○|Capítulo 7|○
Tres vistazos rápidos al pasillo y a la puerta de la azotea. Vi una sombra, pero creo que soy yo. Ser Ángel caído no te deja bien.
Cerré con seguro la puerta y agarré una de las sillas del empolvado salón.
—Zuramaru, parece que estamos solas.
—Tenlo dije zura, nadie sabe que éste salón está abierto.
Parece que está hecho a propósito, nadie lo limpia ni nada, limpiamos nosotras nuestro pedazo para no morir asfixiadas.
—Sigo dudando de la razón por la que dejamos la biblioteca de lado.
—Es fácil de explicar: You nos ve muy seguido en biblioteca, y como estamos investigándola por cosas turbias es normal que no queramos que se entere que la estamos investigamos.
—Investigando a alguien sin ninguna prueba y basados en corazonadas tuyas.
No me canso de repetir lo mismo y lo mismo.
—Es eso mismo que queremos conseguir, las pruebas. Créeme, algo está mal con You.
—Como sea, hoy iré a su casa. Siempre es en casa donde la gente oculta sus secretos.
El tiempo que nos sobró del receso lo aprovechamos para tener un momento a solas entre las dos. Como Ruby no me perdona por descargarme en su hermana, se fue con ella y sus otras dos únicas amigas —de Dia—.
—Aunque... ¿Qué haremos si sabemos que You tiene cosas turbias?
—Denunciarla con las autoridades pertinentes. Claro, si lo que hace es ilegal.
Oh... con menos razón quiero ayudar a Zuramaru. You es demasiado buena persona para merecer ir a la correccional.
—Hola Yohane y Hanamaru.
Que coincidencia, hablando de You nos llegó por la espalda.
—Hola You. ¿Qué haces aquí?
—Me metí desde el techo y justo las vi en el pasillo.
Uf... lo bueno que fue en el pasillo y no en el salón. Lo chistoso es que Zuramaru no se tomó con júbilo la llegada de You.
—Buenas, You.
Se abstuvo de ser más cálida.
—Hola. Acuérdate Yohane que saliendo me vienes a buscar para irnos juntas.
—Sí, no te preocupes. Te buscaré.
—Bueno... Chika me busca. Te veo en unas horas.
Se despidió y desapareció por unas escaleras que daban al segundo piso.
—Santo cielo, que pesada.
¡¿Que rayos Zuramaru?! No hizo nada.
—Aquí muere Yoshiko zura.
—¿Qué muere?
—Voy a ir con Dia y Ruby, no creo que quieras acompañarme.
—No. Tienes toda la razón.
Zuramaru buscó con la mirada algún reloj que estuviera colocado.
—Siete minutos. En siete minutos nos veremos de nuevo, no estarás sola mucho. Incluso puedes ir con una de nuestras compañeras, han sido muy constantes de juntarse contigo.
—No se me antoja nada. Estaré bien sola, gracias por preocuparte.
—Por nada. Adiós zura.
Se fue y me dejó sola. Supongo... que habrá un sitio en que pueda acostarme un poco, quiero descansar los pies para la casa de You.
—¿Yoshiko?
—¡Yohane!
Una compañera que nombre no me acuerdo entró a otro salón despojado de gente —¡¿Cómo me encontró?!—.
—¿Qué haces sola?
—Descansar un poco.
—¿Tirada en el piso?
—Se le conoce como acostarse.
La chica en cuestión no supo que responder.
—Verás... quería invitarte por si querías pasarte con mis amigas, ya sabes. No está bien que estés sola.
—Agradezco el gesto, pero quiero tiempo para mí, ¿Entiendes?
—Sí... Chao.
Interesadas... todas son unas interesadas. Ya que, voy a cerrar los ojos y rogar a los Dioses a que el timbre resuene lo suficientemente fuerte para levantarme. Con la Yohane capa me cubrí del frío, y a dormir.
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Pudo terminar mucho mucho peor. ¡Cinco minutos no es TAN malo! Que la maestra diga lo contrario no es problema mío... Nada que hacer.
¡Todo es tan incómodo!
Ruby de una manera u otra influye en la forma que me miran todas, sumado a rechazar una cordial invitación de una compañera, todas me ven con... curiosidad. Aclaro, no es que no lo hicieran antes —ya saben, Ángel caído—, la diferencia es que no es la curiosidad que me gusta —no se las puedo explicar, pero es un sentimiento similar a que te apunten con un arma en la cabeza y no puedas hacer nada... Ok, exageré—.
