○|Capítulo 5 |○



... ¿Qué digo? Chin, tengo viendo mis zapatos tiempo ya, ¡No la puedo mirar a la cara después de decirle "Jiji no me hables". Mierda, soy un desastre, muchas cosas que compartir con ella y mi bocota tenía que salir.

—¿Empiezo yo o tú?

Alcé la vista y Zuramaru mantenía —todavía— su considerable separación en el banco.

—...Bien...
—¿Bien?
—Habla.

Debería darme vergüenza. Zuramaru dudó, para un momento más tarde, proseguir.

—No me compete decir esto. Que se quede entre tú y yo, ¿Entendido?

Lo dijo muy —muy— seria. Sólo asentí.

—Sé lo que hiciste.
—¡Yo lo puedo...!
—Sé lo que hiciste, según Mari. Quiero saber qué hiciste en verdad.

Al principio me asustó cómo lo dijo, lo bueno que se explicó mejor.

—¿Ocupo decir eso...?
—Sí zura, si no quieres que esto sea una pérdida de tiempo. No te cuesta nada además.

Si supieras.

—Me cuesta mucho. Acaba pasar y...
—Yoshiko.

Me interrumpió en medio de la excusa.

—No te diré nada... ya no.

Debatí seriamente si decir la verdad o victimizarme y basarme en la presunción de inocencia para que Mari quede como la villana.

...

¡¿Qué estoy diciendo?! Yo causé todo esto —pese a que Mari inicio los insultos— y me aguanto tal y como le dije a Mari.

—Te creo, voy a decirte todo. No me mires feo ni nada... Pero antes, ¿Cómo te enteraste?
—Entrado el recreo Ruby y yo salimos a con Dia. Cuando llegamos estaban Mari y Kanan, nada fuera de lo ordinario, o eso fue hasta que nos metimos. Ruby entró corriendo a ver a Dia, y bueno...

Zuramaru se retorció incómoda.

—Dia parecía haber llorado un poquito. Sólo un poquito.

Hizo un gesto con la mano enfatizando en ese irónico "poquito".

—¿Un poquito nada más?
—No, bastante, lo necesario para yo notarlo... Ruby le pidió una explicación a Dia y en lugar de ella Mari dijo algo como esto: "La idiota de tu amiga se pasó de graciosa y la insultó". Viendo la cara de Ruby supuse que la defraudaste.
—Eso explica su "cálida" bienvenida.

Con esa explicación todo tiene más sentido.

—¿Qué pasó realmente?
—Jeje... algo no muy diferente. Inició todo con yo mandándole un mensaje a You... o ese era el plan. Ese mensaje se lo mandé a Dia por accidente y cuando llegué vagando me topé con Mari. Me llevó con Dia y ella me mostró el mismo mensaje. Era un insulto medio gratuito si querías saber. El punto es que Mari me enojó de más y básicamente le dije a Dia que se iba a quedar sola y que es un asco de persona.

Zuramaru desvió su atención de mí para ver al piso.

—Que tonta fuiste zura.
—¡Ey!
—Dia tiene un serio problema con el tema de las personas, es un tema delicado.

También lo es conmigo... ¿Y cómo lo has tratado siempre?

—No sabía...
—Te la pasas mirando feo a Dia, normal que no sepas.
—... Es Dia, sabes qué pienso de ella. Tú, no sé cómo es tu amiga.

¿Eso fue todo? Ya no dijo nada después de eso.

—Si eso es todo, yo...
—¡Espera!

Shit. Se paró de golpe y me metió un susto.

—Perdón por el susto, pero yo tengo más de que hablar. El problema es que no encuentro las palabras adecuadas.

En eso la entiendo, muchas veces es un coñazo ver que decir.

—No hay problema, te puedo esperar hasta el fin de los tiempos.

Bua, Yoshiko satánica. Esperé más de la cuenta para que Zuramaru dijera algo relevante.

