Puedes sentirlo?" preguntó mirando a su esposa, la cual estaba muy concentrada mirándole el vientre.
Freya: "Sí, puedo sentir un poco de su magia, aún es muy pequeño, pero es fuerte" dijo con una pequeña sonrisa, hincándose delante de su esposa, levantándole la camisa, para luego besar su vientre con amor.
Sara: "Eso es perfecto, ella o él es perfecto" habló con lágrimas en los ojos, las hormonas la tenían muy sensible, y más aún si su amada hacia ese tipo de cosas.
Freya: "Por supuesto que sí, mi amor. Será un bebé muy hermoso, con tus ojos, tu cabello" habló con ternura, mirándola desde su posición.
Sara: "Freya" dijo avergonzada, sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso, por lo que se cubrió la cara con sus manos, haciendo sonreír a la mayor, por lo linda que se veía cuando se sonrojaba.
Freya: "Sabes que digo la verdad" dijo colocando besos de mariposas en el abdomen de su esposa.
Sara: "Te amo" dijo haciendo un pequeño espacio entre sus dedos, para poder mirar a la peliplateada.
Freya: "Yo te amo más" habló mientras se levantaba del suelo, para poder darle un beso en la frente, en la nariz, en cada mejilla y por último uno en los labios, el cual fue prolongándose un poco más, haciéndolas suspirar.
Sara: "Te necesito" dijo en un jadeo mientras comenzaba a desabrochar la camisa de la más alta, pero ésta rápidamente la detuvo.
Freya: "No, sabes que no puedo" habló rápidamente, tomando las manos de su esposa y alejándolas de su camisa, la cual ya estaba abierta hasta la mitad.
Sara: "Freya" dijo con reproche intentando volver a desabrocharle la camisa, solo para volver a ser detenida.
Freya: "Sara, no" dijo intentando no caer en las garras de su sexy esposa.
Sara: "Sabes que lo quieres tanto como yo" habló mientras la acorralaba contra la pared.
Freya: "No...No me mires así" habló con la voz ronca sintiendo los besos húmedos que le estaba dejando en el cuello.
Sara: "¿Así cómo?" preguntó seductoramente mientras le pasaba la lengua por el lóbulo, sacándole un pequeño jadeo.
Freya: "Me estas provocando" dijo con voz un poco temblorosa, colocando sus manos en la cintura de la contraria.
Sara: "Esa es mi intención" dijo con erotismo mientras adentraba una mano traviesa por debajo de la camisa de la peliplateada.
Freya: "Joder, Sara" dijo entre dientes al sentir como le arañaba el abdomen y le pasaba la lengua por la clavícula.
Sara: "No te sigas resistiendo" habló en un susurro cerca de su oreja, provocándole un pequeño estremecimiento.
Freya: "Sara...espera" dijo con voz un poco ronca y temblorosa, al ver que la menor ya le había desabrochado la camisa por completo y le estaba comenzando a bajar el pantalón.
No es que ella no quisiera hacerle el amor a su esposa, por supuesto que quería, le estaba costando demasiado el no tomarla en sus brazos y llevarla a la cama y hacerla suya, pero estaba en aquellos días donde sus poderes estaban en descontrol y temía lastimar a la pelirroja o al bebé, por eso se estaba resistiendo a sus provocaciones.
Sara: "Ya no me amas ¿Verdad?" habló de la nada separándose de la peliblanca, confundiéndola por el repentino cambio.
Freya: "Espera...¿Qué?" preguntó totalmente confundida.
Sara: "No espera, ya lo sé, es porque me estoy poniendo gorda ¿No es así?" habló con mortificación mientras comenzaba a caminar por toda la habitación.
Freya: "¿E-eh?...¿De qué hablas amor?" preguntó incrédula por lo que su esposa estaba diciendo, no entendía por qué decía esas cosas.
Sara: "Sí, por supuesto que es eso, ya no me encuentras atractiva porque ahora me estoy poniendo gorda" decía con abatimiento y lagrimas en los ojos.
Freya: "Creo que esto es a lo que se refería Maléfica cuando me dijo que tendría cambios de humor a causa de las hormonas" pensó mientras veía como su esposa seguía murmurando cosas absurdas sobre su peso.
Sara: "Ya no soy atractiva, ya no me vas a querer tocar nunca más" dijo con tristeza mientras se pasaba las manos por el cabello y hacia pucheros.
Freya: "¿De dónde te has sacado eso mi cielo?" preguntó con humor mientras se le acercaba poco a poco.
Sara: "Tú ya no me quieres tocar, me estoy poniendo como una ballena y ya no me quieres, ya no me deseas mas" decía con dolor mientras se alejaba nuevamente de su esposa.
Freya: "Pff...Jajajaja" estalló en carcajadas por lo que la otra había dicho. No se había podido contener más.
Sara: "Y ahora encima te estás burlando de mi" dijo con ironía y "molestia" mientras se cruzaba de brazos, al ver como la peliplateada casi se caía al suelo de tanto reírse.
Freya: "Eres una tontita ¿Cómo se te ocurre decir esas locuras? Por supuesto que te amo. Sara, eres el amor de mi vida ¿Cómo no te voy a amar? Eres la mujer más sexy del mundo entero, y por eso siempre quiero matar a todos los idiotas que se te quedan viendo de mas" hablo con cariño mientras tomaba a su pelirroja por la cintura.