—Pss... Zuramaru.
—¿Zura?
—¿Tú no sientes el ambiente pesado?
—Debes de ser tú Yoshiko, como eres tan especial.
Ruby insultando a alguien —yo...— cosas así de bizarras pasan por mi culpa. Se entrometió en nuestra conversación con la única razón de meter ese comentario muy de a gratis.
—Te carcomía por dentro decir eso, ¿No Ruby?
Me ignoró y volvió a lo suyo, no sin antes hacerle un gesto a Zuramaru. Esto es insostenible, le diré a Ruby para poder arreglarnos.
Cuando más quieres que el tiempo pasé más lento lo hace. Una eternidad después acabaron las clases y salimos en paz. Hoy no haremos nada de idols a diferencia de la semana anterior, según disque You convenció a Chika. Saben como son.
Me llevé a Ruby a un lugar seguro —de chismes— para tratar de aclarar el malentendido.
—Me agarraste de la muñeca y me llevaste... ¿Al baño?
—No encontré mejor lugar.
—Olvida eso, ¿Qué quieres? Sigo enojada contigo.
—Exactamente. ¿Podrías perdonarme?
Al toque hizo una mueca de confusión. Se concentró un poco y dijo un comentario nada Ruby.
—Si quieres mi perdón ve a pedírselo a mi hermana. Ella nunca te faltó el respeto y nunca lo va a hacer, no merecía que le dijeras todas las aberraciones que dijiste.
Ojalá Mari no haya exagerado mis palabras. No voy a disculparme con Dia, fue Mari la que me provocó.
—No haré eso.
—Entonces no tienes mi perdón.
—No deberías confiar tanto en Mari.
Había salido del baño, pero antes de perderla de vista la hice voltear para decirle lo de Mari. Sin expresión alguna volteó nuevamente y se fue.
—Intenté explicar tu perspectiva zura. Ruby es una persona de valores muy fuertes.
—Es mi culpa. Gracias por ayudar.
Como mencioné antes, hoy voy con You para tener un tiempo de amigas. Zuramaru tuvo la cortesía de acompañarme hasta encontrar a You. No tardamos mucho, You se encontraba en la entrada esperando a que llegara.
—¡Yohane!
Saludó a la distancia.
—No hagas ninguna imprudencia, no vas con You para jugar.
¿Tú crees?
—Cuídate de ella, comportamiento o cosa rara me lo cuentas zura. El lunes nos reunimos temprano en la plaza y vamos juntas.
—Sí... mamá, no me tienes que recordar cada cuatro segundos.
—Ya pues, ve por todas.
Corrí con You para no hacerla esperar más del no poco tiempo que ha esperado, y para mi sorpresa solo corrí medio segundo ya que la tenía atrás mío. ¿Habrá escuchado lo de Zuramaru?
—¿Lista?
—Obvio, el Ángel Caído siempre está listo para atender a su más grande discípulo. ¿Escuchaste?
—No, ¿Debía escuchar?
—No... no es nada.
Entre risas y el casual cotilleo de niñas de preparatoria arribamos en su nada humilde hogar.
—Que bonita casa tienes You.
—Es bonita, cierto. Pero creo que es demasiado grande para nosotros tres... No es tiempo para pensar en eso, ¿Entramos?
—Sí, quiero agua.
Abrió la puerta como toda una caballera. Su casa es grande en sí, no cuenta con adornos muy "finos", con todo, la casa da un ambiente muy acogedor.
—Toma asiento, voy a hacer la cena.
Comenzó a manipular los cajones de la cocina. Correspondí a su gesto y me senté.
—Bien... no tenemos mucha comida, parece que mis papás no han comprado. Te cocinaré algo sencillo, ¿No hay problema?
—Para nada, es tu casa.
You lo intentó... Nunca conocí a una persona que cocinara así de horrible —ni yo—. Es el esfuerzo lo que vale.
—Con que éste es el cuarto en que duerme mi gran discípula... Interesante.
—No te hagas más interesante de lo que eres Yohane. Deja tus cosas en una esquina y salte, me quiero cambiar.
—Ni que te fuera a ver, no estás bonita.