—Toca hablar de nosotras.
—¿Nosotras?
—De nuestra amistad. Si queremos seguir siendo amigas nos tenemos que decir las verdades a la cara.
—¿Comenzando por ti verdad?

Así es ella: Me reprocha una cosa que ella hace y queda bien y yo mal. Pero no puedo hacer nada, es mi única amiga —si no contamos a You—, por nada en el mundo quiero perder su amistad. A veces no sé que le pasa. Mi intento de pausa era para que reflexionara de cómo me trata... por lo menos parece que tuvo efecto.

—Sí.

Eso es nuevo.

—Cuando me dijiste que dejáramos de hablar no entendí nada. Al inicio no le di importancia, vi que no ibas a socializar con Ruby y bueno... Ruby es mi mejor amiga, aproveché mi tiempo.

Auch. Ruby tenía que ser... una vez más.

—En la noche me di cuenta del enrollo en que me metí. Sumado a la participación de un... tercero un poco desagradable.

Dijo tercero con poco agrado.

—Te traté fatal siendo consiente ello.
—Al menos lo admites.
—Sé seria Yoshiko, no andes de sarcástica.
—Perdón.

Ni modo, quería aligerar un poco las cosas. Suficientes problemas de adolescentes he tenido esta semana.

—Pero entiéndeme, el tema de You es un asunto de vital importancia y actué de manera imprudente, andaba muy calentada y pues bueno... pasó eso.

You es Nazi según Zuramaru, hasta lo había olvidado. Es una estupidez en primer lugar; You es demasiado normal en comparación a los nazis de la vida real.

—Te perdono, no hay problema.
—¿No es broma?
—¿Cómo va a serlo? Eres mi mejor amiga, aparte que con esa explicación queda más que claro que fue una simple equivocación.

Mitad y mitad, habrán cosas que le salieron de corazón y otras por accidente.

—¿Vas a ayudarme con el tema de You?

Wow, que rápido se fue a joder con You. Parece que para eso me quería nada más, para pedir su favor e irse. No engaño a nadie, es mi momento para ganarle el interés de Zuramaru a Ruby. Lo de You es un chiste, un delirio suyo. Voy a aceptar su propuesta.

—Bueno... necesito contexto primeramente.
—Sí, definitivamente. Necesitamos ir a un lugar privado a contextualizarte en paz.

Tengo una idea.

—¿Mi casa? ¿Te apetece?
—...Zura.
—¿Zura?
—Ok, en tu casa será.

Dejamos el parque para tomar un largo recorrido hasta mi casa, pasando todo Uchiura y mi ciudad. Todo está yendo tranquilo, llevaba tiempo que no hablaba de esta forma —sin comentarios hirientes—. Se nota que tenía una amistad que sanar a su lado. Muchas cosas entre ambas que se perdieron por reverendas tonterías.

—Oye.

Me llamó de repente, al borde de caer rendida del cansancio. Moví la cara para que entendiera que la escucho.

—¿Haces el mismo recorrido a diario? Me canso de ver lo mismo de siempre a diario.
—Algo así. La diferencia es que una que otra vez coincidía con You y nos íbamos comentando lo que sea.
—No lo soportaría, va durando mucho. Me dormiría seguramente zura.
—Ya... pero son cosas de la vida. Mi mamá por no mandarme a una escuela normal terminó inscribiéndome a una escuela a un pueblo de distancia dirigida por Mari. Y gracias a eso te reencontré, contra todas las posibilidades nos reencontramos.
—Te viniste muy arriba zura.
—¡Déjame ser, Zuramaru!

Esa y más cosas se dijeron en ese camino de vuelta —memorable, si me preguntan—.

—¡Mamá, traje a Zuramaru!

Llegamos a mi casa y mi mamá nos sirvió comida y nos metimos a mi cuarto. Puse el seguro a petición de ya saben quien y...