Sara: "Entonces ¿No crees que estoy gorda?" preguntó mientras la rodeaba por el cuello, intentando acercarla más hacia ella.
Freya: "No mi amor, estas hermosa. Ya verás que cuando tu pequeño vientre crezca, serás igual, sino es que aun más hermosa, si no es que más" respondió con una pequeña sonrisa, mirando a la pelirroja a los ojos.
Sara: "¿Si me deseas?" preguntó con timidez mientras hacía pucheros, haciendo sonreír aun mas a la peliplateada, por lo tierna que se veía.
Freya: "Con cada fibra de mi ser, Sara. Créeme que si tuviera miembro, siempre tendría una gran erección por tu culpa" respondió con sinceridad mientras le daba un beso en la frente.
Aquello último provocó que la antigua cazadora estallase en carcajadas, sacándole otra sonrisa a Freya, pero rápidamente esa sonrisa se borró, al ver como las carcajadas de su esposa, se convertían en sollozos. Ahora sí que estaba más que confundida, no se esperaba esos tipos de cambios de humor en su pelirroja, así que en un abrir y cerrar de ojos, hizo que ésta se sentara al borde de la cama y luego se arrodillo en el suelo delante de ella, mirándola muy atentamente, intentando entender el por qué ahora estaba llorando de esa manera.
Freya: "Mi amor ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?" preguntó con preocupación y confusión, mientras le acariciaba las manos, para luego besárselas.
Sara: "No...No es nada...solo son...las hor-hormonas" respondió entre sollozos, intentando tranquilizarse un poco.
Freya: "¿Estás segura?" preguntó dudosa. No estaba acostumbrada a aquello, apenas era una principiante en esas cosas.
Sara: "Si mi vida...El embarazo y las hormonas causan este tipo de cambios de humor tan...espontáneos. Es algo normal" respondió con un poco mas de tranquilidad mientras acariciaba el cabello platinado de su esposa.
Freya: "Lo siento, aun soy una novata en todo esto. Nunca pude estar presente en el embarazo de la madre de Snow, y tampoco en el tuyo, no soy buena en esto, lo lamento" dijo con pesar mientras apoyaba su cabeza en el regazo de la pelirroja.
Sara: "Mi amor, por favor, no digas esas cosas, no es tu culpa que tu loca hermana hiciera de todo para alejarte de nosotras, por favor, no te culpes por eso. Ahora estas con nosotras y con nuestro bebé que viene en camino, y eso es lo único que importa, nada más que eso" habló mientras acariciaba el cabello y la espalda de la mayor, transmitiéndole su calor, para calmarla y que dejase esos pensamientos.
Freya: "Intentaré aprender más para poder cuidar de ti y de nuestra familia, lo prometo" dijo con decisión, mientras levantaba un poco su cabeza del regazo de la menor, para poder mirarla a los ojos.
Sara: "Y lo haremos mi amor, juntas. Somos almas gemelas, somos un solo corazón, un solo ser" dijo con una pequeña sonrisa mientras tomaba una de sus manos y la colocaba en su propio pecho, a la vez que ella misma colocaba su mano en el pecho de la contraria.
Ambas sintiendo así, como sus corazones latían al mismo tiempo, latiendo como un solo corazón dividido en dos cuerpos. La pareja se sonrió con amor y Freya se levantó un poco para poder besarla, un beso lleno de amor, puro e incondicional, cuando se separaron juntaron sus frentes. Sara acariciaba con ternura los vellos en la nuca de la mayor, mientras ésta acariciaba su vientre.
Freya: "Ya es hora de dormir" dijo en un susurro mientras seguía acariciando el pequeño vientre de su esposa.
Sara: "Vamos entonces" dijo con una sonrisa mientras se acomodaba en la gran cama.
Freya: "Buenas noches bebé" susurró contra el vientre de la menor, lo besó y luego se acostó, acercando a la más baja a su cuerpo.
Sara: "Buenas noches, mi amor" habló con cariño dándole un ultimo beso en los labios, sus ojos casi completamente cerrados.
Freya: "Buenas noches, mi ángel" respondió de igual manera, acariciando su mejilla, sonriendo al ver como su esposa se dormía en sus brazos, y con esa última imagen también cayó profundamente dormida.
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Hola a tod@s, sé que me querrán matar por no actualizar en mucho tiempo, pero estaba terminando el bachillerato,pero ahora que soy bachiller tengo un poco más de tiempo para mis historias.
Quizás algunos han notado que he estado volviendo a subir capítulos anteriores de ésta y otras historias. Pues la razón es que he estado editandolos, tenia muchos errores que iba notando cada vez que leía las historias (si soy lectora de mis historias, y creanme que para mi es frustrante cuando no actualizo). Ahora cada vez que escribo lo paso por 3 métodos de correciones diferentes (soy muy perfeccionista) por lo tanto si quieren pueden volver a leer las historias para que noten los cambios, no son tantos (o eso creo yo)
Quería decirles que hice un grupo de WhatsApp para aquellos lectores que me quieran conocer un poco, quieran resolver las dudas que tengan sobre las historias, si quieren saber cuando voy o pueda actualizar, o si tienen alguna idea para próximos capítulos de todas las historias, entre otras cosas.
Si quieren unirse al grupo dejen sus números aquí, en esta línea.
Por favor, esperen mis actualizaciones con un poco de paciencia, sé que es pedir mucho, pero hagan un pequeño intento, nos leemos luego.
Adioooos.
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