—¡Cállate y no lo hagas peor!
Me sacó con un amistoso empujón y cerró con seguro —no entiendo qué hice—.
—¡Ya, métete!
Como podrían deducir, You se quitó la ropa y se puso ropa más del estilo de You. Que lujos, yo me tengo que aguantar con el uniforme chafa éste...
O no. Agarré mis cosas y hurgando hallé un cambio de ropa que llevé por si la ropa de la escuela me sacaba de quicio —soy muy inteligente, prediciendo el futuro, típico de la gran Yohane—.
—Permíteme usar tu baño, quiero sacarme el uniforme.
—Adelante. Girando a la izquierda la segunda puerta.
Me cambié deprisa para no desperdiciar mi tiempo con You.
—¡He llegado!
You al toque cerró la página en que estaba su compu' —Twitter, ¿Qué tiene la gente con Twitter?—.
—¡Yohane!
Giró, ¿Nerviosa?
—¿Qué es lo primero que vamos a hacer?
Con mi tímida pregunta comenzó una de las noches más divertidas de mis últimos años.
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Acabamos de hacer cosas hasta el día siguiente —las doce de la mañana—. Me duele todo, hicimos de todo y You me mostró muchas cosas de su día a día —nada turbio, como piensa Zuramaru—.
You se tendió en el piso y yo invadí su cama.
—Buenas noches.
—Buenas noches You, sí que hicimos de todo.
—Seh... y nos queda toda la mañana. Hace rato no la pasaba tan bien... Ya bueno, me voy de la cuenta, buenas noches.
Viendo a You desde su cama vi que ella en verdad se durmió. ¡Pero no! Como yo no soy una hipócrita, tengo que husmear en la casa de You para demostrar a Zuramaru que You pese a tener un pensamiento ideológico que no está tan errado como dice Zuramaru, no esconde nada. Espere en lo que —ahora sí— fue la hora más sosa, lenta y aburrida de mi vida. Iba a sacar el teléfono pero quien sabe si el brillo vaya a despertar a You y tener que esperar a que vuelva a dormir.
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¡Todo está conectado... Es una obra de los Dioses que Chika nos reuniera a todas, no existe mejor explicación. He dicho!
...
Lo admito, cuando me aburro delirio con la primera idea que se me pasa por la cabeza. Gracias a eso el tiempo se pasa mejor... Viendo la cara de You está más para el otro mundo que yo a medio directo. Se ve linda cuando duerme, no sé... vulnerable, contando su forma de ser es algo que no verás todos los días.
¿Qué cosas digo? Me desvelé a investigar, no a ver a You dormir. Con delicadeza bajé de la cama sin ganas de pisar a You y empecé a abrir cajones y burós del cuarto, sin resultados "¿Positivos?" —para Zuramaru—, como siempre digo, ¡You es normal! No como una niña que dice zura cada dos por tres...
Perdón Zuramaru. Sabes que me altero con lo de You.
Para ese punto me harté de buscar y para ir a dormir y callar a Zuramaru rompí uno de mis principios éticos: Ver closets ajenos.
Sin generar ruido deslicé la puerta de su closet para ver la mucha cantidad de ropa que guarda, entre camisas, uniformes exactamente iguales entre sí, pantalones y vestidos que hemos usado de Aquors se forma una gran panoplia de ropa. Pero a decir verdad, destaca de entre todo un guarda sacos de al fondo —Si preguntan cómo veía, usé el brillo del teléfono—. Metí la mano para sacarlo y lo puse en la mesa de la cocina.
Prendí la linterna para tener luz y lo reposé contra la mesa —la pantalla mirando hacía abajo para alumbrar— y saqué el guarda sacos para ver un muy bonito uniforme, si mi memoria no falla ha de ser de los tiempos de la Alemania Nazi adornado con varias medallas que no describiré a detalle, una tiene una esvástica atravesada por dos espadas, otra es un águila sosteniendo una esvástica y un barquito bonito. You tiene un fanatismo por los uniformes, es raro, pero son sus gustos y hay que respetarlos. Suficiente para contentar a Zuramaru, así que le tomaré una foto y le diré que fue lo más turbio que hubo en su casa.
Guardé todo en su lugar —con cuidado— y me disponía a dormir... Si no fuera por el detalle de...
¡De que me pegué en el maldito dedo del pie de la cama! ¡Duele como el infierno!