—Listo, comimos porque tenías hambre y cerré la puerta, ¿Ahora sí?
—Podemos empezar, prende tu laptop por favor.

La prendí.

—Oh... vaya, la dejé en suspender.

Aproveché para revisar Twitter y con ello mi cuenta para checar si nadie se pasó de comediante, cosa que no ocurrió.

—Está listo, ¿Para qué querías que la prendiese?
—Para...

Recordó algo.

—¡Cierto! No tienes el contexto completo.
—Cómo lo voy a tener si lo que hiciste fue insultarme.
—¿Hablaste?
—No.

Casi me escucha.

—Como sea, te voy a explicar todo.
—Oye pero siéntate, me das ansiedad ahí parada.

Tomó lugar al borde de mi cama. Si preguntan, me senté en la silla del escritorio.

—You es neonazi, aquí nos quedamos.

Con un ademán comprendió que podía seguir.

—El punto es que no es solo eso.

Me intrigó.

—Sospecho que You está en cosas más turbias de lo que puedes imaginar.

Zuramaru es idiota.

—¡¿You?! ¡Nunca!
—¡Deja que termine! Vamos a andar como la otra vez.
—Continúa. Tampoco me agrada repetir lo de la biblioteca.

Se levantó y se me puso al lado.

—¿Puedes buscar la primera presentación de Chika, Riko y You?
—Mm... si no mal recuerdo alguien la grabó. Que yo sepa no pasó nada extraño.
—Ponlo, quiero que veas una cosa.

Lo reproduje y nada raro —que raro—.

—¿Lo viste zura?
—¿Ver qué?
—¡A You!

Dios mío, es una subnormal.

—Estás bien ida Zurama...
—¡Ve el vestido de You!

Retrocedí el vídeo un poco y You estaba ahí —sería el colmo que no—.

—Tiene un adorno, muy bonito por cierto.
—¿Sabes qué es una cruz de hierro?
—¿Tú crees?
—Ah... mira.

Con dificultad —jaja, Zuramaru no sabe usar compus'— llegó a una pestaña nueva donde aparecía en grande un adorno parecido al de You.

—La cruz de hierro era una insignia del ejército de Alemania hasta el final de la segunda guerra mundial. Nazis, en síntesis.
—Vaya evidencia más contundente, hay que llamar a la policía antes que nos mate por saber demasiado.

Zuramaru me miró con una cara de muy pocos amigos.

—Yoshiko...
—Me estás tomando el pelo...
—¡Es serio, demonios Yoshiko!
—No es por faltarte al respeto Zuramaru, pero esto es una broma... Voy a mencionar tus propios argumentos: Uno: You leyó un libro. Dos: You habla en inglés. Tres: Usó un adorno.

Levanté un dedo por cada argumento —tres— de porquería. Y, en contra de mis expectativas, Zuramaru no dijo nada grosero o irrespetuoso.

—Comprendo que te parezca una cosa surrealista lo que digo. Pero juro que tengo una muy fuerte corazonada. Algo no va bien con You y por eso mismo ocupo de tu ayuda.
—¿Qué ayuda?
—Te estás convirtiendo en una persona cercana en su vida, puedo ver eso a través de cómo te ve. ¿Has notado un comportamiento sospechoso?

Sospechoso... ¡Riko!

—Riko me comentó que vieron a You medio rara... You decía cosas en inglés acerca de un paquete, envíos, recibos... Según palabras de Riko.
—¡¿Ves?! Eso no es normal.

Rebuscado.

—Supongo que no es normal...

Que mentira.

—Ahí recaerá tu importancia. Eres mi espía, como You te tiene una confianza exagerada a lo mejor descubres una información que nos convenga.

Ahora tengo a dos personas que quieren que le tenga un ojo encima a You —Riko y Zuramaru—. Lo de Riko tiene sentido, en cambio...

—Lo que sea. Tú ganas, tendré vigilada a You.