Agradecida con Dios por poder callarme la boca y no interrumpir el sueño de You.
Y si la bola de nieve no era lo suficientemente grande, algo se cayó debajo de su cama.
Estoy muerta... se va a despertar se va a despertar se va a despertar...
¿Sigue ahí? Pf... su estado de éxtasis es inalterable. Gracias demonios del infierno.
Por curiosidad checaré que cosa se cayó de su cama. Bajé a la altura de su cama y metí la cabeza adentro y como era de esperar carezco de visión nocturna, mis angelicales ojos ven todo negro, y mis manos están metidas dentro de la cama, así que sacar el teléfono es difícil. Me quedaré sin aire —no de manera literal—, comencé a sacar una mano a ras de piso y sentí un pedazo de basura. Inspeccioné con esa mano para determinar la forma y resultó ser que eran varios papeles en forma rectangular. Con la curiosidad al cien saqué la cabeza y tomé mi hallazgo, para tener una gran sorpresa. Son sobres.
Con la poca iluminación veo que son rojos y la curiosidad me mata. Regresé al comedor de arrojé en la mesa los sobres, posteriormente encendí la linterna y la coloqué igual que ahorita. Vi uno de los cinco sobres que tomé del piso y no fue nada agradable.
"Meta_Chalado"
¡¿Qué mierda hace Meta_Chalado en el sobre de You?!
Me estoy tensando más de la cuenta, esto, en el contexto que sea, ¡No es normal!
Dudo mucho en querer abrirlo, no sé que esperar.
Una breve preparación mental después estaba lista para abrir ese sobre. Con el corazón a punto de salirse y las manos temblorosas abrí el sobre y saqué su contenido.
Una impresión en la que hay...
Un muerto.
¡Una chica de nuestra edad muerta!
¡¿Meta_Chalado es la chica de esta foto?!
¡¿Era mujer?! En retrospectiva, viendo sus siguiendo en Twitch tenía todas las de ser un adicto a las mujeres... Lo que da como resultado que... era lesbiana, que desagradable.
Mucha sangre me está dando nauseas, la foto tiene una resolución del culo, pero eso no oculta el hoyo que tiene en el ojo —un disparo—.
Abriré otro, tengo que saber la verdad antes de que me desmaye del horror.
A duras penas la coordinación motriz me ayudó en abrir todos los sobres para traumarme más. Cinco fotos, cinco muertos.
¡Había un político no jodas! Una señora que si memoria no falla era activista de internet.
Esto es magnicidio y feminicidio en cinco fotos. No se lo puedo contar a Zuramaru, si lo sabe va a meter a You a la correccional por el resto de su vida.
You... ¿Por qué mataste a cinco personas?
Bueno... o puede ser que en secreto es fan del gore y colecciona fotos de cadáveres... ¡Eso no es mejor!
Recordando la llamada que tuve con You después de llorar como nena coincide con el no volver a verla en directos —a Meta_Chalado—, eso descarta la teoría del gore.
Se me salió de las manos el espionaje, le tomaré foto a la evidencia, me acostaré y haré el mayor de mis esfuerzos para ver a You a la cara como antes.
Guardé las fotos donde estaban y los sobres los devolví a la parte de abajo de la cama. Ocupé de mi ingenio para poner los sobres más o menos como pienso que iban, You no se dará cuenta. Buenas noches.
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Quería quedarme más tiempo en la casa de You, jugar, dormir un poco más, escuchar una de sus historias, lo que sea, solo que ahora me cuesta entablar una conversación normal con ella. Tengo que evadir todos los problemas posibles.
Le dije que mi mamá me llamó de urgencia por un tema de mi custodia, cosa seria saben. Se despidió como es debido y empecé a deambular por mi ciudad —sábado a las ocho de la mañana, no hay alma alguna—. Me gustaría ir con Zuramaru un rato a matar el tiempo antes de volver con mi mamá, no tengo ganas de verla. Según yo, Zuramaru y Ruby se juntaron, por ende, Ruby ha de saber donde anda Zuramaru, ir a su casa que queda en la quinta madre sin la certeza de qué esté es una terrible idea.
Desenfundé el teléfono y exploré los contactos, a Ruby sí la agregué —principalmente para facilitar la comunicación entre nosotras y Zuramaru—.