Lo que sea por tener tu amistad, Zuramaru. Aparte no pierdo nada.

—¡Gracias Yoshiko!
—¡Yohane!

Zuramaru rio —de mí—. Había pasado tiempo de la última vez que reímos juntas —bien nostálgica—.

—Es tarde, tienes que regresar a casa.
—Cierto zura. Se nos olvidó ver la hora.

Atardecía en Numazu y conseguí —rogué— el permiso para llevar a Zuramaru a su casa.

La ciudad brilla mejor en estos colores. No lo digo como si nunca haya visto antes la ciudad por el atardecer, digo que se siente diferente, se siente más viva que de costumbre. ¿Zuramaru tendrá la culpa?... Nah, soy yo seguramente, aún me queda una pizca de voluntad —sí, claro—. Yo elegí ayudar a Riko y a Zuramaru con ese asunto, que me ayude a acercarme a Zuramaru es mera coincidencia.

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Aaaaaa... ¿Falta mucho? Lo que me gano por ser educada.

—Zuramaru, ¿Falta mucho?
—Te recuerdo que tú eras la que insistía en llevarme a mi casa. Y no, falta poco. ¿Ubicas el letrero ese de allá?

Señalo un letrero todo genérico.

—Dos calles a la izquierda queda por donde vivo. Hay más casas pero de ahí puedo seguir sola.
—Ok. Sigamos.

Las dos calles más eternas de mi vida. Con mucho esfuerzo llegamos a donde Zuramaru dijo.

—Con esto basta, Yoshiko.
—Que poco alumbrado hay.
—Vivo lejos, ¿No es normal?
—Ps... no, en ese camino no hay ni calle. ¿Vives aquí?
—Sí. Me terminé acostumbrando, Ruby tampoco se queja, por ejemplo. Es cuestión de adaptarse.
—¿Ruby ha venido a tu casa?
—Muchas veces.

Que raro.

—Deberías pasar el día conmigo una de estas.

Eso me tomó por sorpresa.

—¿Y qué harás con lo de You?
—Ayudarte, claramente.
—Sé más específica zura.
—Vale... Juntarme con You. En cualquier momento se le escapará algo raro y me daré cuenta, de ahí te diré y listo.
—Todo está dicho. Hasta mañana Yoshiko.
—Bye Zuramaru.

Dejé a Zuramaru en su casa, por lo que estoy sola en medio de la noche en una parte de Uchiura que a duras penas cuenta con alumbrado, perfecto para que me secuestren o algo. Ahora habré de buscar la manera de explicar a mi mamá el por qué esa "rápida salida" se tornó en una odisea de varias horas. No me quejo, menos tiempo con mi madre.

Mantengo mis ideas con lo de You. Es una mamada total, seguramente You cometió veinte delitos y nosotras ni en cuenta, según Zuramaru. No negaré que aproveché la oportunidad para pasar más tiempo con ella y de pasada tener la excusa con You, pero es que es idiota —me canso de mencionarlo todo el tiempo—. Por lo menos Riko sí tiene razones honestas, no como "Te aconsejo que te alejes...", vaya pataleada de bebé. No soy mejor, mintiendo así por un poco de atención- adulando la —posible— envidia que le tiene a You. Ni modo, esa fue la amiga que conseguí... y la quiero mucho.

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Ok. Mi mamá casi me mata —¿Deja vu?—. ¿Salió algo bueno de eso? Supongo... En lugar de estar al merced de Zuramaru, le preguntaré a You si es Neonazi. No lo pensé por echar toda la culpa a Zuramaru del incidente en la biblioteca. Pero como tengo la mente fría de nuevo, será lo mejor preguntárselo personalmente. ¿Qué puede salir mal?

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2290 palabras v.s 2180 de la primera edición.

Ya saben, faltas de ortografía si pueden recalcarlas 

Adiós y hasta pronto :D

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