A ver que pasa, pulsé el botón de llamar y en teoría me tendría que contestar.
Acerqué el teléfono a la oreja y mi llamada fue correspondida.
—Buenas Ruby, quería...
—Soy Dia.
Que mala suerte. ¡Dia está en todos lados!
—¿Qué haces con el teléfono de Ruby?
—Ella lo dejó en la casa... ¿No estaban peleadas o una cosa del estilo?
Para ser Dia, me sorprende la tranquilidad con la que dialoga, siendo yo...
—No te importa. ¿Sabes dónde está Zuramaru?
—Oh... Hanamaru, sí, ayer pasamos el día las tres. Ruby se fue con ella, la dejaría cerca de su casa, según yo. Hanamaru seguramente llegó a su casa, espero que sana y salva. Ruby debe de estar de camino. ¿Para qué querías saber?
Dos cosas: Me sorprende que Dia tenga más amigas de las que creí, y segundo, se va mucho de la cuenta hablando de su vida.
—Gracias, adiós.
—¡Espera un momento!
Tenía el dedo en el botón de colgar y oigo a Dia.
—¿Mande?
—Si quieres puedo decir a Ruby que te disculpaste conmigo para que ya no tengan problemas. No me importa que no te disculpes, estoy bien.
—... A tus amigas no les gustará.
—Sé que me entenderán...
Colgué.
Confiaré por única vez en Dia, si dice la verdad, Zuramaru está en su casa. Con la poca gente que hay puedo tomar el autobús y estar allá en menos de dos horas, todo eso igual a menos tiempo que pasar con mi mamá. Daré mi informe a Zuramaru, le diré que You está rara y nada más, no que es candidata a penta-kill.
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Amo la tranquilidad de el pueblo de Zuramaru y las demás, tan aislado que lo hace bello a su modo. Sola es más fácil admirar la calidez de Uchiura y su gente... tan mal como Dia, perdiéndome en pensamientos aleatorios. Lo que sea, estoy llegando a la zona insegura en que vive, ya con que sea mediodía y haya sol me basta para sentirme segura. Una señora de ahí me indicó por que rumbo exacto vivía. Gracias fama.
Como sospeché, el diseño de la casa de Zuramaru compite con el obsoleto sistema de iluminación de su barrio. Con cero seguridad entré en la puerta de su patio y caminando con un poco de miedo llegué a la puerta principal de su casa.
Supondré que su papá me recibió y expliqué un poco que hacía sola tan lejos de mi casa y por qué necesitaba de su hija. Muy agradable el señor, me dejó pasar y indicó por donde encontrar a Zuramaru, distraída con un libro.
Di unos toques a la puerta para captar su atención.
—¿Yoshiko?
—Hola.
Entré a su cuarto para estar cerca de ella.
—¿Qué haces a esta hora? ¿No fuiste con You?
—Tenías toda la razón, You oculta cosas.
Se levantó de golpe de su cama y se me acercó.
—¡¿Viste? Te dije!
Presumida. No distingo si está feliz o preocupada.
—Evita recalcármelo.
Se calló.
—Descubrí que hay cosas raras con You, más sin embargo, no sé qué exactamente, hay que seguir investigándola.
—No preguntaré que te hizo llegar a esa conclusión... Por lo menos ya me crees, tenemos que seguir investigando si queremos sacarle la verdad a You. Sigue reuniéndote como lo llevas haciendo y tarde o temprano cederá y podremos sacar información.
Me sirve, excusa para atarme a You y a Zuramaru, dos por uno.
—No quiero sonar descortés zura, pero no he dormido nada y me siento a morir, ¿El lunes platicamos?
—Oh, sí. Chao Zuramaru.
Abandoné su hogar...
Mierda, no quería volver a casa así de rápido... ya que. Mínimo avancé con lo de You, y debo de pensar en el tema de Dia. Disculparme no es difícil, difícil es tragarme mi orgullo y que la americana no se haga la graciosa. ¡Como me saca de mis casillas Mari! Mátenla por favor...
Ok... no debería desear la muerte a las personas, se me puede devolver y capaz me muero yo, principio del karma.
Lo que me gano por no tener amigas de verdad.
■▪︎■
3440 palabras v.s 2625 de la primera edición.
(Ya saben, cualquier comentario y falta de ortografía es bienvenida).
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